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Chaeyoung estaba completamente anonada, ni podía creer lo que ella misma había realizado, lo que había hecho como primera travesura en toda su vida, ¿O era venganza? Sí, creo que era lo más acertado, pues un pastelazo en una boda, ensuciando el traje rentado de Axel, era la mejor venganza. Eso o arrancarle las uñas una a una, muy sádico, no estaba con ganas de ser sádica esta noche.

Y es que no podía culpar a nada más que a su alcoholismo y sus ganas de querer hacer eso desde que comenzó la noche y lo vio a entrar, odiaba a Axel poco más de lo que odiaba a Somi y a la estupidez de la canadiense, odiaba a su mejor amiga por hacerle imposible la vida sentimental y a Axel por ser un idiota que se empeño en que su preparatoria no fuera agradable.

Aunque estaba vez, quién debería llevarse el premio a la estupidez era Chaeyoung, porque justo ahora, su archienemigo, quién le hizo la secundaria imposible, estaba viéndola con los ojos ardiendo en fuego, aunque la amenaza no hacía mucho, cuando tenía la frente embarrada de pastel de chocolate y este mismo parecía popó de perro, daba una escena muy asquerosa tanto como graciosa y lo único que Son pudo hacer, fue soltar una sonrisota, una risa escandalosa, tanto que llamó la atención de la gente, incluso se pudo escuchar por encima de la música.

— Te voy a matar, Son— la amenaza fue pronunciada y con enojo trató de devolverle el golpe de la misma forma, así que tomó el pastel de coco que a él le tocó, e hizo la misma catapulta con su cuchara, igual fue solo un pedazo el que él aventó.

Lo que nadie sabía es que Axel era muy malo con las manos ( cosa que su esposa confirmaba) y que tenía un tino de la mierda, así que el tiro fue a dar a la cara de la novia de un idiota que estaba sentado en la mesa, amigo de Axel, y está se enojo porque arruinó el maquillaje tan lindo que llevaba, estaba sentada a lado de Chaeyoung alejada de cualquier cosa que se viviera en la mesa, y cuando el golpe estampó en su cara fue el colmo de sus males, así que molesta, le devolvió el pastel entero a la cara de Axel, pero este pastel dió a la cara de la esposa del mencionado y al parecer todos sus tinos eran una mierda porque esta devolvió el pastel a la espalda de la madre del novio que estaba en otra mesa.

Y ahí fue donde todo el mundo se dió cuenta de aquel desastre que estaba dando inicio a esta guerra tonta, en la mesa de la madrina. Se dieron cuenta por el escandaloso grito que soltó la señora, cuando estampó el pastel en su vestido, la mamá del chico era escándalosa, y un poco exagerada, parecía que el pastel que se le estampó era una bala o algo así. Todos estaban riendose de forma tan silenciosa, una risa entre dientes, modesta, los más cercanos a ella actuaron con sorpresa.

Y bueno, no es como si Chaeyoung pudiera justificarse, por que en ese mismo momento estaba muerta de la risa, junto con su molesta acompañante (según Somi) y estas mencionadas se tomaban el estómago con tanta risa que les causo el sonido pastoso que sonaba con cada pastelazo, no habían recibido nada, ninguna mancha siquiera y se reían complices, y es que lo eran, esa complicidad que se busca en una persona, eso eran, la una a la otra, raras mujeres que aún siendo extrañas, se complementaban de algún motivo, cómplices y risas curando un corazón que estaba herido y sin un pedazo, estaba tomando fuerzas, nutriéndose, saliendo de las heridas. Chaeyoung estaba mejor, aunque aún no lo sintiera y la cura estaba en una sonrisa.

Era un caos, era un completo caos, cuando la mamá del novio recibió el pastel, indignada, le indicó a su esposo que devolviera el golpe y este, al estar borracho lo lanzó con dirección a la cara de uno de los del equipo del bully (como los nombró Chaeyoung) y bueno, este enojado volvió a lanzarlo a Chaeyoung, esta vez sí dando a su cara, directo, toda su cara se llenó de pastel de chocolate y eso fue gracioso, tanto que hasta ella soltó la risa, pero Mina no.

Un pastel de chocolate fue directo a la cara de Chaeyoung y dio en su nariz, su boca y sus ojos, resbaló cayendo por su ropa, dejando todo el vestido sucio y eso hizo que la risa de Mina parara en seco, y frunciendo las cejas, miró al rubio que le aventó el pastel y este le devolvió la vista asustado, se levantó con su pastel de coco en la mano y con toda la intención lo aventó causando que diera directo en una cara.

