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Por otro lado, en el último piso del hotel, en la recámara más lujosa y cómoda, Mina había llegado corriendo con Jeongyeon tras suyo para que no se escapara de nuevo, era como su policía y Mina una carcelera más, sí, digamos que Mina era demasiado dramática.

Jeongyeon la llevaba como una niña regañada, impidiendo que la chica le pusiera un justificante, o que volviera a escaparse y es que todo el caos que había a sus espaldas era difícil de ser callado, sabía que ese tipo de problemas traía consecuencias, esperaba que ninguna foto de Mina circulara por ahí, que si bien sabía que la chica no se metía en problemas, espera que esta vez no fuera diferente.

No podía creer que Mina se metiera en tremendo lio, era la más calmada de las tres, lo esperaría de Momo incluso hasta de su propia novia ya que le seguía siempre a la japonesa, juntas habían hecho muchas travesuras de las cuales Jeongyeon tenía que salvarles el culo. Y no se quejaba mucho realmente, le gustaban las aventuras en las que las dos se veían involucradas. Pero no Mina, Mina jamás se metía en algún alboroto, Mina era tranquila, le gustaba su privacidad y sobre todo gozaba mucho de su tiempo sin una cámara encima.

Aparte de que era muy cuidadosa con lo que hacía, quien quiera que informo eso de que Mina estaba en la fiesta, lo hizo con toda intención de molestar, no entendía como es posible que aquella persona que publicó eso en twitter, haya gozado de publicar el paradero de Mina. Si era un invitado de la fiesta no le convenía, pues sabía que sin dudas la fiesta se arruinaría con la llegada de los fans. Sabía que no lo publicó por fama, pues es bien sabido que el lado de fans no acosador, funaria por completo la cuenta de la persona y tampoco lo hizo para tener beneficio monetario ya que no se ganaba nada con eso y menos si no hubo un chisme de por medio.

Del porque atacó a Mina no se sabía, y eso lo tenía muy desconcertado.

— Jeongie — se quejó Mina mientras la llevaban de camino, ya casi llegaban a la puerta de su habitación y Jeongyeon iba cuidando de que nadie les siguiera. — ¿Me vas a seguir ignorando?

Jeongyeon volvió a no hablar, aunque esta vez sí presto atención a las palabras del mayor. Cuando llegaron a su puerta, Jeongyeon abrió de inmediato y dejó pasar a Mina, para después adentrarse ella.

En la habitación Momo y Nayeon estaban preocupadas, sentadas en una de las camas, comiéndose las uñas, parecían dos gemelas por los movimientos tan sincronizados, casi como los gatos siameses de la película de la dama y el vagabundos, aunque ellas no eran malvadas, estaban viendo hacia la puerta y en cuanto las vieron entrar se abalanzaron a ellas.

— Joder, sí rescataste a Mina— saltó Momo a inspeccionar si Mina estaba en buen estado, le revisó por completo, el cuerpo, la cara, el pelo, todo y no le encontró ningún rasguño que fuera alarmante, nada que marcará su tersa piel. Solo le encontró pedazos de pastel en un lado de la camisa negra, y los labios un poco más hinchados. Mmm, sospechoso, muy sospechoso; claramente vió eso, pero no mencionó nada a nadie, solo entrecerró los ojos y dijo a si mismo que Mina tenía mucha mala suerte.

— Oh mi amor, tu siempre rescatando a todos ¿No te has puesto a pensar que quedarías bien como una guerrera protectora?— Dijo Nayeon con mucha alegría, llegó donde su novia y le plantó un beso en la mejilla, Jeongyeon sonrió a pesar del enojo que sentía aún, y eso hizo que Nayeon continuará besándole toda la cara.

— Ten en cuenta que tú no serás la princesa de la torre, Nay, ese puesto lo tiene Mina ahora.—dijo Momo burlonamente, Mina la miró mal y Nay miró mal a Mina.

— Me robas al caballero de armadura brillante y yo te tiro desde lo más alto de la torre, Mina— le advirtio con una sonrisa; Momo soltó una carcajada ruidosa, la simple imagen mental de Nayeon siendo malvada aventando a Mina, le dió risa.

