28. Carnicería sobre Yavin.
El caos se cierne en Yavin IV, en la órbita la flota defensiva estaba siendo pulverizada por el bombardeo masivo de la mega flota de Darth Etray, a la vez que las defensas en la superficie poco a poco se veían superadas por la masiva cantidad de cazas.
Si bien los Clones y los Jedi hacían todo lo posible para mantener a raya a los masivos enjambres de cazas del Imperio, los números simplemente contrarrestaban cualquier habilidad que la fuerza o un riguroso entrenamiento pudiesen permitirle a los Jedi y a los Clones, poco a poco el escudo deflector del templo en Yavin comenzó a ceder ante el bombardeo de los Ala V y ARC-170 del Imperio los cuales rápidamente transformaron al frondoso y desprotegido bosque de los alrededores en un infierno ardiente.
Por mientras en el espacio las últimas naves de las defensas planetarias de Yavin cayeron a manos de la mega flota de Darth Etray dando pase libre a la misma para iniciar el bombardeo orbital:
- Mi lady – dijo uno de los oficiales imperiales – las últimas naves de la defensa planetaria han caído ¿Ordenamos la retirada de los cazas para iniciar el bombardeo orbital?
- Así es – ordenó la Sith.
Luego otro oficial informó:
- Lady Etray, los almirantes Tarkin y Yularen dejaron Dathomir y Mandalore y se dirigen hacia acá.
- Excelente – dijo la Sith – todo está saliendo de acuerdo a mis planes, por mientras preparen todos los cañones para bombardear el planeta, tratemos de terminar esto lo más rápido posible para regresar a Coruscant.
De regreso en la superficie de Yavin, los cazas Imperiales comenzaron a retirarse cosa que fue notada por los Jedi y los Clones, a la vez que recibían el informe del almirante droide a cargo de las defensas planetarias:
- La integridad de la flota está comprometida, no resistiremos más...
La transmisión se cortó abruptamente dando a entender que la flota había caído a manos del bombardeo imperial, a lo cual Anakin dedujo:
- ¡La flota de defensa ha caído! Y los cazas se retiran, eso lo indica que van a bombardear el planeta.
- No habrá tiempo de evacuar todos – agregó Obi Wan.
- Tendremos que regresar al espacio para tratar de hacer tiempo en lo que llegan más refuerzos – agregó Ahsoka.
- Pero comandante – dijo Rex – no tenemos naves suficientes para atacar a la flota enemiga y sin la flota que nos respalde estaremos a merced de ellos.
- Lo sé Rex – contestó Ahsoka – pero si no corremos el riesgo será toda la base y el planeta el que estará a merced del Imperio.
A lo cual Obi Wan dijo:
- Creo que no tenemos más opción, contacten a todos los Jedi para que nos reunamos y ataquemos a la flota Imperial.
- ¡No a la flota maestro! – exclamó Anakin.
- Entonces ¿A qué? – preguntó el maestro.
- A su nave de mando – respondió Anakin – si logramos destruirla o dañarla gravemente romperemos la cadena de mando de la flota generando un caos temporal y eso puede retrasar el bombardeo hasta que lleguen los refuerzos.
- ¿Estás seguro de que tengamos posibilidades contra ese acorzado, Anakin? – preguntó Kenobi.
- Pues funcionó en Naboo – recordando la batalla contra la nave de control droide hacía años atrás – nada impide que funcione de nuevo, nada excepto el resto de la flota Imperial.
Obi Wan y los demás pensaron un rato hasta que finalmente aceptaron la idea, acto seguido se unieron los demás Jedi a lo cual Plo Koon preguntó:
- Aquí estamos ¿Qué movimiento sugieren?
Y Ahsoka respondió:
- Anakin pensó en atacar a la nave de mando de la flota enemiga para retrasar el bombardeo orbital.
A lo cual Yoda contestó:
- Arriesgada esa maniobra es, pero si cuidado tenemos, más tiempo darnos debería.
Finalmente, Obi Wan dijo:
- Muy bien, entonces que todas las naves disponibles se preparen para salir al espacio y atacar a la nave de mando, que la fuerza los acompañe a todos.
Rápidamente todos los cazas Jedi, Clones y Droides se reunieron logrando juntar poco más de un centenar de naves para acto seguido salir hacia el espacio con dirección a la nave de Darth Etray.
De regreso en el espacio, los cazas ya estaban regresando del planeta mientras los artilleros iniciaban los preparativos para iniciar el bombardeo:
- Mi Lady, las naves ya han salido del planeta.
- Muy bien – suspiró la Sith – comiencen con el bombardeo.
- A la orden mi Lady – dijo el oficial.
Todos los artilleros se encontraban en sus posiciones hasta finalmente recibir la orden abriendo fuego contra el planeta.
Más abajo Anakin y los demás apreciaron como la flota comenzaba a dejar caer una lluvia de disparos sobre la superficie de Yavin a lo cual Anakin dijo:
- ¡No puede ser! Ya comenzaron con el bombardeo ¡Acción evasiva, tenemos que llegar a la nave de mando lo antes posible!
