Capítulo 55: La realidad detrás de los sueños
Alex se sienta frente a su padre, están por desayunar juntos antes de irse. Unos segundos después, el señor Thompson, levanta su mano y la pone enfrente de él, tapando a su hijo. Al mismo tiempo que pareciera que hay algo molestando su vista y que no lo deja ver bien.
—Creo que necesito lentes de sol, no puedo ver bien con tanta luz —bromea con Alex—. Estas más brillante de lo normal y ni que hablar de esa sonrisa que tienes, vas a derretir varios corazones.
—Bueno, hoy me levante de buen humor —responde de manera alegre Alex—. Dormí demasiado bien y creo que será un buen día, quizás por e...
—No estoy hablando contigo, hijo —lo interrumpe y se mueve un poco para ver detrás de Alex—. Me estaba viendo en un reflejo detrás tuyos.
Alex se gira y ve el reflejo de su padre en uno de los vidrios de un mueble que tienen en la cocina. Su padre al darse cuenta que lo esta viendo por ahí, le guiña el ojo y continua hablando:
—Pero... no te preocupes hijo. Tienes un 50% de mi genética, por lo tanto brillas y derretirías corazones a la mitad de mi capacidad —agrega para completar la broma.
—Eso es demasiado, soy afortunado de ser tu hijo. Estoy bendecido por el cielo, no creo ser digno de tal gracia —dice para seguirle la broma a su padre.
—Aaawww, la humildad es una característica muy grande de los Thompson, bien dicho hijo.
Ambos se miran y empiezan a reírse. De por si Alex es de hablar estupideces y esto se potencia con su padre, quien es el que le sigue el juego o el que lo motiva a empezar las charlas de este tipo.
—Ahora hablando en serio, hijo. De verdad notó que estas bastante animado, ¿puedo saber la razón?
—Como te estaba diciendo, dormí dem...
—¿De verdad piensas que voy a creerme eso?
—No es solo eso... También tuve un buen sueño y siento que todo va a salir bien.
—¡Aaaaaahh! Tuviste, "ese tipo de sueño". Con una señorita, es algo bueno, Alex. Ya estas en esa edad, donde piensas en ese tipo de cosas. Creo que es momento de la charla —Cambia su actitud y lo mira con seriedad.
Alex solo sonríe, mientras asiente con la cabeza. Le gusta mucho escuchar como habla su padre, es muy divertido, más aun cuando toca temas serios y le da un toque de humor. Muchas de las estupideces que él hace las aprende de de su padre, por lo que le presta mucha atención.
—Cuando un chico quiere mucho a una chica, a veces... quieren llevar ese sentimiento al siguiente nivel... —comienza a explicar el señor Thompson, como si fuese un cuento infantil—, por lo que el hombre, encarga muuuchaas semillas para plantar y que florezca su amor. Por otro lado, la mujer, prepara la tierra, se baña y limpia el jardín. Digo... no se baña, lava la tierra.
»Y solo si, ambos están de acuerdo. La mujer abre un pequeño hueco y el hombre empuja hasta el fondo la semilla y de esta forma florece el siguiente paso del amor.
—¿Era necesario los gestos con la mano? —pregunta Alex, mirándolo con la ceja levantada.
—Las escenas gráficas se graban mejor.
—Sí, eso veo. Y ahora viene la parte en que me dices que debo usar guantes y otro tipo de protección para que no crezca nada que no quiera.
—No podría estar mas orgulloso, sabes lo que tienes que hacer —responde el señor Thompson, haciendo un gesto como si se limpiara una lagrima.
—Gracias por la enseñanza... de todas formas, no fue ese tipo de sueño el que tuve.
El señor Thompson mira con una cara picara a su hijo, pero no dice nada. Alex no aguanta esto y continua hablando.
—Bueno, bueno. No fue del todo así.
Su padre repite lo mismo. Por lo que fuerza a Alex a continuar hablando
—Bueno, no fue tan así. No llegamos a la parte de la huerta.
