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Extra 3.

Lee Minho estaba enamorado.

Enamorado como se ama eternamente, enamorado como el amor puede existir, Pero no cualquier amor, Minho sentía un amor abrazador y cálido, un amor que le llenaba sin desbordarlo, un amor que se entrelaza en sus entrañas y le llena de flores el pecho entero, amor como el verdadero amor debe sentirse, sin duda, Minho estaba enamorado. Amaba loca y  eternamente al chico que descansaba al lado suyo en ese instante, lo amaba de una manera que ni siquiera el tiempo le había hecho entender, un amor tan significativo que ninguna palabra, hecho o explicación humana pudiera darle honor.

Lee Minho amaba tanto al chico que tenía los ojos cerrados en ese instante y respiraba tan tranquilamente como si no hubiera cometido el crimen de robarle el corazón. Jisung era un ratero, Jisung era el culpable, Pero sin duda, valía la pena entregarle el corazón sin resistencia, Jisung era dueño y señor de todo lo que Minho era, de su alma, de sus bienes, de su pecho y su corazón, así de enamorado esta de él

Lo ama, lo ama locamente con solo verlo ahí en el sillón tirado y descansando después de no dormir por trabajar. Era hermoso, hermoso como los días soleados, donde el sol no quema tanto, Pero tampoco hace frío, hermoso como las metáforas, hermoso, simplemente, Minho era enteramente suyo, todo de él y de nadie más, de él y de absolutamente nadie.

Verlo dormir, ahí sobre su pecho, mientras tenía los dedos manchados de tinta y las mejillas apachurradas contra su pecho era simplemente magnífico. Lo amaba, lo amaba tanto que no entendía cómo es que algún día alguien pudo dañarlo de alguna manera y es por eso que jamás perdonaría a Jeyun. Minho no podría perdonar nunca a la persona que hizo sentir miserable a Jisung, pues eso era casi un pecado, algo terriblemente imperdonable.

Aunque eso ya no importaba, Minho estaba feliz de hacer feliz a Jisung, estaba dándole todo el amor que merecía, todo el que su pecho tenía, todo, todo de él. Era un romántico empedernido, ya de eso no había ninguna duda. Un romántico que amaba y cuando uno ama no puede ver para otro lado, pues el amor te vuelve ciego de una forma tan placentera y liviana que incluso te indicaría caminar al infierno y este mismo sería glorioso.

Jisung era su novio, llevaba solo tres años siendo su novio, el tiempo pasa tan rápido cuando todos los días son felices. El tiempo pasa, sin duda, Pero el chiste del amor está en enamorarse todos los días. Y eso es lo que hacían ambos. Día con día había alguna acción que los enamoraba de nuevo, algo simple, desde un suspiro hasta un detalle, algo simple, que sale del corazón para entretejer ambos corazones; Habían acordado amarse todos los días, enamorarse de una u otra forma. Jisung era fácil de complacer, bastaba con un beso en la nariz o una comida deliciosa, el tiempo de calidad lo era todo, Jisung amaba recibir tiempo de calidad.

Minho también era fácil de complacer, bastaba con ver a Jisung para que su corazón fuera completamente feliz sin resistencia. Enamorados... Ellos estaban felices y enamorados, felices y juntos, una pareja perpetua. Sin duda se enamoraban siempre, un beso en la frente, el roce de sus dedos, una sonrisa tras el cristal de grabación, cualquier cosa les demostraba cuanto debían amarse.

Minho dejo de contemplar el rostro de Jisung, le acomodo un mechón de cabello tras de su oreja y dirigió la mirada al televisor donde la escena más triste de la película daba parte; dos personajes que fueron amigos, uno apunto de morir a manos del otro, Pero eso Minho no lo entendió muy bien, pues casi no vieron nada de esa película, se vio interrumpida cuando Jisung llegó, esa película recién había comenzado.

— Me va a explotar el cerebro.— se quejó Jisung mientras llegaba al sillón arrastrando los pies, llevaba una sudadera enorme color gris, los lentes estaban en su cabeza sosteniendo su cabello y sus pantuflas eran de perritos peludos a los cuales les faltaban las orejas por cortesía de Bbama.

— Te creo, llevas ahí desde el desayuno.— Minho le llevo la comida al estudio de su casa, también le dijo a Rufina que no molestará a Jisung y le prohibió a sus gatos intentar siquiera abrir la puerta, los conocía, eran traviesos todos juntos.

— Por lo menos he terminado el álbum.— el álbum... Ay que nervios. A Jisung cada nuevo álbum le daba estrés y nerviosismo.

— Oh, mi letrista estrella, debe entender que descansar también está bien.— le regaño, aún acostado en el sillón y con el control de la televisión en el estómago.

