Leo esta en problemas. Falta poco para el ultimo recreo y no pudo averiguar nada sobre lo qué le pasa a Alex y Sabrina. No pudo ni hablar con ellos a la hora del almuerzo, ya que se están evitando, lo que hace difícil tener que elegir con quien pasar el tiempo libre en la escuela. Cuando le pregunto a Sabrina, ella le respondió: "A mi no me pasa nada, pregúntale a él". En el caso de Alex fue parecido: "Deberías hablar con Sabrina, ella debe saber".

Tal vez fue demasiado sutil, no suele ser el que soluciona las peleas de sus amigos. Por lo general la solucionan entre ellos y de manera rápida, por lo que esta vez intenta intervenir un poco para ayudar.

Un poco antes de que suene la campana, anunciando el ultimo recreo. Sin que el profesor se de cuenta, escribe un mensaje para sus amigos en el celular.

—Alex, nos vemos en el patio, cuando suene la campana. 

Donde solemos sentarnos, hay algo que quiero contarte.

Luego de manera lenta, por que le cuesta un poco tener que escribir y disimular para que el profesor no lo note, copia el mensaje y solo cambia el nombre.

—Sabrina, nos vemos en el patio, cuando suene la campana.

 Donde solemos sentarnos, hay algo que quiero contarte.

Una vez enviado los mensajes, solo tiene que esperar. Al escuchar la campana, se levanta primero que todos y se va. Al pasar al lado de su amigo, le susurra que no se demore y vaya.

Alex acomoda todas sus cosas, saca su celular y ve el mensaje. Por lo que se pone en marcha hacia allí. Unos momentos después de salir del aula, mientras va caminando, nota que Sabrina esta yendo detrás de él.

—¿Me estas siguiendo? —preguntó el rubio.

—Ya quisieras. Tengo algo que hacer ahora.

—Bueno, yo también.

Ambos siguen caminando de la misma forma, en silencio. Sabrina se mantiene un poco mas atrás, como si no estuviera caminando con él, solo van hacia al mismo sitio sin saberlo. Después de un rato, llegan al lugar y se dan cuenta de lo obvio.

—Al final si me estabas siguiendo —dijo Alex.

—Que no, bobo. Leo me dijo que venga aquí.

—Bueno, Leo me dijo a mí que venga aquí.

—Es obvio lo que pasa. —Puso los ojos en blanco—. Mejor me voy 

—Sí, vete, yo me quedare a esperar a Leo. Así ve que yo no soy él del problema —comento en un tono burlon.

—¿Eh? ¿Qué estas diciendo? Yo no tengo ningún problema

—¿Entonces por qué te estas yendo? —Alex la mira con una sonrisa ganadora provocándola.

—¿Sabes qué? Tienes razón, no tengo por que irme —Afirma Sabrina, al mismo tiempo que se sienta en el lugar.

—Me parece bien —Contesta él, mientras se sienta.

—Bien.

—Bien.

Ambos se quedan en silencio, mientras evitan mirarse. Así pasan cerca de 1 minuto, a lo que Sabrina es la primera en hablar:

—Y... ¿Cómo te fue en el ultimo examen?

—Bien —Responde sin mirarla, se toma unos segundos de silencio y continua —. ¿Y a ti?

—Bien. Estos últimos son las materias más fáciles.

—Sí, eso es lo bueno.

Siguieron charlando, mientras esperan a Leo. El plan marcha bien, hasta que le llega un mensaje a ella.

—Hola Sabrina. Soy Daniela, molestando de nuevo jeje. Perdón >.< pero... quería saber si sabes algo sobre lo mío y lo de Alex . Este sábado lo invite a juntarnos para hablar, pero estuvo evitando responder... por eso quería saber si tú ya sabes algo. Desde ya gracias y perdón.

Ella lo lee en silencio, mientras escucha a su amigo hablar. Se toma unos momentos para pensar que hacer. Quizás ahora que están los dos solos sea una buena oportunidad para preguntarle. Aprovecha un pequeño momento de silencio para sacar el tema.

—Alex... me preguntaba... sobre tu relación con Daniela, no la volví a ver contigo.

Él pone una cara de confusión, no entiende por que saca ese tema. La ultima vez le dijo que no quería hablar de eso.

—Prefiero no hablar de eso.

—¿Por?

—Por que no.

Ella nota un toque de molestia en su actitud, algo parecido a lo de ayer.

—Solo quiero saber, pensé que ibas en serio con ella —insistió Sabrina.

—Sí, iba en serio.

—Pero no parece. Da la impresión que estas jugando con ella.

—¿Eh?

—Sí, la estas evitando y no le dices nada —Lo miró directamente a los ojos para confortarlo—. Por lo general no me meto en tus relaciones, pero te dije esta vez que me molestaría si me enteraba que la tratabas como a otras chicas.

—Yo se lo que hago, prefiero que no te metas.

—Entonces habla con ella y aclara las cosas.

Alex se queda en silencio, no quiere hablar sobre esto con Sabrina. Sabe que tendría que haber hecho eso hace un tiempo pero es mas difícil de lo que cree.

Al ver que no responde nada, Sabrina continua.

