Sabrina y Seba van caminando en silencio. Él se siente un poco incómodo, ella no le presta atención, tiene su mente en otro lado. Saca su celular y ve el mensaje que acaba de poner Alex en el grupo.

—Aquí, listo para desplegar magia en la cancha. *Foto*

Abajo de ese mensaje mando una foto suya, ya cambiado y listo para jugar al fútbol con sus amigos.

Ella no responde nada y guarda el celular.

«La forma en que se acercó a Leo, ¿estarán saliendo?», pensar esto por alguna razón la hizo sentir intranquila. «No, de lo contrario él no se hubiese soltado. Eso significa que ella esta detrás de él», ese pequeño detalle la alivio, se dio cuenta de que tal vez, este exagerando. «Pero... si se va con ella quiere decir que también esta interesado, ¿no?», no se conforma con las respuestas que obtiene, no puede sacarse de la cabeza ese momento.

En ese momento, Seba trata de comenzar una charla.

—¿Quieres pasear un rato por el centro?

—Está bien —responde sin muchos ánimo.

Él trata de continuar el diálogo, pero todo lo que dice es respondido de manera breve y sin mucho interés. Ya sabia que no estaba de humor, pero Sabrina tampoco se esfuerza por intentar hablarle.

Luego de un rato de estar caminando, viendo que la situación no mejora, decide confrontarla. Busca un lugar para sentarse y estar más tranquilos a la hora de hablar.

Por su parte Karina ya llego a su casa. Está algo deprimida, recibió un golpe duro de realidad, lo que hizo que todas sus fantasías se destrozaran. Apenas llega a su habitación, va directo hacia su cama, saltando sobre esta. Mira a lo lejos el libro que esta leyendo, el cual, se encuentra sobre la mesita de luz que tiene cerca. No tienes ni ganas de leer.

«Que esperaba... es obvio que un chico como Leo tendría una novia... ¿por qué se fijaría en mí?, si tiene a esa linda chica que lo va a buscar en la escuela».

Saca su celular y lee de nuevo lo que vio en horóscopo.

"Aprovecha todas tus capacidades y habilidades, eso te ayudará a conseguir lo que quieres. Puede parecer difícil, pero saldrás adelante, mientras no olvides estas cosas"

«Basuraaa, no sé cómo la gente puede creer en estas cosas. Sabía que no servía, pero... quería creer lo que fuese que me ayudase a cambiar un poco como soy», con eso se dio cuenta de que el problema no es con el chico que le gusta, sino que, es consigo misma.

Deja su celular en un costado, se levanta sin muchas ganas y se quita el uniforme de la escuela. Luego, empieza a mirarse en el espejo que hay cerca.

«Incluso me puse esta estúpida ropa para creerme más grande, que tonta. Los chicos no se fijan en chicas como yo. Les gusta más animadas, más seguras y más lindas. Así como se veía la novia de Leo...».

En ese instante, escucha que suena el timbre de su casa. Se cambia rápido, poniéndose algo cómodo, que le queda algo suelto y va a la puerta. Al abrirla su amiga de manera animada la saluda.

—Holaaaa, bella —la saluda con una gran sonrisa—, ¿sorprendida? Tenía que venir después de ver ese último mensaje. Perdón por no avisar, pero quería sorprenderte.

—Hola, Laura —responde sin muchos ánimos, desviando la mirada—. Sí. Bastante, no era necesario que vinieras.

Su amiga entra a la casa. Toma a Karina del brazo y empieza a llevarla a su habitación. Una vez que están ahí, se sientan en la cama.

—Siempre esta todo tan ordenado y limpio. Le vendría bien más color a tu cuarto, algunos posters o flores o no sé. Solo hay libros y estantes.

—No hay mejor decoración que un estante con libros leídos.

—Créeme, hay muchas mejores formas de decorar con esas cosas.

Luego de esa pequeña charla, Laura mira a Karina y se pone un poco más seria.

—A ver... Cuéntame. ¿Qué paso? Un mensaje antes de decirme que no pudiste, parecías bastante decidida. ¿Por qué no pudiste hablar con él afuera de la escuela?

—Otra chica lo estaba esperando, parece que es su novia. Y cuando la vi. Yo pens...

—¿Parece? O sea qué no sabes —interrumpió.

—No hable mucho con él y no sé si tiene novia... ¿Y si tiene?

—Pero no sabes si tiene. Un "parece" no significa que tenga.

—Igual, si tiene a alguien que esta interesado en él, no cre...

—Karina del Limalaya, Maldonado, Marcapasos de las Aguas Turbias. No me hagas enojar.

Ella se ríe por la reacción de su amiga.

—No me llamo de esa forma.

—Lo sé, estoy viendo muchas novelas mexicanas con mi abuela. Solo quería imitar a los actores. Cuéntame... ¿cómo es la chica?

