Capitulo 26: Visita sorpresa
3 p.m día domingo. Alex se encuentra en su habitación, no sabe qué hacer este día. Sabrina le dijo que va a pasar con su familia, de Leo no tiene idea y no puede comunicarse con él. Estaba pensando en salir más tarde con el grupo de fútbol, pero no está seguro, por ahora se distrae viendo vídeos en Internet: "20 cosas que necesitas saber antes de morir".
«Como no voy a saber estas cosas, seguro las sé, pero para estar seguro voy a ver que dice».
En medio de su tan importante aprendizaje, escucha que suena el timbre de la casa. No le da importancia, seguro es algo relacionado con su madre. Pero unos momentos después, su padrastro viene, golpea su puerta y entra.
—Alex, te busca una chica.
Él se sorprende, no esperaba a nadie.
«¿Será qué Sabrina cambio de opinión y viene a pasar el día juntos? Quiere más dosis de Alex en su vida, es normal. Después de probar un poco siempre buscan más», pensó sonriendo de oreja a oreja mientras se dirige a la puerta.
—Hola, Alex ¿Cómo estás?
—Hola, Daniela. —Trata de contener su sorpresa—. Bien, bien. Pasa
Ella lo sigue, se dirigen a su habitación.
«¿Qué hace ella aquí? En el mundo en el que vivimos te suelen mandar un mensaje preguntándote si puede venir, nadie cae sin antes avisar hoy en día, es una regla básica no escrita que todos saben».
Una vez que llegan, ambos se sientan en la cama.
—No te esperaba, me sorprendiste.
—Bueno... quería sorprenderte, me habías dicho que más tarde salías con tus amigos y tenía ganas de pasar tiempo contigo, aunque sea un poco. ¿No estás ocupado, verdad?
—No, no. Estoy libre por ahora. No hay problema. Espera un segundo, voy por algo para tomar.
Alex Sale de su habitación. En ese instante, Daniela empieza a mirar para todos lados sin tener que disimular.
«¡Aaaah!, la habitación de Alex. ¡Estoy en su habitación! ¿Se habrá dado cuenta qué estoy nerviosa? ¿O qué mi corazón está latiendo muy fuerte? Pensé que estaríamos en su sala, no me prepare mentalmente para esto», luego de haber visto todo, se calma un poco. «Bueno, no es como me la imaginaba. Es bastante grande y eso se nota más porque está casi vacía. Pero él me dijo que esta habitación era así porque todas sus cosas están en lo de su padre. Supongo que tengo que ir a conocer ese lugar también», sonrió por la situación.
Se escucha como Alex se está acercando.
«Tranquila Daniela, sabes lo que tienes que hacer: siéntate derecha, no parezcas muy entusiasmada, disfruta del tiempo con él y saca el poco pecho que tienes, para eso te pusiste el nuevo corpiño con push up. Estas lista para conquistarlo, no tengas miedo».
Luego de darse ese pequeño empujón para tener confianza, se acomoda un poco el pelo y ve a su enamorado entrar con una jarra de jugo. Él deja todo en la pequeña mesa que tiene y se sienta cerca de ella.
Se miran mientras se sonríen, pero es un momento extraño. Como si esperaran a ver que hace o dice el otro. Después de ver que la cosa no avanza, Daniela se arma de valor y empieza la charla.
—Ayer me junté con una de mis amigas, ella estaba muy emocionada porque tenía una mascota nueva. Un perro como el de "Narley y él"
—Que lindo, debe ser muy juguetón. ¿Es un cachorro?
—Sí, incluso me mostró fotos y todo. Es muy tierno.
El hielo se rompe con esa charla tan simple y de poca importancia. Ambos se distraen con eso, una vez que empezaron todo se volvió normal, podían hablar como siempre.
«Quizás solo estaba nervioso porque es la primera vez que una chica entra en mi habitación, sin contar a Sabrina», pensó Alex mientras comenta uno que otro detalle de lo que le están contando.