- ¡Sí! – asintieron todos al unísono.
Los cazas comenzaron a ascender de forma evasiva para no ser alcanzados por la lluvia de disparos procedente de la flota.
Por mientras en la base las alarmas comenzaron a sonar mientras llamaban a refugiarse en los bunkers para profundos, a la vez que el droide a cargo de la base ordenaba desviar toda la energía restante posible hacia los escudos debilitados deflectores para tratar de resistir el bombardeo el máximo tiempo posible.
Poco a poco desde el cielo una lluvia de plasma verde y azul proveniente de los turbolaser de los destructores Imperiales comenzaba a impactar con fuerza en el suelo causando explosiones masivas que arrasaron con porciones significativas de los bosques circundantes mientras los escudos aguantaban los disparos.
Desde el espacio Darth Etray observaba con satisfacción como los destellos causados por las explosiones poco a poco comenzaban a poblar la superficie de Yavin cuando de pronto una perturbación en la fuerza la interrumpió, seguida del aviso de uno de sus oficiales:
- Mi Lady, hemos detectado cazas enemigos dirigiéndose hacia nosotros.
- Y qué esperan ¡Desplieguen los cazas para que defiendan la nave!
- ¡Enseguida! – contestaron todos al unísono.
De inmediato los cazas del Imperio, especialmente los ARC-170 y los Ala V salieron desde los hangares del Orgullo del Núcleo para contrarrestar a la fuerza conjunta de los Jedi, Clones y Droides iniciando un intenso combate espacial en los alrededores del acorazado Imperial, por su parte Darth Etray observaba el intenso combate estelar desde el puente de mando mientras el Gran Inquisidor hacía ingreso al mismo, entonces la Sith le preguntó al recién llegado:
- ¿Lo has sentido, Gran Inquisidor?
- Así es mi Lady – dijo el Pauano.
Darth Etray se concentró para confirmar sus sospechas y luego decir:
- ¡Skywalker! Al fin apareces – pensando – debí suponerlo, sólo alguien como tú podría comandar un ataque de estas características, que sorpresa es volver a saber de tu existencia.
- Mi Lady – interrumpió un oficial – ¿Desviamos el fuego de nuestros cañones contra los cazas?
- Sólo con los cañones de defensa de punto, que los turboláseres principales mantengan el bombardeo a la superficie, también que los cruceros más cercanos desplieguen sus cazas para apoyar a nuestra defensa.
- A la orden, mi Lady – dijo el oficial.
Por mientras en la superficie, el bombardeo continuaba, miles de hectáreas de bosque ardían mientras las potentes explosiones de los turboláseres devastaban más y más la superficie acabando con bosques, montañas, llanuras y ríos por igual. En la base todos yacían refugiados en lo más profundo de los búnkeres, en ellos se encontraban Rafa y Trace junto a varios refugiados, algunos Clones, varios droides y los iniciados Jedi, entonces uno de los clones comentó:
- Los escudos deflectores están al límite, si el bombardeo continúa los escudos caerán y solo será cuestión de minutos para los disparos alcancen este bunker.
De regreso en el espacio los Jedi hacían gala de todo el talento como piloto que la fuerza les permitía tratando de derribar a la defensa del Orgullo del Núcleo y lanzar uno que otro torpedo de protones contra el acorazado, pero los escudos deflectores del mismo repelían cualquier impacto, también los cazas droide cada vez eran menos a medida que progresaba la batalla y para colmo de males, las computadoras de navegación de los cazas reportaron múltiples naves saliendo del hiperespacio, era nada más ni nada menos que la flota del Almirante Yularen que se unía a la mega flota de Darth Etray, entonces Rex desde su cabina exclamó:
- Genial ¿Acaso esto no puede ponerse peor?
Por su lado Darth Etray observaba con entusiasmo como la flota de Yularen se les unía, cuando de pronto la computadora del acorazado detectó otra flota saliendo del hiperespacio, entonces la Sith dijo:
- Esa debe ser la flota del Almirante Tarkin, con eso ya tenemos todo listo para acabar con la orden Jedi de una vez por todas y borrar toda forma de vida de Yavin.
Pero para sorpresa de Etray y para alivio de los Jedi, esta segunda flota era la flota del almirante Mar Tuuk quien venía persiguiendo a la flota de Yularen, al notar aquello Darth Etray de inmediato entabló contacto con el Almirante Yularen para que este creara una pantalla de retaguardia para evitar que la flota de Mar Tuuk abriera fuego contra la flota de Darth Etray.
Asimismo, desde el puente de mando de su nave, el Neimoidiano ordenó desplegar todos los cazas disponibles junto con abrir fuego tanto contra la flota del Almirante Yularen como contra la flota de Darth Etray iniciando un nuevo combate entre naves capitales, por su lado Obi Wan dijo:
- Al fin están llegando los refuerzos, ahora esta batalla será más equilibrada.
Anakin por su parte dijo:
- Muy bien, los refuerzos deben hacer que la flota desvíe sus disparos hacia ellos.
