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El resultado de una mala broma

Como cualquier otro día, Light se detiene a una cuadra antes de llegar al colegio. Esta vez no necesita asegurarse de que luce perfecto, sino más bien llenarse de valor. Suspira nervioso, pese a que Teru le dijo que no tenía nada de que preocuparse por tratarse de él, no puede evitar que su corazón lata de prisa.

—Llegarás tarde si te quedas aquí.

De pronto una mano se posa sobre su hombro, sonsacándole un respingo.

—Teru... —Susurra, volteando a verlo mientras el otro le sonríe.

—Vamos, te acompaño.

El pelinegro le hace un gesto con la mano para que lo siga, una invitación que Light no piensa desaprovechar. Siempre ha sabido que Teru es un amigo leal, llegando a ser tachado en ocasiones de perrito faldero por algunos idiotas, pero en momentos como este es que se convence que quiere a Teru en su vida siempre.

Tan pronto entran al colegio comienza a sentirse incómodo, todas las miradas se van sobre él aunque no de la manera que esperaba. Es normal que muchas chicas le sonrían mientras hacen un gesto con la mano, saludándolo nerviosas pero esta vez algunos chicos también le sonríen de forma coqueta, y pese a no ser la reacción que esperaba, no puede evitar apartar la vista avergonzado.

Y lo ocurrido en el patio principal tan solo es el comienzo, cuando abre su casillero un volcán de papeles cae a sus pies. No sería la primera vez que una chica le deja una carta, pero al voltear hacia abajo nota que algunos remitentes son chicos.

—¿¡Necesitas ayuda!? —Tres muchachos preguntan al unísono, agachándose para recoger los papeles.

—Oh... no, no es necesario... —agita las manos, le es imposible no balbucear.

—¿Ves? Te dije que no tenías nada de que preocuparte. —Comenta Teru, sacando los libros de su casillero una vez que los otros chicos se marchan.

—Sí, claro... —Él intenta sonreír pero aunque él se caracterice por ser alguien muy seguro de sí mismo y que adora ser el centro de atención, esto no es lo que quería y le incomoda demasiado.

oOo

Para la hora del almuerzo Light ya se siente más tranquilo, sigue sin ser lo que deseaba pero no se puede quejar tanto, después de todo esta tontería resultó a su favor; todos han sido amables, tiene más admiradores y algunos hasta se han acercado a darle su apoyo porque les queda claro que se trató de una pésima broma.

Sin embargo no es la misma historia para todos. Mello lleva diez minutos rechinando los dientes, sentado en una banca del patio junto a Near y Matt.

—Es que no lo entiendo... —Murmura mordiéndose los labios.

—¿Es que no crees que estuvo mal lo que hiciste?

—¿Qué? ¿Ahora te pones de su lado solo porque tu novia es amiga de él? ¿Te sientes parte de ellos solo por eso?

Matt pone los ojos en blanco y se ahorra cualquier otro comentario. Quiere mucho a Mello pero a veces tiene un modo que ni él se aguanta.

Y el causante de todas sus frustraciones aparece de la nada, con una sonrisa y viéndolo de pies a cabeza, ¿su objetivo? Dejarlo solo.

—Nate, es la hora del almuerzo y le caes bien a mi mejor amigo —dice Light, enfocándose en el más bajito del trío—, y a mí no me caes mal así que estaba pensando en invitarte a almorzar con nosotros.

—Gracias pero siempre pasamos los almuerzos juntos. —Responde sin dudarlo y manteniendo ese tono neutro.

—Ve con ellos si quieres, enano, ni quien te quiera acá. —El rubio se cruza de brazos, volteando hacia otro lado.

—¿Y tú, Mail? —esta vez dirige la mirada al pelirrojo— Después de todo tu novia está allá.

—¿Nos das un momento, por favor?

El castaño asiente y se aleja unos cuantos pasos, tiene la seguridad de que conseguirá lo que busca no porque se haya esforzado, sino porque Kheel se la pone demasiado fácil.

—Near, vamonos. —Matt se pone de pie y le extiende la mano al más bajito, invitándolo a ponerse de pie—. Te quiero mucho, Mello pero parece que tú no nos quieres a nosotros. Entiendo que estes frustrado pero Near te antepuso a ti en lugar de a Teru a pesar que Teru si lo trata bien, ¿y tu respuesta es echarlo?

—¡Nadie les está pidiendo que estén conmigo por lástima! —farfulla, poniéndose de pie y quedando frente al pelirrojo— ¡Vayan y cómanle el culo como todos hacen a ese trío de idiotas si quieren!

Mail rechina los dientes, a punto de explotar, no obstante siente un apretón en la mano que lo hace desistir.

—Nadie estaba aquí por lástima —murmura Nate sin alguna emoción en su rostro y viéndolo a los ojos—. Lo que da lastima es ver lo solo que te estás quedando y que creas que eso es por culpa de otros y no tuya.

Light sonríe a unos metros de distancia cuando ese par da media vuelta en dirección a él. Los espera antes de girar y comenzar a caminar hacia el interior de las instalaciones. No obstante, de reojo y a lo lejos alcanza a ver a Elle siendo molestado por unos chicos, quienes le lanzan una lata de refresco en el uniforme pero regresa la vista al frente, en este momento le importa poco o nada lo que pase con Elle Lawliet.

—¿Qué mierdas te pasó? —Pregunta Mello arrugando la nariz al ver al pelinegro acercarse gruñendo.

—¿¡Qué me pasó!? ¡Tú me pasaste! —Vocifera, sacudiéndose el informe. El día entero ha sido un asco y lo único que pide es que termine de una vez— ¿¡Si tanto querías mandar el maldito vídeo por qué no me blureaste* al menos!?

