"LAS DE NEGRO"

Al ver que sacan un arma intento correr hacia donde está Jack, pero Olivia me detiene tirándome al suelo.

Mis oídos se llenan del sonido de las armas disparando, en milésimas después siento cómo explota el coche iluminando mis ojos con el fuego.

—¡No!, suéltame tía, ¡déjame!, los mataron —lloro desorientado y destruido.

—قف                                                                          
                                                          (Detente).

—¿Por qué lo hicieron? ¿Por qué los mataron? ¡¿Por qué?!

—البند الرابع من العقد ، إذا رأينا شيئًا خارج المألوف عند وصولنا ، فإننا نحذف المشكلة

(Cláusula cuatro del contrato, si vemos algo fuera de lo normal cuando lleguemos, eliminamos el problema)

—No entiendo una mierda lo que dice, hable español.

—Speak no more or we will shoot.
(No hable más o dispararemos)

—I'm sorry it won't bother anymore.
Lo siento, no molestará más. —Coge mi mano Olivia y me lleva casi a rastro hacia adentro.

ACTUALIDAD:
8 DÍAS ANTES DE "LAS DE NEGRO"

22 horas antes de la desaparición...
17 de junio, Año 2015.
18:00 horas.

Kayla Anderson:

Sentada en la cama, en el mismo cubículo, en la misma posición, con los codos pegados al marco de la ventana y las manos apoyadas en mis mejillas, obstinada de ver las mismas caras, ya cae engorroso y agobiador.

Soy de las pocas personas que quiere salir de aquí, podría decir que " soy la única" pero si no conozco bien a los de mi salón voy a conocer a los del cubículo 16 para saber si quisieran o no salir de aquí.

En mi última consulta en la enfermería, me diagnosticaron que por tantos dolores de cabeza, vómitos y en ocasiones pérdida de la visión, es posible que tenga un tumor cerebral y si esa suposición es real, puede que por consecuencia de eso, no me quede mucho tiempo de vida.

Estuve preguntándole a la doctora que si el período de vida es largo, y me dijo: que sin tratamiento alguno, el pronóstico de vida es corto, de tres a seis meses. Si con el tratamiento se controla o desaparece el tumor cerebral, la esperanza de vida crece a un año o más, cosa que no pasará porque aquí no hay un maldito medicamento para nada.

Me dieron la opción de decidir si lo quería contar o no, decidí callarme la enfermedad, en primera porque es todo una suposición, aquí en este lugar no se cuenta con los equipos necesarios para estar seguro de eso, y en segunda, porque no quiero que me traten con lástima.

Lo único que pido es poder cumplir mis sueños de bailar vestida de bailarina porque llegar a ser una, es algo imposible en el poco tiempo que supuestamente me queda.

Quiero hacer con mi vida algo más útil que estar aquí con la misma rutina y regida por un horario, en pocas palabras, hacer lo que me dé la gana, gozar los últimos meses que quizás, me queden en este mundo.

Ser la dueña de mí y no sentirme como "Títere en una obra" con los días contados.

Como me haría falta encontrar a alguien que quiera huir conmigo de aquí, que tenga el mismo nivel de preguntas que yo sobre este sitio y el exterior.

18:28 horas.

—¡Vamos jóvenes!, hora de la comida
—dice la hermana Francis McColl.

De todas las hermanas digo que ella es la mejor, gordita, bajita, de ojos achinados y viste igual que todas las demás hermanas, obviamente. Si pudiera elegir, quisiera que fuera ella mi madre de verdad.

<<Despierta que estamos en Smyllum Park y tú, no tienes ni un perro que te ladre>>
-expresa sinceramente mi voz parlante.

—Tú tan sincera como siempre.

—¡¡Kayla!!, vamos, hora de alimentarse y deja de pensar tanto en la vida. —Me llama la hermana McColl con una sonrisa en su rostro.

—Voyy —respondo en lo que me bajo de mi cama.

Salimos camino al comedor en una sola fila y en la delantera iba la hermana McColl y yo en su lado izquierdo.

Si no me equivoco deben estar al punto de salir por esa puerta que mis ojos chocan, los del cubículo 16.

18:30 horas...

En efecto...
Ahí van saliendo en fila.

<<¡Ay, qué lindo el primer chico de la fila!>>

—Cambio la vista para evitar darle comentarios a mi mente loca, pero vuelvo y miro.

Es alto, delgado, de piel blanca, con unos ojos escandalosamente grises, pelo castaño claro y demás está decir que está buenísimo.

