Mientras tanto en el antiguo templo Jedi en Coruscant se encontraba Palpatine junto a Mas Ameda supervisando desde su escritorio las tareas de reacondicionamiento del templo Jedi para fungir como el palacio Imperial en el futuro próximo cuando de pronto una transmisión interrumpe su rutina, de inmediato el Sith enciende el holoproyector y con su voz rasposa dice:
- Capitán Tarkin, esperaba su reporte ¿Qué noticias tiene del frente?
- La situación en el frente se ha estabilizado, si bien los Separatistas consiguieron retomar algunos mundos en el norte del borde medio de la galaxia como Munnilinst y Cato Neimoidia nosotros en cambio conseguimos avances en el sur de dicho borde, por otro lado, hemos conseguido repeler con éxito las incursiones Separatistas a lo largo de los bordes medio y exterior y todo indica que la actividad separatista se ha concentrado en los extremos norte y sur de la galaxia.
- Bien hecho capitán – dijo el Sith – ahora necesito que se haga cargo de la insurrección de los mundos del núcleo, especialmente Chandrila y Alderaan, envíe una flota para mantener el orden, yo me haré cargo de la situación del senado, no dejaré que un grupo de senadores republicanos nostálgicos se interpongan en mis planes de dominación galáctica.
- Como ordene mi Lord.
Luego Tarkin cortó la transmisión y Sidious se dirigió a Mas Ameda para decirle:
- Dime, para cuándo estarán listos el siguiente lote de Cruceros Imperator.
- Dentro de 3 meses estarían saliendo las primeras unidades, mi Lord.
- Bah... No es suficiente, necesitamos esas naves ahora mismo si queremos dar el golpe definitivo – reclamó el encapuchado.
- Esas naves podrían compensar la ausencia de su aprendiz ¿Cierto? – preguntó el gran visir.
- En parte – contestó Sidious – y respecto eso ya he barajado algunas alternativas.
En ese momento desde un rincón oscuro aparece un grupo de sujetos uniformados liderados por un sujeto alto y pálido, los cuales se arrodillaron y el líder de aquel grupo dijo:
- Estamos para servirle mi Lord.
A lo cual el Sith sonrió satisfecho para decirle:
- De pie Gran Inquisidor.
Por su parte Mas Ameda dijo:
- Entiendo, los Inquisidores serán muy útiles para el Imperio, pero supongo que también necesitará una mano derecha ¿No cree?
- Pues también he cubierto ese flanco – dijo el Sith mirando a Mas Ameda para luego decir – adelante mi joven aprendiz.
Palpatine indica a otro sector oscuro de donde sale una figura encapuchada la cual con una voz femenina dice:
- Estoy lista para servirle, maestro.
El emperador solo sonríe y dice satisfecho:
- A pesar del revés y los retrasos que tuvimos al principio las cosas siguen marchando de acuerdo con mis planes, nada ni nadie impedirá que el Imperio se imponga como la única fuerza dominante en toda la galaxia jajaja.
Mientras tanto en el hiperespacio me hallaba camino a los astilleros de Mon Cala para supervisar la construcción de lo que sería mi futura nave insignia el Malevolencia II un crucero clase Subyugador, pero más grande y mejor armado que el original:
- General, nos acercamos a Mon Cala.
- Muy bien, ansío ver los avances de la construcción de mi nueva nave de mando, cof... cof...
Finalmente llegamos a los astilleros, subí junto a mis magnaguardias a una lanzadera para aterrizar en una plataforma donde me esperaban los encargados de las instalaciones, un grupo de Quarren y Mon Calamari, una vez en la bahía de aterrizaje descendí de mi lanzadera y uno de los encargados, presumiblemente el jefe me dijo:
- General Grievous, nos honra con su presencia.
- Olvide las formalidades – contesté – vine a revisar los avances de mi nave insignia cof... cof...
- Por supuesto General, de inmediato le mostraremos los avances.
Entonces los encargados, mis guardias y yo partimos hacia la cabina de supervisión para observar el estado de la construcción, en el camino aquel encargado me dijo:
- Como verá General, nuestros hombres trabajan lo más rápido posible, para satisfacer todas las especificaciones que usted nos dio.
- Y ¿No han tenido problemas con los fondos? Cof... cof... - pregunté.
- Por el momento no General, aunque al principio tuvimos problemas con las bahías de ensamblaje debido a las dimensiones del crucero, nuestra bahía más grande podía aparcar naves de hasta 5 kilómetros como la clase Subyugador original, pero nos hicimos cargo de ese inconveniente uniéndola con las bahías que usábamos para las variables grandes de los Providence.
