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Capitulo 14: Cita

Pusieron el despertador a las 8 a.m. Es sábado, pero igual se levantan temprano, desayunan juntos y Leo se va al trabajo. Su turno es de 10 a.m a 6 p.m. Después de que lo termina, acostumbran juntarse de nuevo, pero este sábado Alex tiene pensado invitar a salir a Daniela, por lo que, el pelinegro tendrá que buscar otra actividad para disfrutar de su día.

Una vez que el rubio queda solo en casa, vuelve a la cama. Va a dormir hasta que regresa su padre y lo llame a comer.

Luego de pasar tiempo con su padre, y haber limpiado todo, sube a su habitación, se va a poner a estudiar un poco, pero antes tiene algo que arreglar.

—Buenaaas, ¿Cómo va ese sábado? ¿Todavía te estás recuperando por haber salido de parranda anoche? 

Envio ese mensaje y luego, comenzo a acomodar todo para sentarse en su escritorio. 

A los 3 minutos le responden.

Holiis, mi sábado parece estar mejorando jeje. Ufff si, con lo mucho que soy de salir fiesta

—Solo te estoy molestando je .

—¿Qué estás haciendo? —pregunta ella.

—Voy a ponerme a estudiar un rato, pero no sé que haré más tarde. ¿Y tú?

—Estaba acomodando unas cosas en mi habitación (*・ω・)ノ. Seguro pase todo el sábado en casa

Vamos a pasear al lago Sambler :3, digo... para no desperdiciar un sábado en casa.

Al leer esto, ella apoyo el celular en su pecho, se tiro sobre la cama y grito enterrando la cara en la almohada.

«No puede ser, no puede ser... ¡aaahh! Me está invitando a hacer algo», no puede dejar de sonreir y moverse en el lugar. «No, espera, ¿leí bien verdad?»,  se sienta bien y lee despacio el mensaje para estar segura. Casi al instante, pegó un grito de emoción de nuevo. «Tranquila, tranquila. Tal vez es una invitación en grupo».

Una vez calmada, empieza a escribir en su celular

—Me parece bien ٩(˘◡˘ ). ¿Quién más viene?

Pasan 5 minutos y no hay respuesta, ella constantemente revisa su celular.

«Que tontaaaa, ¿por qué pregunte quien más va?, igual voy a ir sin importar eso»

En ese momento, le llega la respuesta de Alex.

—Por ahora solo nosotros 2 (≧◡≦). Si quieres puedes invitar a algún amigo tuyo

"No, no, está bien así, solo los dos". Y un momento antes de mandar ese mensaje se cubrio la cara de la vergüenza.

«Aayy, no. No sé si poner eso. ¿Es muy obvio que quiero ir sola con él?», se quedo quieta, mirando la pantalla del celular. «Pero él está interesado en mí, ¿no? Si no, no me estaría invitando al lago, es a donde van las parejas o se hacen citas... por lo que sé y me contaron, no es que yo tuviera muchas citas».

Lee de vuelta el mensaje, trata de pensar otras cosas que puede decirle... pero no se le ocurre nada. Esto le recuerda a aquella vez en la piscina: cuando estaba con su familia y por seguir a su hermano se subieron al trampolín más alto. Parecía fácil de abajo, pero cuando subió y se paró en la punta no tenía el valor de saltar, por más que intentara no podía.

«Voy a seguir el consejo de mi hermano en ese momento: Respirar hondo, tomar impulso, cerrar los ojos y saltar, no tengo que detenerme a pensar».

Lee de forma rápida el mensaje, le agrega un pequeño detalle y sin pensarlo, lo envía.

No, no. Está bien así. Solo los dos (✿◠‿◠).

«¡Lo hiceeeeeeee!, ahora a esperar», penso mientras mira al celular con una enorme sonrisa.

Al instante le llega un mensaje.

—Bien, nos vemos a las 5 p.m en la entrada del lago ^_^.

—Okis.

Apenas manda ese mensaje, de inmediato va a preparar la ropa que va a usar.

«Son las 2:40 p.m; Tengo 30 minutos para buscar que ponerme, 30 para bañarme y 30 para prepararme. El colectivo pasa a las 4:40 y me deja en la entrada justo a las 5. Si hago todo bien, tengo 30 minutos de sobra por cualquier cosa», Daniela está emocionada, es la primera vez que va a salir con él desde que lo conoció a los 11 años.

Alex por su lado está estudiando mientras usa el celular.

«Bien, ya esta acordada la salida con Daniela. Ahora tengo tiempo hasta las 16 para estudiar, tardo 10 minutos en bañarme, 10 en vestirme, 5 hasta caminar a la parada y el colectivo pasa a las 16:30, llegaré un poco antes, pero no hay problema», solo le queda esperar.

El tiempo paso. Faltan 5 minutos para las 5 p.m, Alex está esperando en la entrada a Daniela. Está vestido con: una camisa a cuadros de color verde oscuro con negro sin abotonar, abajo tiene una remera blanca, el pantalón es un jean negro y unas zapatillas negras con blanco.

En ese momento, llega Daniela, lo saluda moviendo su mano y se para al lado de él.

—Disculpa, eres una chica muy linda, pero estoy esperando a una amiga, ya estoy reservado.

Daniela lo mira con sorpresa, no entiende que pasa.

—¿Eh?, ¿qué estás diciendo?

—Un momento... esa voz la conozco. ¿Daniela? Wow, no te reconocí, te ves muy bien. —Bromea con ella mientras mantiene una sonrisa.

—Eres un tonto —responde riéndose.

Se siente un poco avergonzada por la broma. Pero siempre le gustaron sus chistes malos.

Empezaron a caminar a la vez que charlan, se llevan bastante bien, se conocen hace mucho. No hablan nada en concreto solo están pasando el rato mientras van por la orilla del lago. Tiene mucho espacio para andar, se ve lindo el pequeño camino que tiene. De un lado está el lago, del otro los árboles que sirven como pared. Adentro del agua se puede ver los peces que nadan, incluso hay patos. Cada cierta distancia hay unos bancos para sentarse y mirar en dirección al lago, o en el caso que quieras mirar la pared de árboles también pueden hacerlo.

Alex se acercó a la orilla, se agachó y comenzó a llamar a los patos.

-pspspspspsps, pato, pato, pato. —Chasquea los dedos una y otra vez para que vengan.

—No creo que así se llame a los patos.

—Mujer de poca fe, tienes que confiar. Ven intenta.

Daniela le sigue el juego, va y se pone de cuclillas al lado de Alex, sus hombros se tocan y eso le gusta. Le agradece a los patos esta oportunidad.

—Parece que tenías razón, no vienen. —Alex entrecierro los ojos para mirarlos como si fueran sus enemigos—. Se creen tan importantes.

—¿Te gustan los animales? —pregunto al verlo tan animadó.

—Me encantan los perros, más cuando son juguetones y cargosos. ¿Y a ti?

—Si tengo que elegir también me quedaría con los perros. Pero me gustan todos los animales que se puedan acariciar, mientras más peludito mejor.

—Creo que me lo habías dicho, por eso te quise invitar aquí, al lado está el sector ecológico. Tienen varios tipos de animales sueltos, es un lugar donde adoptan a los que abandonaron y los cuidan.

—Sí, vamos para ahí.

—Okey... —Ambos se pusieron de pie.

Él sigue con la curiosidad en tocar un pato, pero no creo que pueda hacerlo

»¿Crees qué será igual que tocar una gallina?

—Nunca me puse a pensar en eso, supongo que sí.

Siguen hablando mientras se dirigen al sector ecológico.

«Al estar con Daniela me siento más cómodo que con otras chicas, siento que puedo tontear de manera normal, no tengo ese pensamiento de querer quedar bien. Supongo que por eso la estoy pasando tan bien», pensó Alex.

Después de estar caminando un rato, llegan al lugar. En medio del camino casi al instante de entrar se encuentran con el primer obstáculo de su tarde.

—¿Qué le pasa a esa cabra?, ¿por qué esta parada en mitad del camino? —pregunta a la vez que se detienen a una distancia segura

—Es divertida tu reacción, Alex —comenta mientras se ríe—. ¿No te gustan las cabras?

—Creo que por lo general la gente no va pensando en si le gusta o no una cabra —contesta mirándola con una ceja arriba—. No me molesta, ni me causa ninguna sensación, es una cabra.

Daniela se divierte con su reacción, le dan ganas de molestarlo porque parece que le tiene miedo, pero no quiere hacer algo que la haga quedar mal frente a él.

—¿Le tienes miedo?

—¿Qué?, Naaa. —contesta de forma exagerada—. Es solo que... mira sus ojos, no me dan seguridad. Pareciera como si estuviera esperando que pasamos a su lado para mordernos, parece hambrienta.

—Alex, es una cabra. Creo que no muerden. Además, no comen carne.

—¡Lo ves! "Creo que no muerden". No estás segura.

—Bueno, no lo sé. Nunca leí que una cabra mordiera.

—Pero tiene dientes, puede morder —argumento.

—Si esta cabra hubiese mordido a alguien seguro hubiera alguna noticia de eso.

Alex comienza a reírse a carcajadas.

—Si hay algún reportero o noticiero que hace una noticia sobre una cabra mordiendo a alguien, creo que no es muy bueno en su trabajo, o esta apunto de perderlo.

Ella se siente avergonzáda por la estupidez que dijo. Quería quedar bien con Alex y lo arruino

»Eres muy divertida —dijo mientras la ve directamente.

Alex la toma de mano y empieza a caminar hacia adelante. La cabra los sigue con la mirada, ni siquiera parpadea. Cuando están cerca, él pasa adelante de Daniela para estar frente la cabra y poder cubrirla a ella. En ningún momento la cabra los dejo de mirar, al igual que ellos a ella. Apenas logran pasar al animal, este abre la boca, saca la lengua como si fuese a bostezar y grita.

—¡¡Beeeeee!!

Esto hace que Alex se asuste y pegue un pequeño brinco. Ahora es ella quien se ríe a carcajadas.

«No puedo creer, no lo puedo creer ¡Amo a los animales! Gracias, señor, cabra, gracias a ti Alex me tomo de la mano», penso emocionada.

Alex suelta a Daniela luego de alejarse un poco del animal.

—Cuando llegue a casa voy a googlear si las cabras muerden —dijo en un tono divertido.

Ambos siguen caminando, ven otros animales. Como un pavo real, el color azul de sus plumas con ciertos toques negros hacen que sea vea muy bonito. Lo miran de lejos, saben que de cerca se apreciaría mejor, pero los animales que no se ven comúnmente le dan cierta desconfianza a la hora de acercarse, más aún cuando no hay nada entre tú y ellos. A pesar de que todos los animales aquí están acostumbrados a la gente, Alex no se le aproxima. Siguen caminando y ven una jaula grande, parece vacía.

A Daniela se sorprendió por ver una jaula, pensó que todos los animales que están aquí andan sueltos.

—¿Y esta jaula? —pregunto mientras se acerca con curiosidad a verla.

—Es para los cobayos, no los ves porque se meten en esas casuchas que tienen allá —respondió Alex.

—¿No es muy grande para ellos?

—Supongo que la idea es que los animales se sientan cómodos, pero no pueden dejar sueltos a esos "bichos".

Comienzan a rodear la jaula para ver si los encuentran. No tardaron mucho en escuchar el ruido característico de los cobayos "cuii, cuii, cuii" y al prestar atención ven en un costado algunos amontonados.

—Awwww, que bonitos. Mira el peinado de ese. Mira aquel, tiene melena. No sabía que tenían el pelo de esa forma, ¡quiero abrazarlos y apretarlos!

—Es verdad, son muy tiernos, quizás la jaula es para protegerlo de las personas que le gustan abrazar y apretarlos.

Alex aprovecha que Daniela está agachada mirando los roedores para verla de reojo.

«Le queda bien esa remera morada mangas largas, siempre tiene un aspecto tierno. La estoy pasando bien con ella, en ningún momento paramos de hablar y todo es muy divertido... a excepción por el grito de la estúpida cabra», pensó sin dejar de sonreír de oreja a oreja.

Unas horas más tarde.

