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10. El nacimiento de una nueva esperanza.

Luego de una larga conversación con la togruta finalmente comprendió la situación, posterior a esa plática nos dirigimos a conversar con Bo-Katan y el alto mando de Mandalore quien recién se estaban reinstalando en el poder para negociar la unión del sistema a la alianza separatista lo cual frente al peligro que representaba el recién formado Imperio Galáctico para su autonomía no les quedó de otra aceptar obviamente con la condición de no pasar a llevar la autonomía del planeta, darles igualdad de derecho a voz y voto en el senado separatista y además con el compromiso de establecer un régimen de defensa mutua de los Separatistas a los intereses Mandalorianos y viceversa. 

Luego de negociar procedí a llamar una flota para patrullar el espacio Mandaloriano frente a cualquier incursión Imperial, después de hacer todo este trámite me retiré junto a los Jedis y el capitán Rex hacia mi nave insignia para reponernos de la batalla, de paso ordené el envío de un par nuevo de brazos para reemplazar los que me había cortado el buen Anakin y volver a estar al 100% de mi capacidad, por su parte Ahsoka fue a las celdas a reunirse con su antiguo maestro acompañado de Rex, Obi Wan y Yoda con la esperanza de recuperar definitivamente al elegido de la fuerza, por mientras yo esperaba la llegada de mis nuevos brazos me quedé estudiando posibles nuevas alianzas para engrosar nuestras filas y aumentar la influencia de la Confederación a lo largo de la galaxia, pensé en mundos como Mon Cala, Naboo, Alderaan, Rylot, Shili entre otros, principalmente Mon Cala puesto que los Mon Calamari disponían de una enorme flota comercial que perfectamente podría adaptarse para funciones militares potenciando en gran medida a la Armada Confederada frente a los nuevos destructores de clase Imperial y si bien los Mon Calamari estaban en guerra con los Quarren (Separatistas) la amenaza del Imperio podría hacer que resolvieran sus diferencias y facilitar las cosas para convencerlos a unirse, por otro lado Naboo y Alderaan también eran mundos importantes gracias a sus riquezas e influencia diplomática, la riqueza de las casas reales de Naboo y Alderaan podría ayudar a aligerar la enorme carga que económica que estaba soportando el Clan Bancario y la Federación de Comercio mientras que su influencia diplomática nos abriría las puertas a nuevas alianzas con los mundos del núcleo y lo mejor de todo es que esas alianzas eran más un hecho que una posibilidad puesto que tanto el Senador Organa como la Senadora Amidala estaban bastante descontentos con la gestión del Palpatine y más aún con la proclamación del Imperio, junto con Mon Mothma y otros cuantos senadores los que en la historia original habían sido los precursores de la Rebelión. 

Al final si todo salía a la perfección la fuerza opositora al Imperio Galáctico terminaría siendo una suerte de amalgama entre Separatistas y Rebeldes con algunas diferencias ideológicas, pero con un mismo objetivo, acabar con el Imperio Galáctico y reemplazar el sistema imperante con uno más justo tanto para los mundos del núcleo como para los del borde exterior.

Luego de toda esa reflexión y planificación geopolítica tracé mi ruta de acción, aprovechando que estaba en el norte de la galaxia mi primer movimiento sería ir declarar el cese de hostilidades con aquellos mundos con los que quería aliarme, luego enviar una comitiva diplomática a Mon Cala para realizar la negociación, para este caso los Jedi serían muy útiles, en especial Obi Wan Kenobi y el Maestro Yoda, después una vez que Padmé se recuperara de su parto la siguiente negociación sería con ella Mon Mothma y Bail Organa, después enviaría otra comitiva hacia Rylot, Shili y Cristophsis también para negociar y así sucesivamente tratando de captar tantos aliados como fuese posible, también enviaría a escuadrones para buscar a los Jedis supervivientes a la orden 66 para hacerles formar la nueva orden Jedi en Yavin IV y una vez terminadas estas alianzas comenzaría con las invasiones masivas al Imperio en diversos mundos y por todos los frentes posibles retomando mundos importantes como Mygeeto y Geonosis en especial este último ya que en éste se estaba construyendo la estrella de la muerte y era vital para el futuro de la guerra destruirla o capturarla. Una vez hecha la planificación geopolítica del movimiento separatista esperé a que llegaran los demás para contarles mis planes y ver si estaban todos de acuerdo con la idea, entonces recibí una transmisión de parte de Obi Wan desde el bloque de celdas quien me dijo:

- Grievous.

- Dígame, Kenobi.

- Ya nos reunimos con Anakin – informó el maestro.

- ¿Y está todo bien por allá?

- Por fortuna todo bien con Anakin ¿Y usted qué hace?

- Nada en especial, solo encargué un par nuevo de brazos para volver a tener los 4 y además realicé un plan geopolítico a largo de plazo para nosotros, pero necesito que ustedes lo aprueben para ejecutarlo cof... cof...

- No sabía que a usted le interesaba la política y la diplomacia – dijo el maestro Jedi con algo de extrañeza.

