Capitulo 2: ¿Como reparar un corazon?
"Y es que hasta la forma en la rompiste mi corazón es una obra de arte"
Avenida 749
Alexandra
Vi el momento exacto donde sus labios se separaron de los de el y no terminó ahí para mi desgracia, sino que él se acercó a su cuello a seguir repartiendo besos como si estuvieran solos ahí. Justo frente a mis putas narices, sentí como si fuera un vaso de agua congelada caerme en pleno invierno y la garganta... mierda, mi garganta se sentía como si me había chupado una cuchara de canela seca en plena gripe, ahí atorada en mi garganta y otro millón de adjetivos y comparaciones horribles vinieron a mi mente respecto a como me sentía.
—Explícame que es esto —chilló Mary sorprendida como si esperara que yo lo supiera. Me obligó a quitar la vista del lugar donde se encontraba mi corazón para mirarla a ella.
Y se supone que si debería de saberlo ¿No era yo su "amiga" más cercana?
Terminaron el besuqueo y Sabrina me miró, le sostuve la mirada unos segundos antes de girarme e ignorar ese suceso como si nada hubiera pasado. Sentí el corazón pesado, sentí como se rompía nuevamente. Necesitaba salir de ahí.
La clase terminó luego de unas infinitas horas donde yo escuché al baboso hablar con su tono cheto con Sabrina, no di tiempo de nada, me despedí de las chicas y huí, joder claro que lo hice, no miré a Sabrina, no caminé con mis amigas, no quería oír sobre la sorpresa de mis amigas acerca de Sabrina besando al atlético mujeriego y estúpido Andrés.
¿Enserio Sabrina? De todo los tipos que había en la facultad ¿Elegiste al más cliché?
Siguiendo la regla básica de chica linda y chico estúpido.
Llegué a casa, arrojé mi mochila en algún lugar de la sala, no me molesté en prender las estúpidas luces. Solo las dejé ahí, en la oscuridad como me sentía por muy dramático que suene.
Me tiré en la cama y miré el techo, mierda no lloraría, tragué lo que sea que tenía en la garganta y suspiré como nunca.
Me dormí importándome un carajo mi tarea atrasada o mis ganas de llorar, para cuando desperté tenía el peor dolor de cabeza del mundo y el corazón agitado, busqué mi celular en mi bolsillo y marqué el número de Bere sin dudar, hice una llamada doble, a ella y a Sole.
—Hola bruja —habló Bere animada —¿que cuentas?
—Uy yo también tengo chisme, chisme potente —Chilló Sole sin saludar.
–Adivinen —mi voz salió opaca. Casi ronca.
—¿Por fin te la besaste? — reí por la ironía.
—Si me dices que ella fue la que te beso voy a morir yo —Habló Sole emocionada.
—Casi, la besaron frente a mi —silencio de la otra línea. Las dos abrieron la boca, Justo como Mary y Roció. Todas en shock.
—No me jodas ¿otra chica? —suspiré negando.
—No, un gilipollas, se la comió a besitos en mi cara.
—Júramelo —gritó Bere enderezándose en la cama en la que estaba.
—Yes baby —reí sin gracia recordándolo. Mierda.
¿Me hice ilusiones sola? ¿Vi todo desde mi perspectiva de enamorada?
Suele pasar eso, lo entendería, la mente era tan poderosa que aveces nos jugaba en contra, podemos ver cosas que no están o ignorar las que si, y aún peor cuando el corazón se involucra. Ves las rosas y no las espinas.
—Esa perra —chilló Sole y yo negué.
—Basta —advertí y ella negó ahora.
—No, te dio ilusiones, ¿cree que no entendíamos sus indirectas? ¿Y al final que? ¿Se va con un man?
—Sole.
—No Sole nada, nos vamos de fiesta ahora. Se me visten y nos vamos a la farra de mi facu —ordenó como si fuera una mamá y tras una lucha entre nosotras ella ganó y me levanté sin ganas a por ello.
¿Quien dice como se sana un corazón roto?
Si hay libros al respecto, me los compro todo.
...
Un jodido mes, uno. Y hablo de uno con los 31 puñeteros días con sabor a enero.
¿Como reparar un corazón?
En donde la farra se había vuelto casi un plato de cenar para mi, así como el desayuno ver a Sabrina tomada de la mano con Andrés, dándose besitos.
Ya no se sentaba con nosotras, se sentaba con el, me mandaba memes y le daba like a las historias en donde salía mi rostro, en donde alzaba las fotos de las bebidas o un amago de otra chica aparentemente las ignoraba.
Y este era el suceso canónico en donde habia una rubia coqueteándome descaradamente cuando mi celular sonó.
Sabrina
Sin corazón. Por que claro, ya no merecía tenerla con él en mis contactos.
—Mierda, me llama ¿que hago? —miré desesperada a Sole y ella rodó los ojos.
