Capítulo especial: Novia y mejor amiga
-¡¡Vamos, Konno-senpai!! ¡Sal conmigo!- Suplicó sonriendo, Hosaka.
-¡No! ¡No! ¡¡Y nooo!!-
-¡¿Eh?! ¡¿Por qué no?!- Preguntó desconcertada.
-¡Te encanta ser fastidiosa! Además, ¿por qué tengo que acompañarte todos los días?- Contestó Yuuki, ya un poco más enojada -¡Demonios! Te voy a colgar...-
Durante algún día, Hosaka molestaba a Yuuki queriendo conseguir una especie de cita con ella, aunque en realidad sí hablaba en serio. En ese momento, comenzaría a llover, por lo que la pelimorado colgaría la llamada y se colocó su bolso sobre su cabeza para seguir corriendo.
Desde lo sucedido ese día, que Yuuki se la encontró a punto de ser apaleada por unos chicos, Hosaka insiste de manera divertida y emocionada en querer conseguir una cita con ella, pero la ojirojos trata de seguirla evitando, aunque fuera imposible. Hosaka siempre conseguía poder estar con ella y se la pasaba bastante bien.
-¡Finalmente, encontré un lugar para cubrirme! Estoy de suerte- Pensó apurada la pelimorado.
Después de correr un rato, mojándose un poco bajo la lluvia, Yuuki consiguió llegar a una parada de autobuses. Allí mismo esperaría que la lluvia pasara, para poder irse a su casa. Sería en ese lugar donde se encontraría una no muy grata sorpresa.
-¡Eh! ¡Presidenta!- Alzó la voz, conmocionada.
Al parecer, Alice también se cubría del agua, porque incluso enrollaba y apretaba su falda para poder quitarle la humedad que llevaba encima. Cuando Alice fijó su mirada en Yuuki, lo primero que hizo la ojirojos fue alejar la mano donde ella traía su teléfono, de manera bastante a la defensiva.
-Eres libre de usar tu celular fuera de la escuela...- Suspiró con ligereza la ojiazul.
-¡Ah! Eso es verdad... Fue un reflejo- Sonrió avergonzada.
Ni modo, era mojarse en la lluvia o pasar un rato bastante incómodo, ya que ellas dos nunca han hablado. Ni siquiera cuando salían en grupo se decían alguna cosa. Así que sería un momento de bastante incomodidad.
Paradas una al lado de la otra sin decirse nada, Alice viendo la lluvia caer, y Yuuki tratando de concentrarse en su celular, pero le era imposible. Es como estar con un desconocido en un elevador por toda la eternidad.
Echándole un vistazo, no podía negar que realmente sin el uniforme escolar se ve bastante linda, aunque muy sencilla y sin duda alguna con su ayuda podría lucir mejor.
-¿También estás tomando refugio de la lluvia, presidenta?-
-Ah... Sí, fue algo sorpresivo- Respondió en seco.
-Este frío repentino es asesino...- Suspiró algo agobiada, Yuuki.
-Sí, lo es...-
Ya entendía por qué nunca hablaban, si literalmente Alice apagaba su chispa con cada oración. Siendo cortante sin tener la intención de serlo.
-¿Fuiste a algún lado, presidenta?-
-Sí...-
-Ya veo... Qué bien- Respondió Yuuki, con una actitud desabrida.
No hay de otra, la única persona con la que puede consultar que sabe que le responderá rápido, es Hosaka. Así que intranquila empezó a escribirle mensajes a la ojidorados para pedirle ayuda.
-Ahora mismo estoy tomando refugio de la lluvia con alguien muy difícil de charlar. Dame algo para poder hablar- Escribió desesperada.
-Rechazaste mi invitación y ahora me estás pidiendo un favor. Esto te va a costar. ¿Estás preparada?- Respondió enviando una carita de demonio.
Iba a salir perdiendo en ese trato conociendo a Hosaka, y lo sabía. Así que mejor darle el visto malo, antes de que deba hacer algo de lo que después se arrepienta.
-¡Olvídalo entonces! Bye, bye-
-No se puede evitar. Porque no intentas decir: "Soy realmente mala hablando. Así que, ¿por qué no verificamos nuestra compatibilidad con nuestro cuerpo?". Aun así, tampoco se toquen mucho, que me da envidia- Respondió enviando más caritas de demonio.