- En principio no, pero ahora que el Conde Dooku ya no está la Confederación necesita que alguien asuma el rol de líder político así que las circunstancias me han forzado a asumir ese papel.

- Interesante – dijo Obi Wan con su mano en el mentón – bueno iremos para allá

- Los espero cof... cof...

Luego los Jedis llegaron y yo les presenté mi plan de acción el cual discutimos por un rato principalmente para repartirnos las tareas de negociación finalmente las tareas quedaron repartidas de la siguiente manera, el maestro Yoda iría a negociar con los Mon Cala, Obi Wan iría a Rylot a convencer a Cham Syndulla y los demás líderes guerrilleros y finalmente Ahsoka iría a su planeta natal Shili junto a Rex para negociar con los togruta, todos ellos escoltados por una flota compuesta por los mejores cruceros y una fuerza con los mejores droides para reprimir cualquier fuerza del Imperio que pretendiese impedir las negociaciones y también para proteger a los Jedis puesto que la orden 66 estaba a la orden del día, valga de redundancia, mientras que por mi parte me quedaría dirigiendo diversos ataques a las fuerzas imperiales para mantener su atención enfocada en los ataques en lugar de los Jedis, no obstante me quedaría solo por lo tanto existía la posibilidad de que el mismísimo Darth Sidious viniera a deshacerme de mí en persona y recuperar a Anakin, pero tenía una última alternativa para ese caso y esas eran Anakin y Maul quienes si bien estaban en prisión podrían en última instancia ayudarme contra el señor oscuro de los Sith, también no olvidemos que le había dicho a Obi Wan que avisara a todos sobre mi supuesta muerte por lo tanto a ojos de la galaxia yo estaba oficialmente "muerto", no obstante Sidious era muy astuto y frente al fracaso y desaparición de su aprendiz en Mustafar como también los nuevos asedios que llevaría a cabo le harían tener suficientes indicios para sospechar de que algo no andaba bien así que de todos modos debía estar preparado y también preocuparme de mantenerme tras las sombras durante mis ataques al más puro estilo de Sidious hasta que fuera oportuno el momento o hasta que el susodicho me descubriera.

Finalmente y luego de una larga espera mis nuevos brazos llegaron yéndome rápidamente a las instalaciones médicas de la nave para instalarlos y reparar los daños a mi armadura, luego de unos minutos salí como nuevo entonces hablé un rato con los Jedis para afinar los últimos detalles y después nos separamos a nuestras respectivas misiones, yo por mi parte ordené dividir mi flota para crear 3 flotillas de escolta diplomática además de asignarle unos destructores clase Providence como nave insignia a cada Jedi y ya cuando estos habían llegado a sus respectivas naves insignia estaba todo listo para partir, pero antes de saltar al hiperespacio les dije a los Jedi:

- Muy bien Jedis llegó la hora de separarnos, se nos vienen tiempos complicados, pero estoy seguro de que todos nuestros esfuerzos darán resultado, les deseo mucho éxito en su misión y que la fuerza los acompañe cof... cof...

- Que la fuerza te acompañe también – dijeron los demás.

Luego cortamos la transmisión y cada flotilla diplomática saltó al hiperespacio hasta sus respectivos objetivos dejándome solo con mi flota restante, entonces un Droide Táctico de me acercó para preguntarme:

- ¿Cuáles son sus órdenes señor?

- Debemos desviar la atención del Imperio para proteger a los Jedis cof... cof... Póngame en contacto con todas las flotas del borde exterior para comenzar con nuestra operación.

- Como lo desee mi Lord.

El droide táctico cumplió con lo ordenado y a partir de ese momento inició mi operación la cual nombré "Operación Velo Oscuro" puesto que consistía en una serie de ataques relámpago aleatorios desde el borde exterior con el propósito de mantener la atención del Imperio centrada en nosotros como la amenaza número 1 dejando a los Jedi en segundo plano y en consecuencia encubriendo su actividad tras el denso y oscuro "velo" de la actividad separatista, además con lo de velo oscuro también haría referencia al traje oscuro con el cual ocultaría mi identidad como Grievous hasta que llegara el momento preciso para revelarme ante Palpatine.

