Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 20

¿Les cuento un cuento? Una vez, hace tal vez lo que fueron años, cuando en una tarde el corazón de Becky se sentía dolido, llegó a su vida lo que fue su luz. La misma tarde, aquella luz que se sentía sola encontró el placer de una compañía grata, que más que hacerla sentir mariposas, la hizo sentir fuertes dragones brillantes. Fue amor a primera vista, de ese que casi no se cree que exista, más que amor fue aquello que nos describen como único y deslumbrante, más que cosquillas, ellas sintieron estruendos, no era una simple lluvia era tormenta, eso sintieron ellas y es que decir que fue amor era muy vano, fue más que eso, algo cósmico, algo de otra dimensión; inexplicable.

Se dice que el amor se siente como la luz cegante, cálido sentimiento alojado en el pecho, se dice que el amor se siente vibrante, cual color amarillo. Es por eso que dicen que el amor hace la felicidad y en la analogía de Van Gogh, el amarillo era parte de la felicidad, por eso mismo consumía pintura de este color, aunque terminó dañándolo. El amor ¿Qué es el amor? ¿Es liviano y puro? ¿Es grotesco y ciego? ¿Es burdo y pesado? ¿Qué es el amor y porque todos lo buscan? Tal vez y no encontraríamos respuestas, solo una demostración: el amor era Becky y Freen en un mismo sitio.

Hay veces en que sentimos este sentimiento que si somos sinceros buscamos, pero si somos sinceros, hemos leído libros de amor, hemos escuchado música romántica, hemos buscado ese ser que pinta para darnos todo lo que nos gusta de manera romántica, del porque se busca no se sabe, y es que es tan cansado buscar un porque a todo que realmente ya no vale la pena realmente buscarlo ¿Vale la pena monopolizar este sentimiento? No, realmente el amor tiene distintos significados para cada ser humano. El amor es una lluvia a medio día, está en el aire, en la vida, en ojos cafés, en sonrisas curvadas, en poesía, el amor está en los días, en el extrañar, el amor es eso, no hay porque para sentirlo, no hay como sentirlo, solo sabes que lo encontraste cuando tu cuerpo vibra, tu mente se borra, te alivia las penas; el amor es lo que te suma sonrisa y te resta malos días.

Si somos sinceros, cuando estos dos personajes se conocieron, cuando Becky miró a la chica que comentó algo sobre el aburrido vals, cuando Freen miró a la chica de los ojos tristes, estaban listas para encontrarse, por supuesto que sí, el destino lo escribió así, estaba escrito, que en una tarde de noviembre, alrededor de las cinco de la tarde, cuando el sol estuviera rojo y el mar se escuchara en la lejanía, sus caminos se cruzarían, estaban listas para conocerse, pero no para quedarse.

Si, Becky Armstrong y Freen Sarocha estaban preparadas para encontrarse en una noche de noviembre, mientras en el cielo se veía la magia y el ambiente pintaba fenomenal, mientras que a su alrededor la unión de lo que separaba algo, unía dos vidas desconocidas. Ellas se conocieron porque aquel ser que escribía nuestros destinos, se encargó fundamentalmente de que así fuera, se encargó que en una noche de salvar a un corazón que estaba casi muerto y otro hundido en la agonía de la soledad en donde inconsciente buscaba compañía.

Sí, aquellas dos personas llegaron para complementarse, pero no era momento de quedarse, no era momento de realmente permanecer juntas; fue como si el destino realmente les diera un impulso para seguir, ya saben, no un empujón, sino un aliento, conocerse para ambas fue como simplemente un motivo para salir adelante, fueron aliento fresco y reconfortante.

Freen estaba dispuesta a pedirle su número y lo mencionó demasiadas veces, incluso cuando la vio lo primero que quiso era pedirle el número para mantenerse en constante contacto, era fácil, solo era darle su número de teléfono o alguna red social privada y listo, esos dos años en ausencia de sus compañías no se hubieran dado y era super fácil, aunque bueno... Si somos sinceros si eso hubiera pasado las cosas no saldrían bien, nada estaría bien.