- Yo me encargaré de eso maestro – dijo Ahsoka.
Rápidamente Ahsoka se puso en contacto con el Almirante Mar Tuuk para pedirle que intentara llamar la atención de la flota de Darth Etray para así hacer cesar o al menos disminuir la intensidad del bombardeo orbital a lo cual el Neimoidiano accedió ordenando a todas sus naves tratar de evadir el bloqueo que estaba creando el Almirante Yularen para atacar directamente a la flota de Etray, pero mientras hacía aquel movimiento, las computadoras nuevamente comenzaron a informar de naves emergiendo del hiperespacio, era la flota del Almirante Tarkin la cual al ver que la flota de Mar Tuuk intentaba rodear a la flota de Darth Etray por el flanco de babor, ordenó inmediatamente crear una línea paralela a la flota del Neimoidiano para "emparedarla" con la flota de Darth Etray y la línea de defensa de Yularen, pero antes de que las órdenes de Tarkin pudieran materializarle las computadoras lanzaron una nueva advertencia de naves emergiendo desde el hiperespacio, mi flota por fin arribaba a Yavin, de inmediato observé el panorama a lo cual ordené:
- ¡Desplieguen todos los cazas! Cof... cof... ¡Y que la flota cree una línea de ataque por el flanco estribor de la flota mayor!
- Roger, Roger – dijeron los droides.
Con la llegada de mi flota las naves reunidas en Yavin ya se contaban por varios millares, prácticamente toda la Armada Confederada y la Armada Imperial estaban reunidas en un solo punto combatiendo entre sí dando inicio a la batalla de naves más grande vista hasta ese entonces, los disparos iban y venían por doquier mientras miles de cazas Separatistas e Imperiales se batían a duelo impregnando el espacio de destellos verdes, azules y rojos.
De regreso a la superficie la situación comenzó a tornarse desesperada, pese a lo que estaba sucediendo en el espacio el bombardeo orbital no cesaba y los escudos que tanto habían resistido terminaron por llegar a su límite cediendo ante el avasallador bombardeo orbital dejando a la base y al templo Jedi expuesto a los disparos de las naves capitales los cuales rápidamente comenzaron a pulverizar el templo, en los túneles más profundos se podían sentir los estruendos provocados por las explosiones causadas por las baterías turbolaser, y debido a los mismos estruendos algunas secciones de los túneles comenzaron a colapsar aplastando a algunos refugiados y atrapando a otros.
No obstante en el espacio la situación también comenzó a tornarse complicada, pero para el Imperio ya que si bien mi flota y la flota de Mar Tuuk combinada superaban numéricamente a las fuerzas Imperiales por un ligero margen en términos de naves capitales, en términos de cazas la diferencia era mucho mayor, de casi 3 a 1 a favor de nosotros por lo cual, lo que nuestras naves capitales no tenían en calidad individualmente contra las naves Imperiales lo compensaban con el inmenso complemento de cazas muchos de los cuales se escurrían entre las naves Imperiales, fue entonces que el Gran Inquisidor le dijo Darth Etray:
- Mi Lady, creo que ya hemos hecho suficiente daño a la bese enemiga, si me lo permite, estimo que lo más conveniente sería en centrarnos en evitar que los Separatistas nos rodeen para poder regresar a Coruscant.
Ante eso Darth Etray comenzó a cuestionarse entre seguir esa sugerencia o continuar con el ataque, pero al mirar como algunas de sus naves comenzaban a caer frente al fuego Separatista y los cazas Jedis seguían revoloteando alrededor de su nave insignia finalmente razonó y contestó:
- Tienes razón Gran Inquisidor ¡Cesen el bombardeo y dirijan el fuego hacia la flota Separatista! ¡También mantengan los escudos deflectores de proa y popa al máximo! No dejaré que ataquen los motores y tampoco que se nos crucen.
Luego miró a un oficial para decirle:
- Prepare mi nave, no me iré de aquí hasta eliminar a los Jedi personalmente.
- Cómo usted orden Lady Etray – dijo el oficial.
A lo cual el Gran Inquisidor agregó:
- Avisaré a los demás Inquisidores que se nos unan.
- Me parece bien – dijo la Sith – juntos podremos acabar con los Jedi, en especial con Skywalker.
El bombardeo hacia la superficie de Yavin finalizó para reforzar el ataque contra las naves tanto de mi flota como de la flota de Mar Tuuk, al mismo tiempo Darth Etray, el Gran Inquisidor y los demás Inquisidores subían a sus cazas estelares para encarar a los Jedi directamente, asimismo en lo que respecta a los movimientos la flota de Tarkin consiguió emparedar al brazo de babor de la flota de Mar Tuuk, mientras que mi flota consiguió posicionarse en la banda de estribor de la flota de Darth Etray y del Almirante Yularen mientras nuestros cazas continuaban saliendo de nuestros hangares para bombardear a las naves Imperiales, los minutos continuaron y el combate continuó intensificándose mientras que los destructores Imperiales hacían lo posible para no entremezclarse con nuestros destructores para de ese modo garantizar una retirada grupal organizada cuando se emitiera dicha orden.