— Lo sé y es por eso que he venido a descansar, así que hazme espacio— le dió golpecitos en las piernas de Minho y este las bajo de inmediato para darle espacios a Jisung.— ¿Qué ves?

Jisung tomó asiento y pronto se recostó en el hombro de su novio, era tan cálido, lindo y olía tan bien.

— Tontamente termine la primera temporada de Jujutsu kaisen Pero sin ver jujutsu kaisen 0, ¿Puedes creerlo?— Jisung se rió burlonamente y Minho intento mirarlo mal, Pero le fue imposible hacerlo.

— Solo a ti se te ocurre, cielo.— se burló un poco—  Todo mundo sabe que la película va primero.

Al parecer Minho no pertenecía a ese "todo el mundo".

— ¿Ya la viste?— preguntó curioso mientras pasaba el brazo por detrás de Jisung para atraerlo más a él, acarició su espalda con delicadeza y Jisung sonrió de gusto por la caricia.

— Tres veces, sí.— era de sus favoritos. De hecho, a veces se leía fanfics en ao3 dónde Gojo y Getonse quedaban juntos. No lo culpen, su pobre corazón no resistía ese dolor tan grande que le causó dicho anime, ni que decir del Manga, Jisung tenía traumas y uno de esos paso el 24 de diciembre de 2017 y 2018... Días difíciles para un Otaku como él.

— No quiero spoliers.— Jisung le hizo un pucherito.

— Está bien, no abriré la boca.— Minho le sonrió y le dió un beso en la coronilla— Pero anda, ponla.— el mayor le dió play a la película y ambos pusieron atención en los primeros diez minutos.

Todo comenzó a ir en otro camino, cuando Jisung comenzó a restregarse en su costado, como si fuera un gato necesitado de atención. Minho sonrió tiernamente y con la mano con la que le abrazaba, comenzó a acariciarle el cabello de manera muy lenta, una caricia tibia que le erizaba cada bello, como siempre. Era sorprendente el cuánto podía reaccionar el cuerpo de Jisung a la cercanía de Minho.

— Minho, ¿Te he dicho que te amo? — Jisung sabía compartir sus sentimientos en voz alta y vergüenza no le daba, pues con Minho siempre podría decirle todo, todo, era estupendo amarlo. Amar a Minho era como ganar la lotería y que Minho le amara era como tener toda la suerte del mundo, una cosa que solo pocas personas podrían experimentar y que solo él podía disfrutar toda la vida.

— Y jamás me cansaré de escucharlo.— Jisung separó la cabeza del hombro de Minho y se puso de rodillas sobre el sillón. Se acercó lentamente al rostro de su guapo novio y le tomó las mejillas con ambas manos.

— Te amo, mi amor.— se acercó a él y le dió un pico en los labios, los ojos de Minho brillaban, como todas las estrellas del firmamento. Brillaban con un brillo tan magnífico que aceleraba su corazón y calmaba su alma.

— Y yo te amo a ti, corazón.— Minho lo tomó de la cintura y lo coloco en su regazo, Para después darle un besito en la nariz.

— Ando meloso, dame besitos.— Minho le dió un beso en la boca, otros más en las mejillas.

— Los que gustes, mi vida.— beso todo su rostro, no le faltó ni un pedazo de piel, beso sus ojos, su nariz, sus lunares, sus mejillas, le beso todo, todo, los labios aún más, le beso hasta que el aire fue necesario y después de recuperar la respiración lo volvió a besar.  De hecho hasta Dori intento maullar por atención, Pero al ver que esos dos estaban tan acaramelados decidió simplemente treparse al reposamanos y dormirse ahí para no ser testigo de esa sesión tan apasionada.

Pero después de tanto beso, mimos y caricias, Jisung cobro el precio del cansancio y se quedó dormido en el pecho de su amado. Minho no pudo renegar nada, entendía a la perfección el cansancio de Jisung y después de la presión de escribir un álbum nuevo, era momento de descansar. Así era el proceso creativo de Jisung, una tarde llena de trabajo y luego caer rendido, su vida era ocupada, no había duda.

La de Minho también, la vida de un artista es ocupada. Pero hoy había vacaciones, merecidas vacaciones y justo cayeron en febrero.

Febrero...

¡Maldita sea, febrero!

Minho miró el calendario que colgaba en la pared y... ¡Mierda! Era doce de febrero, a tan solo dos días del catorce de febrero, la fecha donde el amor vive casi de forma capitalista, ya saben regalos, mercadotecnia y una idea del amor dónde dar siempre es celebrar el amor. Pero a fin de cuentas, ¿Que importaba si todo era una estrategia de marketing? Minho era un enamorado que haría feliz a su pareja ese día, así que pondría manos a la obra y ejecutaría todo mientras Jisung se fuera a trabajar al día siguiente.