Todo marcha bien, ya casi es hora de volver. Faltaba poco para que anochezca por lo que empezaron a irse. Como estuvieron todo el tiempo caminando, se sentaron un rato en uno de los bancos mientras miran el lago. Todavía se podía apreciar el sol, ya casi se oculta. Se puede ver como prendían las luces del lugar preparándose para la noche, hay un sentimiento de calma alrededor de la zona, los patos ya no están, por lo que no hay ruido. Y el pequeño reflejo de la luz, en el agua es relajante para la vista.

Daniela está muy emocionada, para ella todo fue perfecto, bueno... casi todo. Cree que el comentario de la noticia de la cabra, de seguro le resta muchos puntos.

«Valió la pena los 2 años de esfuerzo y paciencia escribiéndole a Alex, todo fue muy lindo. Estoy segura de que no voy a poder dejar de pensar en esa sonrisa que siempre tiene, verla de tan cerca por tanto tiempo es tan lindo», pensó mientras mueve un poco sus pies.

Alex sabe lo que significa este momento, el tenerla sentada cerca, el lugar, la hora, como se dio todo. Puede sentir su mano cerca de la de ella. Son las señales, que le indican que debe actuar: tomarla de la mano para ver si ella también lo agarra o si no quiere nada más. Luego de eso, si todo marcha bien, se debería acercar e intentar besarla. Lo hizo muchas veces, es el protocolo, es como el padre nuestro para él.

Sin darse cuenta empieza a comparar la situación con lo de Sabrina el día de la serie

«No es que no quiera darle la mano a Daniela. Es solo que lo voy a hacer porque sé que tengo que hacerlo, se sentiría bien, pero... estoy seguro de que si esa noche tomaba la mano de Sabrina... decir que se sentiría bien sería poco. La forma en que la miraba y no podía dejar de pensar en ello era porque de verdad quería hacerlo. Su mano... parecía muy suave y...».

Rápido se pone de pie, no quiere seguir pensando en eso. Tiene que enfocarse en lo que está haciendo ahora.

«Mejor no voy a intentar hacer nada, tengo que aplicar el consejo que le dije a Sabrina, debo ir lento. Apunto a una relación seria», pensó mientras pone una cara de determinación.

Daniela se levanta y empieza a caminar junto con Alex para irse.

«Todo lo bueno debe terminar. ¿Debería intentar abrazarlo cuando estemos en la parada del colectivo? No, no, no. Debo seguir los consejos que estuve leyendo en revistas de amor. Tengo que darle un pequeño empujón al hombre con señales para que él sea el que actúe, es más femenino supuestamente».

Ambos sonríen y avanzan como si nada, pero por dentro, cada uno tiene su lucha.

Ya casi salen del lugar, la cita esta por terminar.

«No me interesa seguir a una estúpida revista, espere mucho por este momento, no lo tengo que desperdiciar», trato de armarse de valor, quiere actuar. Pero... cuando esta por hablar, la vergüenza le gana y termina por tomar un camino más sencillo.

—Alex... ¿Te parece si mañana a la tarde vamos a merendar en algún lugar del centro?

«¡Lo hice!, ¡no les fallaré señores patos y señor cabra, ustedes me ayudaron, no dejaré que se desperdicie!», pensó de inmediato.

Alex se toma un momento para contestar.

«¿Acaso me va a rechazar?, ¿abre tomado demasiada confianza?», es solo un segundo, pero está muy nerviosa y le cuesta esperar.

—¿Me estás invitando a una cita? —pregunta Alex mientras la mira fijamente.

—Sí, una cita. —responde avergonzada, enfocándose en el piso.

«¡Que vergüenzaaaaaaaa!», su corazón late rápido, siente toda la cara roja y no se anima a verlo a la cara.

—Claro, será divertido —confirmo sonriendo—. Quiero seguir pasando tiempo contigo —confirmo sonriendo.

«No esperaba que ella tomara la iniciativa y me invitara. Estaba pensando en escribirle aplicando la regla de los tres días. Me alegra saber que quiere pasar más tiempo conmigo, fue una buena idea venir»

El corazón de Daniela no para de dar brincos, si fuese por ella estaría gritando de la emoción. Esta cien por ciento confirmado que lo de mañana es una cita, no puede dejar de sonreír. Ni siquiera se despidió de Alex y ya está queriendo volver a verlo. Cree que tal vez, este sea el comienzo de su historia de amor.


Fin del capítulo 14

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