—Pero tenia que ver con una chica y es de seguro la que te gusta. —El señor Thompson se levanta y empieza a limpiar su taza—. Solo recuerda, Alex, los sentimientos son muy importantes y esta bien seguirlos, solo no dejes que te cieguen o te hagan hacer cosas que luego te arrepientas. Usa la cabeza que tienes arriba y no la "otra" a la hora de tomar decisiones.
—Creo que prefiero que este tipo de consejos no seas tan gráfico con tus gestos —comenta Alex al ver las señas de su padre.
El señor Thompson se ríe, se acerca a su hijo para darle un beso.
—Lo tendré en cuenta, nos vemos luego, que te vaya bien en la escuela.
Ambos se despiden y Alex de manera animada empieza a limpiar todo antes de irse.
Por otro lado, Sabrina ya le falta poco para llegar a la escuela, va caminando lento, ya que esta distraída.
«Fue un sueño... extraño. Digo, es un sueño, en el momento es como si supiera que pasa y entendía todo pero cuando despiertas y lo analizas es todo muy raro, algunas veces sin sentido».
Sigue dándole vueltas a lo que vio. Nunca había soñado algo de ese estilo.
«Es como si estuviese en pareja hace mucho tiempo con esa persona, es más, vivíamos juntos por lo que parece... O sea , es como si fuese el futuro».
Una vez que entra a la escuela, le cuesta un poco mas concentrarse. Ya que a medida que va por los pasillos, se encuentra con diferentes conocidos que va saludando.
«Quizás... todo tendría sentido si hubiese visto la cara del chico. Antes de verla me desperte... de todas formas, ¿no tengo a nadie con quien me imagine en pareja en un futuro? Solo era un sueño sin sentido».
Unos momentos antes de entrar al aula, algo cruza por su mente. Imagina de nuevo todo lo que le paso en el sueño, pero esta vez acompañada por Alex y se siente... igual de bien.
«Él... es la única persona que siempre esta cuando imagino algo a futuro...».
Abre la puerta del aula y entra, pero al estar concentrada en sus pensamiento, no saluda de la manera que normalmente lo hace, es como si estuviera en piloto automático. Al entrar se dirige a donde está Leo mientras sigue pensando.
«Y... se siente bien pensarlo de esta forma... ¿Acaso... siento algo por Alex? De otra forma, no hubiese soñado esto... Y, no estaría pensando en él. ¿Alex me gus...?».
Sin darse cuenta, está cerca de Leo. Al percatarse de esto, deja de distraerse en sus pensamientos. Pero al encontrarse con los ojos de él, recordó cuando recién lo estaba conociendo. Tiene la misma mirada que solía tener antes, si no fuese porque es su amiga, sentiría algo de miedo.
—Hola... Leo. —saluda confundida por la situación.
—Hola, Sabrina. —Después de saludarla aparta la mirada y sigue mirando hacia la ventana.
A ella no le gusta esto, verlo de esa forma es... un poco doloroso. Pero no sabe que decir, no esperaba esto. Anoche antes de dormir recordó como era cruzar miradas con Leo y ahora es como si fuese otro chico diferente.
Hay unos segundos de silencio, se nota que algo no esta bien. Leo se levanta de repente y empieza a hablar mientras la mira.
—Sabrina... hay algo de lo que quiero hablarte —dijo de manera seria—. Pero no aquí.
—¿Eh? ¿Por qué? Si es algo importan...
—Es algo personal —interrumpió, mirándola directo a los ojos—, y quisiera estar a solas contigo.
—Emm. Si, no hay problema. Sabes que puedes hablar conmigo de lo que quieras.
—Después de la escuela, tengo que ir a buscar algo que me olvide en casa y llevárselo a la Abril. Estaré libre tipo 20 p.m. ¿Te parece bien si nos vemos a esa hora?
—Si, no hay problema. Pero antes... ¿puedo saber de que se trata?
—Es sobre...
—Holaaa, mis queridisimos amigos, llego la alegría al grupo, la belleza en persona y la dulzura que necesitan en su día. ¿Están listos para empezar un fabuloso día? —Alex entra de manera muy animada y saltando al lado de ellos.
