Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

73. Eres hermoso, Magnus

Etta no supo cuál fue su reacción, sintió que perdía el control de su cuerpo, pero definitivamente hubo una porque Ragnor y Raphael se separon, sus rostros llenos de preocupación y sorpresa.

Etta seguía junto a la puerta. No podría decir si había gritado o hecho algún sonido que atrajera la atención de ellos.

¡Eso no era algo que ella hubiera esperado!

Ragnor fue el primero en levantarse del sofá y alejarse de los brazos de Raphael. Ellos usualmente no eran tan demostrativos físicamente, pero habían estado hablando de cosas importantes y una cosa había llevado a la otra:



«Raphael estaba muy silencioso últimamente. Venía lo menos posible a la mansión Lightwood, precisamente por la llegada de Etta. Así que cuando llegó, Ragnor lo había llevado directamente a su habitación.

Sólo quería abrazarlo, estar cerca el uno del otro.Asegurarse que estaban bien, ni siquiera habían ido a la cama, se habían quedado en el sofá, sus manos entrelazadas, la cabeza de Ragnor en el hombro de Raphael.

—¿Vas a decirme qué te pasa? —preguntó Ragnor, en un susurro, sin querer romper la comodidad entre ellos. Hacía un mes que no estaban tan cerca, desde que Cat estuvo en peligro y la doctora Etta se mudó temporalmente.

—No me pasa nada, Ragnor. Sabes que tenemos que ser discretos.

Ragnor no le creyó nada, se había separado de su novio, con el ceño fruncido, las palabras -"No me mientras, te conozco. Confía en mí, por favor"- ya listas, y entonces se encontró con la mirada triste de Raphael.

Además de la estancia de Etta, y tener que ser más discretos, Raphael tenía miedo de ser encadenado en la próxima llamada. Ragnor había tenido suerte, Catarina era amiga de ambos y entendía la situación, ¿qué sería de él si su encadenada no entendía? Él no podía dejar a su hijo o hijos solos. O peor, si el experimento con Magnus salía bien y los embarazos masculinos eran aprobados, ¿y si él tenía un encadenado, si se embarazaba?

Cuando él y Ragnor se miraron, sin necesidad de palabras pudieron entenderse, fue por eso que Ragnor tomó su rostro y lo besó.

El beso era una mezcla de amor, necesidad, y miedo. Se estaban aferrando uno al otro. Algún "Te amo, sabes que te amo" se coló entre roces furiosos de labios.

No notaron a Etta entrar hasta que ella emitió un sonido estrangulado.»



Etta comenzó a correr cuando Ragnor se puso de pie y el "Puedo explicarlo" fue pronunciado.

Ella corrió hasta la vieja habitación de Alec y Magnus. No alcanzó a cerrar la puerta. Catarina, asustada por los gritos, ya estaba saliendo de la cama.

—¿Qué pasa? —hubo una pequeña queja por levantarse tan rápido—. Dios, alguien dígame qué pasa. Por favor.

Ragnor fue hacia ella, preocupado por afectar a su hija, pero Etta se interpuso. —No la toques, no te le acerques. Es ilegal lo que haces. ¡Estás encadenado y esperando una hija!

Catarina sintió sus ojos húmedos, aunque no entendía. Se sentía dividida entre ellos dos. —¿Qué pasa, Ragnor?

—¡No le hables! —gritó Etta.

—¡¿Qué pasó?! —gritó Catarina, sentándose con un gemido.

—Lo estás empeorando —Ragnor se sacudió sus manos-—, no pretendas comprender la situación cuando llevas unas semanas aquí —él se acercó a su amiga, ignorando los gritos de Etta, a Cat le susurró un "Ella nos vio. Besándonos".

Aunque fuera ilógico, eso tranquilizó a Catarina. Pudo respirar después de eso. Tomó la mano que su amigo le ofrecía y miró a Etta. —Eso intentaba decirte. No se supone que los vieras.

—¡¿Tú sabías?! ¡Dios, esto es ilegal! ¿Es que no entienden? Esto esta mal...

—Escucha—suplicó Catarina—, hay una explicación. Tienes que escucharnos antes de tomar una decisión. Por favor. Por mí —agregó viendo a Etta dudar.

Etta le dio una mirada indescifrable y frunció los labios, antes de gruñir "Sólo por ti".


* * * * *


«Quiero que seas mío, Magnus Bane. Quiero hacerte el amor...por primera vez. ¿Podemos?»

Los brazos de Magnus, alrededor del cuello de Alec, se aflojaron un poco. Sus ojos abiertos, con sorpresa.

—¿No quieres? -—Alec se veía menos seguro ahora, sus manos en los costados de Magnus.

Magnus salió de su sorpresa entonces. Hubo una tímida sonrisa. Bajó una de sus manos hasta su propio vientre abultado. —¿No quieres esperar? Un poco más de tres meses y ya no estaré así.

—¿Crees que te haría daño, o a Max y Rafa? _Alec sonaba ya preocupado.

Magnus soltó una risita y llevó una mano de Alec a su vientre. —No. No es eso. Bueno, según los libros que Etta me dio, a menos que se indique lo contrario, se puede tener relaciones. Y a mí no me dijeron nunca nada. Pero...me refiero a...uh... ¿No quieres esperar a que no me vea así?

Entonces la sonrisa de Alec fue enorme. —Magnus, yo te quiero así. Así te ves perfecto, para mí. Eres hermoso, y no sólo físicamente. Eres hermoso en todos los sentidos, pero si tú quieres esperar...

Magnus volvió a rodear su cuello entonces. —Si a ti no te importa. Si tú quieres, si me quieres así...yo también quiero, Alexander. Hazme el amor.

La respuesta de Alec se vio interrumpida por los gritos.

Alec quería que Magnus esperara en la habitación, pero eso no iba a suceder. Más lento que Alec, Magnus salió para ver qué ocurría.

Raphael ya estaba con Alec en el pasillo. —Ella nos vio —él se veía tan culpable que Magnus no podía no abrazarlo.

Raphael soltó una risa triste y tocó un lado del vientre de su amigo. —Tus monstruos ya están enormes, ¿por qué insistes en abrazar cuando claramente no puedes?

Magnus sólo lo apretó más fuerte. —Todo va a estar bien, Rapha.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro