Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

seis

La primera vez que Jisung supo que estaba perdidamente enamorado de su mejor amigo fue cuatro meses después de que Jeyun lo beso por primera vez, después de muchos más besos, después de tardes viendo el puente y sentir la compañía uno del otro, después de que todo eso había pasado, él se dió cuenta de que realmente estaba enamorado de Jeyun, su mejor amigo de toda la vida.

Y es que no fue porque compartieran baba, unos abrazos o caricias, no fue porque Jeyun fuera guapo y todo mundo le quisiera, no, no era eso, era más... era ese misticismo de saber que pasaba entre ambos, eso de no ser todo, pero tampoco ser nada, ese sentimiento de el ¿Qué será? Era eso, o tal vez que con él tuvo todas las primeras veces de Jisung.

Sí, él fue su primer beso romántico, el primer rocé con otro cuerpo, la primera vez en que su corazón dió esos locos latidos al verlo, sí, Jeyun fue muchas cosas para Jisung, pero también fue su primer caída en bici, su primer disco de vinil, fue su primera escapada de casa, su primer navidad esperando a Santa despiertos, Jeyun se llevaba parte de toda su historia en los bolsillos, y es por eso que le dolía tanto tanto el dejarlo ir.

Pero aún recuerda, para decir verdad con mucho sentimiento, aquel año nuevo que paso en el hospital, por algo que le hizo daño en el estómago, aún recuerda la carita preocupada de su mejor amigo, gritándole a las enfermeras por dejarlo parar para poder ver a Jisung enfermo, grito como un loco, suplicando que lo dejarán verlo incluso si no lo dejaron por ser menor de edad; Jisung también recuerda el dragoncito que le regaló cuando sano y lo dieron de alta para ir a casa, fue mala idea, sin duda, que ocho días después de eso, ambos fueran a la laguna y rentaran una lancha, cuando claramente Jisung no podía hacer esfuerzo, sus padres los regañaron mucho cuando se enteraron, Pero en ese momento todo valía la pena.

Y es que no todo fue culpa de Jeyun, Jisung era inquieto, quería explorar el mundo, comérselo a bocados, quería investigar cada parte de ese pueblo, el bosque que lo rodeba, subirse a árboles, encontrar bichos raros, música nueva, un helado de diferentes sabores con dinero de Jeyun, quería recorrer el parque, jugar en cada uno de los juegos mecánicos de la feria, a pesar de que su amigo, odiara la velocidad. Y es que no había Jeyun sin Jisung, porque siempre lo seguía a todas partes, tal vez nadie lo sabía, pero Jeyun si se enamoró de Jisung alguna vez en su vida, tal vez Jisung sí fue su primer amor, un amor de niños, un amor adolescente, pero no más que eso, ya no más. Porque con Jeyun jamás se podría ser más, no con él.

Recuerda también aquella navidad, la última, antes de que se fuera del pueblo, sus familias se unieron, una cena como en los anteriores años, fue tranquila, bonita y Jeyun se quedó a dormir; esa noche no hubo besos, no se pudo, el hermano de Jeyun igual se quedo, así que solo durmieron y al día siguiente, cuando Jeyun decidió dormir más, y Jisung ir a su habitación a leer, fue cuando se volvieron a besar de nuevo, con ganas, demostrando que se habían extrañado, lo que ninguno de los dos reparo, fue que cerca, casi sin querer, el hermano de Jeyun estaba viendo todo.

Al principio este no soltó nada, estaba un poco consternado y debatiendo entre lo correcto y lo que no lo era, fue gracias a eso que el rojo vivió su esplendor, un amor, que quiza tal vez ya no lo era. Ellos vivían días contados de una bomba que estalló poco después, Jisung creyó por mucho tiempo que eso que ellos tenían, se sentía quemante, como el fuego que consume todo y al leer en varios libros que  el amor se sentía así, lo creyó.