—¿Te estas viendo con alguien más?

—No.

Él no la mira y continua respondiendo de manera molesta. Esto genera que ahora ella se moleste, ya que le recuerda a la actitud que tuvo ayer con ella.

—No me mientas, Alex —dijo en un tono agresivo.

—¿Qué estas diciendo? ¿No me crees?

—No lo se, la ultima vez te vi muy cerca de esa chica.

—¿Y? te dije que ni la conocía.

—Desde cuando alguien que no conoces se te acerca tanto para hablar.

—No tengo que explicarte nada, si no me crees no me importa, pero no deberías meterte. Ni siquiera sabes llevar la relación que tenias con Seba y quieres hablar sobre la de otros.

Alex sin darse cuenta, dice eso sin pensar. Esta molesto con Sabrina, pero no debió de decir eso.

—¿Sabes qué? Tienes razón, haz lo que quieras Alex, ni me importa. Si quieres ser un idiota, puedes serlo. No quiero seguir hablando contigo.

Justo en ese momento está llegando Leo. Estaba haciendo tiempo en otro lado para que sus amigos pudieran hablan tranquilos. Por lo que pudo ver a la distancia parece que funciono, ya que están charlando. Apenas llega a donde se encuentran ellos, Sabrina se levanta y empieza a irse.

—Ey, espera Sabrina. Tengo algo que decirles —dijo confundido el pelinegro al ver que su amiga se va.

3No me importa, no quiero estar con este tonto. Si después quieres hablar conmigo avísame, pero que no este él —le contesta de manera enojada.

Al ver que ella se va, mira a a su amigo que también se esta levantando.

—¿Qué paso? —preguntó Leo.

—No quiero hablar de Sabrina.

—Entiendo, pe...

—Después hablamos, tengo algo que hacer.

Parece que por intentar ayudar metió la pata, por lo general este método funciona en las películas. Leo se queda en el lugar, viendo como Alex se va.

«¿Y ahora qué hago?», pensó, Leo.

Sabrina se dirige hacia el baño, esta bastante enojada.

«Ahora resulta que hay cosas de las que no me quiere hablar, no lo entiendo. Antes hablábamos de todo, pero ahora no solo se comporta como un idiota, sino que me oculta cosas. Eso me pasa por querer ayudarlo».

Una vez que llega al baño, se tranquiliza un poco. Estar sola le ayuda a pensar con mas calma lo que paso.

«Puede que haya reaccionado un poco mal por que estaba un poco molesta por lo de ayer, pero eso no le da el derecho a decirme eso y menos de esa forma».

Ahora esta lavándose las manos frente al espejo. Aprovecha para peinarse un poco y acomodarse la ropa. Y antes de salir del baño revisa su celular. Tiene un mensaje de Leo:

—¿Esta todo bien? ¿Quieres hablar de lo qué paso?

«Tu también tienes la culpa, eres igual que Alex. Se están comportando distinto ahora que tienen esas chicas detrás de ustedes. Ayer casi ni me prestaste atención por estar con esa tonta de Abril»

Al recordar a Abril su expresión cambia, se puede ver el desagrado en su rostro.

«Siempre me mira y me sonríe como si fuese mejor que yo. Pareciera que constantemente me esta desafiando. ¡Y el tonto de Leo, no le dice nada! Los dos pueden irse con sus chicas y no molestarme, no me importa»

Vuelve a mirarse al espejo para darse un ultimo vistazo, no puede salir con esa cara de enojo. Respira hondo, busca la forma de calmarse y sale lista para ir al aula, ya falta poco para que termine el recreo. No va a contestar el mensaje, no le importa que tenga la notificación que lo vio. ¡Mejor! Así sabe que lo vio y no lo quiso responder.

Alex al mismo tiempo esta dando una vuelta por la escuela. Caminar un poco lo ayudara a calmarse, no quiere ir al aula, no vaya a ser que se encuentre con Sabrina ahí.

«Es su culpa por meterse donde no la llaman. Ya le había dicho que no quería hablar de eso y ella insistió. No entiendo por que no me cree lo que le dije, no soy alguien que mienta».

A pesar de que esta caminando y se encuentra molesto, su expresión no refleja eso. Para él es importante que siempre lo vean sonriendo y de manera animada, más en la escuela. Uno nunca sabe quien te esta mirando y es importante dar una buena impresión.

«Puede que me haya pasado con lo que dije... pero eso también es su culpa. No tenia que tratarme de esa forma, suficiente aguante ayer».

No puede concentrarse mucho en sus pensamientos, ya que a medida que camina va saludando a muchos conocidos que se va encontrando, después de todo es alguien bastante popular en la escuela y eso significa que conoce a mucha gente. Por lo que encuentra un lugar tranquilo para sentarse cerca del quiosco de la escuela.

«Antes era todo más fácil...», dejo escapar un suspiro. «Ahora hay cosas que me molestan: como que Sabrina no me preste mucha atención, o que se enfoque más en Leo, o que quiera hablar de mi relación con otras chicas. En otra ocasión le hubiese dicho lo que me pasa con Daniela, pero ahora... no puedo hablar de eso. Además que es su culpa por lo que siento hacia ella».