Yo continuaba supervisando todo desde el puente de mando de mi nave insignia la cual decidí ubicar en la retaguardia para tener una visión amplia del combate y así poder dar comandos según cómo se desarrollaba el combate, cuando de pronto recibí una transmisión de parte de Obi Wan quien me dijo:
- Grievous ¿Estás ahí?
- General Kenobi ¿Qué necesitas?
- Necesito que envíes más cazas para atacar a la nave insignia de Darth Etray, si logramos dañarla podríamos motivar una retirada del resto de la flota.
- De acuerdo – contesté.
Rápidamente ordené a todos los cazas que mi destructor Lucrehulk tenía disponible para dirigirse y atacar exclusivamente a la nave de Darth Etray.
Por su parte el escuadrón combinado de los Jedis, Clones y Droides continuaban sobrevolando el casco del Orgullo del Núcleo evadiendo los turboláseres y misiles del acorazado, consiguiendo destruir unos cuantos a la vez que eran perseguidos por los Ala V y ARC-170 imperiales, cuando de pronto unos cuantos pilotos Clon e incluso algunos Padawans fueron sorpresivamente derribados por unos cazas similares a los Cazas de los Jedi, pero de color negro, era Darth Etray y los Inquisidores quienes se habían apersonado al combate, rápidamente los cazas tomaron acción evasiva para no caer presa del fuego del escuadrón liderado por Etray los cuales rápidamente acabaron una docena de cazas droides y un par de clones, no obstante abatir a los Jedi sería mucho más complicado, especialmente a los maestros más experimentados, por cual los combates entre ellos se tornó más en una persecución y una danza de maniobras complejas para evitar entrar en el campo de tiro del adversario, situación que permaneció así hasta la llegada de los refuerzos enviados por mí.
Ante todo lo que estaba pasando pensé en la posibilidad de subir a mi caza y dar apoyo a los Jedi, pero en lugar de eso opté por sacar a mi nave de la retaguardia para aproximarme al Orgullo del Núcleo junto a un grupo de cruceros Lucrehulk y destructores Providence de la variante grande y abrir fuego con todo lo que teníamos iniciando un intenso intercambio de fuego entre el acorazado Imperial y nuestras naves, pero gracias a la acción de nuestros enjambres una parte significativa del poder de fuego del Orgullo del Núcleo estaba concentrado en los cazas por lo tanto nuestros escudos resistirían al fuego enemigo.
Pasados unos minutos de intensa batalla algunos torpedos de protones de los Providence y las bombas de los bombarderos Hiena lograron alcanzar el casco de aquel acorazado Mandator causando daños menores, y cuando dichas bombas comenzaron a impactar cerca del puente de mando del Orgullo del Núcleo la situación comenzó a tornarse preocupante debido a que si bien la nave en su conjunto podría soportar sin problemas nuestro bombardeo, nuestros ataques no eran generalizados sino enfocados casi quirúrgicamente a puntos clave de la misma como los generadores de escudos y el puente de mando, lo cual comprometía gravemente la seguridad del masivo acorazado (cómo en el caso del Ejecutor en el Regreso del Jedi) por lo que almirante a cargo contactó con Darth Etray para informar sobre la situación.
- Mi Lady el bombardeo de las naves Separatista están ejerciendo demasiada presión en los escudos deflectores del puente, la situación es arriesgada para la operatividad de la nave.
A lo cual Darth Etray tras derribar a un caza Jedi respondió:
- Dirija al acorazado hacia el interior de la flota y que el resto de los destructores formen una pantalla frente a este y preparen todo para saltar al hiperespacio de regreso a Coruscant.
- Entendido, mi Lady – contestó el almirante.
El Orgullo del Núcleo comenzó a girar hacia el interior mientras los destructores Venator, Victory y unos pocos Imperator comenzaban a interponerse entre el acorzado y nuestra flotilla de ataque a la vez que más cazas del Imperio reforzaban la defensa.
En paralelo la Flota de Yularen hacía todo lo posible para impedir que el flanco de babor de mi flota no se abriera paso entre las naves, a la vez que la Flota de Tarkin luchaba ferozmente contra la Flota de Mar Tuuk, pero siempre manteniendo la distancia para evitar que las naves Imperiales y Separatistas de entremezclaran para no tener problemas para saltar al hiperespacio.
