un año desde que louis se fue a la universidad.

cinco meses desde que harry se fue de su pueblo natal.

cinco meses trabajando en esa fría granja en alaska.

¿cómo llegó?

ni él tiene idea.

solamente lo hizo.

y esta bien con eso.

le gusta su vida.

le gusta despertar todas las mañanas con la vista de la nieve en su ventana, con su cuerpo cálido por las acolchonadas sábanas, desayunar chocolate caliente y trabajar con caballos todo el día.

al principio solamente fue un trabajo de vacaciones de invierno que tomó después de los peores meses de su vida trabajando en un dairy queen, donde un día navegando en internet encontró ese anuncio con letras delicadas que ofrecían este trabajo.

era tan bueno que el alfa creyó que era una mentira al principio. un buen sueldo, estancia, horarios flexibles y dueños amables.

la granja se encontraba a las afueras de skagway.

pequeña ciudad popular por sus cruceros, época dorada y una industria locomotora.

le gustaba la tranquilidad que le provocaba su nuevo hogar.

le gustaba saber que había descubierto una nueva versión de si mismo.

la versión que sabe que es lo que quiere.

le gusta trabajar en la granja de los smith, pero sus ojos han estado en esa propiedad junto al puesto de calabazas de los miller.

una propiedad que quiere comprar en algún momento.

solo necesita dinero.

que esta consiguiendo con su trabajo con los smith.

ama criar a los animales, encargarse de la jardinería, cosechas y las demás actividades de la granja.

aunque admite que detesta el resbalarse con mierda de caballo congelada.

el punto es que ha descubierto algo que disfruta y quiere en su vida.

quiere esa paz.

y claro que su corazón sigue en la misma dirección.

sigue latiendo por louis.

sigue completamente enamorado del omega de ojos azules.

aun puede ver su mirada azulada y cabello suave en su corazón.

aun sonríe cuando su chocolate caliente tiene malvaviscos rebosando por la orilla de la taza.

aun desea que su futuro sea junto al omega de su vida.

eso es lo que más desea.

por otro lado, justo ahora su trabajo es alimentar a los caballos.

sus brazos cargan el alimento de los seres majestuosos frente a él.

con su cuerpo cubierto con una gruesa chamarra y ropa que cubre completamente el cuerpo del alfa que no pudo evitar ponerse más fuerte al tener todos esos trabajos manuales.

sus manos cubiertas por los gruesos guantes aún sentían lo helado de la nieve y su respiración dejaba salir una pequeña nube blanca que escapaba después de sus suspiros.

su nube blanca.

su nubecita.

claro que todos los días piensa en louis.

su louis.

su amor y su omega.

siempre lo será.

sin importar que suceda.

no tiene citas.

no le interesa.

no le interesa nadie por el simple hecho de que su corazón le pertenece a un único omega que se encuentra más de 3000 kilómetros de su lado.

y genuinamente esta bien.

se encuentra bien.

hay paz en su corazón y en su mente.

reconoce que lo extraña demasiado y que cuenta los días para sus llamadas cada mes.

hablan por mensajes y por llamada una vez al mes.

con una única condición.

no hablan de amor.

no hablan de si están saliendo con alguien o de su propio amor.

aun así harry le es difícil ocultarlo, con sus bobas sonrisas y sus suspiros enamorados ante la risa escandalosa del omega.

admite que la regla fue impuesta para poder mantener su cordura.

sabia que louis le tenía cariño.

podía haber amor, pero no del amor que harry siente.

y lo comprende totalmente.

fue inmaduro y reconoce que louis tiene todo el derecho a no considerarlo como el mejor partido para una pareja romántica o corresponder a sus sentimientos.

lastimó al omega.

lo hizo sentir como si no fuera suficiente. eso hace que se quiera golpear a si mismo.

la forma en que trato al omega como si su relación fuera desechable.

como si su amor solo sería necesario en ciertas ocasiones, cuando harry quería a louis todo el tiempo a su lado.

pero no era el momento.

o tal vez si era el momento, pero lo arruinó.

aun así intenta no torturarse con eso.

solo intenta no volver a ser ese alfa.

ya nunca volverá a lastimar a louis.

no otra vez.

su atención se dirigió hacia ese característico tono de llamada.

"fascinating new thing... get beside me... i want you to love me"

sonrió como bobo al ver esa foto del omega con una taza de chocolate caliente en sus manos y malvavisco derretido en la comisura de su labio.

—hola, nubecita. —susurró el alfa con una sonrisa enternecida.

un suspiro suave le dio un escalofrío en la espalda.

—hola, hazz... —la voz del omega se escuchaba relajada y el alfa podía adivinar que una sonrisa suave se pintaba en su rostro. —ha sido un día muy pesado. —rió cansado el omega.

—¿qué ha sucedido, bonito? —el alfa se sentó en una de las sillas del corral, con su vista puesta en la forma en que la poca luz que proporcionaba el sol comenzaba a terminar, con su mirada dirigiéndose hacia esas montañas en que el sol se escondía con rapidez.

agradecía que hoy podía ver un poco del sol a pesar de la nieve ligera que caía.

—muchos trabajos, exámenes y creo que no recordé lavar mi cabello el día de hoy. —ambos rieron.

el alfa sonrió al imaginar al omega con su cuerpo acurrucado entre sus sábanas o tal vez en el sillón en su dormitorio, con hojas de trabajos pendientes alrededor de él.

—deberías descansar un poco, lou. —el alfa le dijo con sinceridad.

el omega bufó y el movimiento del omega le demostró que seguía en su sofá estudiando.

—todos son unos genios, —susurró el omega. —necesito estudiar más... ya sabes... mejorar.

el alfa hizo una mueca.

odia que louis se estrese de esa manera.

el omega tiende a dormir tarde, no alimentarse bien y ser el mejor de su clase.

no quiere que el omega siga presionándose de esa manera.

—he escuchado que es mejor tener un cerebro descansado a uno cansado en una prueba, amor... —habló suave el alfa. —hoy descansa, lou... mañana puedes seguir. —el alfa siguió con su voz calmada. —eres inteligente, amor, pero a veces necesitas un descanso.

louis sonrió débil.

—lo sé... —el omega se movió hacia su cama. —¿podrías hablar conmigo hasta quedarme dormido? —las mejillas del omega se calentaron. —necesito de tu voz.

harry bajo la mirada y sonrió.

al volver a ver hacia el atardecer los colores anaranjados se volvieron intensos y las nubes comenzaron a juntarse sobre este.

—estoy viendo un atardecer hermoso. —el alfa intentó que su voz fuera suave. —amo como se ve.

—amo los atardeceres. —el omega hablo con voz adormilada.

—algún día te traeré aquí y verás los más hermosos atardeceres, omega. —harry suspiro.

una risa suave se escuchó al otro lado de la línea.

—en un futuro, alfa.

una sonrisa se esbozó en su rostro.

—en el futuro, omega.

las respiraciones suaves del omega le demostraron que este se encontraba dormido.

cuanto amaba a su omega.