Capítulo 46: No me rendiré
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-Entonces, ¿qué planeas hacer Kirito-chi?-
-Lo único que sé ahora, es que yo solo no podré hacer nada- Respondió pensativo -Lo siento Yuuki, siempre te llamo en momentos así-
-¿Qué dices, Kirito-chi? Si piensas que seremos amigos por mucho tiempo, es tu turno de pedir ayuda ahora- Sonrió ella, con mucha sinceridad y alegría.
-Yuuki... gracias por escucharme, y también por esperarme- Sonrió él también, de igual forma.
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-Kirito-senpai y la presidenta son...- Dijo Ronye, totalmente anonadada.
-Cierto. Es normal que reaccionaras así- Dijo Kirito, algo nervioso.
-De hecho, creo que ella está así por otras razones- Respondió Yuuki, incrédula.
-¿Otras razones...?-
Cuando había decidido hacer pública su relación con su hermana, no era solo a su círculo íntimo, quienes serían su padre, madre y Yuuki, sino que también se refería a sus amigas, que entre ellas la única que no lo sabía era la pequeña Ronye.
Y más que estar impresionada por eso, estaba conmocionada porque destruyeron su shipeo favorito.
-Kirito-oniichan, ya perdimos a Ronye-san. ¿Puedo seguir hablando acerca de nuestra próxima reunión?-
Cuando lo entendía, él sonreía divertido. La tristeza en su ambiente poco a poco se iba disipando y dando paso a lo que sería la opción final, el todo o nada, mediante pequeñas dosis de gracia y buenas vibras.
Asomándose casualmente por las ventanas de la escuela, estaba Alice; nada había cambiado respecto a eso, ella seguía estudiando allí y seguía siendo la presidenta. Ella los veía a todos reunidos y se sentía bastante triste por eso, por tener que verlos de lejos.
Prometió no relacionarse con Kirito en la escuela, no verlo e ignorarlo si llegaban a cruzar caminos, y lo mismo aplica para su anterior círculo de amigos. Aun así, es inevitable sentirse bastante decaída, aunque prefería dejarlo pasar lo más pronto posible.
Todo esto es necesario si desea enmendar un cambio en su familia, seguir las direcciones que le son impuestas. Lamentablemente, para cuando su abuelo deje de estar escribiendo su futuro, ya estará casada con Eugeo. La misma tristeza ya sería intachable.
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En la casa de su abuelo:
No hablaba con nadie, solo iba y se encerraba en su habitación. Para los empleados era muy típico verla siempre seria y distante, por lo que no le daban mucha atención.
Su abuelo con las palabras y sentimientos es más frío y duro que una piedra, así que él no es de la más mínima ayuda.
A diferencia de Kirito, quien tuvo con quien desahogarse y llorar hasta dejar de sentirse mal; ella no. Está completamente sola, y no tiene de otra que llorar en solitario, manteniendo todo sentimiento frío dentro de ella, y esperar a que la tristeza pase.
Aunque para cuando todo eso suceda, ya volvería a ser una versión suya antes de conocer a Kirito, lo cual tampoco es positivo.
-Jamás conocí a mi bisabuelo, pero si pudiera hablar con él, quisiera preguntarle si es necesario tener un corazón de hielo para ser líder de la familia- Pensó decaída, hablando consigo misma.
En eso, suena el teléfono fijo de su habitación. El sonido que consigue sacarle de sus pensamientos, y como si estuviera descargada, se levantó de su cama para contestarlo.
Era Eugeo, que solo llamaba para saber qué tal estaba su futura esposa. Aunque hubo algo acerca de eso que llamó su atención.
-No debería ser un problema, pero... ¿realmente hay necesidad de acelerar tanto las cosas?- Preguntó confundido el ojiverde.
-Para nuestras familias será mejor que estemos juntos cuanto antes. Si no hay ningún problema, supongo que está bien- Contestó seria, Alice.
-Creo que es maravilloso lo mucho que te importa tu familia- Sonrió impresionado -Puedes ser la sucesora de la familia Schuberg, pero aún eres una estudiante de secundaria que debe disfrutar su vida escolar-
-Sí, pero puedo manejar esto. No es nada del otro mundo...-
-Bien. Si sientes que estás lista, entonces hablaré con mi padre y tu abuelo- Respondió decidido.
Aunque Eugeo aún no estuviera del todo seguro, la ceremonia de bodas se iba a realizar antes de lo previsto. Principalmente, gracias a que Alice y él compactan bien sin problemas. Además, para la rubia, mientras que la opción "Volver con Kirito", siga siendo posible, no podrá estar en paz. Quiere separarse de él lo más posible para olvidarlo.
