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21. Dejando Todo Atrás para Volver a Empezar.

De pronto una transmisión irrumpió en la cabina:

- Esta nave transporta a 2 fugitivos de la justicia Imperial de acuerdo al protocolo 66, por favor aterrice en este preciso instante.

A lo cual Rafa con evidente molestia miró a Ahsoka diciéndole:

- Con que fugitivas de la justicia ¿Eh?

- Rafa, puedo explicarlo – dijo Ahsoka.

Luego el clon de la transmisión continuó diciendo:

- Si no aterrizan en este momento procederemos a usar fuerza letal.

Entonces Rafa le dijo a su hermana:

- Trace, esto ha ido demasiado lejos, tendremos que entregarlas.

- Pero hermana ¿Crees que eso sea lo correcto?

- Lo siento Trace, pero son ellas o nosotras, no podemos arriesgarnos a tener problemas con la justicia imperial, suficiente con perder nuestra casa y el taller.

- Pero yo – se cuestionó Trace.

A lo cual Jocasta Nu solo suspiró para después decirles a ambas hermanas:

- Hagan lo que consideren mejor, nosotras estaremos a lo que determine la fuerza.

Y recordando la vez cuando aquella maestra jedi le dijo esa misma frase tras la muerte de sus padres Rafa contestó con frialdad:

- Ya la oíste, además por algo son fugitivas – dijo Rafa – ahora aterriza por favor.

Pero Trace no estaba del todo convencida, ella sabía que algo no andaba bien, entonces les preguntó a sus 2 pasajeras:

- Bueno, haré lo que tenga que hacer, pero antes quiero saber ¿Por qué son fugitivas del imperio?

- Bah – se quejó Rafa – hermana, no hay tiempo para eso.

- ¡Rafa necesito saber la verdad!

A lo cual Ahsoka dijo:

- Somos fugitivas solo por ser o haber sido jedi, con la orden 66 Palpatine le hizo creer a toda la galaxia que los jedi eran traidores de la República que pretendían hacerse con el poder.

- Pero qué tontería – dijo Trace – sé que no todos los jedi son iguales, tú al menos no eres una mala persona Ahsoka, la verdad no sé qué decir de la señora, pero tampoco parece mala persona.

Ante eso Rafa permaneció pensativa recordando sus prejuicios sobre los Jedi, mientras la maestra Jocasta le decía a Rafa:

- Sé lo que sientes, el rencor que sientes por los jedi por lo que sucedió con tus padres y yo al igual que muchos de mis hermanos jedi reconozco que hemos contenido errores, que solo nos preocupamos de estar al servicio de los intereses políticos de la Republica en lugar de estar al servicio de la paz y de aquellos que realmente lo necesitaban, pero siempre podemos aprender de nuestros errores.

Rafa reflexionó aquellas palabras, cuando de pronto un fuerte estruendo la sacó de sus pensamientos a lo cual preguntó:

- ¿Qué fue eso?

- Las cañoneras – dijo Trace – comenzaron a dispararnos.

- ¡Pronto! Hay que perderlas – dijo la mayor para luego dirigirse a Ahsoka y Jocasta para decirles – Bueno, ya no tenemos casa y por lo visto el Imperio no tendrá misericordia con nosotras así que díganos hacia donde quieren ir.

- Hacia el sistema Yavin – contestó la togruta.

- ¡Yavin! – exclamó Rafa – Eso queda muy lejos.

La nave recibe otro impacto de las Gunship, entonces Rafa dijo:

- Espero que tengamos suficiente combustible para llegar a Yavin, muy bien Ahsoka toma los cañones, Trace elevémonos para saltar al hiperespacio, potencia los deflectores traseros y evita que las cañoneras nos alcancen.

- Sí Rafa – asintieron ambas.

Por mientras la Gunship que transportaba a Darth Etray y ambas inquisidoras se unía a la persecución, entonces la Sith dijo:

- Es nuestra oportunidad, denles con todo lo que tengan.