—Bueno... ella es bonita, llama mucho la atención por como se viste y por la actitud que tiene. Es como esas chicas malas de las películas, tiene el pelo corto, muy corto en uno de los costados y más largo del otro. Con pircings y es algo intimidante. Es perfecta para Leo.

En eso Laura se levanta de manera rápida y con mucho ánimo le contesta.

—¿No lo ves Karina? Tanto ver series, novelas, películas y no te das cuentas. Es tu oportunidad.

—¿Qué quieres decir? No lo entiendo.

—El chico malo, nunca, pero nunca se queda con la chica mala con la que hace buena pareja. Siempre busca a la chica linda, tímida y que todos ignoran —dijo con seguridad, teniendo total confianza en su argumento—. ¿No es así? ¿Incluso en el libro que estás leyendo no pasa esto?

En eso Laura se saca las zapatillas y da un salto sobre la cama, al estar parada empieza a actuar.

—Oh mi querida princesa Karina, yo vuestro amado príncipe Demian, estoy enamorado de vos. ¿Le gustaría tomar mi mano y unirse en este largo viaje que llamamos vida?

No puede evitar sonreír al ver como sobreactúa su amiga.

—Demian no habla ni actúa así, eso parece más a Altair.

—¡Oh!, Perdone mi lady. Mí no saber mucho sobre los personajes.

Su amiga se tira encima de ella y le da un abrazo, luego de que Karina forcejea un poco para que se aleje, lo logra y vuelven a estar sentadas.

—¿Verdad qué tengo razón?

—Si lo dices de esa forma, sí. Pero eso sucede en los libros, en la vida real es muy diferente, Laura.

—Los libros están basados en historias reales y mientras más demuestren esa sensación, más exitosos son. No te des por vencida sin pelear, vas a tener una oportunidad mientras lo intentes. Pero si te das por vencida nunca lograras nada.

Karina esta contenta de nuevo gracias a su amiga, ella siempre es muy animada y suele hacer ese tipo de locuras, tiene una personalidad desinhibida. Siempre se siente afortunada de tenerla a su lado.

—Está bien... lo intentaré. —responde en voz baja, dejando notar que recupero un poco su ánimo.

—¡Siiiiii!, esa es la actitud.

—¿Y a ti como te fue con tu chico? —pregunto para tratar de cambiar el tema.

La actitud de Laura dio un cambio de 180º, toda esa alegría que tenía se va.

—Mal, gracias por recordármelo... ese idiota, malagradecido, caradura, traidor y muchas cosas más que no puedo decir por el horario, me rechazo. Le gusta alguien más.

—¡Ooh! Lo siento, yo no que...

—Estoy bromeando, sabía que podía pasar. Lo importante no es quedarse con el chico, es disfrutar de los sentimientos y el camino. De esa forma siempre se gana, a pesar de que se sufra un poco después.

Karina se acerca a su amiga y la abraza. Su amiga trata de verse animada, pero al terminar esa frase no pudo evitar poner una cara triste. Después de todo, le gustaba mucho ese chico.

—Gracias, bella. Ahora, que ya hablamos de lo tuyo y un poco de lo mío. Es hora de pensar en como actuar mañana.

En otro lugar al mismo tiempo. Sabrina esta sentada sola, ahora que esta pensando puede notar todos los cambias que pasaron en estos últimos días. No solo con sus amigos, sino en sus sentimientos. Descuido su relación con Leo y con Seba, con Alex tuvo sus momentos, pero no es lo mismo que antes. Hace unos momentos se peleó con su pareja, sin embargo, por alguna razón no se siente mal por eso. Todo lo que le dijo él es cierto, y solo ayudo a darse cuenta de una cosa... ya no se siente de la misma forma con él, no entiende por qué o en que momento cambio eso. Solo que, ahora le parece que es diferente, lo único que quiere es volver a pasar tiempos con sus amigos.

«aaah, no sé qué hacer ahora. Alex esta con sus amigos de fútbol, Seba se fue enojado y Leo esta con esa tal Abril. Es raro... es como si me sintiera... sola», cabizbaja, mantuvo su mirada en el suelo. «Quiero pasar tiempo con Leo, pero no puedo, es frustrante. Alex esta actuando raro con Daniela y esta algo distante conmigo. Y Seba que es quien me presta atención, por alguna razón, no me interesa, no es lo que quiero».

Se levanta de donde esta y empieza a caminar, sin ninguna dirección en particular. Solo quiere ir viendo las cosas que tiene alrededor, tal vez eso la ayude a cambiar de aire.

«Creo que todo empezó a cambiar cuando hable con mis padres... ¡ash! Esto del amor es tan complicado, ¿por qué no se siente tan bien como al comienzo? Pensé que me gustaba Seba, pero todos esos sentimientos y emociones duraron poco. Empece a extrañar pasar más tiempo con mis amigos, soy una tonta. Termine lastimando a Seba por no entender bien mis sentimientos, me aleje de Leo y con Alex... es todo raro. A veces estamos bien, otras esta distante, no sé qué hacer ahora».