(...)
Por otro lado...
-En otras palabras, quieres apoyar a Alice para que herede la academia, pero también quieres estar con ella- Decía la ojirojos, aún confundida.
-¡Exactamente, Yuuki!-
Todos los que quedaban se habían reunido, incluso Llenn, quien aún no dejaba la ciudad. Todo para poder discutir un poco la idea de cómo recuperar a Alice, o más bien, para que todos sepan lo que Kirito quiere conseguir.
-Kazu-dono, lograr ambas es muy difícil, por no decir imposible- Comentó Llenn, también insegura.
-Así es, Kirito-oniichan. ¿Quieres ser el amante de Alice?-
-Bueno, sé que lo que estoy diciendo es egoísta, pero amo a Alice. No puedo decidir uno sobre el otro...- Respondió cabizbajo y avergonzado frente a todos.
-Es tan cursi y tierno que me sonroja- Dijo Yuuki, colorándose.
-Eso es algo acorde según el razonamiento de Kazu-dono- Decía pensativa, Llenn.
-Como se espera de Kirito-senpai. Al igual que con las elecciones, siempre hay opciones ilimitadas- Murmura Ronye, cabizbaja.
Todos estaban reunidos en el mismo local de comida de siempre. Ronye desde que llegó andaba con la cara pegada a la mesa, ya que ahora le deprimía un poco ver a Yuuki y Kirito juntos y saber que no serán pareja. Aun así, está dispuesta a ayudar de cualquier forma.
-Para todo hay posibilidades, incluso para el Kiriyuuki también... Todavía puede existir, no debo perder la esperanza- Chilló triste la ojiazul.
-Hey, Kiri-chan, ¿qué dijo Alice antes de esto? Seguro dijo algo, ¿no?-
-Bueno... Alice dejó una carta y se fue-
-¿¡Una carta?! ¿¡No hablaron de esto antes de que se decidiera!?- Preguntó enojada, la ojidorados -¡Esto es demasiado unilateral!-
La decisión de romper y darlo por acabado todo fue tomada solo con la opinión de Alice, la de Kirito no fue dada. Fue así principalmente por dos razones:
La primera, es que si le hablaba de esto a Kirito, a ella misma le costaría irse. Sabía que le insistiría y básicamente le sería imposible romper con él cara a cara.
La segunda, es que no quería verlo llorar. Si eso ocurría, ella también empezaría a llorar, a la vez que su corazón se rompería, y así sería incapaz de hacer nada. Por eso, en tanta angustia y tristeza, una carta fue la mejor opción que encontró.
-También pensé lo mismo al principio... pero, Alice me escribió esa carta con todo su corazón. Así que he decidido aceptarlo todo- Afirmó serio y seguro.
Se le quedaron viendo, todas con cierta inseguridad, a excepción de Yuuki. Ella sonreía segura de que su amigo hablaba muy en serio, y estaba claro de qué es lo que quería.
-Entonces vamos a creer en esa esperanza de la que habla Ronye-chan. Y tratar de llegar a algunas ideas-
-Eso no suena muy convincente...- Suspiró Hosaka.
-Lo importante es tener esperanza-
-Lo importante es ser realistas-
-¡No seas tan negativa, Hosaka!-
-Deja de ser tan positiva, Konno-senpai-
Mientras ellas discutían, Kirito parecía estar en otro mundo, pensando profundamente en algo. Cosa que Yuuki notó.
-Hey, Kirito-chi, no te quedes distraído. También eres parte de nosotros-
-No estoy distraído... Muchas gracias, chicas- Sonrió, agradecido y alegre.
En eso, suena el celular de Kirito, el cual marca un número desconocido. Confundido, contesta rápido.
-¿Hola...?-
-Habla Shinozaki Rika. ¿Es el celular de Schuberg Kazuto?- Dijo seria la pelimarrón.
-¿¡Eh?! ¡Eres tú Shinozaki-san! ¿Qué pasa?-
Ella se irritó al escuchar la alzada de voz sorprendida de Kirito. Aun así, había algo que tenía que hablar con él.
-Normalmente no te llamaría para esto, pero siento que debo decírtelo. Es sobre la presidenta- Decía, manteniendo su tono calmado -Ella se irá de la escuela...-
-¿¡Qué?! ¿Se va de la escuela...? ¿Qué quieres decir?-
-Para que ella tenga éxito como sucesora del director, no solo debe dejar el consejo, sino que también puede que nunca vuelva a la escuela a partir de mañana...-
-¿¡Qué...?!- La preocupación ya empezaba a invadirle, ante semejante noticia.