<<Controlate Kayla por dios que es menor que tú y aparte sabes que el amor está rotundamente prohibido>>

—Fuiste tú quien exclamó hace segundos que qué lindo era, ahora te aguantas.

No puedo evitarlo y en lo que se marchan y vamos entrando nosotros los del cubículo 17, le pregunto a Francis por la confianza que tengo con ella.

—¡Francis! —digo murmurando.

—Te escucho, habla rápido y claro
—murmura Francis igual asustada de que no la agarren hablando conmigo.

—El chico que salió de primero, ¿quién era? —pregunto en voz baja.

—¿Por qué te interesa?. —Achina Francis más de lo normal los ojos.

—Curiosidad solamente, sabes que soy demasiada curiosa. —Miento.

—Te diré por qué sé que no me dejarás tranquila si no te digo, pero promete no hacer tonterías —dice en tono de preocupación.

—Afirmo con la cabeza cruzando los dedos a mis espaldas.

-Su nombre es Harry Logan y por lo que he oído es mudo, nunca habla de nada ni con nadie.

—Está bien, gracias Francis. —Le tiro un beso disimulando y sonrío, mientras me siento en mi mesa al lado de una ventana para comer.

Wow, que chico ese, me echo aire con la mano, si él tuviese las mismas ganas que yo, de irse de este lugar, sería lo ideal.

¿Será verdad que es mudo?

—¡¡No me gustan los mudos!!. —Le digo a mi voz parlante.

<<Pero quien te dijo a ti que te tiene que gustar, ¿No oíste a McColl que no hicieras tonterías?. Así que ni lo pienses Kayla>>

—A veces quisiera que la muda fueras tú.

Tengo que encontrar la forma de salirme de la fila de regreso a mi salón para ir a donde está él, tengo la corazonada de que me ayudará en mi plan.

<<¡¿Qué plan, niña?!>>

—¡¡¡Ayyy!!!, ¡¡déjame en paz!!.

—No sé qué plan idear, pero confío en que él sea inteligente o mejor aún, un crack, para que me ayude a planearlo.

Y ni idea tengo de donde quedará el puto cubículo del chico lindo.
Joder... soy un lío.

—¡Vámos! Dejando todo en la mesa y formen la fila. —Ordena Francis.

Todos nos paramos y formamos, esta vez Francis va al inicio de la formación guiándonos al salón y yo de última en la fila.

Salimos al pasillo y rápidamente me salgo de la fila y voy en la dirección que cogieron los del salón 16.

<<Si te cogen vas a morir joven>>

—Moriré haciendo algo importante entonces, en un final es probable que muera por la enfermedad esa.

<<¿Y si él no quiere irse a ningún lado contigo?>>

—Ya inventaré entonces que hacer, pero no aguanto más este lugar, tengo que intentarlo.

<<Suerte>>

Estoy en el final del pasillo cuando veo que se abre una puerta y va saliendo una de las hermanas .

¡Me cago en la mierda!.

Hay una pequeña parte de la pared que sobresale y me escondo detrás, alcancé a verle la cara.

La reconozco, es la vigilante del cubículo 16 .

<<Quiere decir que el salón del chico ese, ¿Es ese de ahí? >>

—Ojalá y sea ese.

Miro con cuidado para ver qué ruta cogerá.

Y veo que se dirige a una dirección opuesta a la mía, al parecer es mi día de suerte.

Corro hacia la puerta antes de que regrese, si este salón funciona igual que el mío debe tardar veinte minutos en pasar la revisión, tengo tiempo de sobra para hablar con él, y hace falta que lo de mudo sea un teatrito.

Llego a la puerta, la abro y entro, veo que están todos durmiendo en sus camas, vuelvo y cierro lento la puerta sin hacer ruido para que nadie se despierte.

Y empiezo a buscar cama por cama al chico...

Este no es... este tampoco... ¡Ay no! qué feo , ninguno de ustedes tampoco.

Carajo ya pasaron 5 minutos desde que me salí de la fila en la salida del comedor según el reloj de pared de este salón y nada de nada, no lo veo, camino a ver las camas de la fila del medio y en ninguna de las camas está.

Ya he revisado 18 camas y no veo al chico.

<<Vamos Kayla solo faltan siete camas a revisar en 15 minutos >>

Me paso rápido a la fila de camas que están pegadas a los ventanales y empiezo a mirar las caras y no lo veo. ¡Joder! ...

Nooouuu -abro asombrada mis ojos-, no lo puedo creer, ¡lo encontré, lo encontré!.
—Aplaudo bajito celebrando mi hallazgo.

