Espero que les guste~

Petición de: dared-the-demon-king

Era un día normal en la casa Madrigal, todos preparándose para almorzar. Camilo y Luisa estaban poniendo la mesa, Casita estaba moviendo rápidamente las sillas a sus lugares, Isabela estaba ayudando a Julieta y Pepa a llevar la comida a la mesa. Mientras tanto, Mirabel estaba llevando a su primo de un año y medio en brazos para comer, susurrándole suaves palabras y sonriendo ante la risa llena de emoción del niño. Lo sentó en su silla y le sirvió algo de comer, sentándose a su lado para poder vigilarlo de cerca, sin prestar mucha atención de la familia e ignorando las palabras de Abuela. Cuando terminan, después de escuchar las ordenes de la matriarca para las tareas del día, se disponen a juntar todo para lavarlo y separarse para que cada quien hiciera sus cosas. Mirabel ayudo, llevando los platos y volviendo al escuchar las quejas de su primo aun sentado en su silla.

-Ya voy Antonio...- se acerco, mostrando una suave sonrisa, limpiando las mejillas regordetas del niño. -...tengo una cosa que hacer y ya soy toda tuya- toco la punta de la nariz ajena, recibiendo una carcajada feliz. Se dio media vuelta, dispuesta a terminar con lo que tenía que hacer, cuando lo escucho.

-¡Mibel!- se volteo para verlo con los ojos bien abierto, sorprendida, sin notar que todo movimiento se había detenido a su alrededor.

-¿Qué...?- no se lo podía creer.

-¡Mibel!- repitió con más fuerza, estirando sus brazos hacia ella mientras soltaba algo más que no se podía entender muy bien.

-¡Lo dijiste!- lo saco de su silla, abrazándolo con entusiasmo, sintiendo sus pequeñas manos aferrarse a su ropa. -¡Tu primera palabra! ¡Soy tu primera palabra!- salta, alegre y llena de energía, escuchando como Antonio sigue repitiendo su nombre entre risas. -¡Esto es increíble!- beso la mejillas ajena. Esta celebrando con su bebe, así que no nota la mirada del resto de la familia fija en ellos, quietos y tiesos en sus lugares, con la boca firmemente cerrada. Ninguno sabe como reacción ante la situación. Hay felicidad porque Antonio había dicho su primera palabra pero también hay una ligera incomodidad porque esta primer palabra resulto ser el nombre de su prime y no mama o papa como habían sido los demás. Por el momento, solo se acercan a celebrar de igual manera, luego se ocuparían de los demás detalles.