Capítulo 50: Es hora de actuar
Los tres mosqueteros estaban reunidos, dentro de su aula.
—Vamos, Leo. Ábrelo, ábrelo. ¿Por qué lo piensas tanto?, ábrelo.
Alex estaba emocionado por el regalo a su amigo, incluso se acerco demasiado para ver de primera mano que era.
—Aléjate un poco, eres un poco molesto. —Leo lo apartó un poco con su mano y lo mantenía ahí, pero Alex seguía intentando acercarse.
—Abreelooo, quiero ver.
—Es mío, lo voy a abrir cuando quiera.
—Como tu mejor amigo, por más de 5 años, la ley de la calle dice que debes darme la mitad de lo que recibes de las chicas.
—Cállate y hazte a un lado —Contesto de inmediato Leo, dándole un pequeño empujón.
—¿No ves lo que este regalo nos esta haciendo? —le preguntó, sobreactuando como si lo hubiese lastimado—. Nos esta separando, ábrelo y termina con esta tortura.
Leo al ver que todos sus otros compañeros lo estaban mirando, dejo de estar peleando con Alex. Quería estar en silencio y tranquilo, asique iba a ignorar a su amigo. Una vez listo, de manera lenta abrió la pequeña caja.
—Son... unos chocolates y una notita —dijo Leo al ver lo que había adentro.
—¡Yo quiero el chocolate de la izquierda! —pidió Alex.
—Ay, Alex... Alguien que no te conociera pensaría que nunca te regalaron chocolates.
—Es por eso que quiero que comparta, Sabrina. Los chocolates dados por amor son los mas deliciosos. Tienen sueños, esperanzas y un toque de deseo pasional —respondió el pelirubio en un tono burlon.
—Le diría a Leo que no te de nada, pero si de esta forma dejas de hablar estupideces creo que es lo mejor.
Leo, estaba de acuerdo con Sabrina. Por lo que agarró el chocolate que él quería y se lo dio.
—¡Siii! Alex consigue lo que quiere de nuevo... los quiero chicos, gracias por mimarme —festejo dando pequeños saltos de alegria. Sin perder tiempo, comenzó a abrir el paquete y se quedó en silencio comiéndolo.
Leo se inclinó hacia un costado para que sus amigos no pudiesen leer lo que decía la pequeña nota:
Es mi manera de agradecer por lo bueno que eres conmigo, ¡gracias! Me gusta mucho pasar tiempo contigo y me alegra de tener la oportunidad de poder conocerte cada vez un poco más. Espero que podamos volvernos mas cercanos <3.
—¿Y, e dihe? ¿E interechante? —preguntó Alex curioso, sin dejar de comer
—Es por lo de ayer, el compromiso que les dije que tuve fue ir al cine con Karina. Me escribió para decirme que una amiga de ella tuvo que irse y ya había comprado un boleto 2x1. No quería desperdiciarlo. Así que fui y vimos la ultima de "Star world".
—¿A que cine fueron? —intervino Sabrina.
—Al del shopping.
—Nosotros estábamos ahí, debiste avisarnos para juntarnos.
—Sí, había pensando en eso, Sabrina. Pero Karina, no es muy sociable, en ese aspecto se parece un poco a mí, por lo que invitar a mis amigos podría hacerla sentir un poco incomoda.
—Esta bien, Leo. Era una cita, tienen que pasar tiempo ustedes dos. No escuches a Sabrina, hiciste lo correcto —comento su amigo.
—No era una cita, solo ayudaba a una amiga.
—Ajam... guiño, guiño. Te viste un fin de semana con una chica para ver una película y al día siguiente viene a darte chocolates y una notita de amor... Pero, "no era una cita". —remarco esto ultimo en un tono sarcástico.
—Ella es así de agradable, es una buena chica. Cuando entra en confianza es bastante expresiva. Además... creo que estoy saliendo con Abril.
—¿Creo? ¿Cómo que crees?
-Si, concuerdo con la chica rubia a mi lado. ¿Cómo es eso de que crees? O sales o no, no hay punto medio.
—Bueno... resulta que el sábado... nos besamos —les dijo sin darle mucha importancia, como si fuese algún tema normal.
Alex que estaba tragando un pedazo de chocolate, se ahogó por este dato revelador y empezó a toser. Una vez que se estaba mejor empezó a hablar:
—¿Cómo que se besaron? Digo, felicidades.
En ese momento, Leo miró directamente a Sabrina. La cual le mantiene la mirada por unos segundos y luego la apartó.
—¿Eso significa qué estoy saliendo con ella? ¿o no? —les pregunto a sus amigos.
—Bueno, mi querido Leo, depende de que tanta lengua y manoseo hubo —bromeo el chico rubio.
—¡Alex! No arruines el momento, esta preguntando en serio —intervino Sabrina al ver el comentario de su amigo.
