❀ 𝟏𝟗𝟕𝟖 ❀
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Las cosas cambiaron tanto en un año escolar, más de lo que todos hubieran querido. En estos momentos, los estudiantes de Hogwarts de séptimo año, estaban por cursar su último día de su último año. Empezando por James Potter, quien en estos momentos se encontraba en su última junta como Head Boy y entregaba su pin tan orgulloso de haber tenido un año de lo más productivo y lleno de momentos de ser una persona más madura.
- felicidades por su esfuerzo chicos, no me queda más que... felicitarlos. - dice la profesora McGonagall mientras recibe los pines. - los veo en la graduación.
- Gracias profesora. - dice Lily Evans, mientras toma su bolso y sale de la oficina junto con su compañero. Con la intención de regresar a sus dormitorios y terminar arreglando sus cosas y empacar porque mañana sería su graduación y hoy su última noche en el castillo.
- felicidades, Evans. - James dice con una sonrisa.
- felicidades, Potter. Hiciste un gran trabajo este semestre. - Ella le estrecha la mano y es James quien la jala hacia el para poder besarla.
Ya no les importaba mucho si los miraban, total, ya terminaron sus estudios. Eran libres de hacer lo que quisieran y de mostrarle a todo mundo el que ellos dos estaban saliendo. Desde el mes de abril estos dos empezaron su relación y nada los hacía más felices. James irradiaba felicidad por primera vez en mucho tiempo, cada que veía a la pelirroja sus ojos brillaban de la emoción y esperaba con ansias el momento de alguna junta con McGonagall para volver a verla.
Lily por igual estaba más que soñada se estar con el chico que por meses le gustaba. Teniendo en mente que su ex novia ya ni siquiera estudiaba aquí, ella se animó a salir con el y todo salió bien. Pero no fue fácil el que ellos empezaran a salir. De alguna manera, era muy difícil el que James quisiera soltar a Christine de su vida.
No fue del todo su elección. Todavía la noche anterior, James Potter pensó antes de irse a dormir el que, si Christine siguiera en Hogwarts, el haría lo que sea para recuperarla. Porque la amaba, como nunca antes lo había hecho y seguía con el corazón más que roto sabiendo que ella lo había dejado. Así como si nada, un día ella se fue y nunca mas volvió. Sin explicación, lo cual lo hizo muy molesto.
James le escribió pero ella nunca contestó. Y eso fue por el verano. Esperaron que para el próximo año la vieran de nuevo pero, no fue el caso. ¿Pero que más quedaba por hacer? Nada. No solo ella se fue, sino que una noche antes le dijo que no quería estar con el y no había manera de ver esto con alegría.
- te quiero. - James le dice mientras se separa para verla a los ojos.- te ves preciosa por cierto.
- no, para nada. - Ella dice mientras le acomoda las gafas y caminan de nuevo hacia sus dormitorios. - eres un amor.
- oigan par de tórtolos, vamos a comer ¿quieren? - Remus Lupin va pasando y brinca en su amigo con bastante alegría. - estoy harto de escuchar a Marlene hablar de su novia.
Remus por igual estaba más alegre. Los días eran mejores para el desde que tomó la decisión de soltar a Christine. El por igual dio por muertos esos sentimientos y a cualquier esperanza de volver a verla. Porque, uno pensaría que un año no es nada, que eventualmente todo sería igual. Pero nadie le aseguraba eso a Remus. Ninguna otra persona sabía cuando era que ella volvería a mostrarse. Doce meses sin ver a la que llamaba el amor de su vida y... a quien perdió. Remus estaba muy molesto los primeros días, ya que no podía comprender cómo alguien que le juraba amor, lo dejó así como si nada y se fue para siempre.
Comparaba esa situación con la situación de su licantropía,y los problemas con sus padres. Todo esto era terrible para el en las lunas llenas y ya nada podía calmarlo por momentos. Pero estuvo bien, estuvo a gusto. Encontró interés en otras cosas. Muy irónicamente, estuvo pasando mucho tiempo con Mary. Esta vez, como amigos. Sin ningún momento de contacto físico ya que el se desahogó con el siempre y quedaron como mejores amigos. Apoyándose en su dolor mutuo ya que ella por igual seguía triste por haber perdido a su novio. Y por ahora eso era todo, realmente Remus jamás se dió la oportunidad de conocer a nadie más porque pensó "nunca podría volver a sentir lo mismo".
