Leí una historia donde Antonio llamaba a Pepa mama y a Mirabel mami ^_^

Espero que les guste~

Nota: No quedo exactamente como yo quería pero igual, me gusto XD

Antonio era un niño modelo, tranquilo, siempre dispuesto a compartir y ayudar si era necesario pero a pesar de eso, seguía siendo solo un niño, así que de vez en cuando, tenía sus días.

Empezó como un día tranquilo y normal en la casa Madrigal, hasta que Antonio empezó a llorar. El problema, a parte del llanto, eran los animales, que se pusieron de repente protectores y se negaron a retroceder, impidiendo que cualquiera se acercara.

-¡Mami!- sollozo.

-¡Estoy aquí mi bebé, estoy aquí!- Pepa estaba al borde de un ataque de histeria, una nube negra ya formándose sobre su cabeza y dejando escapara algunos truenos. Quería tomar a su hijo entre sus brazos y consolarlo pero el jaguar le gruñó cuando dio un paso adelante. -¡Déjame pasar, mi bebé me necesita!-

-¡No! ¡Quiero a mami, no a mamá! ¡Quiero a mi mami!- y eso solo confundió más a los miembros presentes de la familia, quienes se miraban entre ellos. -¡Mami!-

-¿Quien...seria su "mami"?- Luisa pregunto en voz alta lo que estaban pensando.

-¡Aquí esta!- y entonces, Dolores se acercó a paso rápido, cubriéndose lo mejor posible los oídos y con una ligera mueca de dolor en su rostro, Mirabel siguiéndola de cerca.

-¡Antonio!- Mirabel avanzo, ignorando las advertencias e intentos de su familia para que retroceda.

-¡Mami!- y todos quedaron tiesos cuando el menor extendió sus brazos hacia su prima, en una clara petición para un abrazo.

-Estoy aquí cariño, estoy aquí- se arrodillo y extendió las manos para abrazarlo, sintiendo como Antonio se aferraba a ella con fuerza. Miró al jaguar, quien dejó de gruñir y se sentó, su cola moviéndose lentamente, como si estuviera esperando. -Esta bien Rey, gracias por dejarme acercarme- le dio una caricias en la cabeza al animal, riendo cuando este se acerco para restregar su rostro contra el suyo. Sonrió con cariño y le dio otra caricia antes acomodar al niño que se aferraba a ella, levantándose con mucho cuidado. Le dio unas suaves palmadas en la espalda a Antonio, sintiendo como esta se aferraba más a ella y enterraba su rostro en su hombro. Miro de reojo a su tía Pepa, notando como en serio quería acercarse para consolar a Antonio, y dejo escapar un largo suspiro, empujando la culpa que sentía ante la tristeza en el rostro de su tía. Tenía un niño que consolar, ya luego se encargaría de la culpa y de todo lo demás. Se alejo un poco de la familia, algo incomoda al sentir sus miradas fijas en su nuca, y se concentro en el niño entre sus brazos, dándoles suaves palmadas en la espalda y susurrando palabras de consuelo.

-¿La fuiste a buscar?- Isabela miro a su prima, recibiendo un ligero asentimiento como respuesta. -¿Como supiste?-

-Cuando empezó a decir "mami"...- hizo una mueca ante el dolor de cabeza que ahora tenía, demasiados ruidos fuertes. -...por suerte, Mirabel estaba cerca-

-¿Desde cuando la llama...?- Pepa hizo un gesto, temblorosa, con la pregunta carcomiendo su mente. Dolores se removió, indecisa, viendo la tristeza en el rostro de su madre.

-Desde...siempre- y por la expresión de mama, esa no era la respuesta que esperaba.

-Nunca lo escuche llamarla así- Julieta murmuro, pensativa, indagando en sus recuerdos.

-Siempre lo hizo pero Mira lo hizo prometer que la llamaría "mami" solo cuando este solos...- Dolores miro de reojo al par, con una pequeña sonrisa en su rostro. -...creo que Antonio estaba demasiado angustiado para recordar esa promesa- Abuela hizo una pequeña mueca pero decidió no decir nada, notando como la nube de su hija empezaba a crecer y a soltar una llovizna.

-Mi bebe...- Pepa miro como su sobrina consolaba a su hijo menor, de una manera tan familiar que de seguro ya lo había hecho muchas veces. Se pregunto, solo por un segundo, ¿era una mala madre? ¿Estaba mal sentirse celosa de su sobrina, quien tenía el titulo de "mami" que ella había querido durante años?