
𝟐𝟖. 𝐁𝐮𝐭 𝐞𝐯𝐞𝐫𝐲 𝐧𝐨𝐰 𝐚𝐧𝐝 𝐭𝐡𝐞𝐧 𝐈 𝐟𝐞𝐞𝐥 𝐬𝐨 𝐢𝐧𝐬𝐞𝐜𝐮𝐫𝐞
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"𝐇𝐞𝐥𝐩 𝐦𝐞 𝐢𝐟 𝐲𝐨𝐮 𝐜𝐚𝐧, 𝐈'𝐦 𝐟𝐞𝐞𝐥𝐢𝐧𝐠 𝐝𝐨𝐰𝐧 𝐚𝐧𝐝 𝐈 𝐝𝐨 𝐚𝐩𝐩𝐫𝐞𝐜𝐢𝐚𝐭𝐞 𝐲𝐨𝐮 𝐛𝐞𝐢𝐧𝐠 '𝐫𝐨𝐮𝐧𝐝"
- no puedo creer que voy a pasar todo el viernes limpiando de estos estúpidos trofeos. - dije de mala gana mientras tomaba del trapo y empezaba a hacerlo, con la intención de acabar temprano.
- si bueno, yo no puedo creer que lo estoy haciendo contigo. - me dice Lily mientras toma del trapo por igual y empieza a limpiar su parte. - nunca en mi vida me habían regañado.
- te lo merecías. - dije en voz baja.
- no puedes culparme por como reaccioné, realmente me parece una estúpidez el hecho de que los tres quieran estar contigo.
- lo único estúpido aquí es el hecho de que le des tanta importancia ¿cual es tu problema conmigo? nunca me he metido contigo.
- no hasta ahora.
- ¿disculpa? - ella voltea a verme. - no me digas que esto es por James, porque de ser así... sería muy hipócrita de tu parte.
- ¿hipócrita?
- vamos Lily, toda tu vida llevas tratándolo mal. ¿Cómo de repente te nació el amor por el? es irreal y para nada justo para el. - ella no dice nada, tan solo hace una mueca. - sabes que estas mal.
- ¿y tu no lo estás por estar con el y también con dos de sus mejores amigos?
- no Lily, porque el lo sabe y esta de acuerdo. - cuando dije eso, ella abre la boca de lo mas sorprendida. - estamos saliendo los cuatro.
- debe ser una broma.
- noup. - dije dandole la espalda. - el plan era que nadie lo supiera, pero vaya que eres una entrometida.
- tampoco eres la mas inteligente para saber cuando besarte con tus novios ¿okay? lo haces a plena luz del día y en lugares en el cual cualquiera pudiera aparecer.
- pero nadie lo hizo, mas que tu. - dije y ella se acerca a mi lado. - ¿piensas hacer de esto un gran alboroto?
- no. - cuando ella dice esa simple palabra, la veo con asombro y ella sigue limpiando de los trofeos sin dirigirme la mirada. - esta bien.
- eso es nuevo.
- digo, tienes razón... lo que hagas con tu vida es tu asunto, no el mío. - asentí con la cabeza. - no le quita lo raro pero... lo entiendo.
- gracias. - dije honestamente. - en serio, gracias.
- si, como sea.
Lily Evans era fácil la persona que menos yo toleraba en el mundo. Ella solita se había ganado ese lugar en mi vida y es que, desde que la conozco, nunca pudimos llevarnos bien. Si no era por lo holgazana que yo pude llegar a ser, era por los desastres que Ringo hacía en la habitación. Como a veces me copiaba de sus tareas y como ella odiaba el que me juntara con los chicos.
Las cosas se intensificaron cuando ella me ofendió terriblemente y me dijo todas las terribles cosas que pensaba sobre mi. Y ahora, le agregamos lo de James. Que me consta que le molesta y mucho y lo siento pero no pienso que ella lo merezca. Nunca fue así ni creo que lo será. Por ello no esperaba nada de ella, pero necesitaba aclarar cosas.
Muchas dudas y hoy era un buen momento para hacerlo.
- ¿por qué me odias tanto? - le pregunté y ella me mira confundida. - vamos, no te estoy preguntando algo de clases o que sea difícil de contestar.