Un mes y claro que aún tenía la esperanza puesta en que ella llegue un día y me diga "me equivoque, solo experimentaba, yo te quiero a ti"
—Cuélgale por mamona —habló medio borracha y la rubia acarició mi mano.
—¿Y si es una emergencia? —pregunté y Bere negó — Digo... me llama después de un mes sin casi hablar.
—Estas borracha. Ni que le seas de ayuda —bufó y las ignoré contestando.
Porque era una estúpida masoquista que quería oír su voz decir algo más que no séa "Andrés"
—Hola —su voz sonó tímida y yo sonreí derritiéndome, Bere y Sole pusieron los ojos en blanco al mismo tiempo.
–Hola—baboseé. Jugué con el anillo de la mano de la rubia.
—¿Estas borracha? —preguntó confundida y yo negué con la cabeza.
—Para nada —reí tontamente.
—Ya deja el celular —me bromeó la rubia y por el silencio en la otra línea sabía que Sabrina escuchó.
—ummm, Mary y... Rocío están preocupadas por ti, dice que llevas unos días faltando o tomando y...
—¿dicen? —la interrumpí —no te das cuenta de que falto? —silencio.
¿Y porque demonios llamarme a las 12 y media de la noche para hablarme de esto?
Sentí la mirada de mis amigas sobre mi, con sus ojos tristones y claro que mi reacción fue agarrar con una mano el cuello de la rubia y besarla sin pudor alguno, metí mi lengua en su boca, pelee con la suya unos segundos para alejarme mordiendo su labio inferior, gimió y disfruté sabiendo que la respiración entrecortada no solo era de mi acompañante sino de Sabrina también.
—Bien, estoy jodidamente bien Sabrina, un gusto oír tu voz, saludos a Andry —y colgué.
Mis amigas gritaron en victoria y yo volví a concentrarme en la rubia.
No dejaría que esto siga así, me importa un mierda como pero no volvería a caer en algo así.
...
Joder el dolor de cabeza que me traía, llegué tarde a clase. Debía disminuir mis salidas con el par de locas que tenía como amigas que me insistaban a salir en plena semana.
Se me atrasaba el trabajo, la tarea e incluso las ganas de vivir.
Mi mirada se mezcló con la de Sabrina unos segundos antes de ver sus manos unidas con las de ese idiota. Me obligué a no voltear los ojos.
Dos meses y contando, tenia el plan firme del contacto 0 con ella, y claro, fingir que nunca me había gustado.
Si mi cerebro imagino las mariposas que empiece a extinguirlas.
La profesora me regañó por la tardanza tirando indirectas acerca de la importancia de la puntualidad y para completar mi desgracia solo quedaba lugar en primera fila, bufé enojada tirándome en la silla y miré al grupo conformado por 6 chicos enfrente, iban a exponer como veníamos haciendo en esta tonta clase. Era perdida de tiempo total porque entré tanto titubeo tampoco era como si estuviéramos aprendiendo mucho.
O solo era yo enojada con la vida. ¿Quien sabe?
Saqué mi celular dispuesta a jugar con el, hasta que la profesora aclaró su garganta, sentí su mirada puesta en mi y sonreí falsamente apagando la pantalla. Maldita sea la hora que llegue tarde y ocuparon el lugar junto a mis amigas.
Los chicos empezaron su aburrida exposición, mi vista por alguna razón se fijó en la chica pequeña de atrás del grupo, conocia solo a uno del grupo por lo chillón que era, el resto no los había visto en mi vida.
Dado que éramos muchos alumnos, aparte de que Sabrina era la única en mi vista y que las rotaciónes que hacíamos por semestre impedían que siempre seamos los mismos compañeros me dificultaba... o al decir verdad ni me interesaba socializar, asi que por obvias razones no conocia ni a la mitad de todos mis compañeros.
En tercer semestre apenas unos cuantos habían empezado a dejar la carrera.
Volviendo al tema, mi vista se enfocó en la pequeña silueta, tenía el cabello negro y largo, lacio por completo, vestía con ropa ancha haciéndola ver más pequeña, vi el ligero temblor en sus manos al sostener su celular, sus ojos se habían quedado suspendidos en el piso y su piel... No sabía si en realidad ella era tan blanca.
Era normal supongo, aveces a la gente le da pánico al exponer frente al resto y se paralizan o sudan mucho, pero en el caso de esta chica, no parecía normal.
¿Era incluso más baja que Sabrina o era idea mía?
Me regañé mentalmente por pensar en ella y me fijé nuevamente en la chica.
La vi tambalear. Nadie más parecía prestar atención.
Me gire en busca de que alguien más la esté viendo pero todos como siempre estaban mirando el celular.
Volví mi vista a ella. Apretó los ojos un segundo y dio un paso atrás.
No dude en pararme, casi como si fuera un reflejo.
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