—Hola, Alex —responde Sabrina.
Leo también lo saluda pero al instante se va.
—Tengo que ir al baño, ya vuelvo.
—No tardes que te extraño. Avísame si necesitas ayuda, puedo acompañarte —bromea Alex con su amigo.
No notó nada raro. Pero eso es porque solo puede concentrarse en ver a una persona, la chica que le gusta y con la cual ha estado fantaseando bastante.
—¿Estas bien? ¿acaso interrumpí algo? —pregunta al ver que que Sabrina esta algo distraida.
—Si, estoy bien, Alex. No, solo que no supe como reaccionar, no te vi llegar.
Tiene muchas cosas que analizar y de manera rápida. Su sueño, lo que piensa sobre esto, la forma en que vio a Leo y lo que le dijo, y ahora hablar con Alex. Por suerte, no necesita decir nada. Su amigo cuando esta animado habla demasiado y ver esa linda sonrisa hace que se alegre un poco y se olvide de todo lo demás que la esta preocupando.
—¡Lo sabiaa! Era cuestión de tiempo para que sonrías, no puedo evitar provocar esa sensación en la gente —comenta de manera burlona Alex, al ver la reacción de Sabrina.
—No sonrió por ti, bobo —miente, tratando de no verse avergonzada—. Solo me acorde de algo.
—¿de verdad? Dime de que te acordaste, así también me divierto.
—Nop.
—No quieres admitirlo, esta bien.
—Piensa lo que quieras. Voy a acomodar mis cosas, ya vuelvo.
Luego de unos minutos, vuelve Leo y un poco después toca la campana, dando anuncio al comienzo de las clases.
El tiempo avanza, no sucede nada interesante durante la primera clase. Una vez que esta termina y empieza el recreo, Sabrina se levanta y va a hablar con sus amigos. Al instante puede ver que están hablando de manera normal, incluso parece que Leo volvió a como suele ser ahora.
—¿Y qué tal les fue?
—Que clase de pregunta es esa Sabrina, obvio que aprobamos. Presume de tu poderoso 6,20 Leo.
—No es para tanto, es solo un 6 —comenta el pelinegro, en voz baja.
—¿No es para tanto? Alégrate mas, estas en racha.
—Deberías aprender un poco de él, Alex. Eso se llama humildad —dijo Sabrina.
—Yo lo llamaría ser aburridoooo, deberías estar presumiendo tu nota. Es una buena señal de que mejoraste. ¡Es más! Voy a hacerte un favor y te voy a escribir en la frente un gran 6 en señal de victoria ante los exámenes.
Alex busca un marcador y se acerca a Leo con intenciones de rallarlo. Ambos empiezan a forcejear.
—Aléjate, idiota...
-Se... un... buen... chico... y...dejarme ayudarte a festejar tu victoria.
—Hay mejores formas de celebrar esto.
—¿Estas diciendo que mi idea es mala?
En ese momento se detiene al ver que no tiene oportunidad en ganarle en fuerza a Leo.
—Sí, demasiado —responde de manera tajante.
—Pero la intención es lo que cuenta, ¿no? No deberías rechazar mi idea, puedes lastimar mis sentimientos —dijo Alex, haciéndole ojitos a su amigo.
—Tu idea es mala y dudo que algo así dañe tus sentimientos, tienes el autoestima demasiado alto.
—Gracias, ves... tu también puedes hacer cumplidos.
—No era un cumplido
Sabrina se esta divirtiendo mientras ve a sus amigos pelear. Estar con Alex ayuda mucho al animo del grupo y mas cuando esta de tan buen humor. Esto la tranquiliza bastante, mientras estén juntos pueden hacer de todo y enfrentarse a cualquier cosa. O por lo menos esa es la sensación que tiene ahora.
La mañana continua, falta poco para que termine la escuela, solo queda un recreo y un par de horas. El día que había empezado de manera extraña esta siendo bastante normal, hasta que...
Leo se levanta de su lugar y se dirige hacia donde esta el profesor.
—Disculpe, profe. Tenia algunas dudas sobre la nota que me puso.