Becky estaba saliendo apenas de esa situación sentimental que la mantuvo encerrada por años, ante un amor que nunca fue correspondido, Becky estaba saliendo de ser un secreto como para volverse otro secreto ¿Lo entienden? Si Freen buscaba a Becky, las cosas pasarían de la siguiente manera:

Becky y Freen coquetearían, y al saber a qué sabían sus besos, avanzarían de lo más rápido posible, y harían llamadas todas las noches, se preguntarían sus colores favoritos, sabores favoritos, películas, todo en general antes de empezar esa relación que se veía inevitable. Poco después sabrían que Freen no tenía tiempo, así que las llamadas se volverían poco escasas y Becky no continuaría sus sueños, porque ella lo dejaría todo por seguir a Freen y ¿Luego qué? ¿Qué sería de ella en otro país, con una novia que estaba ausente? No sólo ausente, si no que en otros países y al no estar 100% curado del corazón los celos y dudas entrarían, de paso las inseguridades; todo de un jalón dejando en deterioro lo que terminaría de forma más desastrosa y ninguna de las dos lo soportaría, más aún que Freen debería mantenerlo en secreto ya que no era nada bueno para ambas.

No estaban preparadas para quedarse, porque Freen tenía una carrera artística en la bolsa, Freen tenía un contrato, Freen tenía poco tiempo, esa Freen no era para Becky, porque Becky merecía ser curarse el alma primero para poder amar de nuevo. Mientras Freen necesitaba esforzarse más para sus sueños, planear bien sus tiempos, hacer eso que hacía siempre a gran magnitud, porque tenía una carrera que pondría por delante de todo, porque si, podían amarse, pero siempre estaría una cosa por delante de otra, no era buen panorama, si eso pasaba, si ellas hubieran mantenido un contacto, las dos caerían tan fuerte y se dudaba si podrían volver a levantarse.

No era mala onda, realmente ellas si podían llegar a amarse más de lo que cualquiera podría, pero primero merecían conocer más; conocer más gente, conocerse ellas mismas, eran jóvenes y no es como si ya hubieran crecido demasiado, pero dos años hacían la diferencia sin duda.

Y si, pasaron dos años, que si bien se fueron como agua, eso no dejaba de lado la ausencia, eso no impedía que sinceramente se extrañaban. Freen no tuvo nada para contemplar a Becky, nada para saber que era de ella.

Incluso no sabía que Becky cambió el color de su cabello, que Becky curó su corazón, que Becky ya tenía un perro y que Becky dejó el café pero no dejo de frecuentar a Irin; pero Becky sí veía cada publicación de Sarocha Chankimha, cada foto preguntándose que sería de ella en la actualidad, vio que dejó de ser negro para tener el cabello de tres colores distintos y que sus gatos tenían resbaladilla es su habitación, Becky si supo que Freen dio una gira y que comió tacos mientras puso como descripción un: "la promesa de traerte un día sigue en pie" como si Freen supiera que Becky veía sus publicaciones.

Así que en el momento en que Charlotte y Becky cruzaron las puertas; Becky temblaba, pues estaban en la misma empresa de la que Freen era parte, lo sabía porque un día que andaba curiosa vio la biografía de la banda y descubrió que Charlotte trabajaba demasiado con esa empresa, pues era colaboradora y buena amiga del CEO, ya que Saint era su joven amigo de preparatoria, habían hecho un contrato de colaboración de ambas empresas, así que cada que había grupos que necesitarán la ayuda de Charlotte, Saint no dudaba en llamar a su amiga para que grabaran con ella algunas canciones que serían Hits.

—¿Nerviosa?

Charlotte sobó la mano de Becky quién la tomaba fuertemente del brazo, estaban a nada de entrar a la sala de juntas en el quinto piso de ese edificio, solo habían nueve pisos en esa sofisticadas torre, aunque no era el único edificio de Idols entertainment, ese solo era para asuntos importantes.

—¿Yo? No, nada de eso.

Estaba que se cagaba de nervios, y no porque firmara sus canciones, eso ya lo había hecho muchas veces, pues había escrito canciones para varios artistas de fama internacional incluso, muchos adoraban sus letras, que más que buenas eras buenísimas, incluso escribió varias que por poco llevaban el nombre de Freen en ellas; estaba enamorada ¿Quién no lo estaría? Era Freen Sarocha.