—Tú admites abiertamente ser gay. —A diferencia de antes, esta vez no eleva la voz, quizá porque ve a Elle demasiado alterado.

—¿¡Y!? —respira agitado, abriendo los ojos de par en par— ¡Si fueras un poquito inteligente habrías tomado medidas! ¡Pero no! ¡Tú solo querías tu estúpida venganza que no tiene ningún sentido y en mí no pensaste ni un poquito!

—¡Bueno es que yo no sabía que todos se iban a poner de su lado!

—¿¡Y qué esperabas, Mello!? —acorta la distancia, gritándole a la cara— ¿¡De verdad, qué mierdas esperabas cuando sabes que todo el puto mundo lo adora!?

El rubio tensa la mandíbula, sintiéndose impotente. No entiende cómo hasta eso le sale bien al idiota de Light Yagami. Ahora resulta que su estúpido club de fans es más grande porque muchos chicos aceptan abiertamente estar atraídos por él, y solo hoy muchos han admitido ser homosexuales o bisexuales, porque si Light salió del closet entonces está bien visto y todos lo aplauden.

—Honestamente no sé qué quieres que haga.

Elle suspira, intentando calmarse porque su uniforme no se va a limpiar con seguir gritando a mitad del patio principal.

—Me queda claro que no hay nada que puedas hacer para remediarlo —se pasa las manos por el rostro, frustrado—, y no me sentiría tan molesto si al menos viera que estás arrepentido por haberme perjudicado —suspira—, porque entiendo si me dices que compartiste el vídeo de forma impulsiva, no te voy a juzgar porque yo también me presté a esta idiotez, ¿pero tú qué has hecho? Todo el día has estado frustrado porque tu plan no funcionó mientras yo me la he pasado de la verga porque a mí sí me están insultando porque yo si aparezco en ese maldito vídeo —rechina los dientes y empuña las manos—. Lo único que me queda claro es que no eres un buen amigo y solo te pido que no me vuelvas a buscar en tu puta vida. —Le escupe las palabras entre dientes y da media vuelta.

Mihael no se inmuta, sin embargo deja caer los hombros cuando lo ve lo suficientemente lejos. Voltea hacia ambos lados a pesar de saber que no hay nadie junto a él.

oOo

Sachiko se relame los labios al plantarse frente a esa puerta. Durante la cena la plática fluyó dentro de lo que cabe, tal parece que a su hijo le fue de maravilla pero ella es su madre y siente que no todo está bien. Soichiro le dijo que está exagerando sin embargo su instinto le asegura que no todo es color de rosa como Light lo está queriendo hacer ver, así que se atreve a tocar a la puerta y se percata que pasa más tiempo del necesario antes de recibir una respuesta.

—Pase.

Ella abre despacio y cierra con la misma lentitud, sonriéndole a su hijo, quien lee un libro con la espalda apoyada en el respaldar de la cama.

—¿Podemos hablar?

—¿Hablar? —Encarca una ceja confundido. Pensó que su madre estaba ahí para darle las buenas noches, no se siente con los ánimos para conversar, de hecho antes que ella llegara estaba tirado en la cama solamente existiendo.

—Sí, de tu día... —se acerca despacio y con ternura toma asiento a un lado del colchón, sonriendo de forma maternal al notar el leve color rojizo que tienen los párpados inferiores de Light, sabe lo que significa: él estaba llorando.

—Mi día fue lo que les conté en la cena. —Encoge los hombros, dejando el libro a un lado.

—Me queda claro que te fue muy bien, ¿pero cómo te sientes respecto a Elle?

Light tensa la mandíbula por inercia pese a que ha intentado el día entero no mostrarse afectado. Las cosas con sus padres resultó mejor de lo que esperaba pero eso lo único que logró es que el terror que tenía por la reacción de ellos desapareciera, dejando completo espacio para otros sentimientos, siendo los principales la decepción y la confusión.

—¿Por qué tendría que ser importante él?

—Me importas tú —asegura con una suave sonrisa—, y porque me importas pregunto. Ustedes dos habían formado una linda amistad, ¿o me equivoco?

—¿Te parece que con lo que hizo era mi amigo?

Sachiko guarda silencio un momento, manteniéndose calmada. Está claro que aunque ellos se han mostrado abiertos al tema, Light no quiere hablar.

—Me parece que necesitas verlo.

—¿Qué? —El castaño se endereza de golpe.

—Soy tu madre, Light, y puedo ver que aunque digas que todo está bien, no lo está y es lógico tras lo ocurrido. ¿Has hablado con Elle?

—¿Y por qué quisiera hablar con alguien que no hizo más que verme la cara? —Pregunta levantando una ceja, con un leve gesto de repudio.

—Fue una simple pregunta. Creo que sería bueno para que puedas desahogarte y tener... no sé, un cierre como dicen ustedes.

—Mamá, es obvio que no me voy a sentir bien cuando todo acaba de pasar —responde con hastío, viéndola a los ojos—, eso no significa que quiera o necesite hablar con Elle.

—Entiendo, pero si...

—Mamá, sal de mi cuarto, por favor. Quiero estar solo. —Pide, removiendo las sábanas para meterse debajo de ellas y darle la espalda.

Sachiko suspira y se inclina hacia adelante para darle un beso en la cabeza antes de ponerse de pie despacio y salir de ahí.

Una vez la puerta se cierra, Light se echa las cobijas encima de la cabeza, como si dicho gesto lo fuera a proteger de todo lo que ocurre afuera cuando el verdadero problema está dentro de él, en su pecho. No importa que las cosas hayan resultado a su favor, eso no cambia el hecho de que había comenzado a encariñarse de alguien que solo jugó con él. 

——

*Blurear viene de Blur que es hacer borroso algo. 

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