Magnus estaba jugando con la mano de Alec, dibujando figuras sobre el dorso con su dedos, acariciando apenas sobre su piel.

Había otras dos parejas de encadenados antes que ellos. Así que habían pasado un largo rato en la sala de espera antes de que llegara su turno.

Las últimas semanas se habían escapado algunas veces a la casa de Magnus. Ahora agradecía que Catarina hiciera que llevaran comida aunque no viviera ahí, incluso una noche se habían quedado dormidos ahí. Despertaron abrazados y fue perfecto, sin pretexto de lectura de por medio.

—¿Cómo crees que termine Soñadores? —preguntó Magnus. Las últimas noches no habían tenido mucho tiempo para leer, además habían llegado a ese punto tan cercano al final en que quieres terminar pero empiezas a sentir el vacío que deja una buena historia.

Alec levantó la vista de sus manos para encontrarse con la mirada de su encadenado. Aquellos fascinantes ojos verde dorado. —¿Un final feliz? Se lo merecen, después de todo lo que han pasado... Dos personas que se quieren, tarde o temprano, deben estar juntas y ser felices.

Magnus se perdió en su mirada celeste. Él de verdad quería que sus hijos se parecieran a él. Alzó su mano, acariciando la mejilla de Alec, ¿qué haría si le dijera que él se estaba enamorando?

Alec sonrió antes de acercarse lentamente a él. Magnus sintió como su corazón se detenía y luego se aceleraba. Alec ya no tenía problemas en caminar juntos o ir de la mano en público, pero besarse... Eso no lo había hecho...

Pero Alec también sentía algo. Él no hubiera imaginado que era posible querer a alguien de tu mismo sexo. Estaba seguro que su padre no habría aceptado eso. Y tal vez, tal vez si el azar no lo hubiera juntado con Magnus, si no los hubieran encadenado, él nunca lo habría hecho, pero ahora sabía que era posible. Muy posible y real. Él quería a Magnus. Magnus llenaba un vacío y una tristeza que, antes de su llegada, no sabía que tenía.

Ambos suspiraron, sus alientos mezclándose, una de sus manos todavía unidas, sus narices se acariciaron antes de que sus labios se rozaran...

—Aaww —en ese momento la puerta del consultorio se abrió y la pareja, junto con Etta, salieron. La encadenada fue quien hizo el sonido, abrazó a su pareja—. Mira, son malec.

—¿Malec? —Etta sonaba confundida.

—¡Sí! Magnus y Alec. Todos sabemos de ellos. Yo siempre le digo a Samuel —se puso de puntitas para besar a su encadenado— que ellos estarán juntos. ¡Míralos! Se ven tan lindos, sólo imagina a sus bebés...

Etta los miró. Se besaron unos segundos antes de notarlos y separarse, ambos con las mejillas encendidas. Magnus sí, era lindo, pero Alec... Ella seguía pensando que sería mucha presión para él, para su mundo perfecto. Y ella estaría ahí para Magnus en ese momento.

—¡Hola! —Magnus se puso de pie, arrastrando a Alec con él—. Hola, Etta —se adelantó a abrazarla mientras la pareja se iba—.  ¿Crees que ya sabremos si son niños o niñas? ¡Ya son tres meses y medio!

* ~ * ~ *

¿Qué opinan de Etta y sus pensamientos?

Creo que ya lo he dicho, no recuerdo, Etta es la única ex de Magnus que me cae bien ❤
Odio a Imasu 😒