—Lo pareces

Charlotte sabía que lo estaba y sabía bien por quien era, digamos que una noche en la que tomaron demasiado, Becky confesó que su amor era por y para Freen, y entonces Charlotte perdió cualquier interés amoroso que tuviera con la chica interesante; digamos que ella solita se mandó a la friendzone y ahora quería demasiado a Becky y buscaba la manera de que en este viaje se encontraran con Sarocha, aunque esperaba que no fuera muy tarde, pues Billy había comentado que entraban en descanso muy pronto, un descanso sin fecha de regreso; Charlotte solo esperaba que no fuera como One Direction porque eso le partiría el alma.

—He hecho esto muchas veces—dijo para tranquilizarse, aunque realmente no ayudaba en nada, no estaba nerviosa porque firmaran nuevamente para otro álbum, estaba nerviosa por reencuentros que no estaba segura si sucederían.

—Dos años en la industria y eres una grande, esa es mi chica.—dijo mientras le apretaba la mano, Rebecca sonrió y le dio un golpe en el brazo que sostenía.

—¡Basta Charlotte, que me sonrojas!.—Charlotte se rio escandalosamente y le desordenó el cabello que había peinado por primera vez.

—A que eso te gusta.—la retó y Becky asintió inflando las mejillas.

—Oh cállate, eso no pasa.—claro que pasaba, amaba los cumplidos y las buenas palabras. Amaba que le dijeran cosas bonitas y que la elogiaran, a todos nos gusta ¿No? Aunque lo negaramos, nos gustan los halagos y las palabras de aliento que son reales.

—¿Ah no?—dijo Char mientras tentaba el pomo de la puerta.

—No, ya entra, nos están esperando.—la empujó y Charlotte abrió la puerta sin entrar, mientras que Becky sintió el corazón en la garganta.

—¿Por qué tan ansiosa, BecBec?.—susurró Charlotte y Becky sonrió con las manos sudadas y sus nervios tratando de calmarse

—Porque me debes pollo frito y dos gaseosas.—habían apostado tremendas tonterías la noche anterior, apuesta que Charlotte perdió sin duda.

—Solo me quieres por mi dinero.—hizo un puchero que a Rebecca se le hizo adorable, le dio un pellizco para que lo quitara y Charlotte se quejó ruidosamente.

—No, también porque eres mi jefa—su jefa y su mayor admiración, la amaba, la amaba tanto como a alguien de su familia; Rebecca amaba a Charlotte por todas las posibilidades que le dio; Charlotte amaba a Rebecca porque era tan enérgica y se daba a querer tan fácil.

—Confiesa que sin mí no vives.—dijo Charlotte aún sin mover la mano del pomo, Becky rodó los ojos.

—Deja de ser tan presumida.—le volvió a dar un golpecito en el brazo; deja de ser tan presumida que me recuerdas a ella.

Entraron ambas por fin y contemplaron a los ahí presentes. Rebecca sonreía nerviosa y Charlotte solamente mostraba una sonrisa radiante.

—Buenas tardes, yo soy Charlotte Austin y ella es Becky Armstrong.—presentó en el momento en que se encontró frente a los presentes, eran cuatro personas que Charlotte conocía muy, muy bien, la presentaciones estaban de más.

Una castaña estaba ahí, junto con una pelinegra, una peliazul y una pelirrojo, vestían ropa deportiva y sin maquillaje, era la manager y los tres artistas, Charlotte sonrió con alegría de verles.

—Hola, soy Engfa, representante y Manager de Grand Misses, y estamos muy gustosas de tenerles aquí y más al saber que están interesadas en nosotras, pero basta de formalidades Charlotte, tú ya sabes quién soy yo y quiénes somos nosotras, nos falta Heidi, pero viene pronto, fue a comprar donas.