Quedó pálida después de leer tal cosa y de solo imaginarlo. Ni siquiera se imaginaba dándole un abrazo a la presidenta, y realmente no sabía qué podría esperar de una perversa como Hosaka.
-¡¡Me iría al infierno!!- Eso no lo escribió, lo dijo palideciendo.
-¿Qué...? Guárdate esas cosas para ti- Comentó confundida la rubia.
-Lo siento. Estaba hablando conmigo misma. No le des mucha importancia- Respondió avergonzada la ojirojos.
Cae que caen las gotas de la lluvia y no da indicios de detenerse pronto. Las dos siguen sin decirse nada, y el silencioso ambiente atormentaba a la pelimorado.
-¿Puedo preguntarte algo...?- Dijo seria, Alice.
-¿Ah? C~Claro. ¿Qué necesitas?-
-Cuando Kirito está contigo, ¿qué tipo de conversaciones suelen tener?-
-¿Qué tipo de conversaciones tenemos?- Respondió inclinando la cabeza.
-S~Solo quiero saber si dice algo sobre mí, o qué es lo que hace- Mintió, algo nerviosa.
-Ya veo... Solo hablamos de cosas tontas. Como videojuegos o dulces...- Respondió un poco avergonzada.
-Ya veo...-
-¿Y tú, presidenta? ¿De qué hablas con Kirito en casa?-
-No hablamos de nada en particular- Respondió, tapándose la mano donde llevaba el anillo.
-Wow. Eso sí es inesperado...-
Y así, después de una corta charla, volvieron a quedarse calladas un rato, sin saber qué decir. Alice pasó por alto un momento esconder su anillo. Para su suerte, Yuuki no lo notó, y si llegó a darse cuenta, a lo mejor pensó que era un anillo como cualquier otro.
La lluvia empieza a calmarse, aun así salir de ahí abajo era mala idea. No había de otra que seguir esperando incómodamente, las dos sin saber qué hacer
-Sabes... si no fuera por Kirito, tal vez nunca nos habríamos hablado en estos tres años- Dijo Yuuki, algo seria y pensativa.
-Es verdad. No creo que sea siquiera probable- Respondió de igual manera la pelidorado.
La lluvia comenzó a detenerse, y ambas empezaban a escuchar pasos rápidos dirigirse hacia ellas. Cuando se fijaron, las dos podían ver a Kirito correr hacia su ubicación, como si lo hubiesen invocado al mencionarlo.
-¡Hey! ¡Qué extraño! ¿Están ustedes dos juntas?- Comentó sonriendo el pelinegro.
Realmente Kirito venía saliendo de sus clases suplementarias y se mojó un poco bajo la lluvia. Por eso, ambas notaban que su cara y su cabello brillaban un poco más, gracias a las gotas de agua sobre él.
-¡Kirito-chi!-
-Kirito...-
Ambas por un momento, como que quedaron hipnotizadas viéndole la cara. Su sonrisa parecía brillar de emoción y sinceridad. Con el brillo de su rostro por la humedad, la verdad parecía un ser de luz.
-Te ves como un ángel, Kirito-chi...- Dijo algo embobada la ojirojos.
Alice se sonrojó un poco después de que dijera eso. Ciertamente era algo que ella también pensaba, aunque por su timidez obvio no lo iba a decir.
-¡Gracias! Aunque... ¿de qué estás hablando, Yuuki?- Respondió sonriendo confundido -Ustedes también se ven muy bien, chicas-
Ambas se quedaron viendo un rato. Verdaderamente esto era algo extraño, ya que las dos de repente se sentían mucho más tranquilas y percibían la incomodidad marcharse. Es raro, es como si Kirito las hiciera sentirse en paz, y de algún modo, felices también...
-¡Creo deberíamos ir a casa! No creo que la lluvia se detenga por mucho tiempo- Dijo algo preocupado el ojinegro.
-Kirito... ¿te mojaste bajo la lluvia?- Preguntó Alice, algo incrédula.
-¡¿E~Eh?! B~Bueno yo, me pareció divertido. Solo fue un poco- Respondió sonriendo avergonzado.
-Te va a dar un resfriado. ¡Realmente eres un tonto!- Recriminaron las dos, al mismo tiempo.
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Continuará.
Publicado: 12 de enero, 2022.
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