—Ya, ya. En realidad, no —contesto Alex tratando de sonar serio—. Pueden ser amigos con derechos, amiuwus, amigovios, amigos con beneficios, amigos que juegan a la mama y al papa, amig...
En ese instante recibió un pequeño codazo de Sabrina para que no siguiera, ya que se estaba empezando a decir estupideces.
-Auch... bueno, ahora si, me pongo serió. Si no hablaron sobre lo que son, no puedes dar por hecho nada. Además por lo poco que conozco de Abril, es bastante directa, de seguro te diría si son parejas.
—Sí, creo que en eso tiene razón —concordó Leo, le parecía bastante lógico verlo de esa forma—. De seguro ya hablaremos de eso. No lo hicimos en el momento por que era bastante tarde.
—¿Que hora era?
—Creo que las 5 a.m o un poco más. No se bien.
—¿5 A.m? ¿Qué hacías saliendo a esa hora?
Sabrina no estaba acostumbrado a andar tan tarde en la noche, era un poco inocente con este tipo de cosas, por eso le sorprendió un poco. A diferencia de Alex, que si solia salir de noche y no le pareció extraño esto.
—Me invito a una fiesta, a esa hora volvimos.
—¿Una fiesta?
—¿Una fiesta?
Preguntaron al mismo tiempo sus dos amigos.
—¿Con personas de verdad, música y luces de colores? —agregó Alex.
-Sí. Con todo eso —respondió el "entrevistado".
—¿Con gente bailando, tomando y compartiendo con más personas?
—Si.
—¿O sea que tú hiciste lo mismo que ellos?
—Solo baile con Abril. Me enseño unos pasos sencillos, no hice nada más que estar cerca de ella y luego nos fuimos juntos.
—Bueno, supongo que la próxima vez que salga te invitare.
—No creo que sea buena idea, no soy bueno bailando ni socializando. Creo que solo la pase bien gracias a Abril.
—Ah, perdón por no ser tan interesante y divertido como ella —respondió haciéndose el ofendido—. Tu vida nocturna te cambio, nunca antes habías preferido el calor de otra persona antes que el mío.
Él ignoró las estupideces que estaba hablando Alex.
—¿Alguna pregunta más que quieran hacer? O ya se acabo el interrogatorio.
—Por ahora estoy satisfecho, si me surge alguna otra duda se la haré saber, compañero. Es bueno enterarme que tuviste un fin de semana agitado. El sábado saliste con una chica, el domingo con otra... estas creciendo.
—Lo de Karina fue diferente, ella es mi amiga.
—¿Qué te hace pensar eso?
—Las intenciones de ellas conmigo son muy diferentes.
—¿Por qué no opinas nada, Sabrina? —le dijo Alex a su amiga para pedirle ayuda—. Ábrele los ojos a nuestro compañero sobre Karina.
—Yo... no conozco a Karina. No sabría que decir. Hay chicas que pueden querer salir con alguien solo por que son amigos —respondió Sabrina, evitando mirar a los ojos a sus amigos.
—¿Y luego le dan una notita de amor y chocolates?
—Sí, puede ser.
Alex entrecerró los ojos para ve a Sabrina, no esperaba que ella respondiera eso.
—Que extraño... Pensé que estarías de mi lado.
—Es que estamos hablando de Leo. Es un chico agradable y muy compañero cuando te deja relacionarte con él, no se como explicarlo pero es lindo estar a su lado. No me sorprende que estas chicas quieran pasar más tiempo con él.
Leo y Alex, se cruzaron miradas entre ellos y luego se enfocaron en Sabrina.
«¡Ay! Creo que hable de más. No hacia falta decir ese tipo de cosas», pensó ella en ese instante.
—¿Qué? ¿Por qué me miran así?
Alex por su parte, sintió algo de celos por el comentario.
«Claro, a Leo no te es difícil hacerle cumplidos, pero a mí, solo me molestas. Además... cual era la necesidad de decir ese tipo de cosas, ¿no te sorprende? ¿Eso quiere decir qué piensas igual que ellas? Parece que si siente algo por él...»
Leo al ver que había unos segundos de silencios, tomó la iniciativa y respondió.
—Gracias por el cumplido —dijo sonriendo—. No esperaba que dijeras algo así de tierno por eso reaccione de esa forma, no dijiste nada malo.
Ella solo le devolvió una sonrisa. Y antes de que pudieran seguir hablando, sonó la campana anunciando el final del recreo. Cada uno volvió a su lugar.
Una vez que Sabrina se sentó en su lugar y sacó todas sus cosas. Al fin pudo lograr lo que quería: dejar de pensar tanto en Alex, ahora el que tomaba su lugar era Leo.
