maratón (1/3) 🤍

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Domingo, 05 de noviembre. Un día después de la boda.

Chaeyoung no había dormido en toda la noche, no cerró el ojo para nada; recuerda que solo bajó  viendo el piso del elevador hacia el salón de fiestas y luego cruzó por todo el sitio hasta llegar a sus cosas, un saco y un pequeño bolso, lo tomó, cual persona que no tiene nada más que hacer ahí y se dirigió a la puerta. No había más, no había nada que la retuviera en ése lugar más que recuerdos vagos y una sonrisa en el rostro; no estaba triste, no podía estarlo luego de conocer a Myoui Mina, solo estaba algo poco satisfecha, no es que no lo estuviera, solo que ahora necesitaba más de Myoui Mina

— ¡Chaeyoung!—gritó rápidamente Somi en cuanto la vió pasar con dirección a la salida.

— ¿Ya te vas?— preguntó Dan quién llegó a ella corriendo, Chaeyoung asintió con una sonrisa y miro el reloj.

— Es tarde— sí lo era, bueno, solo un poco, así que con un beso se despidió de la chica y le dió un abrazo a l chico, le dió las gracias y le dijo que esa noche se veía muy atractivo. Él se sonrojó y la abrazó más fuerte aún.

— Te cuidas — Chaeyoung asintió y después al soltar a Dan, fue donde Somi y dándole un abrazo muy fuerte, el último que se darían en años, también se despidió de ella.

Tomó un taxi, dio la dirección de casa y al llegar pagó. Entró a su pequeño edificio, vivía en el segundo piso, en un pequeño departamento rentado, saludó a la pareja que se encontraba en las escaleras y luego entró a su despartamento.

Sentía raro en su pecho, no un hueco, pero si un espacio, y es que había una diferencia entre el hueco y el espacio: el hueco era simplemente un hoyo, vacío, que se sentía pesado y absorbente, el hueco era eso que te deja una película de romance, un Au triste de twitter, lo que te deja la película de Titanic, o lo que te ocasiona somebody else, eso era un hueco, pero el vacío el vacío era como más... existencialista.

Un vacío era terminar el libro que tanto te gustó, lo que te deja la la land al final cuando ves como Sebastián ve a Mía luego de aquella escena que te desgarra el alma al mirar lo que pudo pasar, un vacío se sentía como saber que es justo lo que está pasando y aún así es triste, no hay negación, sabes que debía pasar, lo aceptas, pero aceptarlo no aplicaba que te sintieras mal por ello.

Dejó los zapatos en la entrada y ni siquiera el piso frío le hizo sentir algo, paseó por la pequeña sala que tenía y pronto se fue a su habitación, no levantó el desastre que hizo antes de irse a la boda, y que juró recojer al llegar, no recogió la ropa que puso en su cama porque no encontraba un vestido que se le viera bien y no tenía suficiente dinero para gastar, así que sacó su ropa y encontró con eso que vistió esa tarde, asi que puso toda la ropa en el suelo y se acostó en la cama viendo el techo dispuesta a dormir, aunque no pudo.

Cerró los ojos, conto borregos, giró por toda la cama, contempló la ventana, se quejó del ruido de los vecinos, se volteó para poner los pies en la cabecera. Se levantó de cama a recoger la ropa y en todo eso el tiempo se pasó y Chaeyoung no pudo cerrar los ojos en ningún momento, tomó el celular del bolso y entonces encontró la aplicación de instagram, la abrió, no tenía muchos seguidores, solo 120 y ni sabía quienes eran; pero no entro para ver a sus seguidores, entro para buscar algo en específico

MiNaMo

Buscó en la Lupita que aparecía en la parte superior de la aplicación y entonces dió con la cuenta oficial de la agrupación y entró por mera curiosidad a revisar, entonces se dio cuenta que más que fotos, encontró como última publicación el póster de la gira mundial y en donde se encontrarían.

Domingo 5 de noviembre, emerald city. La ciudad en donde fue la boda, ahí mismo el día de mañana sería su concierto... Si tan solo pudiera ir a ese concierto y adentrarse... Que sueños tenía, eso no sucedería, así que simplemente le dió al botón de seguir y pronto el botón azul dejó de ser de ese color. Se convirtió en uno de los 36 millones de seguidores, nada más.

La cuenta seguía a 9 personas, tres de ellas eran nayeonyny, momo y min_sr_my, y entonces los dedos le temblaron por entrar al último nombre, una cuenta con 24 millones de seguidores, y solo con 45 publicaciones. Miró la más reciente y era Mina desde un ángulo algo gracioso, con la cámara enfocada desde arriba y su rostro siendo el foco de la foto. Tenía tres semanas de ser publicada, después deslizó a la anterior publicación y luego a otra así hasta llegar a la primera, en esa Mina lucía como una chica de 20 años, no calculaba más, ya que fue una foto de 2018, era 2023, y si Mina tenía 25 ahora, en esa foto tenía 20 ¿No? Sus cuentas no fallaban mucho.