- Excelente, detálleme las especificaciones – ordené.
- Con mucho gusto General, verá, la clase Subyugador II, como decidimos nombrarla, cuenta con una longitud total de 7.500 metros, un 50% más grande que su versión original, contará con los 2 cañones de iones, pero cada uno estará abastecido por reactores independientes, tal como usted lo solicitó, para aumentar la candencia de tiro e impedir que se produzca una reacción en cadena que inhabilite ambos cañones en caso de un ataque, en lo que respecta al combate nave a nave, esta clase contará con aproximadamente 1.000 baterías turbolaser distribuidas a lo largo de todo el casco de una manera equitativa para asegurar una cobertura homogénea, además de 500 tubos lanza torpedos también distribuidos a lo largo del casco, finalmente contará con más hangares para albergar cerca de 500 cazas de complemento también distribuidos a lo largo del casco para permitir una respuesta rápida y balanceada en todos los frentes, por otro lado para facilitar el comando de la nave esta contará de 3 puentes de mando al estilo de los cruceros Providence, de ese modo tendrá más autonomía y podrá permanecer operativo aún en las peores condiciones.
- Muy bien, ahora dígame ¿Para cuándo estará listo? – inquirí al Quarren.
- La verdad es arriesgado dar un plazo, pero...
Ante la duda miré seriamente al encargado el cual nervioso dijo:
- La obra gruesa del casco estará terminada dentro de 5 meses como mínimo y estará completamente terminado en 9 meses o incluso 1 año – nervioso.
- Es más, de lo que esperaba – pensando.
- No se preocupe General, le garantizamos que la espera valdrá la pena – dijo el Quarren con evidente nerviosismo.
- Eso espero cof... cof... Entonces regresaré dentro 3 meses para supervisar sus avances.
- Sí señor, no lo defraudaremos – dijo el encargado.
Me doy media vuelta y camino hacia la bahía de embarque seguido por mis magnaguardias para subir a mi lanzadera ante la mirada nerviosa de los encargados del astillero.
Mientras tanto en Naboo se encontraba Anakin junto a Padmé y los pequeños Luke y Leia que tenían 1 mes de nacidos, pero Anakin los miraba con algo de preocupación a lo cual Padmé le dice:
- ¿Qué ocurre Ani?
- Me preocupa el futuro, todo esto es tan confuso, ahora los Separatistas son los buenos, Grievous está de nuestro lado y el Imperio persigue a los Jedi – reflexionó el Jedi.
- Te entiendo, las cosas están muy confusas en estos tiempos, la verdad hay ocasiones en las cuales no sé en qué pensar.
- Pero más que el futuro de la galaxia me preocupa el futuro de los bebés y tú futuro Padmé, no sé qué hacer, si regreso al frente de batalla Palpatine podría tomar represalias contra ti y tu familia y si me quedo sin hacer nada tarde o temprano nos encontrarán y nos separarán de los bebés, siento que estamos al centro del peligro.
- Eso no pasará Ani – aseguró Padmé – recuerda que, si bien apoyamos a los Separatistas de facto, para ojos del Senado Imperial todavía formamos parte del Imperio así que no tienen motivos políticos para molestarnos.
- Pero si motivos basados en la fuerza – le recordó el elegido – recuerda que cuando se trata de la fuerza a Palpatine no le importa la política ni las leyes, simplemente hará lo que sea por encontrarme o peor, a los bebés, tal vez sea más seguro llevarlos al espacio Separatista o a un mundo que no esté metido en la guerra.
Las palabras de Anakin dejaron pensando a la senadora de Naboo la cual concordó con su esposo diciéndole:
- Tienes razón, quizás lo más sensato en esta ocasión sería mantenernos al margen de la guerra y de la política para dedicarnos a criar y proteger a nuestros hijos.
- Y comenzar una nueva vida lejos de todo esto – agregó Anakin.
- Así es ¿Tienes alguna opción? – preguntó la senadora.
A lo cual Anakin, con una mueca de desagrado dijo:
- Me temo que Tatooine parece la mejor opción.
- ¿Con tus hermanastros los Lars? – preguntó Padmé.
- Así es – asintió.
- Pues en ese caso mañana comunicaré al Senado Imperial mi renuncia como Senadora de Naboo y nos iremos a Tatooine a criar a nuestros hijos.
- Pues está decidido entonces – sonrió Anakin.