«Resulta que ahora sale de fiesta, tiene dos chicas interesadas, es como... si no nos necesitara. Siempre hicimos todo juntos y ahora que estamos un poco separados, hace este tipo de cosas...».
Sin darse cuenta, algo así como si fuese un reflejo, se volteó y miró a donde estaba él. Leo al darse cuenta de esto le sonrió, haciendo que ella haga lo mismo. Luego, Sabrina se giró rápido y quedó viendo hacia el frente.
«No parece diferente... esta un poco más animado que antes, y ya no mira con odio a las demás personas, hasta se relaciona con ellos. Me alegra ver estos pequeños cambios en él, supongo que solo imagino cosas. Leo será Leo, y no importa que pase, tendremos todo el tiempo que vivimos juntos... solo debemos actualizarnos, hoy es una buena oportunidad para hacerlo».
Sabrina sonrió, mientras tomaba nota de lo que dictaba el profesor. Hoy después de la escuela no tenía nada que hacer, lo que significaba que iba a pasar tiempo con sus amigos. Iba a poder pasar tiempo con Leo.
Alex por su parte, se sentía un poco ansioso.
«Al final todo lo que hice anoche no sirvió. Sabrina esta como si nada. ¿Habré sido demasiado sutil? Se que hay que ser directo en este tipo de cosas, pero no quiero arruinar lo que tengo con ella. Pero... parece que Abril tiene razón, por algo ella lo dijo... Yo tuve la misma impresión, no es casualidad, tal vez, si sienten algo entre ellos... ¿eso significa que estoy perdiendo? Si no me apresuro, perderé mi oportunidad, tengo que actuar».
No era el único con el sentimiento de querer hacer algo para que la otra persona supiese lo que sentía. En otra aula, específicamente la del ultimo año, Karina seguía pensando en lo que hizo.
«Con solo recordarlo, mi corazón late rápido. Esto es tan emocionante, me gusta sentirme así. De seguro esto hará que Leo me vea de otra manera. O por lo menos que piense en mí».
Mientras tomaba apuntes, solía hacer diferentes dibujos al lado de lo que escribía. La ayudaban a recordar mejor las cosas que anotaba. O por lo menos solía ser así, ahora dibuja puros corazones. Lo cual, hacía que todo se viese mas tierno, pero al ser todos iguales no servían para estudiar.
«¿Qué debería hacer ahora? ¿invitarlo a salir? ¿Abrazarlo? ¿decirle lo que siento? ¡Aaahh!, hay tantas cosas emocionantes y que quiero hacer con Leo. Le escribiré a Laura para preguntarle que opina. Y también para contarle lo del regalo, no le dije nada de eso, se me ocurrió a ultimo momento y me pareció un detalle lindo que quería hacer».
Debía tranquilizarse un poco, todavía no podía usar el celular para hablar con su amiga. Tenía que esperar hasta el siguiente recreo.
Por otro lado, en otra escuela.
Abril no solía prestarle atención a la clase. Cualquier cosa que pudiese usar para distraerse le venía bien. Era un buen momento para pensar sobre lo que tenía que hacer durante el día y organizarse.
«Después de lo del sábado, todo sigue igual con Leo. Esto no es bueno... me gustaría presionarlo un poco para que se decida en salir conmigo, pero si hago eso y sale mal, podría distanciarse un poco de mí. Aun tiene algo mas que resolver para poder salir conmigo... algo con Sabrina, estoy segura de que siente algo por ella, de lo contrario no dudaría tanto en responder cuando le preguntaba sobre ella»
El pensar esto la molestaba un poco. Pero no dejaba que esto se viese por fuera, no le gustaba que la gente pudiera ver sus expresiones. Prefería ocultar como se sentía lo mas posible, tenía que verse de manera positiva y alegre siempre.
«¿Alex habrá hecho algo este fin de semana? El pequeño empujón que le di de seguro sirvió de algo... pero debe ser difícil sincerarte con tu mejor amiga de la infancia... creo que no debería esperar nada de él. O mejor dicho, solo de él. Tengo que hacer lo mismo con Sabrina, de esta forma ambos llegaran a la misma conclusión y estarán juntos. Leo al ver esto, se sentirá un poco apartado y ahí es donde entro yo».
Ya tenía una idea de lo que debía hacer para así poder empezar a salir con Leo. Aunque, sentía que le faltaba algo a su plan.
«Creo que no podre hacer esto... no le caigo bien a Sabrina por lo tanto no le va a importar lo que le diga... tengo que cambiar esa idea que tiene de mí, por lo menos un poco. Que vea que soy buena para Leo. ¡Eso es! Ya se que tengo que hacer y puedo empezar por hacerlo hoy. No creí que diría esto, pero esta clase me sirvió de algo, o por lo menos el tiempo dentro de ella>
Fin del capitulo 50
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