- ¡Enseguida! – dijo el piloto.

Entonces la Gunship de la Sith se unió a las otras 3 lanzando una lluvia de disparos sobre el Ángel Plateado el cual comenzó a volar de manera evasiva para esquivar los tiros de las cañoneras a la vez que respondía con su cañón ventral comandado por Ahsoka obligando a las cañoneras a tomar acción evasiva mientras la persecución se alejaba de la superficie adentrándose lentamente hacia la alta atmósfera de Coruscant próximo a llegar al espacio y ante la imposibilidad de las cañoneras de operar en el espacio por tiempo prolongado los artilleros comenzaron a incrementar la candencia de tiro y a disparar misiles mientras Darth Etray los presionaba:

- ¡Vamos! ¿Qué pasa? ¡Derríbenla!

- Estamos en eso mi lady – dijeron los artilleros y pilotos mientras hacían de todo por intentar atinarle a la nave.

Por mientras en el Ángel Plateado Trace hacía todo lo posible por evadir los misiles y blásters a la vez que Ahsoka intentaba atinarles a las cañoneras hasta que finalmente consiguió golpear uno de los paneles de una de las cañoneras haciéndola caer cosa que solo incrementó la molestia de la Sith mientras insistía a sus tropas atinarle a la nave consiguiendo impactar unos cuantos tiros en la nave afectando a sus deflectores traseros a lo cual Rafa dijo:

- Hay que derribar a esas cañoneras o salir al espacio cuanto antes, un par de impactos más y perderemos los deflectores traseros.

- Estoy en eso – dijo Ahsoka mientras disparaba.

- Ya falta poco para salir – informó Trace.

Ahsoka continuó disparando hasta conseguir atinar a otra cañonera la cual terminó explotando mientras Trace conducía la nave hasta salir a la órbita de Coruscant y acto seguido saltar al hiperespacio hacia el sistema Yavin, por su parte la cañonera de Darth Etray se quedó atrás en la alta atmósfera mientras la Segunda y la Séptima Hermana se miraban con gran nerviosismo ante la posible reacción de su maestra, pero contrario a todo pronóstico la Sith simplemente suspiró y se dio media vuelta pasando al lado de ambas inquisidoras sin dirigirles la palabra y tras unos eternos segundos de incómodo silencio la Sith finalmente dijo con toda calma:

- Regresemos a los cuarteles, nuestro trabajo aquí terminó.

Confundidas ambas inquisidoras le cuestionaron a Darth Etray:

- Pero mi Lady, las fugitivas escaparon, nuestra misión principal falló ¿Cierto?

Pero la ex jedi solo sonrió mientras se palpaba la cicatriz que cruzaba el costado izquierdo de su rostro para después decirle a sus subordinadas:

- La verdad la misión no falló del todo, quizás perdimos esas reliquias, pero gracias al dispositivo rastreador que ustedes pusieron en su nave podemos saber su ubicación exacta y eso posiblemente nos lleve a la guarida secreta de los Jedi.

- Ya veo – dijo la Segunda Hermana – y con la ubicación de los Jedis revelada podríamos acabar con ellos de un solo golpe.

- Así es – concordó Etray – un bombardeo a gran escala para barrer con todos ellos de una vez por todas, así nuestros únicos obstáculos serán Grievous y Maul, los droides no serán un problema.

- Solo espero que Darth Sidious no se lo tome tan a mal mi Lady – dijo la Séptima Hermana.

- Él comprenderá – aseguró Etray – eso creo – supuso un poco insegura.

Por mientras en el hiperespacio las chicas suspiraron de alivio mientras Jocasta Nu les decía a las presentes:

- Hicieron un buen trabajo, gracias al talento de Ahsoka, la habilidad de pilotaje de la joven – refiriéndose de Trace – y a tú capacidad de dirigir – dirigiéndose a Rafa – pudimos salir ilesas de Coruscant.

