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Capítulo 35: Un gran paso / ¿Algo de que preocuparse?

Leo vuelve del baño, ya esta listo para dormir. Se acuesta de nuevo en su cama, revisa su celular por última vez. Tiene 3 contactos: "Mi Abril <3 , Sabrina y Papá Palomo". Le llama la atención la foto de perfil de Sabrina, por lo que entra a verla. Esta sentada en una plaza, mirando a la cámara con una sonrisa. Alex fue quien tomo la foto, él se acuerda de haber estado ahí, cuando se la sacaron.

«Siempre tan bonita y alegre».

Sin darse cuenta, se queda mirando directo a los ojos de ella, le gusta la forma en que mira la cámara, pareciera como si lo estuviera mirando.

«¿Sabrina se sacará fotos de la misma forma que Abril?», deja de ver la foto y abre el chat de ella. «No creo... no me la imagino de esa forma a ella. Se vería bien, es una chica muy linda... pero es muy diferente a Abril. Un momento, ¿por qué la estoy comparando?».

Ve la última hora de conexión de ella, fue hace 15 minutos. Por alguna razón, tiene ganas de escribirle.

—¿Estas despierta?.

Sabrina que apenas se había dormido, siente que su celular vibra. Sin abrir los ojos, tira unos manotazos en medio de la oscuridad para intentar agarrarlo. Acerca su celular y abriendo un solo ojo ve el mensaje.

«¿Leo? ¿Le paso algo?».

Se estiraba de manera rápida y luego, se acomoda para contestar.

—Justo estaba por dormir, ¿esta todo bien?

Mientras mira su celular, trata de moverse un poco para no dormirse. Puede ver que su amigo esta escribiendo.

«Espero que este todo bien, parece que esta escribiendo mucho», pensó ella.

Sigue mirando el chat, "Leo esta escribiendo... ". El aviso desaparece y unos segundos después vuelve a aparecer. Esto se repite dos veces más. Sabrina ya se acomodó para estar despierta, quiere leer lo que esta por poner. Luego de unos minutos, le llega la respuesta.

—Sí

Sabrina suspira y se lleva la almohada a la cara para que no se escuche su grito de frustración.

—¡Leooooo! Tanto esperé para eso.

Luego empieza a reírse, es tal cual se lo imaginaba por mensaje.

—¿Qué haces despierto?.

—Nada. Estaba por irme a dormir.

—Me quedo tranquila entonces, 

pensé que te había pasado algo.

—No, solo tenía ganas de escribirte.

Sabrina se sorprende por lo que lee, puede que sea algo simple, pero por lo general la gente no suele expresarse así. Sonríe porque se siente bien que le diga eso. Él suele ser directo con muchas cosas, pero no es bueno para decir cumplidos o cosas lindas. Sin darse cuenta, Sabrina ya no tiene sueño y continúan escribiéndose. No hablan de nada importante, solo se escriben, como si estuvieran juntos conversando como siempre. Les viene bien, ya que hace mucho que no lo hacían.

Sin darse cuenta son las 3 47 a.m. Leo ya no responde, pero esta en línea, parece que se durmió con el celular en la mano. Solo por las dudas, Sabrina se acomoda, mientras sostiene su celular en su mano y cerca de su cara para sentir si vibra. Pero al no recibir ningún mensaje, se duerme.

Miércoles por la mañana, Alex va caminando hacia la escuela mientras revisa su celular.

«Hoy será el día, hablaré con Daniela. La estuve evitando, además de que le pedí por mensaje ayer y antes de ayer que quería pasarla solo con mis amigos... una parte de mí quiere terminar con ella para estar con Sabrina y la otra me dice que no debo dejar ir a una chica así».

Guarda su celular, respira onda y empieza a mirar a su alrededor. Es una linda mañana, debería de disfrutarla y no preocuparse.

«Me siento un poco mal por ella... Quizás por eso no pude decirle nada todavía. Es que le pone tanto entusiasmo a los mensajes que manda o cuando estamos juntos... es una chica increíble...».

Ya falta poco para que llegue a la escuela. Él empieza a caminar de manera más animada, al mismo tiempo que prepara su característica sonrisa, uno nunca sabe a quién se puede cruzar por lo que prefiere estar preparado.

«Bueno, a concentrarse. El día recién empieza y hay muchas cosas para hacer. No debo darle más vueltas al tema de Daniela, voy a hablar con ella hoy y punto final. Así Sabrina verá que estoy soltero y quien sabe... una de esas me lanzas sus garras y me seduce», Alex se ríe solo con ese pensamiento mientras camina.

Unos minutos después, entra al aula. Y casi al instante, ve a Sabrina hablando con Leo de manera muy animada. Incluso puede ver que él esta sonriendo.

—Vaya, vaya..., ¿de qué me perdí?

—Nada, solo estamos hablando. —Ella y el pelinegro cruzan miradas, luego, ambos sonríen.

—Si, solo hablamos —agrega él

A Alex le llama la atención, parece como si estuvieran demasiado felices.