Realmente sus esperanzas estaban en el suelo, Rebecca sonrió tímidamente, ninguna de ellas era Freen, no era la pelinegra de ojos pequeños, ni el pelirrojo de alta estatura, no era ninguno de los presentes, no firmaría con La Factoría, se sintió tan bajoneada en ese momento y es que como encontrarlo ahí, si Corea era muy grande y Freen solo era una persona, una persona que su cara estaba como diez veces en el camino del aeropuerto a la empresa, y otras 23 en el camino de la empresa a la sala; Freen estaba en todas partes, pero no estaba ahí, con ella.

Dio un fuerte suspiro y comenzó su junta cuando una chica con cabello oscuro entró presentándose como Heidi y así, fue como iniciaron con junta de negocios que tantos esperaban firmar para después vacacionar un poco, mientras Charlotte le enseñaba todos esos lugares que prometió mostrarle.

━━━━━┅━━━┅━━━

Mientras tanto Freen, estaba ansiosa caminando por toda su empresa, el largo pasillo que llevaba al elevador, estaba caminando lento, sabía que nadie estaba en la sala porque todos eran muy impuntuales que llegaban tarde a todos lados, incluso Billy llegaba tarde algunas veces cuando se suponía que él debería llegar más temprano que todos ellos; aunque lo entendía, levantar a Babe todas las mañanas era una osadía. Iba caminando ansiosa y pensativa, ya que sentía su libertad en las manos, pronto sería tan libre como deseó y no es que odiara lo que hacía, amaba lo que hacía, amaba todo y cada cosa que vivió siendo una Idol, amaba ser una Idol, pero como todo necesitaba un descanso.

Ya tenía planeado que haría, primero pasaría una semana con sus gatos y su familia, los llevaría de paseo, haría toda la comida posible con su madre, haría todo lo que hacía en sus semanas comunes de vacaciones y luego, pagaría el pasaje de avión para regresar a esa ciudad donde Becky estaba.

¿Nada mal no? Pagaría un pasaje solo para ver a alguien que no sabía con certeza si seguía en el mismo sitio, aunque Becky valía la pena ser buscada en cada rincón del mundo y no lo decía como una chica tonta, lo decía como alguien enamorada de alguien y haría lo imposible por seguir estándolo. Así de grato se sentía tenerla a su lado, es por eso que no importó si la extrañó más tiempo del que la conoció, iría a buscarla, a saber de ella.

No era el fin de sus carreras, solo un descanso largo por tantos años ya dedicados a ese medio. No había nada de malo en ello, debían descansar, ya habían dado demasiado de sí, aunque aun así darían contenido a sus fans, tal vez no iban a hacer álbum nuevo o giras mundiales, pero habría fotos en Instagram y contestaciones ocasionales a comentarios en Twitter, y unos cuantos lives sin ninguna persona del staff, más libres, más ocasionarles, todo más bonito, eso mismo iban a hacer.

Estaba subiendo al quinto piso, el ascenso era lento y con canciones de Jazz clásico, iría a la sala de juntas dos, donde Jane y Babe también estaban citados, llevaba solo el celular en la mano y las llaves en el bolsillo, tarareaba una canción de Queen, Another one bite The Dust, era una joya que tarareaba todo el rato, esa y Atenttion de New Jeans. Pero bueno, en ese momento Queen estaba en su mente mientras el elevador subía.

Las puertas se abrieron y escuchó voces en la otra sala, las ignoró y continuo su camino a la sala dos, como lo supo, solo Saint estaba ahí dentro, nadie más.

—¿Qué hay, jefe?—lo saludó con burla.

—Hola, jubilada —Freen sonrió ruidosamente.

—¿Y ese milagro que pisaste la sala dos?—por lo general, siempre usaban la sala uno para todo.

—Hay una junta con Charlotte, vino a firmar unas cosas con las niñas de Engfa—Freen asintió.

—Esas jóvenes tienen un potencial excelente—Saint asintió.

—Ojo que les quitan el puesto.—Freen sonrió.

—Van a brillar demasiado, se les nota una tremenda estrella.—incluso ella les había enseñado algunas coreografías.

—YA LLEGÓ POR QUIEN LLORABAN—entró Jane junto con Babe y Billy, los tres con unas donas y café en las manos.

—Y sufrimos tanto sin ustedes—ironizó Saint.