🌞🌞🌞🌞🌞🌞🌞🌞

Lee Minho era un desastre de harina, restos de huevo y papel decorativo. Sin embargo, la sorpresa le había quedado de maravilla. Planeo todo con antelación y el catorce se levantó muy temprano para preparar la tarta de durazno. Algo tranquilo, claro. Un pastel, una playlist linda, libretas, acuarelas y arcilla. Un mantel con florecillas, ya había llamado a la niñera para cuidar a sus niños y la canasta más romantica que encontro reposaba con todo lo que utilizarían., copas, vino y pollo frito, llevaba fresas y una caja de chocolates para Jisung.

Había comprado ropa en conjunto, algo muy sencillo para un picnic, el lugar donde irían estaba bastante solitario y lindo, de eso se encargó. Había un lago cristalino, un árbol con buena sombra y también llevaba el repelente de mosquitos.

Él ya estaba completamente listo, se bañó y aún era temprano; Jisung dormía plácidamente entre las sábanas, su espalda desnuda le dió la bienvenida. Minho se apuro a vestirse y secar su cabello, Jisung aún en brazos de Morfeo no se movió en ningún momento, eso era genial, pues Minho se arregló con dedicación, debía verse bien para él amor de su vida.

Se vió por última vez en el espejo y cuando estuvo conforme con su reflejo, decidió ir a la cama a despertar a Jisung. Se acercó lentamente por su espalda, con mucho sigilo. Doongie le bufo molestó y se bajó de la cama, Minho le pidió disculpas, pero su gato lo ignoro y se fue en búsqueda de otro lugar donde dormir. Lee hizo una nota mental de darle churu más tarde, ahora debía despertar a su novio. Le dió un beso en la espalda, luego otro en el hombro y uno más en el cuello, Jisung comenzó a moverse y a despertar.

— Despierta, lindo— Jisung murmuró algo que Minho no pudo entender al instante, siguió besando su nuca y repartiendo besitos.

— No molestes.— gruñó Jisung más dormido que despierto, eso arranco una risa por parte de Minho quien sin duda paso su brazo por la cintura de Jisung y le comenzó a hacer cosquillas.

— Que modales.— le regaño, Pero Jisung solo se giró y ver a Minho tan de cerca era casi un privilegio, más aún a despertar, Jisung sabía que era un chico con mucha suerte.

— Uhm— estiro los brazos hasta cruzarlos por la nuca de su novio. Minho le sonrió con cariño y se agachó para darle un poco en la labios. Jisung aún no abría del todo los ojos, así que volvió a cerrarlos dispuesto a seguir soñando que estaba montando unicornio junto a Harry Potter.

— Amor, necesito que despiertes, te tengo una sorpresa...— Jisung abrió los ojos de inmediato, claro, una sorpresa, mierda, él tenía una sorpresa que Minho merecía recibir.

— ¡Carajo!— empujó de inmediato a Minho y este sorprendido se dejó caer al lado de la cama — Hoy es catorce, Minho.

— Buenos días mi amor— dijo entre la ironía y la seriedad—  sí, por eso mismo te digo que nos tengo planes.

— Pero te tengo un regalo.— Jisung hizo un puchero y se giró a ver a Minho. Lo abrazo muy fuertemente y le dió un besito.

— ¿Ah sí?— Jisung asintió y se separó de Minho. Quito las sábanas de su cuerpo y se levantó casi corriendo.

— Sí, espera, iré por él.— salió disparado por la puerta de la habitación, Pero después con la misma rapidez con la que se fue, regreso— Primero iré a lavarme los dientes.— Minho le sonrió y lo vió perderse en la puerta del baño por un rato.

Luego, Jisung salió de la había y fue hasta su estudio de trabajo para traer el dichoso regalo, cuando regreso a la habitación, Minho estaba sentado en la orilla de la cama, con un regalo en las manos

—¡Tadah! — presento el regalo y Minho estaba que se moría de emoción— Feliz día del amor, mi amor.— Jisung se planto frente a Minho y le dió un beso memorable que duro mas de lo necesario. Después de eso, le dejo el presente en las manos.

— Feliz día del amor, Mi vida — murmuró Minho aún  en la nube de romance. También le entrego su regalo a Jisung y Jisung chillo contento.

— Ambos tenemos regalos, amo eso.— siempre, cada año de los que llevaban juntos, ambos se tenían regalos, porque lo de ambos era tan recíproco que emocionaba como nunca.

— Materialista.—  le acuso Minho mientras le tomaba de la cintura con una mano, al parecer el chico no podía alejar el contacto de su novio, era tan pegajoso que a veces se endulzaba tanto.