Parece un angelito durmiendo, hasta soñando es lindo, mira, es boquita rosadita y esa cara perfecta.

Dios mío es una escultura echa por los dioses.

<< ¡¡Kayla te quedan 13 minutos y estás vacilando al chico, acaba de despertarlo, te van a coger!! >>

—Ssh cállate ya voy a eso.

Pongo suave mi mano sobre su boca, para evitar que suelte un grito y me atrapen.

—Oyeee, psss, oyeee despierta —murmuro en su oído moviendo su hombro para que abra los ojos.

Comienza a despertarse...

—¡¡Suéltame!!. —Se asusta.

—Tranquilo tranquilo. —Trato de calmarlo.

—¿Tu?. ¿Qué estás haciendo aquí?.

—Soy Kayla del cubículo 17 —respondo en lo que me siento junto a él en la cama.

—Sí, sé que eres de allá. Te he visto.

Ui se ha fijado en mí..

<<¡Ve al granooo!>>

—Ah, pues, entonces mejor, me conoces de vista, vine hasta aquí jugándome mi pellejo, en primera, para comprobar si eras mudo o no y ya veo que no. —Sonrío.

DOS AÑOS ATRÁS, AÑO 2013.

—Ven conmigo. —La vigilante de mi cubículo, alta de piel blanca, pómulos salientes, unas ojeras definidas y un amargo carácter, me ordena con tono de autoridad.

Miro a mi alrededor, estoy parado en medio del salón, todos me están mirando, automáticamente finjo no darme cuenta de las miradas y me sostiene la mano derecha bruscamente para llevarme con ella.

—¡Vamos!, que no tengo todo el tiempo.
—Resuena su voz media alterada.

En su lado derecho alcanzo a ver que también lleva a otro muchacho. Me pregunto tantas cosas en este momento que por los nervios, empiezan a sudar mis manos, las pisadas se me hacen débiles y percibo un presentimiento raro en mi cuerpo.

De camino nos dirigimos por uno de los tantos pasillos, miro bien el corredor, ya que nunca he estado en este punto, hay puertas en ambos lados y en especial una que resalta en el fondo del pasillo más extraña que las demás, posee una pequeña puerta en el inferior de la misma, que da a entender como si pasaran cosas por allí, tal parece eso un calabozo.

Nos detuvimos...

Olivia abre un salón a la derecha y entramos, dentro, estaba la monja de mayor rango, la que gobierna en todo Smyllum Park, que camina con objetivo a sentarse, con su vestuario más negro que blanco, donde solo se le ve su cara fina, todo su cuerpo es tapado con una larga falda, brazos cubiertos por mangas largas, piel blanca, estatura media, posee uso de espejuelos y calculo que sea de unos 50 de edad.

—Aquí les traigo los primeros dos, hermana Anabelle —dice Olivia con respeto.

Anabelle se sienta en su escritorio escuchando a Olivia sin romper el silencio .

—Siéntate en ese pupitre. —Me señala Olivia y se posiciona detrás de nosotros.

Lo mismo le dice al otro chico que venía conmigo.

En segundos me senté, el muchacho hizo lo mismo.

Espero ansioso la orden de que hacer con esta hoja que tengo al frente. Y mi mente replicando me decía que era falsa alarma el presentimiento que sentía.

—Atiéndanme con atención. —Rompe el silencio Anabelle desde el escritorio con una voz gruesa—. Esas hojas que ven delante de ustedes son una prueba para comprobar su coeficiente de conocimiento -lanza miradas y pregunta nuestros nombres.

—Me llamo Lewis —dice el muchacho.

Yo solo mantengo el silencio.

—¿Y tú no piensas hablar? —pregunta tocándome el hombro Olivia.

Sigo sin decir una puta palabra. ¿Creerán que soy mudo?. —Hago ecos en mi interior.

—Ok Harry Logan, no hace falta que hables nada, yo sé más de tu persona que tú mismo —expresa con repudio Anabelle.

<<FIN DEL 01>>

─────────────────────
¡Holaaa!

PRIMERO QUE TODO GRACIAS POR LEER Y SOBRE TODO GRACIAS POR LEER MI LIBRO. EL CUAL, ESPERO LES ESTÉ GUSTANDO, AUNQUE IMAGINO QUE AÚN NO ENTIENDAN NADA, PERO ESTAMOS EMPEZANDO AHORA LA HISTORIA, ASÍ QUE TÉNGANME PACIENCIA PLISSS.

VOTA, COMENTA Y RECOMIÉNDALA A TUS AMIGOS LECTORES.

SEE YOU IN THE NEXT CHAPTER.