—Ya lo sabemos, sin nosotros su vida sería muy aburrida—Babe dijo y Billy lo miró con una sonrisa enternecido.

—Amistades, me acabo de enamorar—dijo Jane de forma muy dramática, Babe sonrió enternecido y asintió.

—Jane, la chica te ignoró olímpicamente.—Billy arruinó sus ilusiones.

—Claro que no, me dijo que se llama Irin y que estaba esperando a su amiga que entró a este edificio, la acompañó para ver a su familia; habla demasiado, me gusta.

Babe asintió, pues el acompañó a Jane a preguntar el nombre de la chica pelirroja que estaba fuera de las oficinas. Si, Babe aún acompañaba a Jane de 25 años a hablar con sus conquistas. La última vez la acompañó con una chica y la chica les propuso una relación poliamorosa que Babe negó, pues él ya tenía una relación, la chica no lo tomó muy bien y bateó a Jane.

—Bueno, bueno, a lo que venimos —dijo Saint.

—Que ya nos quiere fuera de su empresa, dice.—comentó Freen.

Los tres estallaron en risa.

—Que somos reemplazables, dice—dijo Jane.

—Que ya no le servimos, dice —siguió Babe.

—Ya, ya, que chillones son, aún me sirven de niñeros; tengo una iguana que necesita quién la cuide.

—Menos mal no es un león —comentó Billy y Saint sonrió.

—Que buena idea me diste

—Bueno, a lo que venimos—así, todos firmaron su descanso y con un fuerte abrazo, prometiendo que volverían a verse pronto, se despidieron para dar paso a su libertad.

Medio hora después estaba fuera de las oficinas, pero Freen se tentaba los bolsillos como loca.

—Mierda, dejé las llaves del auto allá arriba—Billy le dio un sape.

—Ve por ellas, te vemos en el restaurante ¿Okey?—Freen asintió y con pasos rápidos entró al edificio de nuevo.

━━━━━┅━━━┅━━━

—Irin me dijo que era abajo—Rebecca dejó el teléfono en la mesa y se dispuso a firmar el papel que le entregaron, Charlotte asintió y firmo el al instante.

—Eso es todo, mañana comienzan las grabaciones ¿Está bien?—todos asintieron, mientras tanto Rebecca hizo una reverencia para despedirse

Las chicas salieron de la sala y ella junto con Charlotte se quedaron un rato para organizar todo ese papeleo que llevaban para hacer todo de forma legal. Ya saben, derechos de autor, porcentajes y todo eso.

—¿Por qué no subió Irin?—preguntó Charlotte.

—Dijo que conoció a una chica linda que le habló, incluso dijo que hablo de más y se avergüenza, pero que quiere verlo de nuevo, por eso se quedó en la puerta. Es raro, es Irin de la que estamos hablando.

—Toda la razón, Irin solo habla de lo hermoso que es Timotheé Chalamet, no hablemos de que menciona a Halsey tres veces al día.

—Y a Lana del rey.—Charlotte asintió

—Bueno, es Lana del Rey. Todos amamos a Lana del Rey.

—Toda la razón.— era ella una de las mujeres que asomaban su lado heterosexual que se sentía inexistente.

Juntas salieron al pasillo y caminaron del brazo al elevador.

—Charlotte, ¿ya me darás mi pollo frito con soda?—quería que Charlotte cumpliera su parte del trato, ella quería comer en ese instante.

—Que pedinche eres, Becky —Becky hizo un puchero.

—Me dijiste Becky —se quejó muy alto y Charlotte soltó una carcajada ruidosa. Entonces se le ocurrió la brillante idea de darle un sape al mismo tiempo que Becky se inclinó un poco, así dándole en el ojo un buen golpe.

—¡Ay mi ojo! Se me metió una pestaña —se quejó en voz alta mientras se tocaba el ojo. Charlotte se acercó a revisarle, pero Becky se quejaba mucho, todo eso mientras esperaban el elevador.

Charlotte se acercó a Becky, super cerca de ella para ver mejor el ojo lastimado, cabe recalcar que Charlotte no tenía sus lentes y que Becky sufría por su ojo, que no se percataron cuando el elevador abrió sus puertas, dejando a la vista a alguien.