Y si se preguntan de que era la bomba, no era tan complicado, una noche, en la que peleó con su hermano, este mismo, al lado de sus padres, comentó lo que había visto aquel día, a gritos confesó ver a  Jisung y Jeyun besándose en navidad. Los padres de este le exigieron que se alejará de él y que todo esté cuento se rompiera, y por primera vez, Jeyun desobedeció, la tarde siguiente pidió que Jisung hiciera maletas para escapar ambos de casa, y en la noche, de ese mismo día, antes de irse, a la hora de la cena, estaba tan, tan decidido a hacerlo, sin contar que su madre, quien ya lo había visto preparar maletas, diría: "estoy tan orgullosa de ti, verás que te hará mejor alejarte de él, no te hace bien, a ti te gustan las mujeres, el te está mal influenciando, pero volverás a ser el mismo que eras Siempre"

A principio no importó.

Tomó sus maletas y salió de casa por la ventana, vida nueva, vida nueva eso era demasiado, eso algo que esperaba, ansiaba, y si Jisung estaba, entonces todo estaba bien.

Pero... su mamá estaba orgullosa de él y él siempre quiso eso, porque para su mamá el orgullo siempre fue su hermano, nunca él y... Decepcionarla no era una opción. Por eso no tomo el bus, y por eso lloró cuando el bus se fue con sus sueños, parte de su corazón también. Fue entonces, cuando volvió, cuando volvió a verlo, a buscarlo, fue por mero capricho, la verdad, al sentirse de esa forma dejó de ser prioridad ver a Jisung y pronto, el amor que juraba sentir se esfumó. Una linda chica apareció tiempo después y bueno, ahora ya todo es historia.

✨✨✨✨

Minho no se había enamorado nunca, por si querían saberlo. Él lo sabía, si bien, había tenido dos relaciones en su vida, jamás se sintió enamorado, la primera chica, fue bonita, pero los besos babosos de una chica de doce años no eran muy buenos, menos para sus once años, y más aún cuando siempre supo que las niñas no le gustaban.

Su segunda relación fue cuando ya era un aprendiz, el otro chico también era un aprendiz y justos fueron muchas cosas, todos en la escuela lo sabían, era una relación que era apoyada por las amistades de ambos, y su familia, sin duda, supo que salía con un chico, pero no funcionó, dos años después lo dejo, lo dejaron, mejor dicho, porque el chico había encontrado a alguien y bueno... A Minho no le importó, ni cuando le dijeron " vamos Minho, te están poniendo tremendos cachos" no le importó, no lloró, no se sintió furioso, solo fue y ya, no había marcha atrás, no había nada más entre ellos solo termino y ya, así que se dedicó al baile, conoció a los dos chicos con los que convivía casi siempre y claro debutó, se enfocó en la música, en coreografías, en todo eso que desempeñaba ser un Idol, cuidaba de sus tres gatos en tiempos libres y su vida amorosa fue dejada de lado, no sentía que la necesitará, la verdad.

Pero esa noche, cuando las estrellas brillaban fuerte y todo a su alrededor eran vitoreos y aplausos, supo que se sentía que el corazón latiera rápido, tac, tac, tac, tac, su caja torácica recibía los golpes que su corazoncito emocionado daba, era raro, porque sentía que respiraba bien a pesar de estar exaltado, era raro, porque nunca se sintió de esa forma antes, nunca sintió eso, pero el mundo solo... Lucía diferente.

Se siente casi como si entras a un hechizo bonito, en donde todo gira despacio y el ambiente sabe distinto, era eso, más que eso, era sentirse vivo, es como pasar otro nivel de la matrix, una cosa rara, pero jodidamente adictiva, es como burbujas en la panza y el mundo vuelto blando, sentir dorado, sentir bonito, y es que se quedó con la boca abierta. Al ver a Jisung se quedó sin aliento, como si se le fuera o alguien se lo quitara, amor a primera vista podría ser, pero él nunca creyó en el, Entonces ¿qué era eso? No sabía, solo sabía que al ver a Jisung, tan cerca, observarle ahí, bonito, sincero, viéndolo también a él, no sin antes ya haber visto todo su alrededor, a Dian y a Jeyun, ver a la gente, era tan abrumador, sin embargo, aparte de esa bruma, Jisung lo sintió también, ahí, ligero, escondiéndose, su tórax sintiendo el corazón que latía y que llevaba meses sin sentir del todo, ahí estaba, no había perdido el corazón, ahí estaba porque siempre le pertenecería a él mismo, porque aunque metafóricamente creía que su corazón era de alguien, ese siempre había sido suyo.