«Nunca había invitado a ninguna de mis relaciones a mi casa, creo que esto le agrega seriedad. No quiero que Daniela se haga la idea equivocada, voy a aprovechar esto para decirle que no quiero tener una relación con ella».
Él la mira y ve lo alegre que esta, incluso cuenta con mucha emoción como salió de compras con su amiga ayer. Vino hasta aquí para pasar un poco de tiempo juntos, le sabe mal tener que arruinar el momento.
«En parte lo hago por ella, no puedo dejar que se ilusione más. Tengo que ser valiente y directo. Ella no tiene la culpa de nada», se repite para ganar seguridad.
Una vez decidido, se acomoda en su lugar. Se imagina un poco lo que va a decir y la forma de hacerlo, pero cuando esta por empezar a hablar, Daniela saca algo de su bolso.
—Mira, no pude aguantarme de comprar esto. Pensé que sería perfecto para ti.
Él agarra el regalo que le está dando, es algo pequeño. Está envuelto en un papel de colores y con un moño. Lo abre con cuidado, tratando de romper lo menos posible.
—Es un llavero con forma de pelota de fútbol, me gusta. Es algo sencillo pero lindo.
Daniela sonríe contenta al saber que le gusto.
—Sé que es algo que te gusta mucho y como no tienes llavero pensé que vendría bien.
—Me gusta mucho, no me esperaba un regalo y mucho menos de este tipo, gracias.
—Bueno... pero también lo compré porque hace juego con este.
Ella le muestra otro de un pie del mismo estilo que el del balón y continúa hablando.
—Así podíamos hacer juego. Es como si pudiera patearte cada vez que te vea.
Después de esa pequeña broma, acerca su llavero hasta el suyo para mostrar lo que dice y se ríe un poco de forma nerviosa.
«Nooo, ¿por qué tuviste que darme un regalo y mucho peor un regalo que combina?», toda la confianza que había ganado para decirle lo que piensa desaparece. «No puedo rechazarlo y encima cortar con lo que tenemos, de todos los momentos para hacer eso tenía que ser hoy», pensó antes de hablar.
—Es un lindo detalle, gracias.
«¡Es tu momento Daniela, ataca!. Con esto bajo la guardia, como lo practicamos. ¡No dudes, no pienses, ataca!», Ella respira hondo, levanta la cabeza y con una pequeña sonrisa junto con una mirada con determinación le responde.
—No te va a salir gratis.
—¿Eh? No sueles tener que pagar por lo que te regalan.
—En este caso si, y te saldrá muy caro. —Su corazón late con fuerza, esta muy nerviosa.
—Okey... ¿De cuánto estamos hablando?
—No estoy hablando de dinero..., tienes... que darme un abrazo.
«¡Aaaah! Lo hiciste, lo dijiste, no apartes la mirada, que se vea que es en serio».
No recuerda cuando fue la última vez que su corazón latió tan rápido. No solo eso, sino que también está sintiendo mucha vergüenza, pero no se echara para atrás, en el amor hay que ser decididos. Los que no se lanzan quedan afuera o eso es lo que aprendió de los tutoriales y revistas que está leyendo.
Alex sonríe, aparta la mirada y responde.
—Suena agradable pero sé...*Toc, toc, toc*. El sonido de la puerta interrumpe el momento, luego de golpear, entra su madre. Saludar a Daniela y le pregunta a su hijo.
—Tengo que llevarle unas cosas a una amiga y queda cerca de donde me dijiste que se juntan tus amigos, Alex. ¿Quieres qué te llevé?
—Sí, sí, gracias. Ahora acomodo todo y vamos.
—Bueno, te espero. Puedo llevar a tu amiga a su casa, no tengo problemas.
—No es necesario, no vivo muy lejos de aquí. No quisiera molestar —comenta Daniela.
—No es ninguna molestia, deja que te lleve.
