—¡Oh vamoooos!

Exclamó Rebecca en cuanto escuchó la canción que se venía, no podía creerlo, no en lo absoluto, justo tuvo que levantarse a bailar esa canción. Freen la miró con el ceño fruncido, no entendía bien que era lo que pasaba, y como bien sabemos, Freen no era alguien que se quedara con la duda. Así que ni tarde, ni perezosa preguntó.

—¿No te gusta la canción?

Becky salió de su ensoñación y la miró, la mirada de Freen reflejaba curiosidad y la de Becky un nuevo viaje a su historia, los recuerdos que por raro que parecieran, ya no dolían más, era como si simplemente los hubieran sacado de su pecho y enterrarlos para darles sepultura, era raro porque en menos de una hora estaba sintiendo todo eso, era como si simplemente Daniel nunca existiera en su corazón, pero bueno, el tiempo es relativo ¿No? Y no hay una estimación de tiempo para borrar a alguien de tu vida, no es como que alguien lo haya estipulado y esté escrito en papel, que por cada mes de relación, sean dos de lamentación, eso era ridículo e imposible.

Porque bien podemos extrañar a alguien con quién anduvimos una semana, y tu lamentación sea de dos meses o tres años, tanto como puedes olvidar a alguien a quien quisiste por mucho tiempo, en horas, la relatividad del tiempo es fantástica y nadie te puede decir algo por no estipular a las reglas del olvido.

En este caso, por más recuerdos que le llegaran, de algo que ciertamente la lastimó al pensarlo antes, ahora no eran más que recuerdos, recuerdos de sensación vagamente ya vividas.

—Bromeas, es One Direction ¿cómo no me va a gustar One Direction?

Era verdad, Becky amaba a esa boyband desde pequeña y es que en ese momento comenzó a sonar Stole my Heart, una canción que le gustaba mucho, y sobre todo, le recordaba a tardes, en su casa, tirada en el suelo, con un Daniel joven cantando a todo pulmón, porque solo ahí podía ser el Daniel que era verdaderamente. ¡Ah qué tiempos!, tiempo que ya ninguno de los dos necesitaba.

—Joder, que buenos gustos tiene esta novia

Comenzó a moverse al ritmo de la canción y cerró los ojos disfrutando de la canción pegajosa, digamos que esa canción era de las que más se disfrutaban de todas las canciones de One Direction y nadie podía decir lo contrario. Becky aún cohibida comenzó a moverse con delicadeza, tratando de dejarse llevar.

—Oh, no, estoy segura de que ella no agregó esa canción a la playlist—aseguró Becky dando brinquitos como la demás gente, está de más decir que Freen no estaba bailando como los demás y la chica se estaba creando una coreografía y todo.

—¿Cómo estás tan segura?—Becky siguió moviéndose casi de forma vergonzosa, pero toda la gente se movía de esa forma y quien era ella para no seguir la corriente.

—Porque esa es su canción favorita.—le dijo con complicidad, casi como si fuera un secreto de estado.

—¿Qué?. ¿Enserio?—él muy maldito tenía buenos gustos, hasta en canciones de One Direction.

—Sí, él ama one Direction, pero es una banda "demasiado gay" para admitirlo.—hizo comillas al decir eso, eso de "demasiado gay" le parecía gracioso, todo estereotipo le daba risa, si somos sinceros.

—Ojito que veo masculinidad frágil.—comentó sacando otra risa escandalosa en la castaña, mientras asentía—Larry Is real, por lo tanto, ojalá y fueran demasiado gays.

—Oh, sí, él no debe verse demasiado gay—no rosa, no accesorios, jamás el cabello largo, no pop, siguiendo estereotipos de hombre hetero; le alegraba que Freen fuera una Larrie

—No puedo opinar sobre eso, no hetero,no opinion—Freen le acababa de mencionar que en efecto, a ella no le daba miedo decir sus preferencias sexuales—Son raritos los heteros.

—Es cosa de hombres

Estaban las dos bromeando entre sí, que ni cuenta se dieron que los novios las miraban con curiosidad, bueno, Daniel las miraba y Dian miraba a Daniel, viendo por qué prestaba tanta atención a la madrina y a su acompañante, preguntando si esa chica pelinegra estuvo desde la ceremonia, ¿Era familia de Daniel? Eso podría ser, la chica tenía rasgos asiáticos justo como su esposo, y de parte de ella, todos los invitados eran occidentales.

—Yo aunque soy mujer nunca he entendido eso—aseguró Freen con una sonrisa, mientras la canción se dejaba ir, dándole paso a otra de nombre desconocido para ambas.

—Al parecer no soportan que seamos diferentes ¿No crees?—Freen asintió

—Entiendo, pero vamos, hasta al más hetero le gusta 1D ¿No?

Si bueno, a Freen le gustaban gracias a Babe, Babe le contagió el gusto por esa banda, y su favorito siempre fue Liam, y su hermosa voz.

—Oh, sí. Pero jamás podré mencionar que a Daniel le regalé un Harry Styles de cartón en tamaño real, y que durmió con el todo el tiempo de preparatoria, porque eso sería casi infartante para él.—Freen soltó una carcajada

—Tremendo directioner de clóset.—comentó Freen, causando una risota que hizo voltear a más de uno.

Freen se acercó, no supo en qué momento la distancia entre ambas era tanta, así que aprovechó, aprovechó que la canción de nombre desconocido moría y dejaba a entrada a una más lenta, una que quedaba muy bien con el vals principal, pero no decidieron ponerla. Aun así, las luces apuntaron a los novios, quienes se paraban para bailar como todos lo esperaban.

Freen, alejada de todo lo que pasaba, vio la cara de Becky, porque no había algo que le gustara más que esos lindos ojos almendrados que la miraban hipnotizada, se acercó, dos pasos más y entonces susurró en su oído.

We could leave the Christmas lights up till January

—¿Puedo tomar tu cintura, para bailar esta noche?

Freen jamás la tocaría sin su permiso, aunque este toque solo fuera para un simple baile, Freen amaba la autonomía del cuerpo y odiaba ser tocada sin su permiso, y como ella lo odiaba, sabía que las otras personas no podían ser tocada así como así, por esto mismo, ante un toque que ella consideraba íntimo, más íntimo que un roce en el hombro, o mejor que un abrazo en el baño porque estaba cayendo a pedazos, un toque que merecía autorización.

—Claro que puedes, Freen.

Becky con eso dio luz verde, las manos cosquilludas de la mayor no tardaron mucho, las dirigió directo a esa cintura pequeña, cubierta por tela negra, con eso la acercó un poco más a ella, estaban en su burbuja de intimidad cuando lover, de Taylor Swift sonó, y entonces Becky al ser cortés preguntó también.

This is our place, we make the rules
And there's a dazzling haze, a mysterious way about you, dear

—¿Puedo tocar su hombro?—se sentía tan tímida al pedirlo. Pero entiéndanlo, ella jamás había tocado de esa forma intima a una mujer frente a tanta gente, menos bailado un vals.

—Eres libre de poner tus manos es mí, Becky

No lo dijo con una doble intención, no lo dijo con desprecio, lo dijo con autorización, una rica autorización que picaba al salir por su boca, como si en ese momento le estuviera entregando todo de ella en charola de plata, que plata, charola de oro, con permiso de no solo tocarle el cuerpo, sino también el alma y de paso, robarle el corazón de una vez.

And there's a dazzling haze, a mysterious way about you, dear
Have I known you 20 seconds or 20 years?

Las manos de Becky se colocaron en su cuello y la miró directamente a los ojos, mientras que las manos de Sarocha estaban posadas en su cintura, cosquillando por aquel toque, que si bien fue por encima de la ropa, quemaba de una manera tan placentera y se sentía como si las manos siempre hubieran pertenecido ese lugar: a la cintura de Becky.

Era como si los toques entre un simple baile hubieran pertenecido siempre a ellas, y Joder, de Becky ni se diga, tocar los cabellos pequeños que estaban justo debajo de la nuca mientras entrelazaba sus manos en el cuello de la chica, toque ya casi mágico, ni qué decir cuando se miraron a los ojos, ninguna pudo volver a apartar la vista, no pudieron sonreír porque estaban tan hipnotizadas en lo que unos ojos le querían decir a otros, miradas que simplemente llegaban al alma y robaban corazones.

Can I go where you go?
Can we always be this close, forever and ever?

Era mágico, porque sus pies se movían de un lugar al otro, lentos, en compás de la canción, Freen entonces soltó con una mano la cintura de Becky y esta sintió frío, pero no mucho, no cuando la misma mano fue por la suya, y al momento de entrelazarlas, unió sus dedos en un firme agarre, se balanceó de un lugar a otro, no importó nadie más, de verdad que no lo hizo, no importó que la gente las mirara porque estaban en su propia burbuja de sentimientos, una en donde unos ojos habían encontrado magia, ese tesoro que se buscaba y no era fácil de encontrar, los ojos de Freen eran cristales transparentes que brillaban en ese momento, con un brillo tan bonito que lucía incluso en la oscuridad, un brillo que ciertamente mantuvo cautiva a Becky.