— Nada que me interese— le dijo Jeongyeon quien más lucía como un policía que te preguntaría: " donde estuviste 8:30", si, sin duda es tan gracioso de ver pues más que un regaño parecían interesados en saber el chisme.

— Ah, o sea que no te importan mis sentimientos— Dramatizó Mina y se llevó una mano al pecho como si le doliera demasiado, se tocó dónde está el corazón y fingió una muerte aventándose a la cama, Jeongyeon giró los ojos al verla tan dramática.

— No estoy para dramas, Mina. — le amenazó y Mina le respondió sacándole la lengua. Momo y Nayeon morían de la risa.

— Ni yo para desinteresadas. — se paró de la cama nuevamente con intensión de huir de ahí, amaba a sus amigas pero se estaban comportando como un horrible grano en el culo.

— Habla ahora mismo — la detuvieron las demás y la volvieron a sentar en la cama, Mina giró los ojos, al parecer ya se le estaba volviendo costumbre hacerlo.

— De verdad debo volver. — estaba comenzando a irritarse.

— Habla, no lo vuelvo a repetir. — pidió Jeongyeon de forma amenazante, a Mina solo le recordó a Doris cuando le maullaba porque no lo dejaba hacer algo, eso le dió ternura pues Jeongyeon le daba ternura.

— Bien. — dijo de mala gana y ese acomodo mejor, para narrar esa fantástica noche lo tenía tan maravillada.

— Te escucho.— dijo Jeongyeon como si fuera una señor chismosa atenta a lo que sea que Mina fuera a decir, las dos chicas que quedaban se sentaron a lado de Mina, también atentas a saber que carajos tenía a Mina en esa situación.

— Me colé a una fiesta. Dije que la música de Chayanne era mejor para un vals — comenzó rascándose la nuca y Nayeon comenzó a reír.

— Espera... ¿Por qué Chayanne? Yo creo que Ricky Martin es mejor...— dijo Myoui sabiendo que Ricky Martin le gustaba más que Chayanne.

— ¿Cómo que Ricky Martin? No, no, queda mejor una canción de Juan Gabriel.— dijo como si las otras dos hablarán puras incoherencias, no podía creer que pensaran que esos dos eran mejores que Juan Gabriel si de música latina hablamos.

— Opinó lo mismo que Momo— dijo Jeongyeon, ganando malas miradas por parte las dos chicas, ella alzó las manos en modo de inocencia — ¡Bueno ya! ¿Y después qué?

— Conocí a una chica, su nombre es Chaeyoung, y no me lo vas a creer pero la novia es una imbécil que jugó con Chaeyoung en su adolescencia ¡y todavía tuvo el descaro de pedirle que fuera su madrina!— dijo con molestia y apretó el puño de solo recordar la cara de Somi.

— Espera ¿Madrina de bodas?— interrumpió Nayeon y Mina asintió, las tres hicieron mala cara en el momento.

— Si— lo recalcó Mina para que las otros le dieran la razón.

— ¡Ay que imbécil!, déjame bajar a mi para matarla — Nayeon no era agresiva, pero sabía artes marciales, Somi solo se merecía una patada voladora y listo, salía corriendo sin que nadie la viera y así no había desastre.

— Mi amor, no vas a ninguna parte.— la detuvo Jeongyeon de la cintura y la abrazo levemente, Nayeon se derritió en los brazos de la mayor, enterró el rostro en el cuello de la alta y le abrazó de vuelta.

— Solo si me das un beso.— pidió y su novia no era nadie para negarselo, así que le beso la punta de la nariz y luego los labios un pico.

— Me dan ganas de vomitar— Momo hizo la finta de vomitar, Mina trató de esconder una risa cuando Jeongyeon las miró amenazante, Momo solo le dió una sonrisita.

—¿Que? ¿También quieres un beso Momoring? — Hirai negó repentinamente e hizo mueca de asco.

— No, nada más ando viendo, gracias— Mina soltó la risa que había guardado.

— Momo eres una envidiosa.— le contestó Nayeon sin despegarse ni un centímetro de su novia.