Y entonces en ese momento le dió a seguir, y a lado aparecía la barra que decía "mensaje", y le dio click, le mandaría un mensaje, un mensaje que no sabía cómo comenzar, escribió un "Hola, soy Chaeyoung" pero lo borro en seguida para volver a escribir, "Hola, Minari, soy Chaeyoung, el de la fiesta", pero lo volvió a borrar "¿y mi capivara, mi ajolote, nuestro guajolote y los tres gatos?" Sonrió y nuevamente lo borró. "Nuestros hijos te extrañan " negó y redactó otro mensaje "estuve encantada de conocerte" y sin mandarlo, bloqueó el celular y se recostó en la cama dormitando, no mandaría nunca el mensaje.

Y había razones completamente válidas, una: Mina era una Idol, sin tiempo, con posibilidad de conocer a miles de gentes, más bonitas, más inteligentes, con profesiones, modelos, modistas, lo que fuera, Mina tenía a mucha gente a sus pies ¿Por que fijarse en Chaeyoung?, Chaeyoung sabía que era guapa, pero ¿Lo suficientemente como para cautivar a Mina como ella lo decía? No lo creía, no lo creía realmente, así que no lo mandó. Otra fue por lo que le dijo Mina: Chaeyoung quería cumplir sus sueños, si buscaba a Mina los iba a estancar, porque eso no tenía pies ni cabeza, lo que fácil comienza, fácil termina ¿No es así?

Así que suspiró fuerte y se quedó dormida con pensamientos que la empujaban a salir adelante.

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24 de diciembre, mes y medio después de conocerla

Son Chaeyoung era una mujer que tenía muchos miedos, uno de ellos era el rechazo; llevaba cinco semanas en el psicólogo y aunque era poco tiempo, ella había decidido dar un paso muy importante en su vida diaria, y no, no fue dejar la cafetería donde trabajaba, fue buscar a sus padres luego de cinco (casi seis) años sin verlos. El psicólogo le preguntó si no era pronto para su procesos, y que si no se sentía lista que no se forzara, no eran carteritas como para hacerlo, pero ella se sentía lista para dar ese paso.

Ya había dejado a Somi en su pasado, la dejó de lado para siempre, estaba sanando el daño que le dejó y ahora estaba por buscar a sus padres en víspera de Navidad.

Dió un fuerte suspiro y bajo del camión con dos bolsas de regalos, la nieve iluminaba el camino de regreso a casa, camino lentamente con el corazón en la garganta y mil emociones en el estómago, camino como si la vida pasará lento y la sanación estuviera pulsando en saber si hizo bien en regresar o no, no sabía, pero estaba siguiendo lo que Mina recomendó, estaba haciendo todo lo que quería hacer pero no podía por miedo y entonces un día llegó Mina y la empujó a hacerlo.

Lo que pasa es que Mina no la empujó para que lo lograra, Mina le tomó la mano, le mostró el paisaje y le sugirió que lo hiciera, Mina no le obligó a tomar un camión con rumbo desconocido como lo hizo Somi, Mina solo puso la espinita y en Chaeyoung estaba en el buscar eso que deseaba realizar. Vió las diferencias de un todo y se sintió maravillada.

Mientras tanto, sabía que Mina ya andaba del otro lado del mundo, sabía que ya era navidad donde ella estaba y no sabía si había nieve o no, no sabía si veía la blanca nieve caer, o si donde vivía no caía nieve, Mina no había subido nada a su perfil, así que no sabía que era de la chica por el cual sus suspiros salían.

Miró la puerta, nada había cambiado, ni siquiera la teja chueca que el puso de niña al ayudar a su papá. Todo seguía igual, la bicicleta mal puesta que dejó antes de irse, el color café claro de la fachada, la puerta blanca desgastada y el pasto estaba cubierto de nieve, la única diferencia eran las luces navideñas, porque cuando se fue no era navidad.

Dió dos toques a la puerta y guardó los brazos atrás de ella y luego dió un toque más, ese toque hizo que la puerta se abriera.

Su mamá ahí presente la miró con boca abierta, como si no creyera lo que veía ahí, se talló los ojos y luego, cuando cuenta se dió que no era una ilusión, abrió la reja de la casa y con lágrimas en los ojos se lanzó a los brazos de su hija, quién con también una lágrimas susurró un mamá lento que le devolvió la vida a su madre.

La abrazó, como si la vida viviera de ese abrazo y luego le reviso la cara, los ojos, le besó el rostro y luego volvió a abrazarla.

— Mi niña, mi niña está en casa de nuevo— le susurró y Chaeyoung ya no pudo evitar llorar a hipadas — Shh, ya, ya, tranquila, mi amor, estás en casa todo está muy bien ahora.