Somi estaba en shock con lo que veía, estaba viendo como el padre de su novio aventaba el pastel, mientras se tambaleaba borracho, así que aunque Dan estaba más que muerto de la risa, tras el grito y el caro vestido de su mamá manchado, era tan cómico de ver para él, pero para Somi no, ella se levantó muy enojada de su asiento, directo a controlar a todos esos idiotas que le estaban arruinando el día, su día, y aunque no los vió, sabía quiénes eran los culpables, o bueno, quién era la culpable y esa tenía un nombre que desconocía, es más, la correría a patadas ahora mismo, sí, entre más lejos de Chaeyoung estuviera, mejor, odiaba la cercanía que este misterioso ser tenía con su mejor amiga. Era chocoso que a donde quiera que viera a Chaeyoung, esta rubia cara bonita estuviera.

Se acercó a toda prisa y estaba a punto de gritar a la vista de todos los invitados que veían la escena con los ojos abiertos del asombro, era insignificante, pero ahí estaba, furiosa y transpirando de ver qué el pastel que tan caro le costó estaba siendo desperdiciado. Lo que Somi no contó es que una rebanada de ese mismo pastel de feo diseño estaba a nada de estamparse en su cara, gracias a la cortesía de Mina.

Y es que Mina si la vió llegar, Mina aprovechaba cada momento que la vida le daba para poder hacer todo el trabajo, al verla caminar hacia ellas, supo que aquel pastel debía dar en su cara con toda la intención de molestar. De donde sacó buen tino no se sabía, Mina no era la mejor persona cuando de tino se trataba y menos con objetos redondos, digamos que las pelota no eran sus amigas e incluso sus fans habían hecho recopilaciones de las veces en que fallaba con el balón al momento de lanzarlo. Ella decía: que bueno que fui Idol y no futbolista, ya que solo pasaría vergüenza si se enfrentaba a balones.

— ¡Qué jodidos les pasa!— gritó desesperada — parecen unos niños idiot...— otro pastel dió a su cara y está vez fue Dan, quién le dio el pastelazo, quería aliviar el ambiente, aparte de que el pastel no le gustaba, Dan podía vivir sin pastel. — ¡estás demente, hombre!

Y él solo abrió los ojos con asombró, abrió la boca incrédulo por la reacción para nada buena de su ahora esposa, era raro porque Somi nunca gritaba, odiaba los gritos, quedó atónito, si no fue que en efecto, Mina volvió a hablar salvando el día. Y al matrimonio de Somi, sin querer, pues Dan estaba a nada de comenzar un griterío de la vida, por poco y anular el matrimonio .

— ¿Qué?, ¿No has visto bodas gitanas?— contestó Mina con una sonrisa, Somi estaba colérica, roja de la furia. Quería correrla pero sabía que no sería muy genial para los invitados.

Mina se levantó, se subió a la silla, a la vista de Chaeyoung, quién paró su risa en cuanto Somi se rió, miró a Chaeyoung con una enorme sonrisa y cuando la música bajo, ella dijo muy alegre— para quien no lo sepa, según mis creencias, aventarse el pastel, es de buena suerte y durabilidad al matrimonio.

— ¿Eso es verdad, niña?— cuestionó la abuela del chico, que miraba la escena con una actitud cuestionable, todo al rededor lucía tranquilo en cuanto esa señora habló.

— Por supuesto, mi señora.— le dijo con una enorme sonrisa en la cara, una adorable gummy smile se asomó al momento en el que soltó esa linda sonrisa, tratando de convencerla que sus palabras tenían toda la verdad en ellas, fue una sonrisa leve, que la hacía ver malditamente atractiva, más de uno cayó enamorado esa misma noche.

— Entonces, esto debe ser verdad.— Mina asintió y entonces la señora le obedeció.

La señora aventó el pastel, y este se estampó en la cara de uno de los tantos invitados, y este se lo aventó alguien más causando que fueran ruidosos, varios pasteles fueron a dar al traje del novio y al vestido pomposo de Somi, quien estaba que no podía ni con ella misma, todo tan caótico que solamente fue a sentarse en un sitio esperando todos los pasteles que llegaban a su cara, estaba resignada a que eso pasara así y su noche se fuera a la reverenda mierda.