Ese alguien, estaba esperando que esas dos personas que por el momento desconocía, se quitarán de su camino, no era muy afecta a las muestras de cariño de otras personas, así que estaba a nada que gritarles que se quitarán hasta que su vista se posó en ese alguien.

Su cabello era rubio, pero fuera de eso todo seguía igual, plenamente igual y su corazón latió como un loco desesperado, su respiración se paró y pronto toda la sangre comenzó a circular rápidamente por todo su cuerpo.

Ella.

Y Charlotte. ambas, estaban ahí, fuera del elevador, una junto a la otra, Becky estaba ahí, sí, pero al parecer no estaba sola ahora y no sabía cómo sentirse al respecto, pues Charlotte tomaba su mejilla y la cercanía era algo que no podía negarse, sintió peso de plomo en el estómago, y es que a sus 27 años jamás sintió celos, algo que indicara inseguridad esa no era Sarocha Chankimha pero pasó el tiempo, tenía años sin ver a Rebecca, y todo podría pasar, pero los celos instalados corrieron por sus venas, vio con la boca abierta la escena, casi en cámara lenta.

Y cuando iba a hablar. Charlotte se fijó en ella y se alejó de inmediato de Becky, quién aún con un ojo cerrado, pudo ver con claridad quien era aquella persona que las miraba.

—Freen, hermana—gritó Charlotte y se acercó a Freen para poder abrazarla, pero ella salió rápido del elevador y esperando verla más de cerca dio un paso a la ahora rubia

—Charlotte—saludó simple y con un sentimiento raro en el pecho, era una molestia ilógica que nunca había sentido, las miró nuevamente mientras sin querer apretaba la quijada, y veía a Rebecca y solo a ella.

Charlotte estaba a nada de decir "celoso, Potter", pero se contuvo, no era momento, estaba siendo testigo de la muestra del hilo rojo en el dedo, estaba viendo a plena vista como el destino cumplía lo que prometía, sin duda eran almas gemelas, se les notaba, incluso en la mirada, en el actuar, en el proceso, en todo, todo se tomaba a la existencia de almas gemelas.

Freen miró a Rebecca, Rebecca miró a Freen, ambas profundamente, como si no hubiera nada mejor que hacer, como si todo desvaneciera hasta las palabras; lo que habían planeado decirse ya no existía más en sus cabezas, no existía, tiempo o espacio, solo eran ellas dos ahí de pie, esperando plenamente por volverse a tocar aunque sea un cabello.

—Freen—soltó Becky de forma sonriente, con la sonrisa más hermosa que pudiera ofrecerle, ahí estaban ambas, de nuevo.

—Becky—dio un paso a la menor y sin importar que tal vez ahora Becky y Charlotte tuvieran algo, no importó nada, se acercó y la miró sonriente. —¿Puedo abrazarte?

Siempre pidiendo permiso para tener un poco de tacto, Becky asintió emocionada, con las piernas temblando de la emoción, su corazón se sentía completo ahora, era como si ya estuviera curado y ahora estaba completo, valió tanto la pena mirarla ahora, tan guapa, tan capaz, tan bella como la primera vez que la vio, quizás más, con el cabello ahora rojo, y los ojos aún más brillantes por verla, con la amistosa sonrisa, las mejillas rosadas, las cejas rectas y poblada, el hermoso lunar en la nariz. Freen era la misma, un poco más guapa.

Se abrazaron como nunca, un abrazo solo era eso, el destino nuevamente los puso en el camino de la otra, como debía ser, un abrazo, el calor, el tacto, las cosquillas en el estómago, Freen era cálida y fuerte, con un olor a menta tan rico, tan placentero, el perfume de Freen era precioso, y destacaba tanto.

—Juré que no te vería otra vez—dijo Becky, tan emocionada que no sabía que más decir en ese momento.

—Yp sabía que el destino era demasiado sabio—claro que lo era.

—Freen, veo que conoces a Charlotte—entonces Freen se tensó como un gato, había olvidado que no estaban solas.

—Cierto—separó el abrazo y giró a ver a su colega—Charlotte, que gusto—casi lo dijo sin ganas.

