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"Was I meant to feel happy that my life was just about to change?"
- Marina and the Diamonds - Are You Satisfied?

𝐄𝐍 𝐄𝐋 𝐌𝐎𝐌𝐄𝐍𝐓𝐎 𝐄𝐍 el que llegamos a la dichosa nueva escuela, no pude evitar emocionarme. Es un castillo y nunca en mi vida había visto uno, tan solo en películas. En especial las de princesas. Y los libros que mi abuelo me regalaban, los de fantasía con dragones, espadas y magia. Es curioso como es que ahora todo eso que me emocionaba leer, es real. Entramos una multitud de niños ya con nuestro uniforme color negro puesto y nos detiene una profesora con un sombrero de bruja, literalmente.

- buenos noches estudiantes, en estos momentos vamos a pasar a el gran comedor donde a cada uno de ustedes los vamos a asignar en una casa.

- ¿casa? - pregunté para mi misma en voz baja pero fue inmediata la respuesta de la profesora.

- Hufflepuff, Gryffindor, Slytherin y Ravenclaw. - dice ella y se voltea para entrar. En ese momento, vuelvo a notar a las mismas personas que se encontraban en el expreso. El grupito de niños raros y también estaban la pelirroja bonita con El Niño grosero.

- tenemos que estar en Gryffindor, es la mejor casa de todas. - dice el sujeto con anteojos que parecía que se cargaba un ego más grande que su cabeza.

- ¿crees que esa es la mejor casa? Debes tener en serio grandes problemas mentales si eso crees. - se ataca de la risa el otro Niño grosero de piel pálida.

- ay si bueno um... me avisas cuando te pregunté. - dice el de anteojos y todos sus amigos se rieron, inclusive el chico con el cual compartí cubículo. El de las cicatrices. Pero la pelirroja no se rió, a decir verdad, se enojó.

- muy bien, pasemos. - dice la profesora y todos la seguimos a las grandes puertas que se abrieron donde se mostró unas largas mesas con alumnos ya sentados pero ya con su corbata de color. Creo que en efecto, si tendríamos nuestra casa propia.

- hola, soy Jessie. - una niña demasiado bajita de estatura y más blanca que nada, se acerca y me estrecha la mano. - Jessie Stonem.

- Christine. - me quedé pensando en si decir mi apellido pero realmente ni siquiera me considero hija de mis padres así que no dire nada. - solo Christine.

- lindo nombre... aunque algo largo. - Ella ríe y yo tan solo le sonrío. - ¿a que cada crees ir?

- la verdad es que no tengo ni la más mínima idea de a qué se refieren, lo siento. - dije apenada y ella se emociona de inmediato. - si, soy hija de muggles.

- wow, jamás había conocido a alguien así. - ¿a caso somos una especie rara? - no te preocupes mira, en teoría, ese sombrero que ves al fondo, te sabrá decir en qué grupo estar por así decirlo, dependiendo de tu personalidad.

- oh... ¿y hay malas casas? - le pregunté ya que escuché al Niño con anteojos decir anteriormente que unas eran mejores que otras. Eso significaba que algunos tendríamos mejores personalidades que otros.

- por supuesto que no. Todas son buenas por igual. - se acomoda más a un lado mío. - mi mamá fue Hufflepuff y mi padre Ravenclaw.

- oh, deben ser... buenas. - Ella se ríe al darse cuenta que no tengo ni la más mínima idea.

- Hufflepuff son los bondadosos, ravenclaw los inteligentes por así decirlo.

- ¿y Gryffindor y Slytherin? - pregunté al recordar que fueron los anteriormente mencionados por estos dos niños. Cuando Jessie estaba por contestarme, empieza la dichosa ceremonia.

- Christine Rombley.

- oh esto debe ser una broma. - dije lo suficientemente alto para que todo mundo volteara a verme. La única persona que me sonrió, fue chico con las cicatrices en su rostro.

- no lo es señorita Rombley, adelante por favor. - y no me queda más que pasar y en efecto, sentarme en esa silla donde tenía visión de todos los que se encontraban ahí. Me colocan el sombrero y este empieza a hablar. Seré honesta, me dió bastante miedo.

- ¡Gryffindor! - miré con asombro a Jessie desde el fondo y ella con emoción empieza a aplaudir. No solo ella, varios alumnos. Así que fui a sentarme donde los demás alumnos estaban con la corbata roja.

- felicidades. - un chico de posiblemente dos años mayor me dijo mientras me estrechaba la mano. - bienvenida a Gryffindor. Yo soy Frank Longbottom y seré el prefecto. Cualquier cosa que necesites, puedes contar conmigo.

- Frank ¿qué significa ser de Gryffindor?

- um... ser valiente en su totalidad. - no me considero valiente. No lo sé, lo único que hago es huir cada que mis padres pelean. Eso me hace una cobarde ¿no?

- ¡Gryffindor! - escuché como de nuevo salió esa casa y voltee a ver quien era, y era el chico con el cabello negro y largo. El cual se sienta enfrente mío.

- uh, no te molestará que me siente enfrente tuyo ¿verdad? Con eso de que preferiste irte a buscar otro asiento...