Y Mina solo tomó la mano de Chaeyoung y con un jalón la metió debajo de la mesa redonda, tapándose con el mantel color marfil que la cubría, de esa forma ninguna de las dos culpables era vista en lo absoluto, y nadie les prestó demasiada atención, estaban atentos a que ningún pastel les cayera encima, todo era un caos, el bonito salón quedaba todo sucio por el desastre de la guerra campal que se estaba llevando a cabo, con la justificación que Mina dió.

— ¿Tu no eres gitana, verdad?— preguntó obviamente Chaeyoung, quién la borrachera ya la había abandonado tan rápido como llegó, Mina estaba riéndose por lo poco que podía ver a través del mantel, y aún más con tremenda mentira que se aventó.

— No, corazón.— Chaeyoung gozaba de cada uno de sus apodos, eran bonitos, románticos, lindos— Pero en el hotel pasan el programa.

Mina sabía que de algo debía servir el programa que miró en cuanto llegó al hotel, se había bañado, estaba aburrida y prendió la televisión, en un canal Random y este anunciaba "bodas gitanas" y era entretenido, un reality show divertido en donde todo era tan extravagante que llamaba la atención de solo verlo. Mina admitiría que paso mucho tiempo frente al televisor.

—¿Hay un programa de gitanos?— Chaeyoung frunció el ceño, no sabía siquiera si eso existía, pues no era una mujer de pasar mucho tiempo en la televisión, lo suyo era meterse en sus horas libres a la escritura, escribía canciones que jamás nadie leería y veía tik tok, era eso o dormir las horas que perdía por levantarse temprano todos los días para ir al trabajo, la cafetería que atendía era lo que le consumía sus horas.

— Bodas gitanas, hermanas gitanas, no sabes lo extravagantes que son.— si, digamos que Mina se vio largo rato esos programas de shows absurdos, eran programas basura, sin duda, pero tan entretenidos que causaban gracia.

— ¿Por qué?— Chaeyoung ni sabía que era un gitano.

— Los vestidos, joder hasta ganas dan de usar vestidos ampones y de colores raros.— y es que las mujeres usaban tanto brillo, joyas, colores, tules, diseños, mostrando su creencia y cultura y como se desarrolla en su vida— Son bastante dueñas de la fiesta, saben gozar bien, si soy sincera, me intriga bastante saber si las fiestas eran así, por eso mismo baje aquí, tenía ganas de conocer, soy curiosa como un gato.

— ¿Por que seguímos debajo de la mesa?— Mina encogió los hombros y se acostó en el piso de mármol que estaba frío, se tapó la cara con las manos y Chaeyoung la imitó tirándose al suelo bastante juntas.

— Apuesto que arriba hay caos.— fue la simple respuesta que Mina dió.

— ¿Crees?— Mina asintió sonriente, el ruido que se escuchaba era de una guerra de pasteles y no guerra como en la historia, solo simples pastelazos.

— El bonito pastel ya debe estar desecho— esa era la simple realidad— ¿A caso quieres un pastelazo en tu linda carita?

Chaeyoung se sonrojó violentamente y sus mejillas se tiñeron de rojo, Mina moría de la ternura.

— No, tengo toda la cara llena de pastel de chocolate — era verdad, y Mina solo acercó un dedo a su mejilla embarrada de pastel y le pasó el dedo con delicadeza sobre el chocolate viscoso que le llenaba la mejilla, se lo llevó a la boca sin titubear y probó ese sabor que no le gustaba tan bien, aunque podía hacer una excepción por ella y por lo que tenía en la piel.

— Mmm, no sabe tan mal, quién diría que tu cara le daría mejor sabor al chocolate. Creo que es de la única forma que comeré chocolate.— si, ya que no soportaba el sabor dulce y raro de ese producto del cacao.

—¿Cómo?— Chaeyoung solo sonrió descarada, sabía a lo que Mina se refería sin duda.

— De tu rostro, bebé.— ahí la flamante respuesta que tanto esperaba. Aún así frunció el ceño e hizo una mueca de desagrado.

— Eso no suena para nada higiénico— Mina soltó la carcajada.

— Dah, déjame ser una tonta enamorada.— Chaeyoung la miró con una sonrisa, con los ojos brillándole bonito, y es que Mina era tan ocurrente que la ponía tan feliz, con el corazón acelerado, sintiendo adrenalina

— Solo si es de mi— Mina la miró de la misma forma, correspondiéndole a cada una de sus miradas, Mina sentía todas las maneras bonitas de sentir.

— Chaeyoung, yo no puedo mirar a nadie más ahora.

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