Ya tras casi una hora de intenso combate espacial el Imperio estaba sufriendo demasiadas bajas en comparación con los Jedis que lograban derribar y también de las naves Separatistas que alcanzaban a destruir por lo cual a juicio de los Almirantes Yularen y Tarkin la incursión se estaba prolongando demasiado alejándose abismalmente del plan de ataque relámpago originalmente trazado, desgraciadamente las defensas Separatistas de Yavin habían resistido más de lo previsto dando tiempo a los Jedi de abandonar el planeta, junto con permitir que los refuerzos Separatistas se unieran a la batalla estando a punto de aprisionar a la Flota Imperial, sumado al constante riesgo que sufría su buque insignia por la temeraria incursión liderada por Anakin por lo que ya era momento de regresar a Coruscant antes de que la batalla se tornara en una carnicería mayor, no conforme con lo anterior, el objetivo igual se había cumplido parcialmente ya que la superficie de Yavin IV, específicamente el sector donde se ubicaba el nuevo templo Jedi había sido dañado de manera catastrófica por lo cual los Jedi y los Separatistas no contarían con la infraestructura necesaria para operar por un buen tiempo, así que tras esa reflexión ambos almirantes, junto con el almirante del Orgullo del Núcleo contactaron con Darth Etray para informar sobre la situación a lo cual una frustrada Darth Etray consintió finalmente:
- Odio admitirlo Almirantes, pero tienen razón, ya hicimos suficiente daño aquí, así que no tendremos más opción que retirarnos.
Luego Darth Etray pensó:
- "Eliminar a Skywalker y a los demás maestros fue una propuesta demasiado ambiciosa de mi parte, tendré que intentarlo en otra ocasión"
Y finalmente ordenó a sus Inquisidores:
- Muy bien, ya es hora de regresar a las naves.
- ¡Entendido! – contestaron los demás inquisidores.
Los cazas del Imperio comenzaron a replegarse hacia sus naves capitales las cuales a su vez hacían lo propio sin cesar el fuego sobre nuestras naves hasta que finalmente las 3 mega flotas saltaron al hiperespacio dejando tras de sí un montón de devastación tanto en la órbita de Yavin IV como en la superficie del mismo mundo, sumado a una sensación de amargura en el bando Separatista ya que no habíamos alcanzado a defender el templo en la superficie, tampoco Anakin consiguió dañar o destruir la nave de Darth Etray y para colmo los Imperiales habían escapado desperdiciando la única oportunidad para destruir la mayor parte de la Armada Imperial para así tener el pase libre a los mundos del núcleo y por ende ganar la guerra, pero ya no valía la pena lamentarse por aquello ya que lo que correspondía ahora era hacer el control de daños y pensar en cómo proceder a posteriori.
Por mientras, en el hiperespacio las 3 flotas se dirigían hacia Coruscant a toda velocidad mientras Darth Etray se encontraba mirando hacia el túnel azulado que envolvía la flota reflexionando sobre la reciente batalla cuando de pronto un oficial llegó con un mensaje importante:
- Mi Lady, el Emperador quiere hablar con usted.
A lo cual Etray volteó para decirle:
- De acuerdo, lo veré en mis aposentos.
La Sith se dirigió a su habitación donde estaba su cámara de meditación para ponerse en contacto con su maestro:
- Cuál es su voluntad, maestro.
A lo cual Sidious contestó:
- Infórmame sobre el estado de tu incursión hacia Yavin.
Entonces la Sith le dijo:
- La incursión tuvo un éxito parcial, logramos darle un duro golpe a los Jedis, destruimos su templo y sus bases en la superficie, aniquilamos a su flota de defensa planetaria, pero no conseguimos su extinción como lo esperaba y tampoco conseguí asesinar a Skywalker, ni al maestro Kenobi o al maestro Yoda, tenía previsto que esos objetivos serían demasiado ambiciosos, pero de todos modos hice el intento para ver si conseguía algo, también, cuando llegó el resto de la Armada Separatista a confrontarnos me planteé la posibilidad de destruir a la Armada Separatista ahí mismo, pero dado los riesgos optamos por retirarnos.
Ante aquel breve informe Sidious respondió:
- Qué desafortunada situación mi joven aprendiz, esperaba un ataque relámpago contundente.
- También nosotros, maestro – contestó Etray – pero la flota planetaria opuso más resistencia de la esperada lo cual retrasó el bombardeo orbital.
- Mmm... a pesar de las adversidades – agregó Sidious – este ataque relámpago nos ha servido para exponer las debilidades de nuestra flota, debilidades que deben ser corregidas en un futuro próximo si queremos derrotar a los Separatistas, pondré al tanto a los Senadores de estos resultados para aumentar los recursos destinados a la flota, necesitaremos más naves, más grandes y más poderosas para que el Imperio se convierta en una fuerza omnipresente capaz de doblegar a la amenaza Separatista.
- Respecto a eso – contestó Etray - ¿Qué pasará con el proyecto Stardust en Geonosis?
A lo cual un pensativo Sidious contestó:
- A causa de la reciente incursión separatista en Geonosis tendremos que trasladar el proyecto a otro sistema, en lo posible cerca de las Regiones Desconocidas, además con el esperado aumento de presupuesto en la Armada Imperial tendremos más recursos para continuar con la concreción del proyecto Stardust.
- Lo he entendido, maestro – dijo la Sith.
- Nos veremos en Coruscant, Darth Etray, permanezcan atentos en los siguientes días ya que tengo el presentimiento de que los Separatistas tomarán represalias por este ataque, y para estar más seguros ya destiné una flota de refuerzo en Geonosis.
