12. Buscando al Maestro (Parte 2)
Buen día a todos mis lectores, en primer lugar ¿Cómo han estado? y en segundo lugar quiero pedirles disculpas por haberlos postergado tanto tiempo, de verdad lo siento en lo más profundo de mi corazón, en lugar de responderles los dejé tendidos y enfoqué mi esfuerzo en cosas que no me traerían buenos resultados, pero finalmente regresé, espero que este nuevo capítulo pueda estar a la altura de sus expectativas.
[Cuanta nostalgia aquellos tiempos :'v]
Luego de aterrizar en el planeta Ahsoka y yo partimos junto con los droides hacia la ciudad puente que teníamos en frente para proceder a la toma de aquella, pero antes decidí ponerme mis túnicas oscuras y mi capucha para no ser reconocido, unas vez disfrazado irrumpimos con nuestras tropas en la ciudad, de inmediato los clones intervinieron en las calles con sus tanques y sus AT-TE mientras nosotros respondíamos con los droides araña y los tanques AAT, mientras tanto en los cielos los cazas droide nos daban apoyo aéreo bombardeando a los lentos AT-TE, pero las cañoneras LAAT, los ARC-170 y los Ala-V no tardaron en aparecer también, en cuestión de minutos las calles y edificios comenzaron a llenarse de escombros, cadáveres y cráteres mientras las explosiones se hacían presente a lo largo de toda la ciudad, por otro lado más naves de aterrizaje aparecieron desde el espacio para desplegar más tropas en el resto de las ciudades Neimoidianas llevando los combates a una escala planetaria. Mientras tanto en nuestro frente de batalla Ahsoka y yo avanzábamos de manera implacable sobre los clones, reflejando disparos y lanzando estocadas por doquier y aprovechando que tenía mis 4 brazos usé 2 para portar mis sables rojos y los otros 2 para sostener un par de blásters y atacar a distancia a los clones, de ese modo me aseguraría de que ningún clon se me escaparía.
Continuamos avanzando tomando calle por calle y edificio por edificio hasta que al cabo de unas horas la ciudad era casi nuestra, ante nuestra inminente victoria algunos rebeldes Neimoidianos se armaron de valor y decidieron unirse a nuestras filas además de facilitarnos información, aprovechando la circunstancia Ahsoka pregunto si algunos rebeldes habían visto al maestro Plo, pero si bien ninguno afirmó haberlo visto contaron rumores sobre un Jedi que merodeaba por los alrededores realizando actos de sabotaje contra el Imperio, luego continuamos con nuestra lucha hasta llegar al centro de comando del Imperio en Cato Neimoidia y como era de esperarse los clones opusieron una férrea resistencia a pesar de ser superados ampliamente en número por nuestras fuerzas, dispusieron de todos los vehículos blindados a su alcance para rodear el edificio el cual también se encontraba rodeado por un escudo deflector y que para colmo tenía una sola vía de acceso bastante estrecha que era por el frente lo cual haría aún más difícil nuestra misión ya que si entrabamos, las tropas y tanques de atrás no nos podrían dar cobertura debido al escudo y al estar desprovistos de un respaldo seríamos blanco fácil para los artilleros quienes estaban listos para disparar y los cazas por su velocidad se destruirían al intentar entrar al escudo, por lo cual la única estrategia viable era ingresar a tantos droides fuera posible para mantener ocupado a los clones y luego hallar el generador de escudos para desactivarlo y continuar con la toma del edificio, pero tampoco quería perder tantas tropas, así que pensé en ingresar con los Droidekas, Magnaguardias y Droides Comando al frente para llamar la atención de los clones mientras el resto del ejército avanzaba por atrás, entonces eso hicimos, ingresamos al escudo y de inmediato los clones comenzaron a atacarnos, pero Ahsoka y yo junto a los Magnaguardias y Droidekas conseguimos distraer a los clones mientras los droides comando nos cubrían con sus lanza cohetes, mi estrategia era bastante arriesgada puesto que consistía en acercarme a los AT-TE para limitar el actuar de los clones por mientras los droides disparaban con sus lanzamisiles desde la distancia y aprovechando su mayor agilidad no serían un blanco fácil de atinar por parte de la artillería de los AT-TE, parecía que teníamos todo a nuestro favor, pero el problema eran los francotiradores y algunas unidades también armadas con lanzacohetes que se ocultaban en la torre, por lo tanto no nos quedó de otra que correr alrededor de los AT-TE intentando cortar sus patas y los cañones con nuestros sables para inhabilitarlos, pero era más fácil decirlo que hacerlo, finalmente los clones poco a poco comenzaron a ganar terreno y tuvimos que retroceder para replantear nuestra estrategia:
- Ahora ¿Qué hacemos? – preguntó Ahsoka.