La forma más fácil de hablar con Alice obvio era acercándose a ella en la escuela. Aunque pudiera parecer misión imposible, pues hace todo lo necesario para no acercarse a Kirito.
Si Alice se va de la escuela, significa que nunca podrá volverla a ver, o por lo menos no en persona. Lo que tiraría completamente para abajo todas sus intenciones.
-¡Oh no! No tenemos tiempo para pensar en un plan. A este paso... ¡no podré acercarme a Alice!- Pensó Kirito, preocupado -¡Shinozaki-san! ¿Alice está ahí?-
-No, se fue ya hace mucho. Yo me acabo de enterar hace poco de su retiro de la escuela. Por eso te informo ahora-
-Ya veo... Gracias, Shinozaki-san. Es de mucha ayuda-
-Schuberg Kazuto... escuché que Ali-shi aceptó un anillo importante de ti. Si planeas hacer algo, con esos sentimientos importantes que tienen ustedes dos; por favor, no desperdicies ni un segundo-
Eso le sorprendió un poco, ya que al parecer incluso Rika está de su lado. Y era obvio, si las cosas seguían como Bercouli dictaba, ni siquiera ella podrá estar con Alice. En el futuro escrito por el abuelo de la presidenta, tampoco sale Rika en alguna página. La ojirosados no fue más que una acompañante hasta este punto del camino.
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Ya afuera del local estaban todos, excepto Kirito, quien fue un momento al baño para estar a solas. Llenn, aprovechando los beneficios de su familia, trataría de saber algo, mientras todos los demás piensan en ideas, a pesar de la extrema dificultad del tema.
-¡Perdón por la espera!-
-No pasa nada. En este momento Karen-senpai está llamando a su familia a ver si ellos saben algo- Respondió Yuuki -Pero si la presidenta no está en casa o en la escuela, ¿estará en una tienda o en casa de alguien?-
-Hey, Kirito-oniichan, aún no has pensado en algún plan. ¿Qué vas a hacer si te encuentras con Alice?- Dijo seria, Hosaka -¿Secuestrarla o qué?-
-Tienes razón, no tengo un plan. Pero todos vinimos aquí pensando que de alguna manera todo saldrá bien, ¿verdad?- Sonrió juguetón el ojinegro -Así que debo prepararme para hacer ese movimiento final-
-¡Hay posibilidades ilimitadas! ¡Solo es que no llegamos a ella!- Decía anímica, Ronye.
-Cuando él está así, es imposible que renuncie- Rio castamente, la ojirojos.
De todos, Hosaka era la que menos estaba convencida, ya que siempre veía todo desde un punto negativo, o con muy bajas expectativas. Involucrarse en tal cosa sin un plan lo ve como misión suicida.
-¿Algunas de ustedes sabe dónde puede estar Alice?-
-Yo no lo sé, Kirito-chi. Me pregunto si Nee-chan lo sabrá- Dijo pensativa, Yuuki
-¿Nee-chan? ¿Desde cuándo le dices así a Asuna-senpai?- Dijo confundida la ojiazul.
-¡Eso no importa!-
-Supongo que tendré que preguntarle al gerente. Después de todo, él es una persona rica- Pensó seria, la bigotuda.
Ese era su mejor aporte, ya que entre todos los presentes, ella es la única que viene de una familia algo normal. No es rica, pero tiene un amigo que sí lo es, así que era su mejor carta llamarlo a ver qué tal.
-¿Hola? ¿Gerente?-
-¡Hosaka-chan! Ha pasado un tiempo- Dijo alegre el rubio.
-¡¡No me vengas con eso!! ¡¿Por qué desapareces así de repente?!- Respondió molesta.
-¡L~Lo siento! Es que pasaron muchas cosas, así que...-
-¡Como sea! Solo quería saber algo. ¿Estás relacionado con la familia Schuberg?- Le preguntó con seriedad.
Le sorprendió un poco a Eugeo esa pregunta, aunque sentía que para Hosaka no tenía nada que esconder.
-Sí. Recientemente he tenido conexiones con ellos-
-¡Eh! Entonces también sabes que Kirito no es un Schuberg de verdad, ¿no?- Preguntó sorprendida.
-Claro que lo sé. Aunque realmente me sorprendió que él tuviera ese apellido, hasta llegué a pensar que era una familia Schuberg diferente- Sonrió gracioso el ojiverde
Hosaka sentía que había una pieza que no encajaba en el rompecabezas. Para ella había algo raro aquí, no tenía teorías, ni estaba del todo segura, pero era una especie de corazonada que se lo decía.