- veo mas difícil de contestar esto que una pregunta de clase, de hecho. - cuando ella dice eso, yo pongo los ojos en blanco. - no te odio.
- oh, claro que lo haces. - reí.- me lo has dejado mas que claro.
- bueno, solo no somos amigas y ya. No porque seamos de la misma casa significa que tengamos que llevarnos bien.
- si pero ¿por qué no es así ? - ella hace una pausa de lo que hace y se da el tiempo de mirarme. Yo por igual, me detengo. - quizás es algo que pueda cambiar.
- no, no es algo que puedas cambiar. - ella suspira algo desesperada. - pues... te tenía alta envidia.
- ¿a mi? - me reí. - no veo el por que.
- ay vamos, Chris.
- hablo en serio. Tengo problemas familiares, tu no. Mis padres no me quieren, los tuyos si. Tienes amigas y muchas, yo solo una. Eres la mas lista de toda la generación, yo estoy corriendo con el riesgo de no graduarme si sigo reprobando. - me reí de nuevo. - ¿cómo es esto algo que pudieras envidiar?
- porque todo mundo te ama. - negué con la cabeza. - persona que te conoce, persona que te ama.
- bueno, tu no. - ella hace una mueca. - solo hay cinco personas en este mundo que me aman, Lily. Dos de ellas, son mis mejores amigos. Así que... créeme, tienes mas gente que te ama a ti. Contando tus padres, que eso es mas que suficiente.
- supongo que ambas lo vemos diferente. - yo jamás celé las cosas que Lily tenía. Ninguna, no me importaba si era inteligente, no me importaba si era mas hermosa, no me importaba si era mas popular. Pero hubo algo que si me importó y me importa actualmente.
- si te hace sentir mejor, yo odiaba el hecho de que James te amará. - ella voltea a verme de nuevo. - digo, aparte de que fueras un gran dolor de cabeza por lo intensa que eres con las clases o con la limpieza...
- ¡nunca tiendes tu cama!
- tampoco me encantaba saber que yo nunca podría ser tu ante los ojos de James. - dije haciendo una mueca. - no puedo creer que este admitiendo esto.
- pero ahora el sale contigo y... es evidente que si te ama, Chris. Te ama en serio, porque tu y el se conocen bien desde siempre y lo haces feliz. - levanta ambos hombros. - a diferencia de mi.
- ¿por qué llegaste a ser tan grosera con el?
- no era grosera, solo... me estresaba un poco. - la miré molesta. - puede llegar a ser muy insistente que llega a ser molesto.
- supongo que tienes un punto.
- ¿pero que mas da todo eso? El ya no me dirige del todo la palabra.
- ¿y estas bien con ello? - le pregunté, creo que genuinamente me importaba saber si ella estaba pasándola mal. - o te duele.
- extraño un poco a el como amigo. Pero es todo. - suspiré aliviada. - créeme, jamás intentaría hacer nada para separarlos y de hacerlo, no lo lograría. El te ama, Chris.
- lo dices muy segura.
- lo estoy. - dice mientras toma asiento en el suelo y yo la sigo, me siento justo enfrente suyo. - si, quizás olió las flores y puede que haya sido por mi pero eso fue tan solo atracción, lo que siente por ti es amor y por algo fue lo primero que olió. Los dulces.
- yo igual lo amo. - dije sonriendo. - en verdad lo hago.
- ¿y también a Remus y a Sirius? perdona pero me es muy difícil el entender como es que puedes quererlos a los tres.
- creo que... nosotros nos entendemos de una manera que nadie mas lo puede hacer. Se que suena muy exagerado, pero es cierto. Yo, una persona la cual nunca en su vida ha recibido amor por parte de su familia, de repente la recibe de sus mejores amigos...
- ¿dices que dependes emocionalmente de ellos?
- llegué a pensarlo. - dije mientras pasaba mi cabello por detrás de la oreja. - pero nunca desarrollé sentimientos por Peter, que no fueran amistad claro. - ella asiente con la cabeza. - eso me confirmó que lo que siento por ellos es real.
- y ellos te aman.
- quiero pensar eso. - reí.