- Bueno, era esto o saturar el frente con droides – dije pensando en un plan.
- Pues entonces tendremos que arriesgarnos o si no, no podremos ganar esta batalla – reflejando un disparo.
- Ay una tercera opción – disparando mi bláster.
- Así ¿Cuál es?
- Sobrecargar el escudo con nuestros disparos – reflejando un disparo.
Luego Ahsoka miró a su entorno y dijo:
- Pero, a juzgar por las características del terreno no podremos disponer de todo nuestro armamento para tener la potencia de fuego suficiente como para sobrecargar los escudos.
- Entonces lo haremos mediante un bombardeo orbital – dije sin más opción.
- Pero eso acabará con buena parte de la ciudad – advirtió Ahsoka.
- Son ellos o nosotros – dije en tono frío.
- Aghh... Está bien, no queda de otra ¡Todos retrocedan! – dijo Ahsoka con algunas dudas.
- Roger roger.
Luego encendí mi comunicador para ordenarle a la flota el bombardeo:
- Todas las naves en órbita preparen las baterías para el bombardeo orbital a mi señal.
- Roger roger.
Entonces cuando nos disponíamos a retroceder para no ser alcanzados por el bombardeo se escuchó una explosión desde el interior del edificio y el escudo se desactivó, sorprendido dije:
- Pero ¿Qué fue eso?
- Debe ser él – dijo la togruta con gran entusiasmo.
- ¿Estás segura? – cuestioné.
- Absolutamente.
- Bien, en ese caso cof... cof... - hablando al comunicador – cancelen el ataque.
- Roger roger.
Después ordené:
- ¡Que los tanques pasen al frente junto con los droides buitre! ¡Los comando con lanzacohetes cubran desde los flancos! ¡Esta batalla termina aquí! – encendiendo mis sables rojos - ¡A la carga!
Ahsoka y yo lideramos el ataque junto a los tanques mientras los droides avanzaban por atrás y los droides buitre atacaban la torre y bombardeaban a los AT-TE del Imperio, los clones a su vez se vieron sorprendidos por la retaguardia por una fuerza guerrillera liderada por el maestro Plo Koon abrumando rápidamente a los clones quienes comenzaron a caer uno a uno, durante la batalla nos encontramos con el maestro Plo y Ahsoka le dijo:
- Maestro, me alegra verlo de nuevo – reflejando disparos.
- A mí también me alegra verte joven padawan y también a ¿Grievous?
- Es una larga historia maestro – dijo la togruta.
- Todo está al revés en estos tiempos – afirmó el maestro mientras reflejaba disparos.
En eso dije:
- Estos clones son molestos, Ahsoka realicemos la maniobra especial.
- Bien, a mi señal – dijo la togruta.
- Te espero – le dije.
- ¡Ahora! – exclamó ella.
De inmediato Ahsoka realizó un gran empuje con la fuerza haciendo caer a todos los clones que teníamos en frente, entonces yo salté a toda velocidad con mis sables girando para masacrar a todos los clones antes de que se levantaran mientras le gritaba:
- ¡Ahhhh...! ¡Ahí tienen, clones! – lanzando estocadas y patadas por doquier.
Por su parte el maestro Jedi solo opinó:
- Es una movida poco ortodoxa en mi opinión – tocándose el mentón.
- Pero es efectiva maestro – dijo la togruta.
Mientras yo continuaba masacrando a los clones ya sea clavando mis sables, mutilándolos o machacándolos a golpes, entonces el maestro Plo dijo:
- No dudo su efectividad, pero es demasiado brutal para mi gusto – desviando algunos disparos.