Jisung supo que amar no era entregar el corazón, si no compartirlo, fundirlos hasta volverlo uno, era quedarse con el corazón, pero compartirlo con ese que amas, eso era dorado, un color muy bonito.

- Necesito una copa, ¿Vamos? - Minho asintió anonadado, sí, estaba boquiabierto por todo eso que estaba experimentando. Oh qué extraño chico que lo hacía sentir tan bien con solo conocerlo una noche, una noche sin saber tan siquiera si habría más que eso, no era necesario saberlo.

En ese momento Minho ya se había realizado por completo, lo quería, quería sentirse así siempre, en primavera, cuando las flores nacieran, en verano con el mar en su esplendor y el calor bañando el cuerpo; en otoño, viendo las flores marchitarse, en su cumpleaños comiendo pastel de piñón, en invierno, viendo la primera nevada caer como muestra de un amor que duraría, aún no sabía si era amor, no podía saberlo aún, pero quería confirmarlo. Quería que su mundo se viera así siempre, tan entusiasta, era raro, pero quería que así sucediera, quería comprender porque el corazón latente, la mente en blanco, porque con Jisung era diferente.

Quería tratarlo como nunca lo han tratado, quería darle todo, desde su alma hasta entrelazar su metafórico corazón, quería hacerlo sentir suficiente, menos roto, más amado, que le doliera el pecho de tanto amor que recibiera de su parte, quería hacerlo infinito, amar desde sus lunares hasta sus cabellos, uno a uno, hebra tras hebra, era raro, porque por primera vez en mucho tiempo lo quiso entregar realmente todo, todo, todo, sin que le quedará nada, demostrarle que el amor realmente no dolía, que no quemaba, que no era secreto, porque un amor en secreto no era amor, amor es algo que no venderías, que no cambiarías, amor es más que al cine o al arte, amar a otra persona, era más que mariposas y fuego. Amar era entregarlo todo, sin que tu quedarás vacío, eso era amar y eso quería hacer con ese desconocido, castaño que bebía dos copas a la vez.

- ¿Tu no bebes? - Jisung se hizo el tonto, lo había visto beber más de dos coñacs, pero no era muy bueno sacando tema de conversación cuando estaba nervioso y es que el baile lo puso nervioso, se sintió tan bien a su lado como en cuento de hadas y para un romántico empedernido como él, fue el sentimiento más bonito que pudo jamás describir.

- Con mi copa está bien, mañana debo estar listo temprano. - mañana era un día ocupado, donde la magia terminaba y todo volvía a la monotonía. Pero no quería pensar mucho en eso, realmente no. Mañana era otra forma de medir el tiempo y eso les mantenía a raya para no sentirse infinitos, pero no más, esa noche no habría tiempo, ni marcas de él, esta noche solo sería Minho enamorado de un extraño, en una boda en la que se coló para criticar un poco de todo su alrededor, Como en muchas otras veces en las que hizo lo mismo, como en el bautizo hace tres meses, los quince años en México donde comió mole por primera vez y la boda en Japón a la que también se coló este mismo año, era experto en meterse a fiestas donde ni siquiera estaba en la lista de invitados, nunca lo habían descubierto, porque casi nunca interactuaba mucho, no hasta que un chico castaño le cautivo sin darle tiempo de dar un paso atrás.

- Quiero bailar más.- se quejó Jisung sintiéndose más liviano, el alcohol ya estaba haciendo de las suyas en su sistema y se sentía mejor, ya no tenía ganas de llorar cada dos por tres, ya solo existía Minho en su sistema, y era tan genial que solo el rubio estuviera en su cabeza, porque le hacía sentir seguro, pleno, es como si el chico tuviera la respuesta a todo, es como si contestará a sus enigmas, como si lo complementará.

-Yo quiero pastel.- dijo el rubio viendo ese pastel que sabía pronto terminaría en el estómago de todos los invitados, lástima, el pobre pastel de mal estampado y de tres pisos terminaría destruido para poder ser el postre de la celebración.

