Capitulo 12: Mentira de patas cortas
Sabrina y Leo van caminando por el pasillo de la escuela, terminaron las clases de este jueves. Un poco antes de salir de la escuela a ella le llama la atención que Alex no este.
—¿Y Alex?
—Salió rápido apenas sonó el timbre, dijo que tenía una cita con una chica —contesto sin dejar de caminar—. Ya sabes como es, le gusta irse temprano y reunirse con alguien luego de lucirse en un partido.
Luego de escuchar eso, Sabrina se empieza a sentir un poco incómoda, ella había quedado con Seba para reunirse más tarde, quiere llevarlo a un lugar que le gusta como si fuese una sorpresa, por eso le dijo que se vieran en otro lado. Pensó que Alex iba a pasar la tarde con Leo. Le sabe mal decirle a su amigo que ya tiene planes con Seba, la última vez pareció que lo hicieron de lado. No quiere darle esa impresión, pero quiere ir a su cita.
—Parece que seremos solo nosotros dos hoy —comento con una leve sonrisa el pelinegro—. El autor de un manga que nos gusta empezó a subir otra serie, deberíamos echarle un vistazo.
—Lo siento, Leo. Será en otro momento —dijo evitando incómoda, evitando mirarlo—. Emilse y sus amigas me pidieron de nuevo que las ayude con la decoración de una obra de teatro que están preparando, estaré con ellas toda la tarde.
—Ellas te explotan, igual que el año pasado —bromeo sin darle importancia—. Vas a actuar con su grupo este año, ¿o solo le darás una mano?
—No lo sé todavía, por ahora solo las voy a ayudar.
Al salir de la escuela ambos toman caminos diferentes.
«¿Por qué le mentí?, me siento culpable», pensó cabizbaja. «Todavía estoy a tiempo de volver y decirle. ¡No!, creo que sería muy malo retractarse ahora, o sea: pensara que le mentí porque ya no quiero pasar tiempo con él, lo peor es que me dirá algo como "no había necesidad de mentirle para salir con Seba y se enojaría". Estaría en su derecho pero... ya lo hice, creo que es mejor no tirarme para atrás».
Lleva un rato caminando distraída, sintiéndose un poco mal por lo que hizo, sin darse cuenta se pasó del lugar al que tiene que ir.
«Estos días no pase nada de tiempo con Leo. Por lo general, si Alex no esta, pasamos toda la tarde juntos. Ahora que estoy viendo a Seba, aprovecho para irme con él cada vez que puedo. No es como si tuviera que pasar todos los días con mis amigos, pero es algo normal que sabíamos hacer... me resulta extraño no hacerlo. Será mejor qu...».
Empieza a sonar el celular de Sabrina, la están llamando. Deja de flotar en sus pensamientos y atiende.
—Estoy donde me dijiste que te espere. ¿Está todo bien? No te veo.
—¡Ah! Si, todo está bien, perdón Seba. Ya casi llego.
Corta la llamada y se da cuenta de que se pasó del lugar por estar distraída. Al instante se da la vuelta, acelera el paso y se dirige a donde esta Seba esperándola.
Sabrina se encuentra con él luego de unos minutos, está un poco agitada por lo que vino rápido.
—¿Qué paso? —Pregunta mientras la mira con un poco de sorpresa.
—No me gusta llegar tarde, la puntualidad es una virtud y me gusta mantenerla.
—Esa es una linda actitud —comenta con una sonrisa—. Ahora que estás aquí. ¿A dónde vamos?
—Antes de ir al "lugar", me gustaría que fuese un poco más tarde. ¿Te gustaría pasear conmigo hasta qué sea el momento?
—Hmmm, no lo sé. Vine aquí para que me hagas conocer ese lugar que te gusta tanto. No para pasar tiempo contigo —responde peleándola en broma.
—Cállate, tonto —Sabrina se ríe y le da un pequeño empujón en el hombro—. Deberías sentirte privilegiado, no comparto mi tiempo con cualquiera.
—Claro, estamos hablando de la gran e inigualable Sabrina García, toda una celebridad —dijo para seguirle el juego.
—Parece que lo entiendes.
Siguen bromeando mientras caminan sin un rumbo fijo, solo están pasando el tiempo de manera normal, de la misma forma que dos adolescentes que se gustan lo harían.
«No sé bien en que momento me empezó a gustar, ni tampoco sé la razón. Antes de que me hablara nunca me había fijado en él. Hablamos un poco y lo veía seguido, después de todo somos compañero. Pero nunca le había prestado atención, no tiene nada que destaque. Siempre tuvo el pelo corto, es un poco más alto que yo, en el curso se mantiene con su grupo, no es alguien que resalte», piensa Sabrina viéndolo de reojo mientras camina a su lado.
Empieza a atardecer un poco, el tiempo pasa rápido cuando están juntos. Por lo que ella le avisa que ya es hora de ir a donde le gusta.
«Bueno, esa es mi forma de verlo. Digo, es difícil prestarle atención a otros chicos debido a mis amigos. Alex resalta demasiado: Es un chico lindo, alto, gracioso, bueno en los deportes, es de tomar la iniciativa en todo y así podría seguir marcando cosas buenas de él», sonríe mientras recuerda estos detalles de su amigo. «Leo no es de los que resalta, pero por alguna razón su presencia siempre se nota, supongo que es porque tiene actitud, si fuese más amigable seguro tendría muchos amigos, pero creo que es lindo como es con nosotros. Le da mucho más valor a nuestra relación el saber que no se da con otros, solo con personas que son importantes para él, además, es el único chico que conozco con pelo largo y... me gusta como le queda».
—Vaya, pareces muy concentrada, de verdad debe gustarte a donde vamos. —dijo interrumpiendo sus pensamientos.
—¿Eh? No, no. Estoy algo distraída perdón.
—No creo que ese sea el caso. Una vez que te concentras te enfocas demasiado en eso, no sé si cuenta como distraerse.
—Creo que me estimas demasiado, no sé dé donde sacas esas ideas.
—Bueno... después de todo te observo demasiado, creo que una que otra cosa aprendí de ti en este tiempo.
Sabrina está un poco avergonzada, a la vez que contenta. Le parece algo lindo lo que dijo.
«Awww, son lindos los comentarios que me dice cada tanto. Se siente bien saber que el chico que te gusta te presta atención y te mira. Aunque... ¿Si no fuese alguien qué me gusta seria acoso? Es una forma de verlo también», se ríe sola por el último comentario que pensó.
—Ya casi llegamos, solo un poco más —anuncio ella.
—Creo saber a donde estamos yendo, no esperaba venir aquí. Pensé que iba a ser un lugar más secreto.
—Eso es lo lindo, es un lugar simple y en el que muchos suelen pasar tiempo. Pero tiene sus cosas, ya verás.
—Confió, confió.
Ya casi están llegando. Es una de las plazas más grandes de la ciudad. Tiene de todo prácticamente, depende a que lugar vayas va cambiando. Hay una ciclovía y un sendero para correr por todo el lugar. Luego, tiene zonas verdes, que son buenas para ir a sentarse. Si te metes más adentro hay una pista de skaters, básquet, vóley y algunos juegos de madera para los niños. Pero al lugar que Sabrina quiere ir es donde cada cierta distancia hay unos "asadores" junto con unas mesas y bancos de piedra, no son muy lindos, pero combinan bien con el lugar, ya que hay árboles que le dan un toque natural y una sensación de estar lejos de la ciudad.
Van y se sientan en el mismo banco, quedando uno al lado del otro.
—Es un buen lugar para pasar el rato y conversar, por eso me gusta.
—Vine muchas veces aquí, me gusta ir con mis amigos al lugar donde está la pista de skaters, pero nunca me senté en estos lugares —comenta él
—No mucha gente viene aquí. Solo cuando van a usar los asadores, por eso siempre que vengo no tiene que ser cerca de la hora de comer —dijo sonriendo levemente.
Seba mira directamente a los ojos de Sabrina, hay un momento de silencio entre ellos.
—Es un lugar que es especial para mí, a pesar de que es simple, me gusta. Por eso quería mostrártelo —expreso avergonzada.
—Es lindo. Y creo que también se volverá especial para mí.
Sabrina esta contenta, le gusto el comentario que hizo Seba, la está pasando bien. Está algo nerviosa, le hace un poco de calor y siente algo de vergüenza, pero ella sabe que todo eso es porque le gusta el chico que tiene delante. Su mirada suele provocarle esas sensaciones.
Justo en ese instante, volvió a su mente la mirada de Leo cuando le preguntó si Seba le gustaba.
«¿Por qué estoy pensando en eso ahora?».
Seba se acercó un poco más a ella, tomo su mano y...
Unas horas antes.
Leo acaba se separase de Sabrina. Va caminando en dirección a su casa.
«Tenía muchas ganas de pasar la tarde con ella, paso un tiempo desde la última vez que estuvimos solos»
Se siente un poco decaído, pero entiende que es normal que su amiga tenga otras cosas que hacer. No le molesta ni nada por el estilo, es solo que le gusta mucho estar con ella y el no poder hacerlo le produce ese sentimiento.
Lleva un rato caminando, Todavía es temprano.
«No quiero ir a casa a esta hora, podría encontrarme a mi padre. Ya sé, hace poco hablamos con Alex de volver a ir al árcade, no creo que se moleste que vaya sin él»
En ese momento, Leo se da la vuelta y se dirige al árcade. Lo hace con una sonrisa, cuando eran chico sabían ir seguido con sus dos amigos. A medida que crecieron empezaron a pasar más tiempo leyendo mangas, cómics o viendo series y dejaron de lado el ir a los videojuegos.