—¿Así me recibes luego de dos años sin verme? Muy mal, Freen, muy mal—se acercó y la abrazó, Freen devolvió el abrazo casi forzado, sintiendo raro en el estómago, como si sintiera algo muy pesado.

—¿Ustedes se conocen?—Charlotte se rio internamente.

—Directo al grano como siempre, Saro—bromeó Charlotte y Freen sonrió cínica y asintió

—Es mi jefa, Freen.

Le aclaró Becky y Freen suspiró aliviada, bien, eso sonaba bien, cayó en cuenta que si Charlotte era su jefa, entonces todo mejoró para Becky y cambiando el semblante soltó un sincero:

—Oh, que bueno, me alegra mucho que trabajen juntas.—se sentía feliz, por fin Rebecca hacía lo que le gustaba, se sentía tan bien escucharlo, que quería abrazarla de nuevo.

—Bien, las dejo. Ya me empalagaron

Dijo Charlotte y con una sonrisa cómplice, se subió al elevador, con un movimiento de mano, se despidió de aquel par que la mirabaa, aunque realmente solo estaban en su mundo.

—Maldita, no me va a pagar mi pollo—se quejó Rebecca y eso sacó una enorme sonrisa por parte de Freen.

—Te extrañe, Rebecca

Rebecca volteó a mirarla con los ojos super abiertos, le miró el rostro, no cambio en nada, solo el color de pelo, ya no era negro como cuando le conoció, ahora era de un tono rojizo y ese color se le veía tan bien que no sabía cómo carajos era que a Freen todo se le veía bien, incluso calva se vería bien.

La contempló, el tiempo no pasó en vano, ahí estaban, de pie, viéndose directo a la cara, viendo cómo todo pasaba, y solo eran ellas dos de nuevo.

Una loca que se coló a una fiesta y una tonta que aventó pastel. Nadie más que ellas dos, de nuevo, en un cuento que se sentía real.

—Te extrañe tanto Freen—Freen sonrió, tan nerviosa y feliz de la misma forma que no sabía cómo conformarse.

Se alejo un poco más, y de forma muy seria, Freen le dio la mano, como un saludo formal, poco más que ello.

—Hola, mi nombre es Freen Sarocha, mi color favorito es el rosa, vivo a dos calles de aquí, soy una Idol, que ahora en este instante comenzó sus vacaciones indefinidas. Tengo 27, mi canción favorita es Lover de Taylor Swift, porque me recuerda a la tarde de noviembre de 2023, donde bailé esa canción con quién yo sabía que era el amor de mi vida.

>>Tengo tres gatos y si alguien me lo permite, pronto tendré una granja; mi película favorita es la la land, pero el final me hizo llorar a mares, estudié ciencias de la comunicación y me gusta bailar todo el tiempo, mi estación favorita es el otoño, cumplo años el 8 de agosto.

Me enamoré cuando tenía 25, de la chica que estoy mirando hoy a los ojos; ahora no sé si me corresponda, o no, pero está bien si no lo hace, lo entiendo, pues pasó mucho tiempo desde que la vi por última vez. Soy Freen, y estoy completamente enamorada de ti, Becky.

Becky se sonrojó con todas las palabras dichas por Freen Sarocha y es que estaba casi en un sueño, no quería despertar nunca, estaba ahí, estaba con ella, estaba en su mejor momento.

—Yo soy Becky Armstrong, tengo 25, soy autora y compositora, trabajo en la empresa de Charlotte, mi color favorito es el azul, y no tengo días exactos de trabajo, Charlotte dice que soy un alma libre; mi canción favorita es Enchanted, igualmente de Taylor Swift, aunque realmente me enamoré con Daylight, pues esa canción sonó en mi cabeza cuando una chica llamada Freen, comentó que Chayanne era buena música para un valse de boda. Mi película favorita es: expiaciónn deseo y pecado, porque sale mi actor y actriz favoritos, mi libro favorito es el fantasma de la ópera, porque me gusta la tragedia.

» Y yo, Becky Armstrong, fui a terapia mucho tiempo, curé mi corazón que estaba herido y no sé si me lo permitas, pero Freen, yo... Estoy lista para amarte.