Anakin y Padmé se miran por unos segundos para abrazarse esperanzados en su nuevo futuro.
Por otro lado, en la órbita de Cato Neimoidia en uno de los cruceros Lucrehulk que conformaban la fuerza de defensa planetaria se encontraban Ahsoka, Plo Koon y Rex abriéndose paso por el bloque de celdas para visitar a los soldados clon apresados en la batalla anterior, pero al entrar los clones comenzaron a actuar de manera errática gritándoles a ambos Jedis:
- ¡Traidores! ¡Los Jedi deben morir! ¡Debemos obedecer! ¡Todos los Jedi son traidores! ¡Debemos cumplir con la Orden 66!
- ¿Orden 66? – dijo Plo Koon.
- Debe ser por el chip inhibidor – afirmó Ahsoka.
- ¿Chip inhibidor? – preguntó el maestro jedi.
- Así es – confirmó Rex – a todos los clones se les implantó un chip inhibidor con el propósito de hacerles completamente obedientes a las órdenes del Canciller ahora Emperador.
- Ahora entiendo por qué mis hombres no dudaron en disparar contra mi nave, pues entonces tendremos que retirarles los chips para que recuperen la razón – dijo Plo Koon.
- Así es, nos tomará tiempo quitarles el chip a todos ellos, pero valdrá la pena, todo sea con tal de recuperar a mis hermanos – concluyó Rex,
Ahsoka y Plo Koon asienten y deciden ponerse manos a la obra para realizar los preparativos y remover los chips de todos los clones prisioneros.
Finalmente, en Munnilinst, luego de una larga campaña de ocupación terrestre las fuerza al mando del Capitán Mar Tuuk había tomado la mayor parte de la superficie de aquel planeta:
- Capitán, nuestras tropas han tomado la mayor parte de la superficie del planeta, tan solo quedan unas cuantas bolsas de resistencia Imperial con unas probabilidades de victoria de solo un 5%
- ¿5%? Pues esas son excelentes noticias – dijo el Neimoidiano – pronto tendré ese rango de almirante que merezco, contácteme con el General Grievous ¡De inmediato!
- Roger, Roger.
Mientras tanto yo recibo la notificación de aviso diciendo:
- Diga cof... cof...
- General Grievous, tengo excelentes noticias para usted, la flota imperial ha sido completamente expulsada de Munnilinst y nuestras tropas han tomado la mayor parte del planeta – informó el capitán.
- Eso es increíble, sin duda usted no consigue más que engrosar su prontuario de victorias – lo felicité.
- Así es y supongo que merezco algo por esto ¿No cree?
- Efectivamente, le concederé el rango de Almirante cof... cof... - afirmé.
- Me siento honrado General, dígame ¿Cuál será mi siguiente misión?
- Cuando controle por completo el planeta dirija una incursión a Mygeeto para recuperar la última frontera que teníamos y de ese modo estabilizaremos el frente.
- Como ordene General.
Mar Tuuk se desconecta y yo digo:
- Y hablando de recuperar el frente eso me recuerda al general Kalani, si mal no recuerdo Dooku lo envió al sistema Agamar para esperar órdenes ¡Pronto, póngame en contacto con el General Kalani! – ordené a los droides.
- ¡Roger, Roger!
Luego de eso pregunté a uno de los pilotos droides:
- ¿Está todo listo para saltar al hiperespacio?
- Sí General, la navicomputadora está haciendo los últimos cálculos para saltar.
- Bien, por cierto ¿Cuánto tiempo creen que nos tome llegar a Dathomir? – pregunté.
- Estaremos en Dathomir en aproximadamente 30 minutos, General.
- Jajaja, muy bien, estén preparados para asaltar el planeta cuando lleguemos cof... cof... Allí estableceremos un puesto de avanzada para dirigir más incursiones hacia el borde medio y si es posible el núcleo de la galaxia cof... cof... - gruñendo – y después de Dathomir iré a hacerme una cirugía a los pulmones porque ya no soporto esta tos.
Entonces uno de los droides dice:
- General, conseguimos hacer contacto con el General Kalani.
- Proyéctelo cof... cof... - ordené.
Y el droide táctico me dijo:
- Cuáles son sus órdenes General Grievous.
- Quiero que se dirija al sistema Dathomir, una vez ahí le diré los detalles – ordené al droide.
- A la orden, señor.
Luego corté la transmisión y los pilotos droide me avisaron que estaba todo listo para saltar al hiperespacio por lo que ni cortos ni perezosos pusimos rumbo a Dathomir.
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