Saca su celular, mira el grupo que tiene con sus amigos y solo esta el mensaje de Alex. La última vez que se conectó fue cuando escribió eso. Por otra parte, su amigo pelinegro, no volvió a conectarse desde que terminaron el último recreo.

«Estoy molesta: conmigo, con esa chica y con Leo», pensó al mismo tiempo que fruncía el ceño y guardaba su celular en el bolsillo con fuerza. «Pero... también me siento algo triste, por lo de Seba. Quiero hablar con alguien, pero están ocupados», dejo de caminar y se detuvo. Le parece todo tan confuso. Miro hacia arriba y al ver que al sol brillar se dio cuenta de lo que debe hacer.

Una vez más, saco su celular, miro la hora para estar segura de que aun esta a tiempo y al confirmarlo, se dirigió hacia allá.

En otro lugar, Leo y Abril llegan a donde quería ir ella. Él no entiende por qué le pidió venir aquí, pero se ve que esta feliz.

—Vaya, casi no cambio nada —comento mirando hacia todos lados—. Está todo un poco más desgastado y descuidado, pero todo sigue en el mismo lugar.

—¿Esperabas ver otra cosa?

—A decir verdad, no. De esta forma es mucho mejor. ¿Te relacionas con alguien de aquí? —pregunto mientras caminaban por el sendero que tiene la plaza.

—A veces juego al básquet con ellos, pero nada más.

—Eres demasiado bueno para perder tu tiempo con ellos, ¿no?

—No es por eso.

—Lo sé, solo te molesto.

Abril va y se sienta en un banco que hay cerca. Leo la sigue, la mira de reojo, ella esta atenta mirando su alrededor. Tiene una mirada nostálgica, mucho más pensativa de lo que suele ser.

—Este lugar me trae muchos recuerdos, aquí me traía mi papá a jugar. También es donde te vi jugar al fútbol y donde pasábamos tiempo los dos.

—Supongo que es lo normal, este lugar queda cerca de mi casa y de donde vivías antes.

—Muchas veces quise volver aquí, se siente familiar, nostálgico. Pero bueno, sé que es peligroso y no tenía nadie con quien venir. Gracias, Leo.

—Me parece extraño que quieras volver aquí. No hay nada que ver, ni hacer.

—Lo sé, pero este lugar es especial para mí, a diferencia tuya, siento que pertenezco aquí, soy de este barrio, al igual que lo era mi padre.

—Deberías disfrutar de tu nueva vida y mantenerte lejos.

—Si, eso intente hacer. Pero es más difícil de lo que crees. Es un poco divertido, si mi madre se enterara de que estoy aquí, se pondría como loca y mucho más si te ve a ti. ¿Podemos dar unas vueltas? ¿O tienes miedo? —pregunto entusiasmada.

Leo se ríe por esa broma y al instante Abril se lo remarca.

—Te reíste, ves, te sientes cómodo estando en tu barrio. Siempre tan serio y distante, pero ahora pareces más relajado... o ¿es porqué te gusta estar a mi lado? —Ella lo mira directamente a los ojos.

—No lo sé, es un poco raro todo esto.

—¿Raro? ¿Qué quieres decir?

Leo aparta la mirada, enfocándola hacia adelante.

—Nunca había traído a nadie a pasar el rato conmigo. No quiero que mis amigos vean este lugar.

—Ya te lo dije Leo, te conozco y te entiendo mejor que nadie. Conmigo puedes hacer lo que quieras.

Él vuelve a mirarla, por alguna razón, se siente bien escuchar lo que dice. Antes de que él responda, Abril remarca una parte de lo que acaba de decir.

—"Lo que quieras".

Él siente algo de vergüenza y un poco de calor. Ese tipo de comentarios tan audaces que hace no sabe como responderlos. A veces parecen bromas, pero una parte de él sabe que no solo son eso y como nunca tuvo ese tipo de charlas, no sabe bien como seguirlas. Abril al ver la cara de Leo un poco roja continúa hablando.

—Es divertido molestarte. Me parece muy lindo como reaccionas. ¿Y bien? Quiero ver algunos lugares más de aquí. ¿Me vas a escoltar?, mi caballero de melena negra.

Él se levanta sin decir nada, solo sonríe. Abril también hace lo mismo y empiezan a caminar juntos, mientras ella sigue hablándole.

Sabrina ya casi llega. Tuvo bastante tiempo antes, por lo que paso por su casa para cambiarse. Está atardeciendo, lo que significa que llegara justo a tiempo como quería. Solo por las dudas acelera un poco el paso. A lo lejos se ve la entrada de lugar, pero también logra ver algo más. Es algo que no esperaba, Alex esta parado hablando con una chica. Y hay algo que le molesta, esta demasiado cerca de él...

Fin del capítulo 33