Todo estaba bien, todo estaba bien, Todo estaba bien, todo estaba bien, si, ya todo estaba bien.

— Mamá — su mamá asintió.

— ¿Cómo estás mi niña? Te ves tan bien, mi amor.— Chaeyoung estaba bien ahora, mucho mejor de lo que fue, le sonrió y limpiandose el rostro asintió.

— Todo está bien ahora — le devolvió el beso a su mamá y su mamá no cabía del regocijo.

— Sungchae, Chaeyoung esta aquí— gritó su mamá y cuando su papá llego a la puerta, las tres se abrazaron fuertemente.

Aquella navidad, Chaeyoung hizo las paces con su padres, pasó festividades con ellos y luego regreso a su vida, feliz, feliz porque podía volver cuando quisiera, ya no había nada que le impidiera regresar. Cerró el capítulo, ese de problemas familiares, todo estaba bien ahora.

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5 de febrero, 2026, dos años, dos meses desde que conoció a Mina.

Please don't be in love with someone else

Han pasado dos años desde que Chaeyoung no ve a Mina, dos años en que no buscó nada de ella, el mensaje nunca, nunca lo había mandado y sabía que pronto, si no es que ya, su presencia en la vida de Mina era ya un recuerdo, valioso o no eso ya no era algo que Chaeyoung supiera.

Y es que en dos años pasó mucho, mucho, en dos años su vida dio un giró.

Todo empezó en abril de 2024, cuando estaba trabajando en el café al lado de Dahyun, recuerda que fue miércoles, el día estaba poco recurrido y el café tenía poca gente, así que tenía tiempo poco libre. Dahyun atendía dos mesas y le sonrió a ella, sabía que le pediría un favor, porque siempre le sonreía

— Chaeyoung, ¿puedes llevarle un café latte a la chica de negro de la entrada?, por favor— Chaeyoung asintió, preparó el latte y luego con una charola le llevó el latte a la mesa de a fuera.

La chica estaba de espaldas. Vestía de negro y llevaba una gorra negra, tarareando una canción, y esa canción le era tan conocida que las piernas le temblaron.

Llegó a la mesa y entonces le tendió el latte; la mujer le sonrió y continuó viendo la letra de esa canción.

— Muy buena canción — comentó Chaeyoung.

— La letra me llegó hoy, la mandó una chica que conozco demasiado, me ha mandado varias buenas canciones.

— Me imagino— asintió Chaeyoung— Seun siempre da trabajos buenos.

— ¿La conoces? — Chaeyoung asintió en seguida y se sentó en la silla a lado de la chica pálida que tarareaba la canción. Mientras Dahyun las miraba con una sonrisa cómplice, podía que esta chica sacara a Mina del pensamiento de su amiga, pues no le gustaba verla enamorada de alguien que no podía tener.

— Claro que la conozco. Pero conozco mejor las letras de esas canciones.— estaba harta de vender sus canciones, la última que le vendió a Seun fue esa misma que esta chica tarareaba.

— ¿Ah sí?— Chaeyoung sintió y le sonrió con seguridad, se vio las uñas.

— Si — la chica rubia la miró, era bonita, con cabello café, lindos hoyuelos y bonita sonrisa, era guapa, completamente su gusto.

— ¿Por? Dime, Claro si puedo saberlo — cerró la computadora y le prestó completa atención.

— Las conozco porque yo las escribí.— claramente jamás se le había ocurrido que aquella chica rubia que lucía joven era una excelente productora con un montón de dinero y un estudio a su mando, era ceo de una empresa de música con sello garantizado.

—¿Qué? — preguntó un poco atónita la rubia y Chaeyoung ofreció su mano.

— Así es, yo soy la escritora, solo que se las vendí a Seun.— la rubia se pasó la mano por el pelo rizado, y tono su mano en un apretón amistoso.

— Soy Park Jihyo, un gusto, soy productora y dueña de Box music, y no me presento solo por decir y alardear mi nombre, sino, porque necesito gente como tú, si realmente eres escritora de esto, entonces por favor, dame el honor de trabajar contigo.— así en una mañana, el trabajo de sus sueños golpeó su puerta.

Chaeyoung consiguió dejar el café, conseguió dinero muy bueno y también trabajar de lo que siempre amó hacer, a eso se dedicaba, y estaba tan feliz, un sueño más, ese y el de conocer el mundo, todo gracias a Jihyo, su jefa, con quién ha firmado con muchos cantantes famosos, y también con cantantes nuevos, eso era un magnífico sueño para ella.

Justo ahora tenían una junta en Corea, fue un vuelo largo a ese país desde Francia, Jihyo iba durmiendo cerca de ella, estaba en Corea para firmar una de sus canciones (todo un álbum realmente) con alguna banda que ni el nombre sabía. Estaba suspirando fuertemente, realmente esperaba (muy dentro de ella) que esa banda fuera MiNaMo para volver a ver a Mina.

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