- De acuerdo, mi Lord – dijo Etray haciendo una reverencia.
De regreso en Yavin, toda nuestra armada se hallaba en órbita, y era momento de cuantificar los daños, por lo que ordené a que me prepararan una lanzadera para descender a la superficie junto con refuerzos y demás maquinaria de asistencia.
Una vez en la superficie, el panorama frente a mis ojos fue desolador, lo que antes era un frondoso bosque ahora era una planicie chamuscada repleta de cráteres hasta donde alcanzaba la vista, lo que alguna vez aquella pirámide donde se ubicaba el templo Jedi y nuestra base ahora estaba en ruinas, las torres defensivas, los batallones estacionados en la superficie y demás infraestructura había sido demolida, en eso aterrizan los Jedi y los clones en la cercanía, entonces nos reunimos y comenzamos a platicar al respecto mientras mandábamos a los droides y clones a remover los escombros:
- Todo está devastado, no quedó absolutamente nada – dijo Ahsoka.
- Quizás alcanzaron a refugiarse en los túneles – comentó Obi Wan.
- Pues ayudarlos a salir debemos – agregó Yoda.
Los maestros comienzan a ayudar a los droides y clones a remover los escombros mientras yo bastante molesto me lamentaba:
- Es mi culpa por tardar tanto en traer los refuerzos, todo esto ha sido totalmente infortunado, nada de lo que he planeado en un principio ha salido como he querido cof... cof...
- No general, es mi culpa – dijo Anakin – de no haber hecho lo que hice, nada de esto estaría pasado.
A lo cual el Maestro Yoda agregó mientras levantaba unas rocas con la fuerza:
- Lamentarse por lo sucedo las cosas no arreglará, buscar a los sobrevivientes debemos.
- El maestro Yoda tiene razón – agregó Obi Wan.
Anakin y yo asentimos y comenzamos a ayudar a retirar los escombros, a la vez que ordenaba el envío de droides sonda para escanear el área en busca de sobrevivientes los cuales al cabo de unos minutos no tardaron en aparecer.
Las operaciones de búsqueda y rescate continuaron hasta finalmente dar con un grupo de sobrevivientes que habían sobrevivido bajos los túneles, aunque en total no llegaban a los 50 individuos entre ellos las hermanas Martez, algunos soldados clon y unos padawan quienes se habían visto gravemente afectados a causa del polvo y por uno que otro escombro por lo que rápidamente fueron llevados hacia instalaciones médicas móviles que fueron enviadas juntos al cuerpo de rescate, por su lado Ahsoka acompañó a las hermanas de Coruscant quienes afortunadamente no habían sufrido mayores lesiones, mientras los padawans y los clones eran asistidos y evaluados por los maestros Jedi y los droides médicos, cada uno de ellos contaba con lesiones de diversa consideración, desde algunas leves hasta las más graves.
Fue entonces que Anakin y yo tuvimos sentimientos encontrados al ambos sentirnos responsables de lo que estaba sucediendo, Anakin se arrepentía por todo su descenso al lado oscuro y por dejarse engatusar por Sidious desencadenando los eventos que llevaron a los Jedi casi al borde de la extinción, mientras que por mi parte me arrepentía de las decisiones que había tomado hasta ese momento y por todos los planes que no se habían concretado, como mi intento de pasar desapercibido a los ojos de Sidious, así como algunos retrasos en la planificación de estrategias y en la actuación tardía de nuestras fuerzas en la reciente incursión, pero algo si era claro y es que tanto Anakin como yo teníamos deseos de reparar nuestros errores, de terminar con todo de una vez por todas:
- Hay que matar a Sidious – dijo Anakin para luego agregar – sólo así acabará la guerra y podremos reconstruir la galaxia.
- Estoy de acuerdo, Sidious fue el causante de todo y sólo con su muerte podremos revertir todo el mal causado cof... cof...
- Entonces asaltaremos Coruscant de forma rápida y juntos acabaremos con él – propuso Anakin.
- Será difícil que ambos lo consigamos cof... cof... propongo que Maul también nos acompañe, así podremos tener una ventana de posibilidad, además los 3 tenemos los mismos rencores hacia Darth Sidious, yo creo que Maul aceptará unírsenos en esta cruzada cof... cof...
- Aunque que Coruscant esté bien defendida, será difícil infiltrarse en el planeta y más aun llegar hacia el edificio del senado o donde sea que esté Palpatine.
- Creo que tener la solución a ese problema – le dije al elegido para agregar - ¿Recuerdas cuando Dooku me ordenó sabotear las negociaciones de paz entre nosotros?
- ¿Te refieres a cuando atacaste las instalaciones eléctricas en los niveles inferiores? – preguntó Anakin.
- Exacto, podríamos repetir el mismo movimiento para desactivar los escudos deflectores del planeta y así podríamos bombardear directamente los edificios del Senado y acabar con Sidious sin tener que arriesgarnos o incluso podríamos lanzar una nave contra la superficie del planeta para eliminar al Sith cof... cof...
