80. Gracias, mi amor
Las manos de Alec temblaban y sus piernas se sentían débiles mientras salía de su pantalón. Supuso que este tipo de situaciones deberían hacerlo sentir sexy, algo para seducir a su encadenado, pero él se sentía torpe.
Antes de quitarse la ropa interior, una mano de Magnus lo detuvo. Su piel suave y cálida quemaba a un lado de la cadera de Alec donde se posó y esta vez fue turno de Alec de sentir miedo debido a la razón por la que Magnus lo estaba deteniendo, pero cuando se atrevió a alzar su rostro y se encontró con la mirada de su encadenado ahí no había duda o arrepentimiento.
Magnus le estaba sonriendo, su mirada verde dorado era esa mezcla de adoración y deseo. Sus manos, más firmes que en ninguna otra ocasión, se posaron en sus caderas y lo hicieron dar un par de pasos hacia adelante hasta que estuvo justo frente a Magnus. Las manos de Magnus comenzaron a acariciar su abdomen firme, se inclinó para dejar otro beso, y lo miró desde abajo. —Eres hermoso, mi amor. Aquí el inseguro soy yo, el nervioso soy yo, tú...eres perfecto. Desde la primera vez que entré a la habitación y te vi, hubo algo, algo cambió en mí, en el ambiente, hubo una chispa como si algo encajara en su lugar por fin, creo que eras tú, te reconocí antes de saberlo. Me sentía atraído por ti esos primeros días, pero supuse que era por la cadena que ya nos unía...
—Y luego yo fui to... Ah... T-tonto —Alec se estremeció mientras Magnus seguía dejando besos de un lado de su cadera al otro. Sentía la sonrisa de Magnus cuando se detenía y sólo mantenía sus labios sobre su piel. Esas "mariposas" en el estómago que había empezado a sentir siempre con su encadenado, se volvieron locas, era como si ardieran mientras revoloteaban por todo su cuerpo.
—Después te conocí mejor —corrigió Magnus, sus manos todavía en movimiento, ayudó a Alec a quitarse del todo la camisa—, después todo llegamos a conocernos, a adaptarnos, y supe que no era una cadena o mera atracción, yo me estaba enamorando de ti. Somos inexpertos en todo esto, Alexander, lo sé, pero yo también quiero, te quiero, lo que sea que hagamos será perfecto. Te amo -sus pulgares engancharon la ropa interior-, no dudes —le dijo justo antes de bajarla.
Alec cerró los ojos, en su vientre había una mezcla de miedo y de deseo, inseguridad y lujuria. Un suave gemido se le escapó cuando Magnus rozó su erección mientras bajaba la ropa interior, la dejó caer y, muy a su pesar, Alec sonrió. Era absurdo ser inseguros con ellos mismos, pero animar al otro a no serlo.
Sus ojos se abrieron de golpe cuando sintió los labios de Magnus... uh... justo ahí.
Magnus dejó sólo un beso en la punta del miembro de Alec, más que un acto sexual parecía uno de cariño. Sonrió con las mejillas ruborizadas cuando Alec gimió y lo miró, sus ojos azules muy abiertos. —Lo siento, sólo quería... —Magnus negó, no sabía qué decir, dejó un último beso en su vientre antes de echarse para atrás, un poco más en la cama—. Te quiero.
Y eso lo resumía todo.
Alec envolvió su miembro con su mano, tratando de calmarse. Esto definitiva era diferente de la primera vez.
—También te quiero y tú eres más hermoso, Magnus. Mi bello encadenado.
Hubo un medio suspiro, medio gemido de Magnus, por las palabras y Alec y sus manos recorriendo sus muslos. No estaba seguro de si eran sus piernas o las manos de Alec las que temblaban.
Alec sonrió, se dio un último apretón antes de ayudar a Magnus a volver al centro del colchón. Lento, le había prometido amarlo, amarlo lento.
Y ahí estaba Magnus, sus piernas ligeramente separadas, sobre su espalda, su vientre abultado sólo haciéndolo ver más hermoso, su piel acaramelada, toda a disposición de Alec. Una de sus manos estaba cerca de su cabeza y la otra en un costado de su vientre. Sus mejillas ruborizadas y sus labios entreabiertos. Cerró los ojos mientras Alec acariciaba todo lo que podía, cada espacio de su cuerpo, pero ya no creía que fuera por inseguridad, Magnus lo estaba disfrutando.
Alec no supo si se sentía tan bien para Magnus como para él, las caricias en sus pantorrillas, los besos tras sus rodillas, en sus muslos, su vientre, Alec beso y acarició a Magnus tanto como pudo antes de sentir que el mismo iba a explotar si no hacía algo más.
Magnus también parecía desesperado, sus ojos oscurecidos cuando lo jaló para un beso. Alec gimió, su miembro se frotó en un lado de la cadera de Magnus mientras su mano envolvía la erección de su encadenado.
—Uh... —Magnus suspiró cuando rompieron el beso, sus caderas se movían, creando fricción en el miembro de Alec y buscando más de aquellas caricias en el suyo—. Por favor, Alexander.
Y Alec entendía. Buscó el lubricante que había traído, esa parte la sabían, pues aunque la primera vez no fue deseada Alec no dejó de ser cuidadoso. Preparó a Magnus, mientras besaba su pecho, sus clavículas, el cuello. Magnus cerró los ojos de nuevo, perdiéndose en la sensación de las manos y boca de Alec en su cuerpo. Su cuerpo ardía, por dentro y por fuera, un ardor delicioso que nunca antes había sentido.
Cuando estuvo listo se miraron, Alec quería hacerlo así, sobre él, con Magnus sobre su espalda, pero era difícil por su vientre. Magnus había visto varias posiciones en sus libros de embarazo, lo jaló para un beso, "Te amo, Alexander, no tienes idea cuanto", antes de pedirle ayudarlo a ponerse de lado.
Alec acarició el vientre de Magnus mientras se alineaba y entraba, su pecho pegado a la espalda de su encadenado, besó su hombro y susurró palabras cariñosas mientras se volvían uno. Se detuvo al entrar completamente, esperando no haberlo lastimado, pero Magnus suspiró, giró un poco su cabeza, volteando hacia Alec, y él arrastró sus labios desde su hombro hasta su boca, comenzando a moverse lentamente, muy lento, mientras se besaban.
Y era perfecto. No sólo unir sus cuerpos, saber que eran también sus almas, sus corazones. La primera vez siempre sería especial porque concibieron a Max y Rafa, pero esta era la primea vez que de verdad hacían el amor.
—Te amo, te amo, Magnus —dijo Alec, justo antes de llegar al final—. Gracias por llegar a mi vida, gracias por esto. Gracias por ser tú mi encadenado, mi amor.
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Y gracias a ustedes ❤ hemos llegado a 80 capítulos y más de 200k lecturas 😱 ¡Muchas gracias! ❤
La escena ha sido acorde a la historia, como ya lo había dicho. Si quieren algo más subido de tono, vayan a leer ÁNGEL CAUTIVO 😏
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