—Joven Leandro, como puede ver le marque todos los errores que cometió.
—Si lo se. Es que... los procedimientos están bien, solo me equivoque en algunos cálculos y uno que otro signo. No es como que hice todo mal, por eso pensé que podría subirme 0.30pts para llegar al 5 y aprobar.
El profesor mira con algo de desprecio a Leo y luego de mala gana empieza a explicarle.
—Bueno, mira, es cierto que se puede ver que entendiste los ejercicios, pero fallaste en lo más importante. Aquí te confundiste en el calculo, por lo que arrastraste el error durante todo el procedimiento, haciendo que este todo mal. Además, este resultado te sirve para contestar las siguientes preguntas por lo que también están mal.
—Si, lo se. Pero... la teoría esta todo bien, solo tuve ese pequeño error.
—¿Pequeño? Si fueses medico, le estarías dando una dosis totalmente distinta a tu paciente, ¿te parece poco grave eso? O si fueses arquitecto y el resultado de los cálculos esta mal, ¿que crees que pasaría? Hasta como un analista en sistema es lo mismo. Puede que hagan bien el procedimiento pero si el calculo esta mal, todo su trabajo saldrá de esta forma. Por eso, aunque se ve que entiendes y estudiaste, no puedo aprobarte. Te veré en los llamados para recuperar, joven Leandro.
El profesor al ver que ningún otro alumno tiene alguna duda, se marcha. Leo por su parte vuelve a su asiento, acomoda la hoja en su carpeta y al casi al mismo tiempo aprieta con fuerza su puño, arrancando la hoja y dejándola toda arrugada.
Sabrina y Alex se acercan a donde esta su amigo, y empiezan a animarlo.
—No te preocupes, Leo. Por lo que escuchamos, se ve que entiendes bastante. No te será difícil prepararte para el recuperatorio, además nos tienes a nosotros para ayudarte.
—Sí, es como dice Sabrina. Además, vienes aprobando todo lo demás. Física es la materia que más te cuesta y aun así lo hiciste bastante bien.
—Gracias —responde Leo con una sonrisa forzada—. Voy a prepararme bien para la próxima vez.
—Esa es la actitud, un tropezón no es una caída —agrega Alex con una sonrisa.
—Ya vuelvo, voy al baño.
Pasa por medio de sus amigos y se va. Luego de caminar un rato, llega y se dirige directo al lavado. No necesitar ir al baño, solo quería estar solo. Abre la canilla, junta sus manos para poder acumular un poco de agua y se moja la cara. Respira hondo y se mira en el espejo. No quiere que sus amigos lo vean enojada, desde temprano ha estado molesto, intenta ignorar esto y seguir, pero parece que no puede, hoy no le sale nada.
«Es solo una estúpida nota, tranquilo. Tienes que aguantar, no hagas estupideces, solo... aguanta».
Luego de tomarse unos minutos para relajarse, lo logra y ahora vuelve al aula donde están sus amigos. No pueden hacer mucho, ya que el recreo termina. Perdió mucho tiempo hablando con el profe y calmándose en el baño. Pero esto no es del todo malo, significa que solo falta la ultima clase para terminar la escuela por hoy.
4:03 p.m. Las clases del día martes terminaron, los tres amigos marchan juntos hasta que Leo debe separarse. Sabia que hoy iba a juntarse con Abril y que tenia que devolverle la ropa, pero como salió temprano de su casa y apurado por como se sentía por la pesadilla que tuvo, se olvido de esto. Una vez que se despide, quedan Sabrina y Alex solos.
—¿No te juntas a jugar al fútbol con tus amigos ahora? —pregunta ella.
—Hmmm, puede ser.
—¿Puede ser? ¿Qué clase de respuesta es esa, Alex?
—Solemos jugar martes y jueves, o miércoles y viernes. Depende en que quedemos con mis amigos.
—Lo se, por eso pregunto.
—¿Tú tienes que hacer algo ahora?
—¿Yo? Emmm... no, estoy libre hasta las 8 p.m.
Por alguna razón, solo dice eso pero no le cuenta que tiene que hacer a esa hora.