- no aguantas nada, Moony. - le dice Marlene riendo y caminan juntos los cuatro. - es eso, o escuchar como Peter intenta recuperar a Jessie por milésima vez.
- sigo esperando que lo logre. - dice James. - se quieren, solo que aún tienen que trabajarlo.
Quizás Peter nunca fue novio de Christine. Pero fue su mejor amigo, su confidente, su alma gemela, su otra mitad. Peter sin Chris a su lado estaba muy destruido y no solo porque se fue, no. El sabía vivir sin ella. Pero le dolía mucho el que ella jamás se lo dijera. Fue más el dolor de su traición y de que lo dejara solo porque tenía problemas de novios. Intento que no le afectara pero terminó pasando y eso le causó muchos problemas en su momento con Jessie.
Nunca pasaron un momento lindo en bastante tiempo y optaron por separarse. Pero al igual que James y que Remus, Peter estaba mejor y quería estar cerca de la persona que a,a de nuevo. Solo no encontraba la manera de enmendar su error.
- por cierto ¿donde está Sirius? - pregunta Lily. - seguramente acostándose con una chica diferente otra vez.
- acertaste. - dice Remus.
Y si, Sirius Black por igual estaba decidido a seguir con su vida. El desde mucho antes que los demás, quería de una manera dejar de pensar en Christine. Le era difícil, no quería tampoco pero tenía que forzarse a que así fuera. Que no pensara en sus lindos ojos... su cabello largo y ondulado... su risa tan contagiosa y esos recuerdos venían y venían a él. Pero se negaba a darle esa importancia y por ello siguió con lo que el creía que era su vida. Las fiestas, las bromas, chicas, todo lo que le causaba una risa momentánea.
- ¿tienes un cigarro? - Sirius le pregunta a la chica con la cual se acaba de acostar. Ella voltea a verlo con el ceño fruncido.
- ¿no? - Ella ríe. - ¿quien trae cigarrillos a Hogwarts?
- olvídalo.
Pero Sirius sabía exactamente quien podría darle uno. No lo quería, ni siquiera quería fumar pero no podía evitar relacionarlo con ella.
Y ahora, hablando de Christine Rombley. Ella estaba... ella estaba muy feliz. Encanta de estar en un ambiente nuevo, con personas nuevas sin problemas algunos. Y es que... aquí nadie la odiaba. No tenía enemigas, no tenía porque pelearse con nadie, no tenía drama ni personas intentando causarle problemas. Estaba pasando un gran año y con tantos recuerdos que cuando le tocaba irse, lo dudó mucho.
Pero era lo correcto, después de doce meses estando fuera de Inglaterra, ella después de todo esperaba graduarse con sus conocidos. Pero no estaba tan segura de cómo sería ver de nuevo a sus mejores amigos. En su tiempo en Francia, ella aprendió a amarse, a valorarse y a saber que era lo que quería. Seguía en pie con su idea de no tener hijos, ni de casarse. Aunque a veces, en las noches cuando no podía dormir, se decía a si misma que los chicos... sea quien sea... lo valía. Que ella si lo arriesgaría todo si llegara a amar de nuevo.
Porque también estaba eso, ella seguía aferrada a la idea de estar alejada de los chicos por el bien de todo. No salió con ninguna otra persona mientras estuvo allá, si tuvo muchas citas y conoció a muchas personas, pero se dijo a sí misma que no lo iba a intentar de nuevo con nadie más. Seguía amando con todo su corazón a sus chicos y aunque no los tuviera cerca, iba a respetar eso.
Pero ahora, tenía que regresar a Hogwarts. Tenía que graduarse y por fin hacer algo con su vida. No lo había pensado mucho pero se había hecho la idea de trabajar en una librería algún día. Consiguió muchas copias más de "El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde" y siguió con la colección de su abuelo. Y claro, también siguió escribiendo en su diario. En el cual curiosamente, quedaba aún espacio después de haber escrito tanto en el.
