El sudor de mis manos está pasando y mi corazón poco a poco va disminuyendo su latido...

—Uf, eso estuvo muy cerca —exhalo—, no llegué a la habitación de Kayla como había quedado, ¡Mierda!, se preocupará. Tú debes ser Jack el que mencionó Anabelle.

—Sí, soy yo, el mayor hijo de Anabelle.

—¿Entonces tiene más hijos aparte de ti? —le pregunto sorprendido.

—Así es y está dentro de este orfanato.

—¿Y quién es?, pueda que lo conozca.

—Las únicas pistas que tengo de él es un acta de nacimiento y que posee un buen coeficiente de conocimiento.

—¿Buen nivel de coeficientes dices?

—Sí, son pruebas que realizaron a todos los jóvenes de este orfanato hace dos años, donde los únicos que sacaron un excelente resultado fueron dos.

—¿Tienes idea de quiénes puedan ser?

—No, solo oí ese día hablar a Olivia y Anabelle desde aquí mismo, que ya había hecho la prueba y que solo dos la aprobaron, robé esas hojas con la esperanza que coincidiera el nombre del acta con el nombre de las hojas, pero no había nombres puestos en las hojas.

—No entiendo nada, ¿cómo estás tan seguro que uno de ellos es tu hermano?

—Porque nunca corté comunicación con Olivia y me dijo que en el año 1999 que entré a este pasadizo, Anabelle dio a luz el hijo que estaba esperando. Esa fue nuestra última plática hasta hace dos años que me dijo que a mi hermano se le realizó una prueba de conocimiento donde él y otro chico fueron los únicos que aprobaron, pero no alcanzó a decirme su nombre porque no pudimos vernos más, ya que Anabelle instaló cámaras por todos lados como seguridad y la vería si se reunía conmigo.

Hasta que en este sitio encontré un acta de nacimiento que al parecer Olivia metió aquí, el mismo día que nació el niño.

—¿Aquí en este hueco?

—Ven, te mostraré que no es un simple hueco.

Todo está oscuro, apenas veo mis pies, empiezo a caminar detrás de Jack para ver lo que tiene para mostrarme.

—Bienvenido al secreto más buscado de Smyllum Park —dice Jack apartando una cortina roja y extendiendo los brazos horizontalmente.

Esto es lo más hermoso que he visto en mi puta vida, hay estantes altísimos, con cientos y cientos de libros en cada uno, con unas brillantes luces que desprenden desde las paredes llamando la atención a cada segundo, esto es como si fuera el "Corazón del Monstruo".

-¿Lindo cierto?

—Esto es increíble.— No paro de mirar, todo es como si por primera vez estuviese fuera del orfanato.

—Técnicamente, se puede decir que estás fuera del orfanato porque este lugar lo han buscado por años y no lo han encontrado, solo sabemos su localización tú, mi tía y yo, la misma Anabelle sabe de este sitio, pero no sabe su ubicación.

—¿Tía? ¿Qué Tía?.

—¿No sabías que Olivia es la hermana de Anabelle?

—¡¿Hermanas de sangre?!.

—Sí, por eso,  Olivia es mi tía.

—Dios mío, quien lo diría, pero volviendo al tema, aún no puedo creer que te lleves tan bien con Olivia, ella es tan amargada y pesada que no la aguanto.

—Aparte que es mi tía, no es amargada ni pesada como piensas, solo tiene que actuar así porque está bajo el control de las cámaras de Anabelle.

—Pero, ¿Qué es lo que la detiene a estar bajo el control de esa bestia?, con todo respeto porque es tu madre.

—No pasa nada, es la verdad, es una bestia sin escrúpulos gobernada por el rencor de la infidelidad de mi padre Riley, con Olivia, rencor que la llevó a controlar y tener amenazada a Olivia que si algún día dejaba el Orfanato o se suicidaba, mataría a su hija. Por eso es que no ha escapado, eso es lo que la detiene a seguir bajo el control de Anabelle, el amor por su hija, hija, a la que tuvo que renunciar y pagar en vida la falta de amor de un hijo por orden de Anabelle.

—Qué caro le ha costado a Olivia esa relación con Riley.

—Demasiado caro diría yo.

—Y esa hija de Olivia, ¿quién es?.

—La conocí con días de nacida, la vi con mis propios ojos era hermosa, cuando nació aún no me había metido en esta biblioteca.

—Y si nació aquí, ¿A dónde se la llevaron?

—A ningún lado, ahora en la actualidad se encuentra aquí en este orfanato y según la fecha de nacimiento tiene 17 años.

—Con esa edad solo puede estar en el cubículo 17 y, de ese cubículo, solo conozco a Kayla.

—¿Crees que sea ella?

—No, que va, no puede ser ella. —Niego rápido con la cabeza.