-Hey, gerente. Si estás libre, ¿podemos ir a comer? Hay un par de cosas que quisiera preguntarte- Dijo con actitud mansa.
-Lo siento, Hosaka-chan. Tengo una cena muy importante a la cual debo asistir hoy-
-Entiendo... Qué lástima- Respondió, sonriendo con astucia -¿Esa cena sería con la familia Schuberg?-
-Es algo privado, no puedo decir nada- Respondió algo nervioso, aunque impresionado.
-Ya veo, es bueno saberlo. Hablaremos después, gerente- Concluyó sonriente la ojidorados..
Se despidió y cortó la llamada, la cual no esperaba que fuera a salir tan bien. Al Eugeo no saber de sus intenciones, les dio la mejor pista posible.
-Creo que ya podría haber encontrado donde está ella- Sonrió orgullosa.
-¿¡En serio?!- Exclamaron todos sorprendidos.
(...)
Horas después...
Ya con la situación procesada, la idea básica era poder llegar con las familias Edelweiss y Schuberg. Quien sería de ayuda para esto sería Llenn. Ella le pidió a uno de los chóferes de su familia que viniera, para poder llevar al grupo de Kirito hacia Alice.
-¿Por qué eligieron un auto tan pequeño?- Preguntó confundida la azabache.
-P~Pensamos que este sería mejor para giros bruscos, mi lady- Respondió nervioso el chófer.
-No vamos a una persecución o algo así- Dijo Yuuki, sonriendo incrédula.
-Supongo que es perfecto para llegar a la casa Schuberg- Suspiró inconforme, Llenn.
El auto, aunque bonito y lujoso, era muy pequeño. Solo podrían ir el chófer, y atrás no podrían ir todos. Por lo que Llenn prefirió quedarse y permitirle al resto poder ir con Kirito.
-Lo siento, Kazu-dono. No podré acompañarte hasta el final...-
-No pasa nada, Llenn-senpai. Muchas gracias, realmente me salvaste- Sonrió agradecido.
-Kazu-dono, quiero que cuando veas a Schuberg Alice, le digas algo- Dijo la ojiazul, con una pequeña sonrisa -Dile que se mantenga fiel a sus sentimientos-
Después de lo dicho, no tuvo más respuesta que una dudosa afirmación. Ver sonreír a Llenn era muy inusual, y eso que dijo le puso bastante pensativo. El auto partió, y la mayor de todos quedaba atrás en el camino, deseando la más bendecida buena suerte para su mejor amigo.
-¿Pasa algo, Kirito-chi?-
-No, no es nada...-
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-Lo siento, caballero Kazu-dono. Estamos atascados en el tráfico- Dijo angustiado el conductor.
Varios minutos después, tras haber partido camino hacia donde se estaría organizando la cena de los Schuberg y Edelweiss, hubo un problema. El tráfico estaba bastante pesado y quedaron atrapados en él.
-¿Eh? ¿No hay algún atajo?- Preguntó fastidiada, Hosaka.
-Lo siento. No hay carreteras laterales, solo nos queda esperar- Respondió el chófer.
-Si no nos damos prisa, Alice podría firmar los papeles matrimoniales. Eso sería el fin-
-¡Hosaka! ¡No digas cosas tan contundentes!- Susurró Yuuki, molesta y nerviosa.
Kirito no comentó nada después de lo dicho. Solo se quedó viendo por la ventana, algo decaído, solo pudiendo esperar que el destino por esta vez esté de su lado.
Por su lado, Yuuki se veía intranquila, como si estuviera pensando algo que le tuviera nerviosa. Al final soltó un suspiro, tomó su teléfono y llamó a su hermana mayor.
-¡Hola, Yuuki! Necesitas la moto, ¿verdad?- Sonrió Asuna, anímica.
-¿¡Eh?! ¿Cómo lo sabes?- Preguntó sorprendida la ojirojos.
-Shinozaki me envió una solicitud de Karen-san. Ya estaba lista para ayudarte-
-Yuuki, querida, a tu hermana le gusta que le pidas ayuda. Que no te dé pena- Dijo su abuela a lo lejos, sonriendo.
-¡Abuela! ¡No le digas eso!- Exclamó Asuna, desconcertada.
(...)
Minutos después:
Estando en una moto era más que sencillo atravesar el tráfico, pero el problema era obvio, y es que no pueden ir cuatro personas.