Durante las siguientes semanas de la ejecución de la orden 66 nuestra armada llevó a cabo numerosos ataques contra las instalaciones y mundos imperiales del borde exterior y el borde medio generando caos y bastante preocupación en los mundos del núcleo ya que a pesar de tener la idea de que yo estaba "muerto" y que aparentemente la Confederación no tenía un líder visible como Dooku, no entendían como era posible que los ataques continuaran y con tanta coordinación, pero Palpatine lejos de intimidarse con nuestra actividad comenzó a emplearla a su favor como justificación a su régimen totalitario y a la insipiente militarización de su Imperio Galáctico por lo tanto él seguía creyendo que lo tenía todo bajo control, pero el juego de usar todo a tu favor no era una virtud exclusiva del Sith puesto que desde mi punto de vista el hecho de que Palpatine se consolidara cada vez más en el poder también podría beneficiarme ya que mientras más poder tuviera Palpatine las limitaciones a la libertad, las represiones, los abusos de poder junto con la corrupción se harían cada vez más evidentes y en solo cuestión de tiempo surgiría el descontento de la población civil frente al nuevo régimen lo que a su vez justificaría el uso de medidas cada vez más drásticas contra la población las que a su vez alimentaría aún más el descontento iniciando un círculo vicioso de violencia, disconformidad y rebelión a lo largo de toda la galaxia el cual aprovecharía para presentar al movimiento Separatista como la única alternativa a la corrupción y tiranía del Imperio Galáctico y a la vez reencantar a la población con los Jedis justificando la supuesta "traición" como una medida desesperada por prevenir el surgimiento del mismo Imperio que ahora los atormentaba y dejar a los Jedis como "visionarios incomprendidos" en lugar de traidores.

Por otro lado en lo que respecta al rol diplomático de los Jedis podría decir que tuvieron bastante éxito, ya habían conseguido convencer a la mayoría de los habitantes de aquellos mundos a los cuales fueron enviados de unirse a la causa Separatista, por mi parte asistí (vía holograma) a algunas sesiones realizadas por senado separatista respecto al futuro de la Alianza, ahí tuve la oportunidad de exponer la idea de negociar con la senadora Amidala el senador Organa, Mon Mothma y demás senadores contrarios al Imperio la posibilidad de unirse formalmente a la Confederación de Sistemas Independientes, como también convencerlos de brindar asilo a los Jedis supervivientes a la orden 66 e incorporar las cenizas de la antigua orden a nuestra causa, sinceramente reconozco que en la historia original de Star Wars Grievous era visto más como un líder militar cascarrabias que como un visionario y mucho menos un político así que era probable que ningún senador tomara en cuenta la opinión de un general que aparentemente poco y nada sabía de política, pero gracias al desempeño y competencia que había demostrado a pocas semanas de asumir el mando supremo de la Confederación junto con mi facilidad para entender el curso de la guerra tanto en lo político como en lo bélico a los senadores no les quedó ninguna duda de que yo era competente para dar opiniones e ideas serias al senado y que fuesen dignas de ser tomadas en cuenta.

En lo que respecta a Anakin gracias a la constante interacción (vía holograma) con Obi Wan, Ahsoka, Rex y Padmé quien ya había dado a luz a los pequeños Luke y Leia fue más que suficiente para calmar la perturbada mente del jedi y darse cuenta de su error por lo cual un día decidí reunirme con él para liberarlo de la prisión y devolverle su sable para que fuera a reunirse con su esposa e hijos y pasara el tiempo que estimare pertinente con ellos antes de regresar a la acción, pero ahora por el bando Separatista o mejor dicho de la Proto Rebelión a estas alturas:

- Bien Skywalker, creo que ya es hora de volver con tu gente – le dije al Jedi mientras caminábamos a la bahía de embarque.

- Tienes razón, aunque hay algo que aún no me queda claro ¿Por qué decidiste ayudarnos?

- Porque cuando descubres la verdad te das cuenta de que en la vida no todo es blanco y negro, también hay matices de grises entre los cuales distinguir y esa lógica podría incluso aplicarse a la fuerza.

- Tienes razón – dijo Anakin un tanto reflexivo – aunque el Emperador Palpatine intentó seducirme para hacerme caer en el lado oscuro parte de las cosas que me decía eran verdad, los Jedi estaban cegados por su supuesta superioridad moral por representar a la luz, al final se cerraron a la posibilidad de entender la fuerza en toda su amplitud.

- Jajaja cof... cof... Así es – dije entre risas – ahora los Jedi que quedan podrán refundar su orden aprendiendo de los errores del pasado.

- Es verdad, por cierto, jamás pensé que tendrías ese interés por la fuerza – dudó Anakin.

A lo cual dije en tono reflexivo:

- La fuerza de las circunstancias muchas veces nos hace cambiar en nuestras convicciones e intereses cof... cof...

En eso un droide salió para decir:

- General el transporte está listo.

- Bien hecho – contesté – bueno Skywalker, esto es el adiós, espero que puedas reunirte con tu familia sin novedades.

- Nunca imaginé que diría esto, pero, Gracias Grievous.

Anakin caminó hacia la rampa de abordaje de su transporte y luego volteó para decir:

- Grievous, qué la fuerza te acompañe.

A lo cual le entrego su sable mientras le decía:

- Ten, que la fuerza te acompañe Skywalker.

Anakin asiente, la compuerta se cierra y la nave enciende los motores y despega desde el hangar.

Finalmente en lo que respecta a Darth Maul también hubo algunos avances sí bien los remanentes de la Sombra Colectiva intentaron liberarlo un par de veces, todos sus intentos fracasaron, no obstante el Zabrak poco a poco comenzó a reconsiderar mi oferta y abrirse lentamente a las negociaciones.

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