- El problema con ese plan es que morirá mucha gente inocente – cuestionó Anakin – además quisiera confrontar a Sidious cara a cara.
En eso Ahsoka se nos acerca junto a las hermanas Martez para decirnos algo importante:
- Grievous, hay algo que ellas quieren decirte – dijo Ahsoka.
- ¿De qué se trata? – pregunté mirando a ambas chicas.
Entonces Rafa tragó saliva y tratando de controlar sus nervios se aclaró la garganta y me dijo:
- General, quería informarle que mientras nosotras hacíamos mantenimiento a nuestra nave hallamos este rastreador en el casco de nuestra nave – mostrándome el rastreador en cuestión.
Cuidadosamente me acerqué para tomar el aparato para después preguntarle a la chica:
- Así que esto estaba en su nave, así fue como el Imperio dio con este lugar y díganme ¿Dónde estuvieron antes de llegar a este planeta? Cof... cof...
A lo cual Ahsoka respondió por ellas:
- No es culpa de ellas Grievous, sino mía, lo que pasa es que recibimos una llamada de auxilio de parte de una maestra Jedi y en el proceso de rescate nos atacaron Darth Etray y los Inquisidores, ahí me encontré Rafa y Trace y como ellas tenían una nave huimos en ella hacia acá.
- Y supongo que ahí fue cuando Etray o alguno de los inquisidores les puso el dispositivo rastreador ¿Verdad? – mirándolas de forma inquisitiva.
La togruta y las chicas simplemente asintieron, entonces yo les dije:
- Ustedes no hacen más que darme problemas cof... cof... pero castigarlas no solucionaría nada, no obstante, podemos sacar provecho de esta situación, ustedes – dirigiéndome a Rafa y Trace – ¿Qué tanto saben sobre Coruscant? ¿Qué tanto ha cambiado la situación desde el ascenso del Imperio?
Por mientras, de camino a Coruscant, Darth Etray se contactó con los Almirantes Yularen y Tarkin para coordinar la estrategia a tomar:
- El Emperador tiene un fuerte presentimiento de que los Separatistas tomarán represalias por nuestra reciente ofensiva – informó la Sith.
- Es muy probable que eso suceda, pero creo que concentrar todas nuestras fuerzas para defender Coruscant podría poner en riesgo los mundos del borde medio – dijo Tarkin.
A su vez Yularen agregó:
- Si bien una represalia Separatista es probable, más aún por el presentimiento del Emperador, no tenemos idea de la naturaleza de la misma, podría ser un ataque masivo a Coruscant o una invasión a gran escala a mundos clave, quizás incluso podría ser una mezcla de ambas poniendo a una como señuelo para desviar nuestro poder naval y entorpecer nuestros movimientos, del mismo modo en que lo hicimos nosotros.
- Entonces y ante esos posibles escenarios ¿Qué estrategia proponen Almirantes?
A lo cual Tarkin tomó la palabra:
- Yo propongo dividir nuestras fuerzas en 3 fuerzas de defensa, que la primera se sitúe en Coruscant, la segunda que resguarde mundos importantes en caso de que los Separatistas y una tercera fuerza que repliegue en los mundos cercanos a Coruscant, de ese modo esta tercera fuerza podrá reforzar a la primera o segunda fuerza dependiendo de la modalidad de ataque que escoja el enemigo.
- ¿Desea agregar algo Almirante Yularen? – preguntó Darth Etray.
- Pues sí, considerando la incertidumbre de las características de esta hipotética represalia, propongo que también nosotros generemos el escenario adecuado para maximizar las posibilidades de que el enemigo actúe en la forma que queremos que actúen, propongo que la mayoría de la flota de Coruscant se oculte detrás del planeta dejando frente al mismo solo las fuerzas habituales con el Orgullo del Núcleo liderando a esa fuerza, para de ese modo atraer al enemigo, los cuales una vez en Coruscant, serán sorprendidos por los flancos por el resto de la flota oculta detrás del planeta hasta envolverlos, de esa forma podemos impedir que escapen mientras los aniquilamos, así no sacrificamos a la segunda y tercera fuerza las cuales podrán repeler sin ningún inconveniente cualquier ataque que los Separatistas organicen en los demás mundos.
Darth Etray pareció conforme con lo expresado por sus almirantes al mismo tiempo que las alarmas de proximidad sonaban dando a entender que estaban próximos a llegar a Coruscant.
De regreso en Yavin IV, las hermanas Martez me habían explicado bastantes cosas sobre los niveles bajos de Coruscant así como la existencia de un contacto que sirviera de agente para ejecutar el plan de infiltración que yo estaba tejiendo, asimismo me pusieron al tanto de que según la información que se manejaba, Palpatine había trasladado sus aposentos desde el antiguo edificio de la Cancillería a lo alguna vez fue el Templo Jedi haciendo de este su palacio imperial lo cual ahora cambiaba la ubicación de nuestro asalto.
