Al estar sentado a su lado, no puede evitar ponerse aun mas nervioso. Siente como late de rápido su corazón, no solo por que ella este cerca, si no porque sabe lo que tiene que decir. Por primera vez en su corta vida, tiene miedo de confesarse.

«Vamos Alex, es algo que ya hiciste muchas veces. Lo practicamos frente al espejo y en tu mente. Ni siquiera estoy por dar el salto, solo tengo que preparar el terreno. Debo abrirme con ella, de esta forma los dos estaremos con la guardia baja».

—¿Qué sucede, Alex? ¿Te sientes bien? Haz estado actuando un poco extraño.

—¿Eh? No. O sea, esta todo bien. Es tu imaginación.

Sabrina mira a su amigo, no esta convencida con lo que le dijo. Lo conoce demasiado y sabe que algo pasa. Pero si no quiere hablar, no va a presionarlo. No quiere meter la pata de nuevo.

«Te esta mirando, Alex, ¡vamos! Esta es tu oportunidad. Este no es el lugar para una confesión, pero si para mostrarle que hay algo de lo que quiero hablar, algo importante. ¡No pienses más, actúa!».

El estaba evitando mirarla, pero aprovecha este golpe de confianza y cruza miradas con ella, a la vez que empieza a hablarle:

—Ah decir verdad... si sucede algo.

—¿Es algo malo? Me preocupa que te pongas tan serio.

—No, no. —responde levantando las manos—. Tranquila. Es... algo personal. Supongo que estoy algo nervioso de contarlo.

Ella sonríe, a la vez que se acerca para poner su mano en el hombro de él.

—Esta bien, Alex. Sabes que puedes hablar conmigo de lo que sea. De todas maneras, siempre lo hicimos. No tienes por que estar nervioso.

—Es un poco diferente ahora... creo que es por todo lo que paso.

—¿Lo dices por la pelea que tuvimos?

—Emmm... si, tal vez. Y esta algo relacionado...

«Continua... no te detengas. ¡Yo puedo!», se dijo así mismo.

-... resulta que, lo que me dijiste con respecto a Daniela, me ayudo. La estaba evitando, no tenia el valor para decirle que no quería estar con ella. Realmente intente ir en serio esta vez, pero a medida que pasamos tiempo juntos, me di cuenta de que por mas que me gustase un poco, no podía estar con ella.

Sabrina esta escuchando con mucha atención lo que dice su amigo. No suele ver a Alex con esa expresión tan seria en el rostro. Incluso cuando cuenta cosas que son importantes, lo hace de manera animada. La única vez que lo vio de esa forma, fue cuando sus padres se separaron. Por lo que hará todo lo posible para apoyarlo y hacer que se siente bien de contar lo que sea que le esta pasando.

—¿Pero si te gustaba, por qué no podías?

—Me gustaba como era ella. Creo que es una buena chica y disfrutaba mucho de su compañía, pero... en realidad... es por que hay alguien más con quien quiero estar.

En ese momento, Sabrina sintió que la mirada de Alex cambio. La forma en que la estaba mirando, junto con lo que dijo, la hicieron sentir extraña. Está nerviosa y no sabe por que.

—¿Y... vas a intentar estar con esa persona? —preguntó ella.

«¿Qué clase de pregunta es esa... es obvio que si. No se por que... pero no tuve el valor de preguntar quien es la persona con la que quiere estar», se sentía como una tonta por lo que dijo, largo lo primero que se le vino a la mente.

El al escuchar esa pregunta, él aparta la mirada y con una leve sonrisa responde:

—Tal vez... es un poco complicado.

-Creo que deb...

El celular de Sabrina empieza a sonar, tiene una llamada. Al ver quien es, no atiende y continua hablando con Alex.

—Es mi mamá. No hace falta que la atienda, puedo llamarla en otro momento.

—Sera mejor que la atiendas. No hay problema.

—No es ne...

-De verdad —insiste—, no hay problema. Atiende.

Al ver que su amigo la actitud de su amigo, contesta la llamada. Se levanta y se aleja un poco para poder hablar.

«¡Me salve! Soy un bobo. Me dejo llevar por lo que siento y casi me declaro aquí. Este no es el lugar, lo sabes, Alex. ¿Por qué tengo que complicar las cosas?, solo tenia que hablar un poco sobre lo de Daniela. De por si estoy haciendo algo que no estoy seguro de que vaya a funcionar y lo hago en este ambiente que no es para nada romántico o intimo... es obvio que me va a rechazar».

Estira la cabeza para atrás, apoyándose en el respaldar del banco donde esta y suspira.

«Un momento... ¿por qué pregunto eso? ¿No será que entiendo que me refería a ella? Y en vez de preguntar quien era la persona con la que quiero salir, hizo esa pregunta para rechazarme indirectamente. Fui demasiado obvio y lo hice de la peor manera posible... bienvenido a la famosa "friend-zone"».

A lo lejos puede ver a Sabrina hablando por celular. Su cara de miedo y de derrota es remplazada por una cara de "bobo enamorado".

«Es tan linda... no entiendo como no me di cuenta antes. ¡Vamos, Alex! ¡todavía no te rechazo! Soy hombre, no entiendo de indirectas... por lo tanto si me rechazo no cuenta. Aun tengo oportunidad».

Puede que por momentos no lo parezca, pero todavía sigue siendo el mismo chico de siempre. Y algo que no puede evitar, es buscar soluciones a su "manera". Cualquier excusa que sea necesaria será usada, hasta que se confiese y obtenga su respuesta. Ya sea buena o mala.

Sabrina vuelve por lo que debe actuar natural.

—¿Y bien? ¿Qué paso?

—Nada, mi madre sabia que estaba aquí y me pidió que le comprar algunas cosas que vio en internet. Como no respondía los mensajes me llamo.

Él se levanta de donde esta sentado.

—Bueno, vamos a buscar lo que te pidió.

—Podemos ir mas tarde, no es necesario hacerlo ya.

—Esta bien. Ya descanse y me ayudo la charla. Además, también hay algo que quiero comprar.

El empieza a caminar. Ella al ver esto, se apresura a ponerse a su lado.

Siguen hablando sobre las compras, quiere dejar de lado el tema de hace un rato. No esta huyendo, solo esta prolongando lo inevitable.

2:54 p.m. hace unos instante el dúo de amigas, llego al shopping. Se encuentran sentadas al lado del lugar donde esta el cine.

—¿Ya lo tienes? —preguntó Laura.

—Lo tengo.

Unos 30 segundos de silencio después...

—¿Karina?

—¿Si?

—¿Por qué te quedas viendo el celular y no mandas el mensaje? Solo tienes que darle enviar.

—Sí, lo se —responde avergonzada, mirando al piso.

—Ya repasamos el mensaje, corregimos errores, tiempos verbales, formas de pedirlo, etc. Más listo no puede estar.

—Esta bien. ¡Lo haré!

—¡Por favor, hazlo!

—¡Voy a hacerlo!

—Si, eso quiero ver.

—Pues mira bien, porque lo haré.

—¡¡Karina!! —gritó al ver como ella esta haciendo tiempo y no actúa—. Cierra los ojos y aprieta el condenado botón. Me pones nerviosa —dijo dejando escapar un suspiro.

Ambas se ríen, se sienten como unas exageradas. Pero así se quieren y de esa forma se llevan bien.

—Hola Leo. ¿Cómo estas? 

iba a ver una película con mi amiga, por lo que aproveche una oferta 2 x 1 que había. 

Resulta que le salió un compromiso y tiene que irse antes. 

Y para no desperdiciar la entrada, pensé que estaría bien invitarte. 

Si no tienes nada que hacer, es a las 5: 45 p.m. En el cine del shopping.

—¡Lo hice! —exclamó emocionada, sintiendo como late con fuerza su corazón.

—Bien, diste un gran paso. Estoy orgullosa de ti por todo lo que hiciste hoy.

—¿Cuánto crees que tarde en responder? —pregunto Karina, temerosa. 

Sus emocionadas dan saltos de extremo a extremo cuando se trata de Leo.

—No importa —contesta Laura, de manera tranquila.

—¿La idea no es que responda? ¿O acaso porqué le escribo?

—Solo relájate y vamos a ver las películas que hay. Tenemos que elegir una que le guste, damos por hecho que va a venir.

—No se de donde sacas tanta confianza. Pero me alegra de que seas así... espero que algún día pueda ser de esa forma

—Años de fracasos, frustraciones, dolor, sudor, sangre, rechazos, burlas, fallos, agonías, tr...

—Retiro lo dicho —dijo Karina, desviando la mirada.

—Solo te estoy molestando. ¿Dime, que genero le gusta? —Y al ver que su amiga tarda en responder se da cuenta de lo que ocultaba—. ¡No lo sabes!

—No hablamos de eso. Te dije que soy yo la que habla.

—Bueno, no importa. Iremos por lo seguro.

—¿Romántica?

—¿Que? ¡No! Es un chico. Por lo general le gustan cosas mas movidas. Pero no demasiado... algo de ciencia ficción.

Las chicas siguen conversando y buscando la película ideal. Tienen que hacer tiempo hasta que responda el mensaje, por lo que no tienen apuro.

Mientras tanto, Leo esta en su casa. Mas específicamente, en su cama. Intenta seguir durmiendo, pero el celular que se encuentra debajo de su almohada acaba de despertarlo. Lo tiene silenciado, solo puede vibrar.

«No se ni que hora es... solo se que estoy tan cómodo y no quiero levantarme»

A duras penas, sin muchas ganas agarra su celular. No quiere abrir mucho sus ojos, ni levantarse ya que no quiere despertarse del todo. Tiene planeado seguir durmiendo, por lo que lee los mensajes que tiene sin mucho esfuerzo.

Tiene unos mensajes de Abril y por lo que entiende, le esta charlando como si nada. Otros de Sabrina, parece que se va a juntar con Alex en el shopping, mas tarde puede unirse si quiere. Y otro mensaje parecido de Alex diciendo lo mismo que Sabrina.

«Si tengo que llegar a las 5:45. Significa que puedo dormir hasta las 4: 30 p.m. Me dará el tiempo para vestirme e ir a tomar el colectivo que pasa a las 5 y llegare tipo 5 30», pensó tratando de concentrarse lo menos posible. 

Pone la alarma del celular y responde el ultimo mensaje que tiene.

—Ok, nos vemos allá.

«Parece que se reconciliaron, es una lastima que Sabrina haya tenido que irse. Sera bueno pasar tiempo con Alex en el cine», y con esto en mente, se prepara para descansar.

Casi al instante, sin esfuerzo se duerme. No esta acostumbrado a usar el celular, sumándole las ganas de seguir durmiendo y lo cansado que termino por lo de anoche, todo esto le jugo en contra.

Por otro lado, Karina y Laura están festejando. El plan funciono, Leo le respondió confirmando que vendrá.

—¡Funciono!

—¡Funciono!

Ambas gritaron emocionadas y se abrazaron. Luego, Laura detiene a su amiga y se pone seria.

—¡Mírame!

—¿Qué sucede?

—Todo lo que hicimos hoy, es para este momento, ¿Lo entiendes?

—Sí.

—Seguro vas a estar nerviosa, es normal. No te preocupes.

—¿Si no tengo que preocuparme, por qué me lo estas aclarando?

—Porque te conozco. No te compliques, recuerda cual es el verdadero objetivo.

—Lo se.

—Responderme, para que quede claro. ¿Cuál es el objetivo de hoy?

—"Contraste".

—Exacto. A partir de hoy, ponemos en marcha la operación " contraste". No importan el resultado, tú ya ganaste, porque eres hermosa. Y espero que esto te ayude a darte cuenta de eso, ¿si?

—Gracias Laura, siempre eres tan dulce.

Ambas se dan un abrazo. Luego siguen con la charla de manera mas tranquila, mientras van a ver las diferentes tiendas. Ya escogieron la película, solo tienen que esperar.

4:30 P.m. el celular de Leo vibra de nuevo. Lo apaga rápido, y se levanta. Empieza a buscar la ropa que se va a poner.

«Tal vez... pueda sorprenderlos. Me gustaría ver la cara que ponen si me ven bien vestido con la camisa que me presto Abril».

Con esto en mente, se pone una remera blanca y la camisa por encima, sin prender. Para darle un toque mas informal. No le toma mucho tiempo, solo le queda ir al baño a atender los llamados de la naturaleza. Una vez que termino con todo, sale del baño y se dirige hacia la sala. Para su sorpresa esta solo su padre, sentado en sillon.

—Bonita camisa —dijo con una sonrisa al verlo.

—Me la prestaron. —De inmediato agacho la cabeza y perdió el animo.

—Lo se, tu no tienes ese tipo de ropa.

—¿Y mamá?

—Durmiendo.

—Voy a salir.

—Ni me importa, ni te pregunte. Solo vete.

El agacha la cabeza y antes de que su padre cambie de opinión o diga algo mas se va. Esto le alegra un poco, que solo le haya dicho eso, es algo bueno, podría haber sido peor. No tarda mucho en llegar a la parada del colectivo, solo tiene que esperar.

«Estos días estuve pasando mas tiempo en casa, tal vez sea imaginación mía pero... mi madre pasa mucho tiempo en cama. Incluso cuando esta mi padre, ¿Sera que lo hace para no verlo?».

Saca su celular, se prepara para responderle a Abril y en ese momento nota algo raro. El ultimo mensaje que tiene no es de Alex, es de Karina.

«Quien me invito fue Karina y yo le respondí pensando que era Alex. Soy un tonto».

No tiene tiempo de seguir pensando, ya que el colectivo esta pasando. Se sube y una vez que toma asiento continua.

«Ya le dije que iba a ir... No es que no quiera pasar tiempo con ella, es solo que me sienta algo mal haberle respondido pensando que era otra persona. Y ya casi es la hora, seria peor dejarla colgada».

Ya metió la pata y tiene que hacerse cargo. No suena mal pasar tiempo con su amiga de la escuela. Además no sabe que no es la única sorpresa que se va a llevar.

Alex y Sabrina, ya compraron todo lo que quieran. Están divirtiéndose en un salón de juegos que hay.

—No creas que te dejare ganar solo por que te disculpaste y fuiste bueno conmigo.

—No necesito que me dejes ganar, solo espero que no llores ni te enojes cuando pierdas.

—¡Ja! En tus mas dulces sueños, Alex.

«Bueno, a decir verdad... suena bien que aparezcas en mis sueños. No me mol...»

—¡Muereeeee! —gritó Sabrina, interrumpiendo lo que pensaba él—. Ni siquiera tuve que esforzarme, te estas ablandando.

Él se distrajo por lo que ella dijo. No puede creer que haya perdido por un error tan tonto. Le gusta Sabrina y le gusta mucho su carácter competitivo, pero odia perder de manera tan tonta. Por eso cuando juegan, trata de separar ese cariño que le tiene para no distraerse y que pase esto.

Ella continua hablando al ver que Alex esta con su cara de mal perdedor.

—Solo por esta vez... voy a decirte que... no es necesario que te pongas de rodilla para pedirme que juegue de manera mas suave. ¿No soy buena?

—Vamos al mejor de cinco —propone él.