Saca su celular para ver la hora. Falta poco para que termine el recreo, por lo que debe empezar a ir a su aula. También ve que tiene dos mensajes: uno de Leo y otro de Daniela.

«Esto de sentir algo por una chica solo trae problemas. Se lo que tengo que hacer pero no puedo, encima tengo que lidiar con emociones nuevas y reacciones que antes no tenia. ¡Aaay, Alex!. Creo que extraño las épocas de juventud y de ser un rompe-corazones».

Ese ultimo pensamiento en broma que tiene lo alegran un poco, se siente algo perdido con todo lo nuevo que le esta pasando.

«¡Basta de huir!, es momento de confrontar la realidad. ¡Sí! Tengo que tomar la iniciativa de lo contrario no cambiara nada y todo seguirá de esta forma. No mas excusas».

Sin perder más tiempo, empieza a escribir en su celular un mensaje:

—Sobre lo que me dijiste... me parece bien, 

nos veamos este sábado para hablar

Se lo envía a Daniela.

Luego abre el mensaje de Leo el cual dice:

—¿Esta todo bien? Me gustaría saber qué paso entre ustedes.

«Bueno, no hace falta que responda esto... se que dije que no huiría pero por ahora no quiero hablar con Sabrina, ni de ella. Falta que empeore todo. A parte sigo algo molesto, puede que un poco de culpa la tenga yo, pero ella y su actitud inicio todo el problema. Que Leo hable con Sabrina, de seguro así se dará cuenta de su error».

Guarda su celular en el bolsillo, se levanta de donde esta sentado y empieza a irse hacia el aula, de manera lenta para llegar cuando empiece la clase.

Por otra parte, Leo esta sentado en su lugar, viendo su celular. Puede ver que sus amigos vieron el mensaje pero no responden nada.

«Pensé que alguno de ellos iba a estar aquí, pero parece que evitaron venir al aula».

En ese momento, suena la campana y ve como varios de sus compañeros empiezan a entrar. La primera es Sabrina, que se dirige directo a su pupitre sin siquiera mirarlo. Unos segundos después llega Alex, que hace lo mismo.

«Bueno... tendré que esperar a que termina la clase para hablar con ellos. Hoy es viernes, tenemos toda la tarde para nosotros, no podrán pasar tanto tiempo enojados».

La clase empieza, por lo que los tres protagonistas tienen con que distraerse. No sucede nada durante esta. Sin nada mas relevante, el tiempo pasa hasta que ya casi es hora de que termine. Unos minutos antes, el profesor termina dando algunos deberes para el fin de semana. Luego de esto, se queda en silencio esperando a que suene la campana.

Leo aprovecha esto para escribir un mensaje en el grupo que tiene con sus dos amigos.

—Este viernes vamos a la casa del padre de Alex, ¿verdad?

«De seguro esto genera charla y hará que vayan pensando en como llevarse bien de nuevo», pensó de manera inocente.

Sabrina al leer esto, piensa en que responder.

«Ahora que no esta tu "amiga" quieres pasar tiempo conmigo... no quiero juntarme con ustedes. Vayan con sus "amigas"».

Pero antes de mandar un mensaje respondiendo que no quiere ver a ninguno, se queda releyendo el mensaje escrito por ella. Lo que hace que se replantee lo que esta pensando.

«Bueno... a decir verdad... Leo no hizo nada malo. Me estoy enojada con él por culpa de Abril y de Alex. Y no es como que no quisiera pasar tiempo con él. Ahora que lo pienso, hace mucho tiempo que no estoy a solas con él después de la escuela».

Esto hace que borre el mensaje que estaba escribiendo y mande otra cosa.

—No quiero ir a lo de Alex. No quiero verlo, mejor nos juntemos en mi casa, Leo. 

Por cierto, solo tú estas invitado.

Alex no había puesto nada, quería a ver que decía Sabrina. No tenía problema de juntarse en su casa o en la de ella. Pero cuando lee este mensaje, el enojo que trataba de controlar sale a luz.

«¡Ah bien! Así va a ser entonces. Sigues buscando pelea, pues pelea tendrás».

Al instante empieza a escribir en el grupo.

—Por que iría a tu casa, yo tampoco quiere verte. 

Ya habíamos hablado de ir a mi casa, 

por lo que iremos hacia allí con Leo, 

mala suerte si no quieres verme, tú te lo pierdes.

—Bien, júntense ustedes dos entonces. No me importa.

—Eso haremos, disfruta de tu viernes sola en tu casa.

Leo no sabe que hacer. Lo único que tiene claro, es que otro viernes esta arruinado, no cree que sus amigos vayan a juntarse después de eso. Lo que tiene que pensar es que va a hacer ahora. Si va a la casa de uno, de seguro el otro se enojara mas. Que dilema... esperaba con ganas este viernes, parecía que todo iba a ir bien, como antes. Ahora no recuerda cuando fue la ultima vez que la pasaron los tres juntos.

Antes de que pueda pensar en una solución, la campana suena. Todos empiezan a guardar sus cosas y eso significa que el tiene que elegir que va a hacer.

Fin del capitulo 40