—Oh Becky, no sabes lo ansiosa que estaba por verte—y está vez sin pedirlo, envolvió el rostro de Becky en sus manos y con mucha delicadeza y bastante necesidad, sus labios se unieron nuevamente como aquel día en que se besaron por primera vez.

¿Qué si era muy pronto? Todo lo fue, todo lo fue porque no había un tiempo que lo aclamara, no había un tiempo para amar, para extrañar o para olvidar; ellas se estaban amando, tal vez desde siempre, solo merecían conocerse un poco más ellos mismos para luego ya poder dar amor alguien más.

Esta vez el destino lo dejó claro, ya era el momento indicado para que nuevamente ellas dos volvieran a estar juntas. Valió la espera, fueron dos años, que fueron productivos y bastante ventajosos.

Cuando los labios de Becky dejaron de tocar los de Freen, sonrió por completo, la miró a los ojos con devoción, y aún pegada al rostro contrario, la tomó las mejillas y mirándose tan firmemente como tanto desearon hacerlo, Becky comentó:

—Estuve encantada de conocerte, Freen—Freen sonrió.

—Y ya tendremos mucho tiempo para conocernos más, mi amor.—tan linda.

Esa tarde y después otra, luego otra y luego otras más, una cita, otra más, y luego risas y la magia, el amor había existido, el amor estaba ahí, ya por fin habían curado, juntas estaban ya, ya miraban las estrellas y los atardeceres vibrantes, ya reían, ya cantaban, ya se amaban, inigualable.

Se puede decir que el amor se siente como una canción de Taylor Swift, y puede que sea real, ¿No? Daylight, Lover, Enchanted, y muchas más, así se sentía el amor, era eso y mucho más, ellas se amaban fuertemente, ya había tiempo, había espacio y había amor. Nada más podían pedirse.

Dispatch:
Premisa, La idol Sarocha Chankimha, integrante de la famosa banda "La factoría", ha confesado plenamente su amor a Becky Armstrong, una autora y compositora, que compuso la hermosa canción de mixtape: Oh, pues se les vio muy juntas en el río y cuando alguien se acercó a preguntar indiscretamente y SAROCHA dijo: Sí, ella es mi amada. Felicidades a la pareja.

New scandal:

Sarocha Chankimha genera más oyentes gracias a la valentía que tuvo para aceptar su amor hacia Becky Armstrong, es de las primeras ídols grandes, que aceptan su romance ante las cámaras, eso es de admirarse pues no cualquiera se atreve a sacar a la luz sus relaciones sentimentales.

lafactorialover:

En una conferencia de prensa, que se organizó después de seis meses de descanso de La factoría, a Sarocha se le preguntó sobre Rebecca, y su relación con ella, se rumora que un entrevistador dijo algo sobre mantener en secreto y Saro dijo que: "amar en secreto no es amar realmente, cuando se está enamorado, lo que queremos hacer es gritar nuestros sentimientos en todas partes. Becky no merece ser un secreto, ella merece que yo grite cuanto la amo, y eso mismo es lo que estoy haciendo, te amo Becky." Tan divina.

Kpopnews:

Billy y Babe, el integrante de La factoría y su manager, anunciaron matrimonio en Londres, ¡Felicidades a los futuros esposos!

Freenbeckyloves:
Freen y Rebecca son cara de la prestigiosa revista coreana más vendida en todo el país, ¿Este es un nuevo paso para la aceptación e inclusión?

Freen: Tienen razón, el amor se siente como una canción romántica de Taylor Swift.

En una parte, lejos de las cámaras, Becky y Freen se amaban, en su hogar, con tres gatos, un perro, dos gallinas, dos gallos, y un hámster, con esperanza de tener a su capibara Rufina, en una parte, lejos de la ciudad, dos chicas que ya se conocían, se besaban en la cocina mientras el desayuno se servía, así se sentía el amor y así se sentía la calma, no había nada mejor que eso, encontrar a alguien para amar y que te haga sentir encantada de conocerle.

Fin.

💝💝💝💝💝💝

Hemos llegado al final de otra historia, solo faltan los extras. Espero les haya gustado ☺️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro