En medio de toda la oscuridad destaca el brillo de su celular. Mientras está acostado entra a las diferentes redes sociales buscando distraerse. Sabe que esto es inútil, no importa que intente ver, su mente está en otra cosa. Cansado, bloquea su celular y lo tira para un costado.

«Soy un idiota... una basura. ¿Por qué todo tuvo que terminar así? ¿Qué estoy diciendo?, termino así por mi culpa, soy la peor basura que hay», pensó mientras le caen las lágrimas. «Quiero que todo vuelva a ser como antes. Ahora entiendo esa frase que dice: "No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes"», se movía de lado a lado en su cama, no importa como se pusiese se sentía incómodo. «Si pudiera volver en el tiempo, haría todo de una forma distinta. ¡No!, no sería justo, y eso fue lo que nos metió en esto... sí que soy una basura, incluso de esa forma pienso en sacar ventaja»

Siguió con sus pensamientos, hasta que su celular vibro. Esto lo sorprendió, y de manera rápida se tiró para agarrarlo, esperanzado, desbloquea la pantalla. Pero ese sentimiento duro poco, solo era una notificación de un comentario random de una de sus redes sociales.

«Que estúpido. ¿Qué esperaba?, como si fueran a escribirme a esta hora y en este momento con todo lo que paso», ya no puede controlar su llanto, pone sus manos en su cara para tratar de detenerlo. «Lo siento, chicos. De verdad lo siento. Si pudiera volver atrás, iría a ese día donde fue el primer cambio en nuestra vida (1/3)».

Su pecho le duele, sus ojos le arden, su mente no deja de atacarlo. Es la primera vez que se siente tan mal, es la primera vez que se siente solo. No importa que tanto trate, no puede dormir y no deja de pensar en todo lo que paso...

Suena el despertador. Luego de estar haciendo tiempo en su cama se levanta a apagarlo. Mientras bosteza, se dirige al baño, camina arrastrando los pies, aún sigue medio dormido, si fuese por él seguiría acostado. Después de atender los llamados de la naturaleza, se lava las manos y la cara. Una vez que se seca, aprovecha para verse en el espejo, este es cuando de verdad empieza su día.

—¡Buen día, Alejandro! Te ves bien, como siempre —dijo con una gran sonrisa, seguido de un guiño.

Ya casi está listo, solo falta pasarse gel por el pelo, le gusta que brille que sea más fácil resaltar. Después de todo, ese color rubio es bastante llamativo y esto favorece el celeste de sus ojos.

«Perfecto, ya estoy listo para alegrarle el día a las chiquibabys de la escuela».

Le gusta motivarse y alimentar esa autoestima tan grande que tiene. Ya estando listo, bajo a desayunar con su padre. Los días de semana suele quedarse aquí, en la casa de él. Mientras que los fines de semana, es cuando se queda en lo de su madre.

De camino a la escuela, va viendo su celular. Contestando mensajes y atendiendo sus diferentes redes sociales, ya que tiene una gran cantidad de gente que lo sigue y que de manera constante le comentan todo lo que sube. Incluso, aprovecha este momento para ver si hay alguna chica nueva que esté interesada en él, por lo que no puede llegar sin estar al día con todo esto.

«No entiendo por qué hay gente que no le gusta venir a la escuela. Es una buena manera de socializar, conocer gente y acercarse a chicas», piensa mientras va caminando por el pasillo de la escuela con una sonrisa. Una vez que llega a su aula, entra y ve a sus amigos hablando, por lo que se dirige hacia ellos.

—¡Bueeeenaaaaas! ¿De qué están hablando? —Entro de manera entusiasmada y se detuvo enfrente de ellos. Sin siquiera darles tiempo a responder siguió—. Seguro hablan de lo mucho que me quieren y que sus mañanas no serian lo mismo sin mí.

—Ya quisieras, idiota —respondió Leo.

—Buen día, Alex. —lo saludo ella.

«Aaawww, él es tan tierno, tratando de mantener esa actitud de chico malo y poco expresivo. Es por eso que siempre me gusta molestarlo», pensó mientras ve a Sabrina ir a dejar su mochila.

—Te dejaré pasar el insulto por ahora, ya que es muy temprano y es normal estar de mal humor —le dijo a su amigo.

—Siempre eres tan considerado, Alex —respondió de manera sarcástica.

—Hablemos de lo importante, —susurro al acercarse, como si le estuviese contando un secreto—, ¿estás listo para lo de hoy?

—Claro. Será lo primero que iremos a hacer al salir de la escuela.

—Esa es la actitud.

Unos segundos después, llego Sabrina y siguieron hablando de otras cosas. No es nada importante, solo pasan el rato hasta empezar la clase. Lo cual no tardo en suceder, la campana sonó haciendo que Alex y Sabrina fueran a sus lugares.

Todo es lo habitual, hasta que llego el momento que daría lugar a todos los cambios (1/3) en la vida de Alex.

—Para armar la siguiente tarea deben conseguir una pareja. Tienen hasta la próxima clase para entregar el trabajo y presentarlo frente al resto.

—¡Oooh, profe! ¿¿No pueden ser grupos de tres?? —se quejó la mayoría.

—El total de la clase da un número par. No permitiré ningún grupo de tres —Afirmo, ignorando la queja de sus alumnos

En ese instante Alex se paró y miro su alrededor, sabe que tiene poco tiempo. Al ver que Leo es el que está más cerca no lo pensó mucho, levanto su pupitre y lo llevo a su lado.

«Perfecto, nada personal Sabrina, pero Leo estaba cerca. Hay que ser rápido en estas situaciones si quieres emparejarte con alguien que te lleves bien. Aunque seguramente nadie elegiría a Leo, bueno... excepto por ti. Lástima que no hayas reaccionado rápido, por tanto, esta es mi victoria», pensó mientras rodeo con su brazo izquierdo a Leo y mira en la dirección donde esta Sabrina.

En ese instante ocurrió lo que esperaba, Sabrina se volteo para buscarlos como pareja. Al ver que ya están juntos pone una cara de desilusión.

«¡Ja! Es demasiado tarde. Por alguna razón verte con esa cara, me hace tener ganas de molestarte».

—El-es-mi-o-su-er-te-la-pro-xi-ma. —Movía sus labios exagerando sus gestos para que intente entender lo que le trata de decir.

—¿Qué estás haciendo? No te me pegues tanto —dijo Leo mientras mira como pelean sus amigos y se quita su brazo de encima.

—Alegrando tu día, ¿no te sientes afortunado de qué te haya elegido?

—Debes esforzarte más si quieres lograr eso, por ahora estás haciendo todo lo contrario.

—Oohh, una pareja ingrata. —Lo miro con una expresión de tristeza—. ¿Acaso prefieres a Sabrina?, ¿o es por qué soy hombre? El amor entre el mismo sexo es igual de bueno, tienes que actualizarte.

Leo sonríe ante los comentarios de su amigo, pero no le sigue las bromas.

—Tratemos de adelantar todo lo que podamos, así podemos ir a tu casa a ver la serie.

—No podría estar más de acuerdo. ¿Ves?, no es imposible nuestro amor.

Empiezan a hacer el trabajo, adelantando todo lo que pueden hasta que termine la clase.

Pasaron las horas hasta que finalizan todas las clases. Ellos se levantaron de su lugar y se acercan hasta su amiga.

—¡Al fin! —exclamo animado mientras se estira—, no veía las horas de que terminaran la escuela. ¿Sabes lo qué significa, Leo? —miro a su compañero de manera cómplice.

—Claro, ir a estudiar a la biblioteca y seguir disfrutando del encierro en la escuela. ¿Verdad, Alex? —respondió mirándolo de la misma forma.

Ambos comenzaron a reírse. Sabrina que está cerca de ellos, sabe que lo están haciendo para molestarla.

—Son unos tontos, ustedes también tienen que terminar el trabajo, les vendría bien venir conmigo.

—Ni hablar, nosotros haremos el trabajo en mi casa. Pero antes veremos el capítulo que se estrena de nuestra serie, ya casi termina y está en su clímax.

—¿La serie es más importante qué su querida amiga, Alex? —los miro de manera tierna, tratando de dar lástima.

—Obvio que sí —contesto al instante, ignorando lo que intenta hacer su amiga—. El último capítulo quedo en la mejor parte, no puedo esperar para verlo —agrego.

—Lo siento, Sabrina, estoy del lado de Alex —dijo Leo—. Además, pueden quedar otro día para hacer el trabajo, sabías que hoy es cuando salen los capítulos nuevos.

—Ya arreglé con Sebastián, me había olvidado lo de la serie. —Miro al piso con tristeza y empezó a sobreactuar—. Váyanse, olviden nuestros 7 años de amistad, ahora sé que todo lo que vivimos fue una mentira, solo quiero que me recuer...