- bueno, lo de Remus es mas que obvio. Creo que todo mundo lo sabe desde que estamos en primer año. - sonreí de pensarlo. - y Sirius pues... wow. Lograste enamorar a la persona que decía que en su vida se iba a enamorar.
- como dije... todos tenemos nuestros problemas. Y de tanto que nos apoyamos con ello, nos queremos lo suficiente como para no celarnos entre nosotros.
- para ti debe ser fácil pero para ellos... ellos si tienen que compartirte. - no lo había pensado. - ¿te sentirías a gusto estando con ellos y otra persona?
- supongo que depende. - reí nerviosa. - imagínate que esa persona fueras tu.
- jamás eso pasaría.
- bien, porque no quiero que sea así. - reímos las dos.- irreal que esta es la primera vez que hablamos en seis años.
- y tuvo que ser porque nos obligaron. - ella dice mientras juega con su varita. - de alguna manera... estuvo bien.
- ¿dices que disfrutaste el hablar conmigo?
- tampoco te emociones. - dice riendo. - solo creo que es algo que nos debíamos. Una explicación.
- ¿entonces sigues sintiendo envidia? - necesitaba saber si ella aun tenía motivos para odiarme.
- no, creo que no. - dice negando con la cabeza. - sigue siendo un dolor de cabeza el que seas una floja, sucia y descontrolada persona. Pero... puedo vivir con ello.
- y sigue molestándome el que quieras controlar todo, seas una exagerada y paranoica persona pero... tener una platica contigo no es para nada malo como lo pensé.
- genial. - ella dice mientras se pone de pie y sigue limpiando.
- ¿qué?
- lograste que la única persona que te "odiaba" terminara viéndote como una persona agradable. - me puse de pie al igual con ella y también seguí limpiando.
- ¿crees que soy agradable? - le sonreí para molestarla.
- basta. - ella ríe. - me es difícil ser tu amiga pero... entiendo porque no para ellos.
- no tenemos porque ser amigas. - dije caminando hacia el otro lado para no dejar olvidados a los del otro extremo y seguir limpiando. - no hay porque odiarnos pero tampoco hay porque ser las mejores amigas del mundo.
- buen punto.
- se puede intentar. - levanté ambos hombros.
- solo prométeme que si vas a querer acostarte con el que sea de tus novios, que sea en su habitación y no en la nuestra.
- hecho. - reí y ella tan solo sonríe.
No podía creer del todo lo que había pasado. Jamás, en los seis años que llevo aquí en Hogwarts, había podido establecer una conversación con Lily Evans en la que no nos jalaremos el cabello, o nos gritáramos o nos ofendiéramos. Supongo que McGonagall es la experta en darme buenos momentos. Ella fue la misma que hizo que los chicos fueran mis amigos, así que le agradezco eternamente.
Después de horas terminamos. Hasta las nueve de la noche y estaba mas cansada que nunca en mi vida, y hasta sudada pero supongo que muy en el fondo, valió la pena.
Había tantas cosas que me encantaron aclarar y es bueno saber que ya no tengo problemas con nadie. Bueno, eso creo.
La profesora vino para inspeccionar y nos dejó salir por fin.
- demonios, es demasiado tarde. - dije recordando que hoy hay luna llena y quedé de estar ahí para Remus.
- ¿qué pasa? ¿tienes que estar en algún lugar? - ella me pregunta y se que ahora no nos odiamos, pero tampoco iba a decir el secreto de Remus.
- tengo que estar con alguien de hecho, si.- ella entendió que era algo lo cual yo no quería hablar abiertamente y lo acepta. Lo cual, aprecio mucho. - ¿puedo llegar tarde al dormitorio? juro que es algo importante.
- el hecho de que me pidas permiso, respetando mi posición como prefecta, hace que con todo gusto yo te deje ir. - le sonreí. - adelante, solo regresa a tiempo ¿okay?
- gracias. - le dije y por alguna razón me nació el abrazarla pero no lo hice, siento que mucho polvo me afecto la cabeza. - esto no cambia nada.
- claro que no. - ella dice con la misma disposición que yo. - ahora vete antes de que cambie de opinión.
- de acuerdo. - reí y me fui corriendo en busca de Remus y de los chicos.
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