—¿Por qué? —dice Jack levantando los hombros.

—No sé, no me imagino a Kayla como hija de Olivia.

—No se puede descartar esa posibilidad.

—Ok, y al dar a luz Olivia, ¿por qué no cogió sus cosas y se largó?

—Porque ya estaba bajo amenaza y no quería que le pasara algo a su hija recién nacida, prefirió dejarla aquí y renunciar a su amor, para que viviera y conformarse solo a mirarla de lejos.

—Entiendo, buen sufrimiento debe cargar Olivia encima, por culpa de la sin sangre de Anabelle —digo con odio.

—Es muy triste todo —dice Jack afligido.

—Dime algo, ¿fue Olivia quien te dijo de la existencia de esta biblioteca?

—Fue ella quien me dijo.

—¿Con qué objetivo?

—Eran otros tiempos, donde Olivia creyó que dándome la ubicación de esta biblioteca, yo tendría tiempo de sobra para encontrar todos los documentos y archivos necesarios que ella no puedo hallar, para en un futuro salvar la vida de ella, de su hija y de todos los jóvenes del orfanato.

—Entonces tuviste tiempo de sobra para buscarlo todo.

—Si ya lo sé todo o casi todo, lo que no hay nada de nada en ningún documento, algo como una prueba que tenga valor suficiente para demostrar lo que sospecho de aquella organización que se hacía llamar "Las hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl "que establecieron un acuerdo con Anabelle.

—¿Qué acuerdo?

—Esta es la parte más triste y dolorosa de todo lo que te he contado, ven siéntate aquí.— Me indica Jack una silla frente con frente a él.

Cuando mi madre descubrió que el accidente de mi padre le ocurrió de camino a ver a su amante, es decir, a Olivia, desató todo su caos con los inocentes niños.

—¿Por qué con ellos y no con Olivia?

—Porque ya para Olivia tenía un castigo y se aprovechó que este orfanato era el sueño de mi padre, criar y educar a niños que no tuviesen amparo de nadie y si descargaba su furia con los niños, según ella, estaría vengándose de mi padre.

—Que mujer más estúpida, como si los niños tuviesen la culpa.

—En esa época, tenían unos trece años, la mayoría y empezó el acuerdo con esa organización. Cuando aquello, no eran solo dos cubículos de 25 personas lo que había.

—¿A no?.

—No, aquí había, 16 cubículos, 15 de 25 niños cada uno y un salón especial de 27 niños, qué juntos sumaban una matrícula total de 402 niños.

—Dios mío, tantos niños, ¿dónde se metieron?

—Ahí es donde entra mi suposición del contrato de Anabelle con esa organización de mujeres. Según mi observación, a raíz de ella haber empezado ese contrato, el número de niños del orfanato fue disminuyendo en una escala de edad, fueron desapareciendo por orden de mayor a menor, desapariciones que sumaron un número de 402 niños, quedando el orfanato sin niños por lo que saqué de conclusión que esas mujeres que venían cada viernes aquí al Smyllum Park lo que hacían era llevarse a los huérfanos ¿Con qué objetivo?, no lo sé. Desde entonces hace ya 17 años que más nunca las he visto por aquí, pero eso no quiere decir que no regresen algún día, no sé si el acuerdo aún perdura o habrá terminado, pero si llegarán a regresar empezarían a desaparecer los adolescentes de los cubículos actuales.

—Entonces estos dos cubículos actuales ¿Cuándo se formaron, ya aquí no quedaba ni un niño?

—No, el único que quedé fui yo y porque me metí aquí.

—¿En qué año se formaron otra vez los salones?

—Fue en el año del nacimiento de la hija de Olivia en 1998, el mismo año que vino por última vez la organización esa aquí.

—Si llegarán a aparecer otra vez actualmente los primeros que desaparecerían, ¿Son los del salón 17?, por la escala de edad son ellos los mayores del órfanato —digo asustado.

—Así debería ser si ellas regresan.

—Pues no puedo quedarme aquí escondido esperando a que regresen y se lleven a Kayla —hablo exaltado y nervioso.

—Pero calma, tranquilo, que solo es una suposición, no sé si el acuerdo siga en pie todavía.

—¿Entonces que vamos a hacer?

—Primero mostrarte lo que te iba a mostrar, que cambiamos el tema y no te enseñé el acta de nacimiento de mi hermano y después yo te ayudaré. Necesito que veas el acta para que me digas si el otro muchacho se llama como está en el acta. Espera deja buscarla.

—Ok. —Cruzo los dedos para que no sea mi nombre el que esté en esa acta.

—¡Aquí está! —grita desde uno de los grandes estantes.

—¡Ven y muéstrame! —digo levantando la mano derecha.

—Mira, aquí está, dice que, Día, mes, año, nombre —susurra mientras lee —, aquí está el nombre, dice que se llama, Harry Logan Campbell Pons.