— Y tu andas muy pegajosa hoy.— y si, como dije Nayeon no era tan cariñosa, era más cariñosa Jeongyeon, pero ahí estaba, abrazando a su novia como si de eso dependiera su vida.

— Déjame ser ¿Okey?— Nayeon le sacó el dedo de en medio a Momo y esta se lo regreso.

— Mina, continúa.— suspiró Jeong al ver a las otras dos pelear.

— Sí, bueno, yo hice buena conexión con Chaeyoung así que le propuse la mejor noche y por eso quiero volver. — aparte de que quería volver a verla, besarla y luego pedirle su número.

— Tú no haces eso por caridad, Mina ¿Qué más pasa?— la mencionada enrojeció por completo y miro sus manos con nerviosismo, como colegiala enamorada.

— Resulta que bueno, es guapísima y le brillan mucho los ojitos y me encanta la manera en que sonríe y las mejillas se le abultan, así que inevitablemente yo di todo de mi para que me mirara a mi y dejará de lado a esa idiota. El problema es que...— Mina no lo notó. Pero en el momento en que mencionó a Chaeyoung, los ojos se le llenaron de brillo, como si cien estrellas vivieran en sus ojos.

— ¡Ay por dios! —gritó Momo de momento y las espanto.

— ¿Qué pasa Momo?— Momo sonrió alegremente y se tapó la boca.

— Mina está enamorada — gritó como si fuera un gran secreto revelado.

— Puff, eso no pasa Momo, ¿verdad?— Mina no pudo responder, roja de la vergüenza bajó la mirada y vio el suelo.

— ¡Ay por dios es cierto!— le dió la razón Jeongyeon.

— Solo no lo griten tanto.— no lo negó, obviamente nunca lo negaría.

— Mi Minaring se enamoró, que no lo creo.— Nayeon puso sus manos en el pecho como si fuera una mamá orgullosa y se limpió las lágrimas inexistentes.

— Es que Chaeyoung es... Mágica — mágica, Chaeyoung para Mina era más que eso, era eso que no puedes expresar porque las palabras no hacen justicia a ello, era eso que no dices y guardas en el corazón y no porque no quieras, sino porque es demasiado para todos, Chaeyoung para Mina era como un cometa brillante que pasaba cada 50 mil años, era como aquel sol que no lástima al verlo, era eso, sueños, magia, vida, Chaeyoung era amor.

— Mina está enamorada, Mina está enamorada, Mina está enamorada.— las tres se tomaron de la mano y comenzaron a brincotear por completo, brincaron en ruedita como en el cuento de los tres cochinitos, algo así, y corearon "Mina está enamorada" sin parar.

— Ya cállense. — Mina les aventó una almohada que dio directo a la cabeza de Momo quien se quejó de inmediato.

— Me callas cuando me mantengas. — le dijo Momo, sacándole la lengua.

— Momo, ya no tenemos cuatro — le reprendió Myoui

— Amargada.

— Déjame volver Jeongyeon, prometo que volveremos pronto. — en ese momento, Jeongyeon de sintió culpable de no poder dejarla volver.

— Volveremos suena a manada. — le contestó para no darle una negativa seca.

— Hablo de Chaeyoung y yo.— claro que la llevaría ahí, no quería dejarla en la fiesta.

— No puedes salir, Mina, hablo enserio. — Jeong la miraba apenada.

— Yo igual lo hago. — le refutó molesta

— Tu seguridad está en juego. — le dijo tratando de detenerla.

— Prometo cuidarme bien.

— Sé que sabes cuídate pero yo no puedo dejarte — entendible, muy entendible.

— Por favor, Jeongyeon, solo... Solo deja que vaya por ella. — ya no era "despedirse de ella" era ir por ella para traerla.

— Entiende que no, Mina. No hay tiempo, en menos de media hora partiremos a otro hotel, este no es seguro. — Mina abrió sus ojos con asombro, no, eso no era cierto, se negaba.

—¿Qué... Qué dices? — tartamudeo un poco.

— Nos iremos del hotel Mina.

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