- Vamos a bailar más ¿Si?-Jisung hizo un pucherito y Minho no pudo decir que no, lucía tan tierno con esa mueca en la boca que podía pedirle trozos de sol y el sin duda se los daría.

- Lo que tú digas, cariño.- sonaba y salía tan natural que parecía que toda la vida, el rubio llamo así al castaño y el castaño vatio las pestañas de forma lenta, coqueto.

-Tan dispuesto.- lo llevo a la pista y bailaron el cachito de canción que llevaban.

- Solo para ti esta noche.- susurró cerca del oído del menor y este se sonrojo furiosamente, es que Minho era lindo, lindo, lindo, tan lindo que dolía y complacía de solo verlo.

- Lo haz dicho tanto que hasta me lo creo- le siguió el juego, mientras movía las caderas, las manos y todo el cuerpo en general y Minho también, como el buen bailarín que era, por supuesto.

-Pues deberías, esto no lo he hecho por nadie, no soy tan dispuesto a alguien.- Minho era muy seco en realidad, lo era con personas externas a su círculo de confianza, solo Félix recibía abrazos de su parte y sus gatos, claro, sus padres a veces y Hyunjin casi no, solo en navidad y fechas importantes, no era tan afectuoso y mucho menos era de complacer a los demás.

- ¿De verdad?- Minho asintió lento, aún más cerca del menor.

- Sí, es que tú tienes magia -no era magia, era atracción, sentimientos, belleza y toque, no era magia pero se sentía justo como ella.

- ¿Ah si?- Minho volvió a asistir y ahora, su mano tocó levemente la cintura del chico con ansias de pronto contactó físico, era raro ya que él casi no lo necesitaba.

- Pero tus deseos son mis órdenes.- como si fuera Aladdín o algo parecido, no era un mago de la lámpara, pero quería ponerle el mundo a sus pies.

-Tan encantador, Minho.- se acercó un poco más al Rubio.

- Yeah, I'm a Charmer.- cito su propia canción, Minho sabía que era encantador. Y Jisung, una vez más nervioso, interrumpió el momento nuevamente.

- Que bonita canción.- no la conocía y acababa de empezar. Él no la conocía, pero Minho si.

- Sí, 5 Seconds of summer hizo buen trabajo con este nuevo álbum - aunque su favorito siempre sería Youngblood.

- ¿Cómo se llama esta canción?- preguntó Jisung con inocencia.

- ¿Esta? - el menor asintió -Haze.

Jisung presto atención a la canción, sin dejarse de mover.

- Su letra me hace sentir... ¿Identificado?- era verdad, es como un "después de la tormenta llega la calma"

- ¿Enamorado, señor Han?- Preguntó Minho con una enorme sonrisa.

- ¿Se puede amar en tan solo horas?- tenía realmente esa duda, ¿Era amor?

-¿Quién estipuló que no se puede?- contesto como respuesta- Cariño, el tiempo es relativo, no se preocupe por eso, señor Sung.

- Puedo entonces- dijo después de un rato

- ¿Qué puedes?- Minho frunció el ceño.

- ¿Sentirme enamorado de ti esta noche?

☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️

Hola, holaaa.

¿Cómo están? Espero y bien, suerte en sus vacaciones, por cierto, ¿Les gustan los 5sos? A mí sí, los amo desde 2014, y bastaaa, adoro su música y a ellos y bueno, yo aquí poniendo mis referencias musicales, jaja.

Cómo chisme, si es que cuenta como uno (?) Si se preguntan de dónde me saque la historia de Jisung y Jeyun es fácil, me pasó algo parecido jaja, y queda recalcar que la historia la comencé en una fiesta, viendo a mi Jeyun (que no se llama así) con esa personita que lo hace feliz y bueno, yo la más melancólica me puse a escribir y si bien aquí aclaro cosas que en la vida real obviamente no pasaron y sentimientos que obviamente ya no siento ahora, es algo que quería compartir. De hecho, hay un playlist que lo explica JAJAJAJA.

bueno, tengan linda noche, les tqm, cuídense mucho. Bai 💚

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro