Sofia

Dove lo sabía, lo sabía, y ahora estaba yo en mi habitación entrando en pánico. Lauren no entendía porque estaba tan nerviosa ¿qué se supone que hiciera ahora? ¿Debía hablar con Dove? Estar en preparatoria es agotador, y solo llevo un día.

Bajé por algo de comer con Lauren y esquivé con la mirada a papá y mamá, papá me veía muy extraño, no le gusta que esté aquí, estaba molesto.

Lauren preparó algo de comer para las dos y subimos a su habitación a hacer tarea de hoy, la tarea fue sencilla en verdad, nada del otro mundo, solo algo de cálculo y otra cosa más de ciencias, y mi favorita, literatura.

—Eres buena en cálculo, yo lo detesto —dijo Lauren y yo reí.

—Es simple, leí mucho sobre cálculo estando allá arriba —me encogí de hombros y ella hizo una mueca—. Está bien, ahora estoy bien, estar encerrada era por el bien de todos, aunque fuese por un error.

—Claro —dijo pesadamente y yo la miré confundida.

Al día siguiente, Lauren me llevó a la escuela, deje mis libros en el casillero que me habían dado y me dirigía a clase cuando alguien me habló, era un chico.

—Hola, una pregunta ¿sabes donde está la dirección? —negué.

—Eh, no, lo siento, entré ayer.

—Vaya, yo debí haber entrado ayer también pero tuve un problema con mi vuelo y apenas pude viajar —asentí algo confundida—. Soy Nicholas ¿y tú?

—Sofia —le sonreí—. Tengo que ir a clase.

—Oh, claro, bueno, un gusto conocerte, Sofia —se despidió y yo fui a mi salón, evité mirar a Dove y me senté, después de unos 20 o 30 minutos de clase llegó el chico de hace un rato al salón.

—Eh, hola, me mandaron de dirección a este grupo —le mostró un papel a la profesora.

—Adelante —ella dejó el papel en el escritorio, el me sonrió y se sentó un par de lugares alejado, era el asiento disponible.

Al salir de clases básicamente huí de Dove, teníamos receso, todo mundo fue a la cafetería y yo preferí esconderme gran parte del receso para salir cuando los pasillos se despejaron un poco, sentí a Dove jalarme hasta un salón vacío.

—¿Estas huyendo de mi? —dijo exasperada y negué nerviosa—. Mentirosa ¿por qué huyes de mi?

—No estoy huyendo —tragué saliva.

—Estas nerviosa —sonrió levemente de lado y se acercó a mi hasta acorralarme, pasó su mano por mi rostro apartando el cabello de mi rostro con suavidad, mientras tanto, yo estaba temblando sin saber que hacer.

—¿Q-qué haces? —era muy intimidante tenerla así de cerca.

—¿Huyes por lo que te dije ayer...—murmuró apegándose más a mi—. Acerca sobre lo que tú dijiste? —su mano comenzó a acariciar mi mejilla mientras que la otra estaba en mi cintura.

—N-no, yo solo —no sabía ni que decir, ella estaba muy cerca y me sentía muy vulnerable.

Pegó su frente a la mía, nuestras respiraciones chocaban, y la mía estaba acelerada al igual que mi corazón, en cualquier momento podría sufrir un paro cardíaco, estoy segura que esto no era normal, y ahí, después de segundos interminables, hizo chocar nuestros labios, dar un beso era una sensación extraña, pero no desagradable, para nada, pero sentía un revuelo en el estómago.

El beso no era calmado, al principio pudo parecerlo, pero era un beso de alguna manera muy energético, difícil de explicar, ella parecía insaciable, y yo no sabía como corresponder realmente, se separó de mi cuando sonó el timbre y se limpió el labio, me sonrió y se fue ¿qué acaba de pasar? Quizá no le gustó que no supe que hacer, debería investigar.

—¡Sof! ¡Hola! —me sonrió Camila, la novia de mi hermana.

—Hola —sonreí sentándome junto a ella—. ¿Cómo se da un buen beso? —pregunté y ella casi se atraganta con su galleta, Sabrina y Rowan me miraron shockeadas.

—¿A quien quieres impresionar? —Sabrina soltó entre risas leves.

—Lo qué pasa es que... pues.

—No tienes que decirnos si no te sientes lista —sonrió Rowan y las demás asintieron—. Lo único que debes saber es qué hay muchos tipos de besos, tú debes sentirte cómoda al besar.

—Si, nadie debe presionarte a besar, ni mucho menos a ir más allá.

—¿Más allá? —dije confundida.

—Si claro ¿conoces el cuento de la abeja y la flor? —Rowan le dio un golpe a Sabrina—. Olvídalo —apretó los labios.

—Me estoy confundiendo.

—No debes confundirte, solo debes saber que todo lo que hagas tiene que ser porque tú quieres hacerlo, nadie debe presionarte a hacer algo que no quieres, no tienes porque pasar por eso, alguien que te quiera apreciara tus límites —asentí comprendiendo a medias.

—Está bien.

—Oigan, tiene 16 años y está apunto de graduarse, no es tonta, no la traten como tonta —protesto Sabrina y Rowan la volvió a golpear—. Auch, basta. Mira Sofia ¿sabes lo que es el sexo, cierto? Así nacen los bebés, y debes saber que nadie puede obligarte a tenerlo a menos de que tú estés segura, porque no es que tenga nada de malo hacerlo, pero es increíble hacerlo cuando sientas que es el momento correcto con la persona correcta, o con la persona que tú quieras realmente, eso da igual, puede ser con quien tú quieras mientras ambos estén de acuerdo ¿bien? —asentí—. Debes comprenderlo bien, la vida íntima es hermosa siempre y cuando sea realmente lo que quieres.

—Yo solo quería saber sobre los besos —dije avergonzada.

—Estamos en preparatoria Sofia, y entiendo que pasaste gran parte de tu vida en un ático, pero los demás no lo hicieron, y habrá mucha gente que se quiera aprovechar de eso, porque eres más pequeña que nosotros, y eres dulce, tierna, y también, aparte de todo, eres muy atractiva, es cierto. Estas en último año de preparatoria, en último semestre teniendo 16 años sin haber vivido nada antes que esto, no siempre estaremos alrededor cuando pasen ciertas cosas, siempre puedes acudir a nosotras o a tu hermana cuando tengas dudas de lo que sea, o cuando algo no te agrade, o cuando algo te emocione, somos tus amigas ahora, pero debes cuidarte, porque no todas las personas son amables, así como tampoco todas serán malas, solo debes darte cuenta de las cosas —asentí nuevamente.

—Sabrina —dijo Rowan haciendo una mueca.

—No tiene caso ocultarle las cosas estando aquí, es mejor que sepa, o sino seremos nosotras las culpables cómplices de que algo pueda pasar, lo siento —se encogió de hombros Sabrina y me miró—. No quiero ser dura, pero es la realidad Sof, no todo será malo, pero tampoco todo será bueno y tú debías saberlo —asentí pensativa, Sabrina me agradaba, nadie me había hablado tan directamente, pero parecía seria con este tema.