Vuelven a empezar el juego.

—Ey, Alex.

—No intentes distraerme, no te va a funcionar.

—¿Acaso no puedes hablar y jugar al mismo tiempo? —pregunta en un tono burlón, para provocarlo.

—Esta bien, ¿qué pasa?

—¿Leo no te respondió?

—No, ¿a ti?

—Tampoco... Quizás deberíamos llamarlo. Él nos estuvo escribiendo desde el jueves para intentar juntarse con nosotros.

Siempre disfruto y prefirió que Leo este cuando se juntan. Pero esta vez, es diferente. Alex quiere seguir a solas con su amiga, de lo contrario no podrá confesarse.

—No creo que sea necesario. Los dos le escribimos, él siempre que puede contesta los mensajes. Tal vez este con Abril.

—Hmm, ¿Abril, eh?

En ese momento Sabrina se equivoca, por lo que Alex no deja pasar esa oportunidad y gana el combate.

—¿Cómo se le sube la dificultad a este juego? —bromea para molestarla.

—Cállate, tonto. Igual te voy ganando.

—No por mucho.

«Supongo que Alex tiene razón, será mejor esperar a que Leo nos responda para escribirle de nuevo. Me había olvidado que ahora tiene otra amiga...»

Leo ya llego a la parte del cine. Esta esperando en la entrada. No sabia si escribirles a sus amigos, pero no cree que sea buena idea sumarlos. Por lo que sabe de Karina, son un poco parecidos en cuanto a lo social. Y al no le gustaría que otra persona invitara más gente, de todas formas... se lleva bien con ella, no tiene duda de que la va a pasar bien.

—Hola, Leo. —Le da un pequeño toque en la espalda para llamar su atencion.

Él se da vuelta, y no puede evitar sorprenderse.

—¿Karina? —pregunta sorprendido—. Emm... wow. Te hiciste un cambio de look.

Ella siente algo de vergüenza, por lo que mira hacia el piso.

—¿Qu-qué te parece?

—Te ves bien, digo, te queda lindo.

—Gracias.

«¡Dijo que me queda lindo! No sabia si cortarme el pelo algo corto me iba a quedar bien... pero... me gusta como me veo y más ahora que dijo que me queda lindo».

—Incluso te sacaste los anteojos. ¿A qué se debe este gran cambio?

—Los seguiré usando... es algo molesto usar lentes de contactos. Solo quería verme bien y pensé que no estaría mal probar algo nuevo.

—Que bueno que te animaste, de verdad te queda bien.

«Lo dijo de nuevo», penso emocionada, sonriendo de oreja a oreja. Quería contenerse un poco, pero no podía. Sentía la cara calienta. «De seguro estoy roja como un tomate, debo tranquilizarme».

—Mi amiga me ayudo mucho —Empezó a hablar para distraerse—. Siempre estuvo animándome y acompañándome, si fuese por mi me hubiese quedado a dormir en mi casa.

—¿El nombre de tu amiga era Laura?

—Sí.

—Siempre hablas bien de ella. Te entiendo, se lo que es tener a alguien que te motive a mejorar y a hacer cosas de las que no te crees capaz, mis amigos son así conmigo.

—Somos bastantes afortunados.

—Concuerdo.

En ese momento, ella saca su celular y ve la hora. Ya falta poco para que empiece la película. Por lo que continúan hablando mientras se dirigen a la sala del cine.

«¡De verdad funciono! El verme arreglada, sin anteojos y con un nuevo corte de pelo es algo que no se va a olvidar. A comparación de cuando me ve en la escuela, estoy muy diferente. Lo se por como reacciono, la operación "contraste" es un éxito. Valió la pena el venir al salón de belleza que me recomendó Laura», pensó, Karina. Mientras buscaba el lugar donde se tenían que sentar para ver la película.

Ahora, solo debía de no arruinar el resto de la "cita"...

Fin del capitulo 46