- ¿cual es tu nombre? - le pregunté de una vez.

- Sirius, Sirius Black. - dice sonriendo orgulloso de su apellido.

- bueno Sirius, Sirius Black, eres un poco insoportable. Así que no me fui a buscar un asiento porque me sintiera superior o algo así, es porque no tengo interés de hablar contigo. Punto. - su sonrisa se borra.

- wow pero que humor. - le puse los ojos en blanco y seguí viendo a los estudiantes para ver cómo le iba a Jessie. Quien de hecho, iba pasando y...

- ¡Ravenclaw! - en cuanto vi que ella estaría en otra casa, no lo negaré, si me puse algo triste. Quiero decir, primera persona que parece amigable y no es odiosa y es con quien no podré convivir.

- ¿sabes que Sirius? Tienes razón, quizás tengo un humor algo pesado... supongo que um... puedo establecer una conversación contigo sin que peleemos.

- pues a mi no me apetece ser tu amigo ¿qué te parece? - el dice y a un lado suyo se muestra su amigo el de lentes. Que casualidad que también en Gryffindor. - ¿qué dices James? ¿Debería ser amigo de una niña la cual me llamo insoportable?

- para nada. - se ríe el de anteojos. - y como dijo Peter, niñas no queremos en el grupo.

- ¡oigan yo también quedé en Gryffindor! - llega el que creo que es Peter y los miré molesta.

- de acuerdo, no me importa realmente. - cuando dije eso, ellos se ríen, como si no me creyeran. - hablo en serio, no veo porque quisiera ser amiga de unos niños tan odiosos.

- si claro. - Sirius dice y empieza a comer porque la comida empezaba a mostrarse. Decidí mejor cambiarme de lugar y me fui a la orilla o al menos para allá me dirigía cuando va pasando el chico con las cicatrices, por igual a Gryffindor. Se nota como es que abre la boca para decir algo pero se arrepiente y sigue caminando.

Ya terminé por irme a sentar con otras personas y todo estuvo bastante bien. Muy rico todo, hace tiempo que no tenía una comida así de deliciosa y con tanta variedad. Me asusté mucho con los fantasmas pero no me quedaba más que aprender que esta es mi vida ahora y que debo acostumbrarme. Pero al menos aquí no tengo que lidiar con alcohólicos abusivos. Es mil veces mejor estar rodeada de fantasmas y niños odiosos.

Algo cerca de mi se sienta la chica pelirroja, y no quise ser introvertida pero era demasiado fácil el escuchar su conversación ya que estaba casi gritando.

- ¡que triste que no tocamos juntos! - Ella se sienta pero se voltea hacia atrás para seguir hablando con su amigo. - pero no te preocupes, dudo mucho que eso vaya a afectar en nuestra amistad.

- detesto que no seas de slytherin, es evidente que estarías mucho mejor acá. - le dice su amigo. - solo ten cuidado con quien hablas, los de Gryffindor suelen ser algo insoportables.

- es tu primer día aquí ¿cómo podrías saber eso? - le dije riendo y el me voltea a ver molesto. Me di cuenta que me metí a su conversación y por ello mejor me voltee y seguí comiendo.

La cena terminó y todos fuimos mandados a nuestra llamada "sala común" donde podríamos pasar las tardes y hacer las tareas o pasar un buen rato. Es increíble de verdad, amplio y con una linda chimenea. Y claro, después estaban nuestros dormitorios. Los cuales por alguna extraña razón, son de varias personas. A mi me tocó justamente con la misma chica pelirroja de la última vez, y creo que ya era justo y necesario el que me presentara.

Mientras ella desempacaba su ropa y las demás niñas también, yo estaba con Ringo, mi sapo.

- hola, soy Christine. - le estreché la mano pero olvidé el que estaba algo pegajoso por Ringo y ella me miró con disgusto. - oh lo siento, está algo húmedo. - me reí pero ella no.

- soy Lily, Lily Evans. - por fin se calma y me muestra una sonrisa. - nos conocimos anteriormente en el expreso creo.

- yo soy Marlene McKinnon. - una niña de lo más bonita se acerca corriendo a nosotras y traía en la mano un chocolate. - es un placer conocerlas.

- igual. - dije y regresé a mi cama para colocar a Ringo a un lado.

- entonces tú eres la niña de la cual no dejaba de hablar Sirius en la comida. - la rubia me dice mientras por igual se acomodaba en su cama. - si debes ser tu ya que dijo que era alguien con unos ojos muy azules.

- ¿qué dijo de mi?

- que eres algo odiosa y que no deberíamos ser tus amigas. - de inmediato eso me molesto demasiado, y claro, ¿cómo esperaba que reaccionara? - pero descuida, no le haré caso. Tiene cara de ser un tonto.

- el y todos sus amigos. - ríe Lily mientras toma su pijama de su maleta. - este chico James, no dejaba de molestar a Severus y por ello no me agrada del todo.

- ¿qué te puedo decir amiga? Niños. - es lo último que dicen Marlene antes de irse a dormir.

Algo nulo pero es solo la introducción xd