— Un poco sí.— admitió con gusto— Anda, abre tu regalo.

Minho asintió, le dió un beso más y lo soltó para que abriera el regalo. Lo abrió lentamente, y los ojitos le brillaron con muchísimo, estaba tan emocionado de ver ese regalo.

— No puedo creerlo, ¿Tu lo hiciste?— Jisung asintió. Quiza del regalo, lo más valioso era el tiempo que Jisung le dedicó. Era algo tejido, un poco chueco, Pero hermoso, lo saco con cuidado y miro que era un gorro, sí, un gorro con cola de dinosaurio y de color tan verde que sin duda se vería por donde quiera. Minho había comentado alguna vez que ese gorro le gustó y Jisung, a pesar de su atareada vida, se dió el tiempo de hacerlo con sus propias manos, Minho estaba que lloraba.  Se lo puso en la cabeza — Muchas Gracias, mi amor.

— Ahora abriré el mío — Jisung  estaba ansioso por abrir su regalo con mucha ansia y lo que se encontró le dejo anonado. Era nada más y nada menos que una figurilla de Zoro, de One piece que compro en Japón, Jisung lo saco con muchísimo cuidado y estaba ansioso por abrirlo, era la mejor figura del mundo, la amaba y eso que aún no lo había abierto. Pero cuando saco del envoltorio, dos papeles salieron volando. Cuando Jisung recogió los papeles, pudo ver que aquellos papeles eran algo que el siempre ha querido ver.— El musical de Ghibli.

— Y es para la próxima semana.— Jisung estaba que no cabía de la felicidad. Se aventó a los brazos del mayor y comenzó a besarme toda la cara.

— Te amo, te amo, te amoo — le beso por todos lados y Minho se sintió en el cielo, el amor era maravilloso.

— Te amo — otro beso y otro beso más, besos largos y luego,cuando fue momento de separarse, Minho le acaricio la espalda y le hablo al oido — Ahora, es momento de que muevas la cola y vayas a la ducha para te pongas más hermoso. — le dió dos palmaditas en el trasero y se levantó de la cama— Nos vemos abajo.— un beso más.

Minho estaba acariciando a Rufina, cuando escucho las pisadas en las escaleras, giró casi de forma dramática y entonces al verlo bajar, casi como un principe azul fue la perdición para su corazón.

— wow, eres hermoso. — le dijo con tanta sinceridad. Estaba enamorado, eterna y perdidamente enamorado.

— Lo dices porque me amas.— Minho negó, se levantó del sillón y aún embelesado, decidió admirarlo. Minho adoraba mirarlo, mirarlo como una lluvia de estrellas o el cosmos entero, Jisung era brillante, con un brillo tan propio que era admirable.

— Y porque lo eres — Jisung se planto frente a él, mirarlo era divino, casi como mirar la divinidad, algo tan cósmico que a veces ni Minho se entendía a si mismo ¿Cómo podía amar tanto? ¿Donde le cabía tanto amor? Era casi ilógico, pero existía, así que no había problema, quizá su amor solo tenía un nombre y ese era Han Jisung.

—Tu también eres hermoso.— Minho tomó la canasta, la chica que cuidaría a sus bebés había llegado desde hace un rato y estaba viendo a las gallinas.

— Lo sé. pero ahora, vamos a esa cita.— la encantadora cita, aquella cita que planeo con un día de antelación, una cita donde comerían pollito frito, escucharían la playlist que se creo exclusivamente pensando en ellos dos y después comerían tarta de durazno mientras bebían vino. Pintarían cosas y luego molderían arcilla dónde por supuesto Jisung ganaría, porque es el artista de entre los dos.

La tarde pintaba maravillosa, el amor era maravilloso y ellos dos enamorados eran tan maravillosos, la vida es estupenda, la vida es encantadora, porque el amor debe sentirse así, sentirse así, de esa manera en la que todo te parece encantador.

Sin duda ambos estaban encantados de conocerse y poder amarse para toda la vida.

✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨

¡Feliz san Valentín!

Adelantado, claro, Pero x, es para celebrar que esta hermosa historia ya lleva dos años desde que terminó. 🥺

Muchas gracias por todo, muchas gracias por leer. Realmente agradezco su presencia, les amo.

Ahora, si les gusta está historia y la manera en la que escribo, les hago la invitación de leer mis demás historias, por si gustan. Justo ahora ando escribiendo "el amor del conde Lee", es de época, un enemies to lovers (intento de ) y bueno, espero que les guste y que puedan echarle un ojo.

Les amo mucho, besotes, feliz día del amor, no olvides celebrar el amor, yo les amo. 💗

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