Los dedos de Alec recorrían la piel desnuda del vientre abultado de Magnus, de su encadenado, mientras éste le robaba el aliento con cada beso.

Alec sentía las mariposas de su estómago revolotear a cada rincón de su cuerpo y encenderse, estaba ardiendo bajo la piel, como nunca lo creyó posible, y su corazón, su corazón se aceleraba sintiendo a Magnus sobre él. No era sólo sexo, ni era un deber como la primera vez, había deseo, pero también había...amor.

La palabra que tanto parecía huir de él, que tanto temor le provocaba, ya no podía negarla. Su encadenado se había convertido en más que eso, más que sólo el padre de sus hijos, más que su futuro compañero. Su encadenado se había convertido en el amor que siempre soñó y que, debido al peligro de extinción de la humanidad, no creyó posible.

—Magnus —fue un suspiro, fue un gemido, fue un lamento mientras se separaba del beso, sin aliento, mirando a aquellos ojos verde dorado, ahora encendidos por el deseo—. Magnus, eres perfecto. Magnus, te amo —agregó, mientras su encadenado todavía sonreía por lo primero, sin darle tiempo a responder.

Los ojos de Magnus se llenaron de lágrimas. ¿Quién iba a decir que una cadena podía convertirse en amor?

—Me preguntaste aquella vez qué significa "Aku cinta kamu", es eso, Alexander, justo lo que acabas de decir. Te amo, significa te amo. Yo también te amo, mi amor.

* * * * *

Una sonrisa curvaba los labios de Catarina mientras dormía, sentía, tal vez entre sueños, la inconfundible sensación de la mano de Etta contra su pierna, cuando esa mano subió hasta su vientre y comenzó a trazar círculos con su pulgar, tal vez por instinto, Catarina despertó.

Sus párpados aletearon unos instantes antes de que sus ojos se abrieran.

Y ahí, toda somnolienta, para Etta no podría verse más bonita.

—Hola, bonita —Etta dejó su mano subir hasta la mejilla de ella. Una tierna caricia que tenía la piel de ambas ardiendo.

—Hola —la voz de Cat era ronca por el sueño, hizo a Etta cerrar los ojos. Estaba mal lo que estaba sintiendo, era poco ético.

Porque mientras que Magnus le provocó una ternura extrema desde el momento en que entró a su consultorio la primera vez, viéndose tan perdido, tan frágil, y eso sumado a lo nuevo de su caso, al primer embarazo masculino, eso encendió el instinto protector de Etta. Ella quiso darle una oportunidad de quedarse con sus hijos, porque intuyó que para dos personas que no tenían esas preferencias, sería difícil seguir juntos. Supuso que Alexander Lightwood no se quedaría con un hombre sólo por un hijo, en cambio Magnus, él los estaba sintiendo dentro de él, Etta quiso darle esa opción y por eso había solicitado que -si Alexander y Magnus se separaban- ella se haría cargo de él y sus hijos...

Pero, entonces, mientras que Magnus le provocaba una gran ternura y admiración, Catarina encendía algo más. Y era incorrecto. Incorrecto porque ella tenía un encadenado, porque ella sería madre, y porque Etta no podía ayudarla, ya no podía retirar la solicitud para Magnus, no podía cambiar el nombre aunque quisiera.

Presionó un poco más fuerte su mano en la mejilla de Catarina y luego la retiró y salió de la cama. Habló sin mirarla. —Dentro de unos días, cumplirás los seis meses de embarazo. Me quedaré hasta entonces, pero creo que ya estás bien, mientras no hagas grandes esfuerzos y guardes reposo. Y yo abusé de la hospitalidad de los Lightwood más de un mes... Es momento de irme, aunque seguiré tu embarazo como tu doctora. ¿Está bien?

Como Catarina no dijo nada, ella volvió a mirarla, encontrándose con aquellos ojos llenos de lágrimas. El corazón de Etta dolió mientras regresaba a su bonita. —Hey, ¿qué pasa? ¿Te duele algo?

Catarina negó. Sus labios temblaron. —Y-yo...yo p-pensé... Pensé que tú y yo...

Cat no siguió, pero Etta entendía. —Tal vez en otras circunstancias habría sido posible, tu embarazo no hubiera sido ningún impedimento, pero sí lo es que estés encadenada. Me habría gustado conocerte, saber si esto que siento es real, si es posible, si había un futuro para nosotras, pero...

Cat tartamudeó un "Ragnor" y Etta asintió, "Exacto, el señor Fell, tu encadenado...", pero Catarina negó. —No, tú no entiendes, llama a Ragnor ahora. Quiero hablar.

Catarina pensó que si Ragnor y Raphael tenían una oportunidad de amarse, ella merecía al menos conocer a Etta y saber si era posible que el amor fuera para ella también.

* ~ * ~ *

Alguien me pregunto por qué Raphael no tiene encadenada... No recuerdo si en algún momento salió el tema. Cuando Alec y los demás fueron encadenados, no estaban presentes todos los humanos restantes, es decir, son llamados por partes, de modo que Raphael podría ser llamado después, no es que él esté excento de su deber para repoblar el planeta 🙈

Y sobre Etta, espero que quedara claro. Etta nunca pretendió a Magnus en un sentido romántico. Sólo quería ayudar, y la solicitud ya no puede retirarla, eso no quiere decir que van a quitarle a sus hijos, era SÓLO si se separaba de Alec. Ahora falta ver qué opina cuando Cat le cuente todo 🙊