¿Estaba nerviosa? Si, claro. No sabía lo que iba a ser volver a ver a sus mejores amigos y antiguas parejas. Pero también lo deseaba, y mucho y por ello regresaba con el estómago lleno de mariposas.
Lo primero qué pasó en cuanto ella llegó al castillo, es que los cuadros la saludaron.
- es bueno verte de vuelta. - le decía una dama con vestido largo y amarillo. - los chicos ya no chocan tanto en los pasillos como cuando te miraban.
- no creo que ese haya sido el caso. - Ella contesta, riendo pero muy en el fondo feliz de estar de regreso.
- y... regresaste. - Regulus Black es la primera persona en encontrarse con ella y la mira con emoción. Después de todo, siempre ella le gustó. No estaba enamorado de ella, nunca fue así, y ni como estarlo, si no la conoció bien. Pero siempre la vio como la mujer más bonita y a la que le hubiera encantado conocer mejor. - wow, hola.
- hola. - y aunque nunca fueron mejor amigos, o si quiera amigos, ella corrió y lo abrazó. Muy en el fondo ella sabía que era lo más cerca que tendría a Sirius de ella. - ¿cómo estás?
- yo bien. - el ríe y se separa para verla. - tu eres la que dejó las clases.
- seguí estudiando, solo que en otra parte. - ella rasca su nuca nerviosa. - pero regreso para la graduación.
Christine escucha una risa. Una risa la cual reconoció de inmediato y cuando voltea, era Lily Evans brincando por los pasillos tomada de la mano de James y detrás suyo Marlene y Remus. Chris estaba tan feliz de volver a ver a Prongs y a Moony. Fue inevitable que sonriera al verlos a ambos y Regulus lo notó. Sintió como su corazón se partía en dos al ver cómo James tomaba de la mano de ella y le daba una vuelta para después así besarla. Su sonrisa se iba borrando lentamente hasta que quedó su rostro serio.
Pero no le sorprendía, no del todo. Ella sabía que era una gran posibilidad el que siguieran con sus vidas y eso no era lo que la decepcionaba. Sino que pensaba para ella misma "¿tomé la decisión correcta?"
Remus se detiene ante ese beso entre James y Lily y voltea hacia el largo pasillo tan solo por inercia. Para así encontrarse de nuevo con su persona favorita en todo mundo. Sintió como su corazón empezaba a latir de lo mas rápido. Todo era como la primera vez que la vio. Nada había cambiado. La miraba con la misma emoción y con el mismo cariño que cuando vio a esa niña subir con un sapo de nombre Ringo al expreso y esperando hablarle por igual.
James se separa de Lily para seguir caminado y si, tuvo que terminar viendo hacia donde su amigo tenía la vista y cuando se encuentra con su Chrissie Bear, suelta por inercia la mano de su novia. No lo hizo con intención de lastimarla, o de quedar bien enfrente de Christie, ni nada. Pero no pudo evitarlo, fue su instinto. Fue la forma de demostrar su cuerpo lo conectado que estaba con ella y como a pesar de todo y del tiempo la buscaba. No estaba pensando que la quisiera, o que se arrepintiera de su decisión al estar con Lily. No. Pero si que Christine Rombley siempre iba a significar eso para ella. Más que una simple amistad.
- hola, ya regresamos. Tuve que ir a buscar a Peter pero era obvio que estaría en la sala común de Ravenclaw. - dice Sirius riendo. - ¿que pasa?
- esta es la parte donde me voy. - dice Regulus, no muy feliz de ver a su hermano y se retira sin decir nada más. Pero ante ello, fue evidente que ambos merodeadores escucharían y voltearían a ver a Chris.
A quien le nació terriblemente sonreír fue a Sirius. Justo ahora que había pensado en ella, por unos malditos cigarros y ahora la tenía enfrente suyo. Ni siquiera pensó en nada negativo, no le nació tenerle el odio que merecía por haberlo dejado así porque si y la saludo con mucha emoción. Aún no asimilaba las cosas pero después de unos minutos, terminaría analizando que no solo veía a la mujer que amaba sino que la misma que le hizo no querer volver a amar en lo absoluto. Su sonrisa se iba borrando conforme analizaba lo sucedido.
Peter tan solo la mira, ella le sonríe y se va sin decir nada más.
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