—Adiooosss. —Se despidió Alex sin darle tiempo a que termine su drama—, disfruta de tu tarde en la biblioteca. Trataré de no spoilearte por celular lo que pasa. —Le dio la espalda mientras seguía moviendo su mano.

Los dos se fueron y unos segundos después no pudo evitar pensar en si de verdad es buena idea dejar sola a su amiga.

«Tal vez deberíamos quedarnos con ella. Digo... ¿Desde cuándo se ve con otros chicos?», pensó mientras camina al lado de Leo para salir de la escuela. «O sea, no es como que quedaron en verse, es Seba nuestro compañero. Son solo compañeros de clases haciendo un trabajo, no es la gran cosa».

—¿Vamos a la casa de tu padre o la de tu madre, Alex?

Pero él tiene la mente en otro lado y no escucha lo que Leo le habla.

«¿Por qué quedarían en estudiar los dos solos en la biblioteca?, eso es algo que yo haría para pasar tiempo con una chica que me gusta».

—Ey, ¿me estás escuchando? —insistió Leo

«Ya, ya, ya. Le estás dando muchas vueltas, Seba no es como tú», en ese mismo instante se responde solo en su mente. «Pero Sabrina es muy linda y agradable y dulce y sociable y... y todo eso. Por eso los chicos siempre están detrás de ella. De todas formas, siempre los rechaza o no les presta mucha atención. Hmmm... no lo sé, esta vez parecía diferente, durante la clase que estuvieron juntos se la pasaron hablando y riéndose. ¿Será mi imaginación?», en ese momento siente un fuerte golpe en el hombro.

—¡Ay! ¿Qué haces, idiota? ¿Quieres qué te golpeé? —dice al mismo tiempo que se soba donde le duele.

—Quisiera que lo intentes, con gusto te daría una paliza. Tal vez así me escuches.

—Aah, emm... lo siento, estaba pensando.

«¿Debería decirle qué volvamos a hacerle compañía a Sabrina? Somos sus mejores amigos, debemos cuidarla, ella puede ser muy lista para algunas cosas, pero es muy inocente para otras», pensó en ese momento Alex mientras mira a su amigo.

—Lo sé, me di cuenta después de la cuarta pregunta que te hice y no me respondiste. ¿Qué es lo qué te tiene distante? —pregunto Leo

«Na, sería tonto. Le estoy dando muchas vueltas, son solo dos compañeros estudiando».

—Un problema con una chica —dijo haciendo un pequeño puchero.

—No lo sé, Rick, parece falso. Por lo general eres tú el que le da los problemas a las chicas.

—¡Ey! Eres mi mejor amigo ¿no deberías estar de mi lado?

—Soy tu mejor amigo, por eso te lo digo de esa forma.

Todo parecía normal en su día, por lo que Alex decidió no darle más importancia. A partir de ahora se enfocaría seguir charlando con Leo como siempre lo hacen.

En ese momento no sabían que ese fue el primer cambio en sus vidas (1/3), el cual desencadenaría todos los problemas que vendrían más adelante...

Se escucha el ruido de los pájaros afuera, eso solo podía significar que está amaneciendo. En su mente la noche fue larga, muy larga, pero igual no le sorprende darse cuenta sobre la hora que es. Por alguna razón no pudo dormir; se siente cansado, los ojos le pesan y no quiere hacer otra cosa que no sea descansar, pero su mente no deja de darle vueltas a todo.

«Claro, es fácil decirlo ahora, pero uno nunca se imagina el impacto que puede tener en uno, que alguien ingrese a la vida de una persona que es importante para ti».

Se levantó para ir a la cocina y buscar de comer. Cuando llegó, habré la heladera y ve toda la comida que hay, pero no tiene ganas de prepararse nada, solo quiere estar acostado. Vuelve rápido a su habitación, no quiere que su padre lo encuentre y lo vean con ese aspecto. No es hambre lo que tiene, solo quería buscar alguna excusa para dejar de estar acostado y moverse un poco. Pero no hay nada más que hacer por lo que vuelve a su cuarto.

Cierra la puerta de su habitación de manera suave, va caminando hacia su cama hasta que se desploma encima de esta. «Estúpida serie, tal vez si nos hubiéramos quedado con ella ese día todo sería distinto. Ni siquiera fue un buen capítulo, solo fue un buen cliffhanger».

Fin del capítulo 2