—Okeey... entonces pondré esto en el grupo. Si quieren que me junte a jugar con ellos, voy a poder a las 8, antes no.
—¿Por qué? —Ella lo mira confundida.
—¿Por qué? Porque... quiero pasar tiempo contigo —responde un poco nervioso—, ¿esta mal eso?
Ambos cruzan mirandas, el escucharlo decir eso le gusta a Sabrina.
—No, no tiene nada de malo —comenta ella sonriendo.
—Listo, problema resuelto.
Continúan caminando en silencio, pero no es por nada en particular. Solo es un lindo momento en compañía, no es como si hiciera falta decir algo. De igual forma, no suelen estar mucho tiempo sin hablar de algo, por lo que Sabrina comienza a charla con Alex.
—¿No extrañas el club de fútbol de la escuela?
—Un poco... me gustaba ir a entrenar y jugar con ellos. Pero preferí dejarlo, me sacaba mucho tiempo y no es como que me fuera a dedicar a eso.
Sabrina también está feliz por esa decisión, de esta forma puede pasar más tiempo con él. Así como ahora, estar a su lado... es demasiado agradable. Por lo que le es imposible recordar lo que soñó.
«Es verdad... no me desagradaría... que fuese Alex con quien soñé. La sensación de caminar junto a el es parecida. ¿Se sentirá igual tomar su mano?», penso Sabrina, mirando de reojo a su amigo.
—¿Y bien? ¿Qué haremos hasta las 8? —pregunta Alex entusiasmado.
—Emm, no lo se. Ya se nos ocurrirá algo.
—Mientras pensamos, vamos a mi casa. Mis amigos me contestaron el mensaje que escribí. Vamos a jugar a las 8. Quiero tener la ropa lista.
Sabrina asiente, le parece una buena idea. Total no tienen nada que hacer. Luego de caminar por unos minutos llegan a la casa de Alex, ambos pasan y se dirigen directo hacia su habitación. Ella se sienta en la cama y él empieza a buscar rompa para cambiar.
—Ya vuelvo, voy al baño a cambiarme. No robes nada hasta que vuelva —dice en broma antes de irse.
Ella solo sonríe y asiente. Ahora que esta solo no puede evitar darse cuenta de la situación.
«¿Estoy... sola... con Alex en su habitación? No debería ponerme nerviosa, vengo aquí seguido... ¿pero cuando fue la ultima vez que estuvimos los dos solos de esta forma? Calma... calma... no empieces a imaginar cosas, no tiene nada de raro. Es tu amigo de la infancia, siempre jugamos y venimos aquí. No empieces», Sabrina trata de no dejarse llevar por sus pensamientos, sigue algo alterada por lo de su sueño.
No es la única que se siente de esa forma. Alex cuando empezó a cambiarse en el baño se dio cuenta de lo mismo.
«Lo dije sin pensar... no me di cuenta que esto iba a pasar... Estamos los dos solos, en mi casa, específicamente en mi habitación. ¡No pensé bien antes de hablar! ¡Tranquilo, Alex! Actúa natural, no tienes que hacer estupideces, no arruines ni intentes nada raro. Solo tienes que dejar que todo fluya de manera natural».
En ese momento, Alex empieza a ganar algo de confianza. Ahora que ya se cambio, se da un ultimo vistazo en el espejo, pero esto fue mala idea. Al ver su reflejo no puede evitar recordar lo que le dijo su padre esta mañana. Por lo que aparta rápida la vista y pone cara de desagrado.
«¡¡No!! No pude evitar recordar los gestos que hacia mi padre. No es hora de pensar en sembrar la semilla. Atrás pensamientos impuros, estúpido y eficaz consejo, por qué tuvo que contarlo de manera tan entretenida, es difícil no recordarlo».
Luego de unos segundos respirando y pensando en "matemáticas, su abuela, cachorritos y por alguna razón que desconoce, cabras", consigue calmarse, parece que este método funciono. Ahora sabe que tiene que hacer y se dirige hacia donde esta su amiga esperando, no debe tardar mucho más...
Fin del capítulo 55
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