Entonces Freen, la giró, en una vuelta que solo los príncipes daban a las princesas en las películas de Disney, y Becky nunca lo diría en voz alta, pero siempre quiso ser tratada así, tan delicada, como si fuera una flor y Freen era un colibrí que la trataba con delicadeza. Alguien que cuidaba de ella y era linda, era lindo sentirse así, era como si estuviera en un cuento de hadas y ella fuera lo que siempre quiso ser: una princesa.

And ah, take me out, and take me home
You're my, my, my, my
Lover

Y bueno, como admitir que fuera de aquella burbuja, ambas chicas robaban protagonismo a la pareja principal, si, sin quererlo ambas habían arruinado el baile a los novios y es que toda la atención estaba en ellas, todos pendientes a ellas, con diferentes emociones. Unos con sorpresa, unos con admiración, el novio con enojo y la novia con sonrisas cómplices, era como si Dian supiera, que en ese ambiente estaba todo lo que Becky buscaba, Dian aseguraba que esas dos se amaban sin saber que, ciertamente ninguna de las dos se conocía lo suficiente.

Eran dos desconocidas, robando protagonismo, una teniendo siempre la atención y otra, por primera vez siendo protagonista. Dian, la novia estaba bien con eso, pero Daniel, Daniel no, odiaba no ser el centro de atención, incluso intentó dejarlas fuera de escena pero su esposa lo detuvo, lo detuvo porque idéntico que a los ojos de Freen, Becky era lo más bello que veía, la miraba con admiración, como Daniel la miraba, con amor en los ojos.

Ladies and gentlemen, will you, please, stand? With every guitar string scar on my hand
I take this magnetic force of a man to be my lover

Ella dejó de bailar y comenzó a hacer la rueda, para rodear a la pareja que bailaba al compás de esa canción, ella jaló a su marido, a sus amistades y todos decididos comenzaron a rodearlas, y ellas ni por enteradas.

My heart's been borrowed and yours has been blue
All's well that ends well to end up with you
Swear to be overdramatic and true to my lover

Becky sintió cosquillas en la boca del estómago, la boca se le secó ¿Freen Sarocha era real? Porque no lo parecía, con su cabello negro y sedoso cayendo por su cara con desenfado y los ojos brillosos viéndola como si no hubiera nadie más, y la nariz, oh la nariz tan bonita, recta, pero con una curvita al final que la hacía lucir tierna. Ni que decir de ese lunar bonito que quería mirar de más cerca, y los labios, oh los labios rojos que quería probar, no sabía desde cuándo, pero esos labios pedían a gritos ser probados por los de ella, pero no lo haría, Becky no la besaría, no en ese momento, no cuando volvieron girar y luego la canción se terminó, rompiendo la burbuja y más cuando Dian comenzó a aplaudir, con verdadera felicidad.

And you'll save all your dirtiest jokes for me
And at every table, I'll save you a seat, lover
Can I go where you go?
Can we always be this close, forever and ever?
And ah, take me out, and take me home (forever and ever)
You're my, my, my, my
Oh, you're my, my, my, my
Darling, you're my, my, my, my
Lover

Rebecca se alejó un poco de Freen, no sabía que ambas estaban demasiado cerca y al romper contacto visual, vio que estaban siendo rodeadas por gente y que sin duda era Dian quién aplaudía con energía, con su vestido de novia luciéndole genial, y su ahora esposo viendo la escena con los brazos cruzados, no solo porque le robaron protagonismo de esa noche, sino porque su egoísmo le estaba gritando que también se robaron a ella su ella, una ella que quiso mucho, pero no lo suficientemente como para pelear con uñas y dientes con sus prejuicios, su secreto, su misterio, ¿Quién era esa mujer que miraba a Becky como él jamás pudo hacerlo? Y sobre todo, ¿Por qué Becky miraba así a esa chica? No sentía celos, sentía nostalgia y un poco de envidia, Daniel era humano también a fin de cuentas.

Porotra parte, Freen sentía que ya se había enamorado, si es que el amor se sentíade algún color, Freen supo que era dorado y Becky, era el dorado de sus ojos;entonces Becky también lo supo, el amor que sintió por Daniel era rojo y estavez sintió dorado a lado de Freen, la noche sería larga y por supuesto,agradable.