A lo cual ambas hermanas agradecieron, pero Rafa reflexionó:

- Le agradezco sus palabras señora, pero... Perdimos nuestro hogar, no tenemos dinero y lo más probable es que no podemos regresar nunca más por haberlas ayudado ¿Qué pasará con nosotras? ¿A dónde iremos?

Entonces Ahsoka les dijo:

- No tienen de que preocuparse, con gusto pueden vivir con nosotros en el templo en Yavin, además las puertas están abiertas para todo aquel que necesite refugio.

- La joven Ahsoka tiene razón – agregó la maestra Jocasta – sería poco Jedi no ayudar a la gente que lo necesita y más aún si esta gente arriesgó su vida por salvarnos, estamos en deuda con ustedes.

Amabas hermanas se miraron y Rafa le dijo a Trace:

- Sabes, Trace, a veces creo que aquella Jedi que nos dijo que dejáramos el destino en manos de la fuerza tenía razón.

- Es verdad – respondió Trace – quizás pasamos por muchas dificultades, cometimos errores y dimos innumerables vueltas, pero finalmente aquí estamos, lejos de Coruscant como siempre lo quisimos y en camino a rehacer nuestras vidas y lo mejor de todo es que ya no estamos solas.

- Así es hermana – asintió Rafa.

Luego de eso la mayor miró a la maestra Jocasta para decirle:

- Eh... Señora... Respecto a lo que dije antes, quería pedirle disculpas, me equivoqué al pensar mal de los Jedi...

A lo cual la maestra puso mano en el hombro de Rafa para decirle:

- Descuida, ambas pasaron por cosas realmente complicadas y entiendo que se hayan sentido de esa forma, además los Jedi tampoco somos perfectos, durante muchos años cometimos errores y nos cerramos en nuestros dogmas, fuimos demasiado soberbios como para vernos en una situación de vulnerabilidad y cuando menos lo esperamos el peso la realidad nos cayó encima y de la noche a la mañana miles de nuestros hermanos perecieron por la Orden 66.

Hubo una pausa incomodo de varios segundos hasta que la maestra concluyó:

- Pero nunca es tarde para redimirse de sus errores y volver a levantarse las caídas.

- Tienes razón abuela – dijo Rafa.

De regreso en Coruscant Darth Etray y ambas inquisidoras se habrían camino hacia el trono de Palpatine mientras la Séptima Hermana le preguntaba a Darth Etray:

- Mi Lady ¿Cree que sea buena idea contarle sobre el escape de las fugitivas?

- Por supuesto – afirmó la Sith – aunque le ocultes la verdad, mi maestro tarde o temprano la sabrá, tan solo recuerda a Grievous.

- Es cierto – recordó la Séptima Hermana un poco incomoda.

- Además – agregó Etray – en caso de que Darth Sidious se moleste, tengo la garantía de que compartirán el castigo conmigo – las miró con malicia.

En eso, ambas inquisidoras tragan saliva mientras Darth Etray se ponía su máscara recién recuperada para ocultar su cicatriz a Palpatine y cuando llegaron a la puerta la Sith les dijo:

- Bien, en marcha.

Y las 3 hicieron ingreso al trono del Emperador para darles las noticias sobre la misión, las chicas se arrodillaron frente al escalón que daba con el trono del Emperador quien les daba la espalda mirando al gran ventanal que tenía en frente mientras les decía:

- Vienen a informarme del escape de la fugitiva y su rescatadora ¿Verdad?

Las chicas se quedaron en blanco mientras Palpatine lentamente se volteaba para verlas, a lo cual el Sith les dijo:

- Los Troopers ya me informaron al respecto.

Pero Darth Etray contestó:

- En realidad, no es eso lo que queríamos informarle mi Lord, lo que quería decirle es que instalamos un sistema de rastreo en la nave que abordaron poco antes de que huyeran y que eso podría servirnos para dar con el escondite secreto de los Jedi y así esperar a que todos se concentren para exterminarlos.

Sidious comenzó a reír mientras decía:

- Bien... Me gusta tu iniciativa mi joven aprendiz, pero ello no corrige los 2 problemas que suponen el fracaso en su misión de capturar a la fugitiva y en tú misión personal de aniquilar a Ahsoka Tano.

A lo cual Darth Etray dijo:

- Mi lord, pese a las dificultades conseguir poner a Tano contra las cuerdas, la hubiese matado de no haber sido por...

- ¿La incompetencia de tus inquisidoras? – interrumpió Palpatine.

- Bueno... Sí... - dijo Etray tratando de justificarse.

No obstante, Palpatine no era tonto para creer en esa clase de excusas por lo que serenamente le dijo mientras se ponía de pie:

- Tu fracaso lo atribuyes a la incompetencia de tus inquisidoras – bajando lentamente las escaleras – pero en el fondo sabes, al igual que yo, que la verdadera razón por la cual no aniquilaste a tu vieja amiga fue por los sentimientos que aún guardas por ella ¿Verdad?

- Bueno... Mi lord... Yo... – dudó Etray.

Pero antes de terminar Darth Sidious le arrebató el casco a su aprendiz dejando ver la cicatriz que Ahsoka le había dejado en el rostro para luego decirle:

- Mírate, eso es lo que pasa cuando dudas de tus objetivos, aunque sea un segundo fue más que suficiente para casi morir.

- Pero... Maestro... - alcanzó a decir Etray.

Y sin esperar más, Sidious descargó una tormenta de rayos sobre la Sith y ambas inquisidoras por sus fracasos haciéndoles retorcerse del dolor, mientras les decía:

- Estas son las consecuencias del fracaso.

- Maestro... Perdónenos... - dijeron las 3 chicas.

A lo cual Palpatine solo dijo:

- El perdón no arregla del daño causado – intensifica la potencia de la descarga mientras ríe en tono de burla.

La tortura continuó por unos eternos segundos mientras Palpatine disfrutaba ver como las 3 chicas se retorcían de dolor con total impotencia ante el arrollador poder del Señor Oscuro de los Sith, con sus huesos brillando a través de su piel y con sus cuerpos echando humo, hasta que finalmente el Sith decidió cesar con la eterna tortura, exhaustas las chicas intentaron ponerse de pie con sus extremidades aun entumecidas por la descarga eléctrica que parecía seguir recorriendo sus cuerpos, entonces tras levantarse con dificultades 3 chicas le dijeron al Sith:

- Lo sentimos... Maestro... No volveremos... A fallar...

- Eso espero – dijo Palpatine en tono amenazante.

De inmediato Darth Etray recogió su casco y ella junto a ambas inquisidoras dieron media vuelta para retirarse, pero Palpatine tenía otros planes por lo que dijo:

- Darth Etray, aún no termino contigo.

- ¿Cómo? – dijo la Sith temerosa – Pero... Maestro...

A lo cual el Sith dijo:

- Me temo que necesitarás más instrucción sobre el lado oscuro de la fuerza– dijo mientras dejaba salir unas chispas entre sus dedos y sacaba uno de sus sables desde sus túnicas.

Ante eso la fémina solo atinó a decir:

- Oh... no...

Finalmente, el ángel plateado había emergido del hiperespacio cerca de Yavin IV, entonces Ahsoka le dijo a la maestra Jocasta:

- Muy bien maestra, al fin llegamos a Yavin.

- Lo logramos y todo gracias al trabajo de las 3 – felicitó la maestra.

Pero en ese momento se encontraron con la flota Separatista que resguardaba el planeta a lo cual Rafa dijo con nerviosismo:

- Wow, espera Ahsoka ¿Esas son naves Separatistas?

- Así es – contestó la togruta – pero no te preocupes, estamos del mismo lado.

De pronto una señal de transmisión entrante sonó y Ahsoka la contestó pudiendo escucharse a un capitán droide B1 decir:

- Están en nuestro rango de visión por favor identifíquese.

Las hermanas Martez solo se miraron con nerviosismo mientras Ahsoka les decía:

- Descuiden, déjenmelo a mí.

Y con el canal de comunicación abierto la togruta dijo:

- Soy Ahsoka Tana desde el transportador El Ángel Plateado, vengo de regreso de la misión de rescate a Coruscant encargada por el consejo Jedi, vengo también acompañada de 2 refugiadas.

A lo cual el droide contestó:

- Roger, Roger, por favor mantenga su curso mientras avisamos al consejo Jedi de su llegada.

Por mientras Rafa y Trace le preguntaban a Ahsoka:

- ¿Estás segura de que nos dejarán pasar?

- Descuiden – dijo la togruta – todo estará bien, confíen en mí.

Hasta que finalmente el droide les dijo:

- No hay problemas, pueden pasar.

Ambas hermanas respiraron aliviadas mientras el transporte pasaba el bloqueo hacia la superficie de Yavin IV hasta finalmente aterrizar en los hangares del templo Jedi donde los miembros del consejo los esperaba junto al capitán Rex y unos droides.

Una vez apagados los motores la compuerta de la nave se abrió dejando ver a Ahsoka junto a Jocasta Nu quienes bajaban tranquilamente seguidas de las hermanas Martez, entonces de inmediato la comitiva que los esperaba los recibió:

- Un placer verla de vuelta comandante – saludó Rex.

- Gracias Rex – dijo la togruta.

- Bien hecho Ahsoka, jamás dudé de ti mi joven padawan – dijo el maestro Plo.

- Estoy de acuerdo con eso – concordó Obi Wan.

A lo cual Ahsoka sonrió mientras Yoda le decía a la maestra Jocasta:

- Maestra Jocasta, volver a verla gusto me da.

- Igualmente, maestro Yoda – dijo la maestra.

Luego Yoda observó a las hermanas Martez para decirles:

- Veo que visitantes con ustedes vienen – rio amablemente el maestro verde.

Entonces Trace se presentó:

- Mi nombre es Trace maestro Jedi, Trace Martez y ella es mi hermana Rafa Martez – dijo señalándola para luego agregar – nosotras ayudamos a Ahsoka y a la maestra a escapar de Coruscant.

Ahsoka por su parte agrega:

- Así es maestro sin ellas jamás podríamos haber salido de Coruscant.

- Mmm... - pensó el maestro para decirle a las 2 hermanas – pues muy agradecida con ustedes la Orden Jedi está ¿Retribuirlo podemos cómo? – preguntó el maestro.

A lo cual Rafa decide contestar:

- La verdad no entiendo muy bien su forma de hablar señor, pero si habla de retribución, le informo que nosotras ya no tenemos hogar, ni trabajo, ni tampoco tenemos donde quedarnos ya que por salvar a Ahsoka y a la maestra es muy probable que ahora seamos fugitivas del Imperio.

Y Yoda sin dudarlo dijo:

- Mmm... Hogar no tener, ir no tienen a dónde, perseguidas por Imperio son, pues quedarse en el templo pueden.

- ¿Enserio? – preguntaron ambas hermanas incrédulas.

- Así es – contestó Obi Wan – de todos modos, aquí tenemos mucho espacio y es lo mínimo que podemos hacer por ustedes.

- Mucho perdieron ya por ayudar – dijo Yoda – este su nuevo hogar será.

- Entonces está decido – dijo Rafa.

- Muchas gracias, maestro Jedi – dijo Trace.

Luego Yoda llamó a un par de droides para decirles:

- Por favor, a ambas hermanas a sus habitaciones guiar.

- Roger, Roger – obedecieron los droides para luego decirle a ambas chicas – por aquí señoritas.

A lo cual Trace sorprendida dijo:

- Wow, son auténticos droides de batalla Separatistas, jamás pensé verlos tan cerca y sin que nos traten de matar.

- Eh... - dijeron los droides – pues... Agradecemos su apreciación.

Después las chicas se fueron junto a los droides mientras los miembros del consejo junto a Rex acompañaban a la maestra Jocasta a la sala del consejo para hablar respecto a todo lo sucedido.

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