—¡¿Qué?! ¿Estás seguro?. —Penetro sus ojos con mi mirada.

—Eso mismo que oíste aquí lo dice bien claro ¿El otro muchacho se llama así?

—No, ese nombre no es el del muchacho.

—¿Y tú como te llamas?

—Da- Daniel, Daniel Oliver.

—No entiendo por qué no cuadran los nombres con los que aprobaron las pruebas, tenía la esperanza de encontrarlo.

—Quizás aprobaron la prueba más gentes y Olivia no te lo dijo.

—Eso es imposible, me hubiese dicho.

—Bueno, se le habrá olvidado decirte.

—No lo sé, esto está raro.

—Bueno, ya oí suficiente ya me sé toda la historia de casi todos, ahora me iré.

—Me temo que no te podrás irte de aquí por ahora, espera a que se calmen las aguas.

—Necesito salir a buscar a Kayla para ponerla a salvo.

—¿A salvo en dónde?

—Aquí, la voy a traer para acá.

—No puedes hacer eso, no puedes mostrarle a cualquiera este lugar.

—Ella no es cualquiera, es mi novia y la traeré conmigo —digo levantándome de la silla y dándole la espalda.

—Pensé que nos llevaríamos mejor.

—Yo también lo creí, creí que...

Siento como mi cabeza es golpeada haciéndome caer en el piso.

Abro los ojos intermitentemente con un dolor intenso en mi cabeza, estoy sentado en una silla con mis brazos y pies atados, no recuerdo nada.

Mis recuerdos llegan hasta donde me puse de pie para ir a buscar a Kayla y no recuerdo más nada.

—Buenos días, Daniel.

—¡Mal nacido! ¿Por qué me hiciste esto?, confié en ti. —Suelto mi enojo.

—No puedo permitirte que traigas más gentes aquí y pongas el único lugar seguro de todo esto en peligro, entiéndeme.

—Pero tengo que ir por ella, por favor, debe estar preocupada —suplico.

—¡No!, es mi última palabra, ahora a dormir que eres peligroso despierto.

—¿Qué harás?, ¡no! No hagas eso, ¡no!

—A dormir, tranquilo, todo estará bien
—dice cuando inyectándome tomando mis ojos la acción de cerrarse.

25 de Junio, Año 2015.

—Hijo saliste temprano del colegio hoy.

—Si mamá no dieron casi materias y nos dieron salida ¿Y papá no ha llegado aún?

—No cariño aún no llega y el culpable eres tú, por ser un estorbo en nuestras vidas, por eso ¡te quedarás allí para siempre en ese orfanato! De allí no saldrás nunca, nunca, ¡nunca!... te odio ¡te odio!...

¡Mierda!, qué pesadilla más inoportuna.

—Estabas teniendo una mala pesadilla parece. —Me habla Jack en lo que lee un libro.

—No te importa, deberías fijarte en que ya son siete días aquí amarrado, no te da ni un poco de pena tenerme aquí así, eres igualito a Anabelle.

—¡No me compares con la bestia esa!.
—Quita la mirada del libro y la pone en mí.

—Dices que no, pero eres igualito a ella en el fondo.

—Si no te callas te voy a tapar la boca
—dice en tono de amenaza.

—Menos mal que al menos me das comida y agua.

—Si prefieres, no lo hago.

—¡Jack!, ya suéltame, haré lo que me digas.

—No te creo ni una palabra.

—Lo juro, te obedeceré pero suéltame ya, genero saber ya quien es tu hermano, te ayudaré.

—Hubieses empezado por ahí, pero mínima tontería que hagas, te vuelvo a amarrar a la silla. —Me advierte parado delante de mí.

—Está bien, pero suéltame ya.

—Lo haré, espera.

Da la vuelta por detrás para desamarrar el nudo de la soga y soltar mis manos, lo consigue y continua a soltar mis pies, siento como vuelve la sangre a mis dedos y se va haciendo leve el calambre, mis pies ya lo puede estirar y voy metiendo en forma los músculos.

—Listo, espero que cumplas y pensemos juntos lo que haremos. —Da la espalda para poner la soga en una mesa.

Me paro de la silla, cojo una búcaro que hay sobre la mesita a mi derecha y se lo reviento en su cabeza.

—Creí que nos llevaríamos mejor. —Me inclino y le digo en su oído.

<<FIN DEL 06>>

GOOD READERS!!!!

¡YA CASI LLEGAMOS AL FINAL DEL TOMO 1!

YA DEBEN HABER SALIDO DE DUDAS...

NO DEJARÉ PREGUNTAS JJ

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RECUERDA VOTAR, COMENTAR Y RECOMENDARLA A TUS AMIGOS...

BYE!!!!