—Claro, "solo hablan". Nadie habla con tanta emoción a esta hora y mucho menos Leo.

Ellos solo se ríen ante el comentario y continúan su conversación mientras el rubio va a dejar sus cosas en el pupitre. Luego, se une de nuevo a sus amigos. Todo marchaba bien hasta que entra Seba y los saludas sin mucho ánimo, todo se vuelve un poco silencioso.

«Bueno... este es mi momento de brillar, es hora de mis comentarios para reanimar la charla», pensó Alex mientras se preparaba para hablar. Pero, antes de que empezar, Leo se adelanta.

—Hay algo que quiero contarles, pero tendrán que esperar hasta el recreo.

—¿Por qué el misterio? —pregunto Sabrina.

—Es algo que me gusto mucho, quiero compartírselo sin interrupciones. Es tan exclusivo que debería cobrarles por escucharlo.

—Estoy algo intrigada, pero creo que tú deberías pagarnos para escucharte.

Todo se reanimó rápido, Alex estaba algo sorprendido

«Eso si fue raro», no puede ocultar su sorpresa, aun así, sus amigos no lo están mirando. «¿Desde cuándo Leo toma la iniciativa de la charla?, además hizo una pequeña broma. Hay algo raro... ¿O es idea mía?», pensaba mientras escuchaba en silencio a sus amigos.

Unos minutos después la campana de la escuela sonó y todos volvieron a sus lugares. La clase empezó de la mejor manera, con otro examen.

Las horas pasaron y se volvió a escuchar el sonido de la campana anunciando que termino la clase y empieza el recreo; esto anima a todos los estudiantes, un pequeño respiro llega, el primer examen del día termino. O mejor dicho alegra, a casi todos los estudiantes. Ella permanece en su pupitre, no esta con ganas de salir. Revisa su celular de manera lenta y desanimada.

—¿Vas a pasar otro recreo aquí? —Unas compañeras se acerca a ver como esta su amiga.

—Sí, supongo.

—¿Sigue sin responderte los mensajes?

—Si me responde... pero poco y nada.

—¿Acaso rompieron?

—¿Eh?, nunca empezamos a salir.

—Bueno... es que parecían novios y todas creíamos que eran pareja.

—Es que... Pensé que todo estaba bien e íbamos a empezar a salir dentro de poco.

Una de las chicas que estaba escuchando se mete.

—Si un chico cambia su actitud de un día para el otro es porque se esta viendo con alguien más. Además, es Alex, todas sabemos que siempre tiene a alguien interesado en él.

—No seas mala, no le digas esas cosas. Daniela, no te preocupes. En las relaciones pasan ese tipo de cosas, quizás hablando se solucione todo.

—Gracias.

Ella se levanta, le avisa a las chicas que va a ir al baño. No es porque tenga que ir, pero no quiere seguir hablando de eso con ellas.

«Sí, sé que tenemos que hablarlo. Pero él me estuvo evitando y por mensajes me dijo que quería estar solo con sus amigos... no creo que sea buena idea ir a molestarlo, no me gustaría que alguien viniera cuando le dije que solo quiero estar con mis amigas».

Busca alguna forma de consolarse mientras piensa en eso, no entiende que fue lo que paso de un día para el otro... quizás hizo algo mal, no lo sabe. Pero eso que le dijo la chica hace un rato le preocupa, ¿será qué encontró a alguien más? ¿Se estará viendo con otra chica?

«¿Qué hago si me dice que se esta viendo con alguien más? Después de todo no somos nada, no es como si pudiera reclamarle algo..., ¿verdad? Solo sé que seria... muy triste enterarme de eso».

En otra aula, hay otra chica que también esta sufriendo por un chico, aunque no de la misma manera.

«Este plan es aprueba de tontos y cobardes, no puedo fallar. Concéntrate Karina, Laura tiene fe en ti y no puedes decepcionarla».

Ella marcha decidida, esta muy concentrada en lo que va pensando. No se da cuenta de que va haciendo caras mientras camina sola por los pasillos, haciendo que los demás chicos que la ven se rían.

«Ya casi llegamos, tú puedes, no hay vuelta atrás», levanta la mirada y ve su objetivo. «¡Ay no, ay, no puedo, no puedo! No creo que pueda».

Su corazón late rápido, parece que no va a poder. Por lo que opta por seguir caminando, pero en el momento qué pasa por delante de él, este la saluda. Ella devuelve el gesto y sigue caminando un poco más.

«¡No! Es ahora o nunca», se detiene en el lugar y vuelve para atrás, directo hacia él.

—Emmm, disculpa. Justo... emmm... me acordé de algo que quería pedirte.

—Claro, mientras no sea matrimonio, veré si puedo ayudarte.

Ella se ríe de manera tímida, esta nerviosa.

—Bueno, quería saber sí... tú... puedes pasarme el número de celular de Leo.

Alex se sorprende, esta siendo una mañana llena de sorpresas.

—¿De Leo? ¿El chico alto, de pelo largo y con cara de pocos amigos? ¿Ese Leo?

—Sí.

Luego de confirmar a quien se refiere, responde.

—Claro, no hay problema.

Alex saca su celular, mira el número de Leo y empieza a dictarlo. Karina no lo puede creer, el plan de su amiga funciono a la perfección. Le tiemblan las manos mientras esta escribiendo, quiere terminar así se va rápido.

—Gracias.

Alex sonríe y la despide con un pequeño gesto con la mano.

«¡Lo tengo, lo tengo, lo tengo! De verdad funciono. Debo avisarle que lo logre».

Va caminando rápido, casi como si estuviera por empezar a correr, no puede ocultar la emoción. Encuentra un lugar para sentarse, saca su celular y empieza a escribirle a su amiga.

—¡Lauraaa, funciono! ¡Tengo su número! Su amigo me lo dio.

Casi al instante que lo envía, sale la notificación de *visto* y ve el cartel de que su amiga esta escribiendo. Pero desaparece y aparece el cartel de "grabando un audio". Karina mira con una sonrisa de oreja a oreja su celular, en el momento que llega el audio, se acerca el celular a la oreja y pone reproducir.

—¡Aaaaaaaaaaaahhhhhhhh!

Luego de eso escuchar ese grito, se lo aleja y le baja el volumen. Para escuchar los otros 2 audios que le mando.

—Aaaaahhhh, siiiiiiiiiiiii. 

Mi amiga bellaaaa, te dije que ibas a poder, ¡lo lograste!

Escuchar la emoción con la que le habla ella la alegra aún más. Sin su ayuda no hubiese podido dar este gran paso, definitivamente es la mejor amiga que hay.

Por otro lado, Alex se quedó pensando al lado de la puerta del aula.

«¿Desde cuándo Leo es popular con las chicas? La chica linda con pircing y que se viste algo provocativa y ahora una chica tímida, con lentes y que no destaca con su apariencia. Son dos extremos muy diferentes...».

Vuelve a mirar su celular, tiene un mensaje de Daniela. Pero no lo abre y continua con lo que estaba.

«Es cierto que las chicas tímidas, tienen su encanto y uno que otro detalle, pero si tuviera que elegir me quedo con la otra. Es más del tipo de estilo que me gusta en una chica para salir por poco tiempo y creo que también va mejor con Leo».

Ya falta poco para que acabe el recreo, y ve a lo lejos a Leo con Sabrina acercarse mientras continúan hablando de manera animada.

«Me separé de ellos un instante para ir a hablar con unos compañeros y se fueron a comprar sin mí... ni me esperaron. Hay algo que me esta llamando la atención, desde cuando hablan de esa forma. ¿No debería preocuparme, verdad?».

Sus amigos se acercan y le dan unos caramelos que a él le gusta, como si se lo dieran por haberlo dejado.

—Ustedes me abandonaron aquí, solo, en medio de toda esta gentuza, ¿y me traen unos miseros caramelos para disculparse?

—Si no quieres me los quedo.

—No, no. Son los que me gustan, voy a aceptarlos, pero piensen en lo que hicieron.

Alex, empieza a comer y mientras mastica las golosinas continúa hablando.

—¡Ah! Por cierto, una chica vino y me pidió tú número Leo.

—¿Una chica? ¿Quién?

—Parece que ahora tengo su atención.

—¿Es una broma?

—No, es en serio. Le di tú número, pero no voy a decirte quien es. Es confidencialidad de cliente y proveedor.

—Vamos, quiero saber.

—Sí, queremos saber —interviene Sabrina

—Y lo sabrás cuando te escriba. Es más emocionante de esa forma.

Ella mira a Leo, no parece que Alex esté bromeando con eso.

«¿Una chica pidió su número? Leo, se esta volviendo popular entre las chicas... ¿No dejará de juntarse con nosotros por este tipo de cosas, verdad? ¿Debería preocuparme? Culpa de la otra chica se escapó de la escuela, quizás esta haga que también se meta en problemas, supon...».

Se escucha la campana, lo que da fin al recreo. Esto interrumpe lo que estaba pensando Sabrina,

todos empiezan a entrar al aula. Una vez que todos están adentro y en sus pupitres. Ella se da vuelta para ver a Leo. Justo saca su celular y parece que esta leyendo un mensaje, a la vez que mantiene una sonrisa.

«La chica le escribió... que rápido. Desde cuando él sonríe tanto, a decir verdad, hoy estuvo bastante animado. ¿Tendrá algo que ver con estas chicas?».

Deja de mirar hacia atrás y empieza a acomodar sus cosas. Respira de manera calmada para relajarse y se empieza a preparar para el siguiente examen, no debe distraerse. El profesor acaba de entrar y esta explicando la modalidad.

Alex por su lado esta moviendo mucho sus piernas, podría parecer que esta algo nervioso por el examen, pero no es eso. Hay algo que le molesta.

«Estoy seguro, no es mi imaginación. Sabrina esta mirando mucho a Leo, incluso cuando dije lo de la chica se le quedó viendo... ¿No será... que le gusta él?».


Fin del capítulo 35

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