Luego de hablar con las chicas, contacté con Darth Maul para exigirle que dejara de hacer lo que sea que estuviera haciendo en el "Espacio Salvaje" y reunirse conmigo en Dathomir ya que él sería parte importante para el gran plan que estaba tejiendo junto con Anakin, a la vez que contactaba con lo gremios de comerciantes, la Tecno Unión y al contacto proporcionado por las hermanas Martez, para triangular las operaciones, la idea era sencilla, el gremio de comerciantes proporcionaría una nave de carga civil, la Tecno Unión proporcionaría droides infiltradores que se harían pasar por droides de mantenimiento y el contacto, un comerciante de chatarra de los bajos fondos de Coruscant ordenaría el envío de los "droides de mantenimiento" como si fuera un pedido rutinario para alguien que administra un negocio de chatarra, una vez planificado todo Anakin y yo nos preparamos para irnos a Dathomir, a lo cual inevitablemente Ahsoka nos acompañaría, pero justo cuando estábamos a punto de abordar nuestro transporte una voz nos detuvo:
- ¿A dónde ir piensan ustedes 3?
Era el maestro Yoda quien a lo lejos escuchaba los planes que Anakin y yo estábamos tejiendo, entonces Anakin contestó:
- Maestro, vamos a terminar con esta guerra de una vez por todas.
Entonces el maestro verde respondió:
- Impudente esa idea es, a un camino impredecible llevarnos podría.
- Lo siento maestro – contestó Anakin – pero debo enmendar los errores que cometí.
- Otras formas hay, para tus errores enmendar joven Skywalker.
- Con todo respeto maestro – intervine – creo que estamos listos para terminar con Sidious cof... cof... solo mire el daño que nos hizo cof... cof... con los 3 reunidos, más Maul y mis magnaguardias peleando juntos podremos acabar con él cof... cof...
- Que la soberbia y la confianza no lo nublen general – contestó Yoda – Sidious más poderoso es, de lo ustedes creen, arriesgada su decisión.
- En ese caso venga con nosotros maestro – dijo Anakin – con usted de nuestro lado Sidious no tendrá posibilidades.
A lo cual Yoda simplemente suspiró para luego decir:
- Derrotar a Sidious mi destino nunca fue, por otro camino la fuerza me ha guiado.
De pronto apareció Obi Wan para persuadirnos:
- Muchachos, yo sé que ustedes están molestos por todo lo que ha pasado, pero el maestro Yoda tiene razón, deben tener paciencia y buscar otra alternativa.
- Su ataque quizás Sidious haya previsto ya – agregó Yoda – si por esta opción insisten, lo que el Emperador espera ustedes haciendo terminarán y a una trampa de él caer podrían, al lado oscuro el joven Skywalker podría caer nuevamente.
- Eso no pasará maestro – respondió Anakin – esta vez no me dejaré tentar por Sidious.
Los 3 dimos media vuelta y subimos a nuestra nave, entonces Yoda le dijo a Obi Wan:
- Acompañarlos debes Obi Wan, la voz de la razón tú ser debes.
- Así lo haré maestro – dijo Kenobi.
Entonces Obi Wan nos pidió que lo esperáramos para que también se nos uniera.
Una vez dentro, la nave despegó hacia mi nave insignia que esperaba en la órbita de Yavin para después dirigirnos a Dathomir, en el camino Anakin le dijo a su maestro:
- ¿Vino para acompañarnos o para detenernos, maestro?
- Vine para tratar de hacerlos entrar en razón o por lo menos evitar que cometan alguna locura de la cual puedan arrepentirse – contestó Obi Wan.
- Agradecemos su presencia, maestro Kenobi – dijo Ahsoka para luego agregar – si bien en lo personal no estoy muy de acuerdo con la idea de confrontar a Sidious, así como así, tampoco podría dejar solo a Anakin.
- Seremos los 3 como en los viejos tiempos – dijo Anakin.
- Bien por ustedes – contesté para luego agregar – en cuanto a Kenobi, serás de mucha ayuda en esto cof... cof... al menos nos ayudarás racionalizar la ira que Skywalker y yo sentimos por Sidious para así materializar un plan realista.
- Pues con ese comentario me queda claro que no se detendrán por nada – expresó Kenobi.
- Y espera a que Maul se nos una cof... cof... – agregué.
- Muy bien, en ese caso Ahsoka y yo tendremos que ser la voz de la razón para mantener a los 3 enfocados en derrotar al Emperador.
- Pues como siempre ¿O no maestro? – dijo Ahsoka sonriendo.
- Así es – suspirando – creo tengo un mal presentimiento de todo esto.
Finalmente nuestra nave llegó al crucero Lucrehulk que fungía como mi nave insignia para acto seguido ir al puente de mando y contactar con Mar Tuuk, el General Kalani y los demás almirantes y altos mandos Separatistas para enviar a toda la Armada Confederada hacia Dathomir antes de comenzar con el masivo ataque hacia Coruscant, sin olvidar que mientras hacíamos toda esa operación, el carguero civil del gremio de comerciantes ya se dirigía hacia Coruscant con los "droides de mantenimiento" para ejecutar el ataque a los generadores de escudos deflectores de la ecumenópolis.
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