Daniela acepta la ayuda, no quiere seguir negándose. Alex rápido acomoda sus cosas y marchan todos juntos en el auto. Van en silencio, escuchando la música de la radio. No demoran mucho en llegar a la casa de ella, se despiden y siguen. Luego de un rato, la madre empieza a conversar con su hijo.
—Es la primera vez que traes a una "amiga" a casa. Parece que mi pequeño está creciendo.
—Sin comentarios.
—Es una chica linda, solo asegúrate de cuidarte, ¿si? Tanto emocional como... bueno, ya te explique como funcionan ciertas cosas.
—Tu tranquila, yo nervioso.
Por lo general hablaría más con su madre, pero tiene otras cosas en la cabeza.
«Creo que lo arruine y bastante. No solo no le dije que no quería tener una relación con ella, sino que dude en contestarle a su propuesta. Soy un bobo».
Mientras tanto, Daniela ya se encuentra dentro de su casa. Fue directo a su habitación, esta frente a un espejo que tiene sobre un escritorio.
«Lo arruine y creo que baste. No debí presionar así a Alex, pensé que estábamos bien, que no pasaría nada si avanzaba un poco más», acerca su cara al espejo para verse, como si juzgara su aspecto. «No soy muy bonita, pero no creo ser fea. Estoy en el medio, lo normal. Incluso cuando era más chica había chicos que me escribían cartitas o que decían gustar de mí. ¿A Alex no le gustará como me veo?».
Se levanta de donde esta sentada, se saca el corpiño sin sacarse la remera, lo tira para un costado en señal de frustración y se avienta sobre su cama. «¿Por qué no me abrazo? Incluso puso cara de no querer hacerlo. ¿Será qué no quiere tener algo conmigo?»
Se acomoda para sacar su celular, busca entre los contactos a Alex y ve su última conexión
«Ya ni me escribe como antes», al darse cuenta de esto, se siente triste. «¡No! Seguro me estoy haciendo la cabeza, tal vez estoy siendo muy molesta. Tengo que darle más espacio y no esperar tanto, él sabe como es tener una relación y soy yo la que está haciendo mal las cosas».
Daniela le escribe a su amiga, va a empezar a pedir consejos y hablar sobre el tema. Seguro eso le ayuda.
Alex sigue en el auto con su madre, ya casi llegan a donde están sus amigos.
«No pensé que Daniela tendría esos detalles, cuando menos me lo espero salta con algo tierno y lindo, me gusta bastante eso de ella. Quizás si hubiésemos empezado a vernos de esta forma antes... todo sería distinto. Ahora no puedo quitarme de la cabeza a Sabrina, pero no es que no me guste ella, es solo que...».
—Alex, llegamos. ¿Qué pasa que estás distraído?
—Perdón, estaba pensando en lo afortunado que soy al ser tu hijo.
—Esos cumplidos no sirven conmigo, si hay algo que te esté molestando puedes hablarlo conmigo.
Abre la puerta del auto y empieza a alejarse.
—Lo tendré en cuenta, gracias mamá
Su madre se despide y sigue su camino.
«No es que no me guste, es solo que por alguna razón no me gusta como pareja. ¡No! No, tampoco es eso. Ella tiene todas las cosas que me gustan, incluso cuando paso tiempo con ella más me doy cuenta de eso, pero si empiezo a pensar en querer tener una relación, no puedo evitar pensar en Sabrina».
Alex se detiene y se agarra la cabeza mientras pone una cara de frustración.
«¡No entiendoooo!, ¿por qué si tengo a alguien que considero perfecto para mí no quiero tener una relación con ella? Para rematar quiero estar con alguien que me ve como amigo y encima tiene novio, además de que corre el riesgo de arruinar nuestra amistad de tantos años... definitivamente no entiendo como funciona esto».
A lo lejos ve a sus amigos que le hacen señas levantando sus brazos para saludarlo e indicar que están allí, él les devuelve el gesto.
«Creo que tendré que acudir al sabio en búsqueda de respuestas, él siempre sabe que decir».
Fin del capítulo 26
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