Una vez que llega, al entrar empieza a mirar todo con nostalgia, le sorprende que muchas cosas no hayan cambiado en todo el tiempo que paso. Alex por lo general era el mejor para los juegos de pelea, no debía confiarse debido a que Sabrina no se quedaba atrás. Pasaban muchas horas jugando, ambos son malos perdedores por lo que pedían constantemente la revancha. Sabrina destaca en los juegos de deporte, nunca entendieron el por qué, pero les da una paliza en ellos.
Y luego esta su especialidad, los juegos de plataforma. Leo, siempre llega más lejos que sus amigos en estos.
«Ya que estoy un poco nostálgico, voy a hacer el recorrido que solíamos hacer de chicos. Total tengo bastante tiempo. Empezaré en el siguiente orden: "Club de taekwondo", "futbolito virtual xd", "brum brum pasión","baila cachondo baila" y mi favorito para el final, "Metal sbumg 2"».
Luego de un tiempo jugando a los otros juegos, llego el tan esperado momento, se viene el juego final "metal sbumg 2".
«Estuve esperando con ansias este encuentro, le agregaré dificultad, me pasaré todo el juego sin utilizar ningún continué. Así podre presumir con Alex y Sabrina algo que seguro ellos no pueden hacer».
Está motivado, en sus ojos hay fuego, hoy superará a su yo de 14 años. Muchos no lo entenderán, pero un desafío de este nivel es una parte importante en la vida de alguien que le gustan los videojuegos. Con eso en mente empezó.
Unos minutos después.
«¡Aaahh! Es la tercera vez que pierdo cerca del nivel final, ese lugar es bastante injusto. Lo hicieron así apropósito para que gastemos más dinero», pensó mientras espera que la pantalla de continué se acabe. «No, Leo. Eres casi un hombre ya. No pongas excusas, tú yo de 14 años era un niño y podía decir esas cosas, pero ya no eres ese niño, tienes 16... debes mostrarlo y superarte».
La llama se enciende de nuevo, sabe lo que tiene que hacer. Nada lo distraerá del objetivo que tiene en mente. Está listo para volver a intentarlo.
Un momento después de empezar se acercan dos chicos de la misma edad y se quedan parados detrás de él.
—Oye, llevas mucho tiempo jugando. ¿Cuánto más vas a tardar?
—Sí, deja de estar volviendo a empezar el juego.
Leo esta concentrado, no les presta atención. Ni siquiera los conoce.
—¿Eres sordo o qué? Te estamos hablando —dijo subiendo el tono de su voz.
Él sigue jugando, trata de no distraerse.
-Lo siento, estoy tratando de pasar el juego sin continúes. —responde de manera calmada, sin quitar la vista de la pantalla—. Pero se puede jugar de a dos, no me molesta si uno se suma a jugar conmigo.
—¿Por qué diablos jugaría contigo?, a diferencia tuya yo si tengo un amigo para jugar.
—No quería que te lo tomaras mal. Lo siento, pero el que llega primero puede usar las máquinas el tiempo que quiera. Además, Estoy seguro de que en este intento voy a terminarlo, no se preocupen.
Los dos chicos se miran y sonríen de una forma perversa. Se paran bien cerca de él y empiezan a hablar fuerte entre ellos, exageran sus risas y expresiones para molestarlo.
«Son unos tontos, no saben que me críe jugando mientras escuchaba pelear y hablar estupideces a Alex y Sabrina, eso no servirá», una pequeña sonrisa escapa de Leo.
Paso un rato y los chicos se dan cuenta de que no está funcionando. En eso instante, uno parece tener una idea. Estira sus manos y aplaude cerca de la cara de Leo, haciendo que se distraiga y pierda una vida.
—Mira donde murió, y así piensas pasar el juego sin continúes.
—Hay que ser muy malo para perder ahí.
Ambos se burlan, sin dejar de exagerar sus gestos y la forma en que hablan.
«Ese idiota me puso las manos cerca de mi cara, pensé que me iba a pegar. Igual no pasa nada, perdí 1 de mis 3 vidas. Mientras tenga 2 vidas sé que puedo pasar el juego».
Leo avanzo bastante en el juego, le sorprende lo mucho que mejoro, pero le sorprende aún más que esté soportando tanto a los otros dos. Un año atrás en el primer momento que empezaron a molestar les hubiera dado una paliza. Gracias a Sabrina y Alex aprendió a que no vale la pena ensuciarse las manos con ese tipo de idiotas.
Le falta poco para llegar al nivel que no puede pasar, solo debe evitar perder una vida hasta entonces. La dificultad es elevada, sabe que no hay espacio al error; Debe dar un gran salto y esquivar todo rápido y de manera precisa. Esta apunto de saltar y en ese momento uno de los chicos empuja a su amigo, haciendo que este de manera "accidental" choque con él, lo que hace que mueva mal la palanca y pierda otra vida.
—Ups... lo siento. Tendremos más cuidado —dijo en tono sarcástico, sin dejar de reírse.
Leo aprieta los puños, mientras mantiene la mirada en los controles. Está molesto, una cosa es intentar que pierda la concentración con estupideces, otra muy diferente es tocarlo.
—Parece que lo rompimos, se quedó quieto.
—Es verdad, resulto ser un chico delicado.
—Apenas lo tocaste y ya esta por llorar.
Leo recoge sus cosas y se levante de manera lenta.
—No voy a jugar la última vida. Recordé que tengo algo que hacer.
Luego de decir eso se marcha sin decir nada más mientras escucha la risa de los chicos. Al salir del árcade respira hondo y exhala.
«La estaba pasando bien, ¿por qué esos idiotas tuvieron que aparecer? Falta poco para que empiece a atardecer, será mejor ir a dar unas vueltas al centro, no es bueno que vaya a casa a esta hora».
Mientras camina sigue un poco molesto, no sabe por qué, pero este tipo de situaciones le pasan seguidas, eso es lo que en realidad le molesta. No importa que tanto evite todo eso, es como si la vida quisiera que se metiera en problemas. La única razón por la que puede seguir escapando de todo eso es gracias a sus amigos, cerca de ellos cree que puede lograrlo, le hacen parecer que la vida no es tan injusta.
«Hoy no es mi día: Los temas nuevos de física que dieron en la escuela no los entendí, Alex y Sabrina están ocupados, no pude completar el objetivo en el juego, sabiendo estas cosas, con mayor razón no quiero ir a casa, no es una buena señal».
En ese momento, levanto la mirada y vio a Emilse que viene caminando en su dirección junto con un grupo de chicas, por un momento pensó que su día se está por alegrar, es imposible ver a Sabrina y que eso no pase. De solo imaginar encontrarla, sonrió y comenzó a buscarla entre el grupo de chicas.
«No la veo, tal vez ya volvió a su casa. Le preguntaré a Emilse»
Cuando pasan por su lado Emilse saluda a Leo y sigue caminando pero la detiene.
—Hola, Emilse. Disculpa, pero quería preguntarte algo.
Sus amigas siguen caminando un poco más, lo suficiente para que ella y Leo puedan hablar solo. Las chicas piensan que podría ser uno de los amores de ella.
—Hola, Leo. Sí, dime.
—¿Te dijo Sabrina que iba a hacer luego de terminar las cosas con ustedes?
—¿Eh? ¿De qué estás hablando?
—De lo que hicieron hoy con Sabrina, eso de las decoraciones.
—¡Ahh! Igual no entiendo. Eso lo hicimos el año pasado.
—¿Hoy no te juntaste con Sabrina?
—No, ¿por?
—Perdón, me confundí. No le des importancia.
—emmm, no hay problema supongo —dijo mientras levanta una ceja y lo mira.
Leo se despide y sigue caminando. Está muy confundido, recuerda con claridad lo que Sabrina le dijo.
«¿Sabrina me mintió?», empieza a mover la cabeza de lado a lado en señal de "no, no, no". «Ella no lo haría. No hay razón para que me mienta. Pero, entonces ¿por qué Emilse está aquí?», con eso en mente, le es difícil no dudar. «Tranquilo Leo, esto es normal. Cuando todo me empieza a salir mal suelo hacerme la cabeza y exagerar las cosa. Será mejor buscar algún lugar para relajarme y mañana hablaré con ella. Está atardeciendo, ya sé que lugar me vendrá bien para calmarme, además está cerca»
Luego de caminar un poco se acerca a donde quiere ir, está pensando en invitar a Alex y Sabrina al árcade para completar el juego juntos, si estando solo se divirtió seguro que con ellos la pasara mejor.
Mira a lo lejos y ve dos personas sentadas en el lugar que quería ir. No le costó mucho darse cuenta quien es cada uno de ellos, ese pelo rubio lo reconociera donde fuese.
«¿Sabrina? Y está con Seba. No me vieron, están concentrados hablando. No tendré que esperar hasta mañana le iré a preguntar que paso con lo de Emilse».
Leo camina rápido hacia donde están, cuando cree que se acercó lo suficiente, levantó su mano para saludar y justo antes de gritar el nombre de ella, Seba tomó su mano y la besó.
Se sorprendió al ver esto. Lentamente bajó su brazo y se quedó en silencio.
Fin del capitulo 12
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