Entonces Ahsoka me gritó:
- ¡Grievous solo desármalos, no los mates! – desviando disparos.
Y sosteniendo a un clon del cuello le dije:
- Ah... Y justo cuando me estaba divirtiendo – dejando caer al clon – muy bien, solo los desarmaré cof... cof...
Me lancé de nuevo contra los clones dando finas estocadas cortando sus rifles y pistolas para después noquearlos con golpes, así continuamos con los clones hasta derrotarlos a todos.
Luego de unas horas de la invasión Cato Neimoidia estaba asegurada, entonces los clones sobrevivientes fueron trasladados a los bloques de celdas mientras los droides junto a los civiles iniciaban las labores de limpieza y remoción de escombros, en paralelo yo le explicaba al maestro Plo lo sucedido en este mes y medio desde la orden 66:
- Y por esa razón ahora somos aliados cof... cof...
- Interesante, quién diría que el sujeto que por poco nos mata con el Malevolencia ahora sería nuestro aliado.
- La realidad nos ha presionado a tomar estas decisiones, por cierto, también estoy impresionado de que haya sobrevivido ¿Cómo lo hizo? Cof... cof...
Entonces el maestro procedió a contarnos su historia de supervivencia a la orden 66:
- Bueno, cuando Palpatine ejecutó la orden 66 los hombres que me escoltaban abrieron fuego contra mi caza logrando dañar el motor y destruyendo buena parte de este, en ese momento intenté eyectarme puesto venía en picada contra unos edificios, pero el sistema falló, pensé que estaba condenado, pero en un instante empujé el cristal de la cabina con la fuerza y salté segundos antes de estrellarme mientras los cazas clones simplemente pasaron de largo pensando que caería al vacío a una muerte segura, afortunadamente logré sostenerme de unas lianas que colgaban de unas rocas por debajo de las nubes para luego regresar, después de subir a la ciudad los clones ahora al servicio del Imperio Galáctico habían tomado la ciudad mientras algunas unidades droides y guardias Neimoidianos continuaban resistiendo contra las fuerzas imperiales, luego de escuchar algunos rumores me había enterado del ataque al templo en Coruscant y de que los Jedis estaban proscritos y eran perseguidos por el nuevo Imperio, a partir de ese día dejé de ser el mismo y pasé a la clandestinidad y si las cosas no podían ir peor fui capturado por la resistencia Neimoidiana, algunos líderes intentaron entregarme al Imperio a cambio de que ellos se retiraran, pero los convencí de que aquello sería un intento inútil y el Imperio tarde o temprano regresaría por más, así que luego de dialogar un rato finalmente me ofrecieron unir fuerzas conmigo para expulsar al Imperio de Cato Neimoidia lo cual acepté pasando a liderar la Guerrilla de Resistencia Neimoidiana realizando actos de sabotaje contra las instalaciones Imperiales.
- Interesante – dije para luego agregar – pues ahora que Cato Neimoidia está libre del yugo Imperial te doy la bienvenida al bando Separatista.
- Agradezco su consideración general, pero antes quisiera saber ¿Qué sucedió con mis hermanos Jedis? – preguntó el maestro.
- Si se refiere a los sobrevivientes, una buena parte de los más grandes maestros están a salvo dirigiendo algunas misiones desde Yavin IV, ahí decidieron refundar su orden a sugerencia mía cof... cof...
- Esas son buenas noticias, dentro de todo este caos – concluyó el maestro.
- Así es maestro – dijo Ahsoka con alegría.
De pronto apareció un droide para decirme:
- General, el capitán Mar Tuuk informa que logró deshacer el bloqueo Imperial en Munnilinst y procederá al desembarco de tropas para apoyar a las resistencias locales.
- Excelente noticia – dije con entusiasmo – las facciones que forman parte de la alianza lentamente recuperan el control de sus mundos centrales, el tercer mundo importante por recuperar es Geonosis, pero será complicado hacerlo y primero necesitamos estabilizarnos para continuar con este conflicto cof... cof...
Luego de eso los 2Jedis y yo partimos hacia mí nave insignia para seguir planificando las cosas por hacer.
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