-Podré llevarlos a donde quieran, pero solo puedo llevar a dos más de ustedes-
-¡Es más que suficiente, nee-chan! ¡Gracias!- Sonrió contenta la pelimorado.
-¡Entonces iré contigo, Yuuki!-
-Kirito-chi, mejor lleva a Hosaka contigo. Cuando llegue el momento, ella te será de más ayuda que yo- Dijo ella, sonriendo segura.
Hosaka se sorprendió después de escuchar eso, al ver cómo aún confiaban en ella, incluso para algo tan importante. Aun así, por instinto se ponía seria, ya que no le gustaba dejarse ver mansa y dócil.
-¡Nos vamos, Schuberg y Tomo!- Anunció Asuna, ya lista y determinada.
-¡Muy bien!-
-¡Mantente fiel a tu espíritu e instinto Kirito-chi!- Sonrió Yuuki, con cierta gracia.
Volteando antes de irse, viendo la sonrisa alentadora de su amiga, se sentía mucho más preparado y lleno de energía para lo que venga.
-¡Entendido, Yuuki! ¡Es una promesa!-
-¡Qué te diviertas, Hosaka!-
-Como si tuviera otra opción, Konno-senpai- Suspiró, haciéndose la seria.
Sin más, Asuna aceleró su motocicleta y se dirigió hacia el destino, estando acompañada de Hosaka y Kirito.
Mientras el viaje transcurría, al pelinegro le llegó algo a la cabeza, una idea que considera perfecta para recuperar a su hermana, y de no ser así, pues todo terminaría ahí.
-Ah... ya lo sé. Espérame Alice, sé perfectamente lo quiero decirte ahora- Pensó en suspenso y seguro.
La familia Konno también es rica, por lo que también tiene conexión con las demás familias ricas del país; por ende, Asuna puede saber dónde se realizará la cena, siendo que se trataba ni más, ni menos, que de la casa de los Schuberg, propiedad de Bercouli.
Pasó un tiempo, terminó de anochecer una vez pudieron llegar, lo cual podía significar algo malo, pues si es una cena, significa que ya empezaron hace unos minutos, y cada segundo perdido era vital.
-La casa Schuberg, tengo tiempo sin entrar allí. ¿Pero cómo vamos a entrar? A pesar de que conozco a algunas personas, nos pedirán nuestro lugar en la cena- Argumentó pensativa la castaña -Necesitamos una excusa-
-Tengo una idea, pero como tú, Asuna-senpai, no tienes uniforme escolar, es mejor que no vengas con nosotros- Respondió seria la rubia.
-Si ese es el caso, entonces me iré. Les deseo suerte, chicos-
-Aquí es donde Alice...- Dijo en suspenso el ojinegro.
Él se quedó viendo la casa de su abuelo. Sinceramente por más impresionante que fuera, sentía que odiaba ese lugar. Apenas ver su hogar se sentía intimidado, como si estuviera frente a la puerta del infierno.
-¡Espera, Hosaka!-
Para cuando se dio cuenta, la ojidorados ya estaba tocando el timbre de la gran puerta de la casa, así como así, con toda la calma del mundo.
-¿Sí? ¿Qué necesita?- Dijo alguien por un altavoz.
-Disculpen. Somos estudiantes de la Academia Schuberg, varios chicos sospechosos nos están siguiendo. Queríamos saber si podían permitirnos entrar- Dijo Hosaka, fingiendo estar nerviosa.
-Academia Schuberg... Muy bien, abriremos las puertas-
La fortuna de ser estudiantes de la familia dueña de la propiedad les terminaba jugando a favor, puesto que no serían abandonados a su suerte en una situación que pueda afectar la reputación de la escuela.
-Esa voz, me parece familiar...- Decía en su mente el azabache, deteniéndose a pensar.
-Kirito-oniichan, no estoy haciendo esto porque Konno-senpai me lo pidió; lo hago para aumentar tus posibilidades de ver a Alice- Dijo Hosaka, un poco cabizbaja, pero manteniendo su tono de voz serio.
Él estaba sorprendido, por fin ser una tramposa le era de total ayuda a sus amigos. Había logrado convencer de que abrieran las puertas para ellos, aunque tenía miedo de que no se tragaran el cuento una vez los vean.
-Déjame esto a mí, Kiri-chan- Afirmó con seguridad.
Se abrieron los portones y ellos fueron hacia la puerta principal para entrar en la casa. Para su sorpresa, quien les abrió la puerta era la secretaria de la escuela, Quinella
-¡Joven Schuberg! ¡Señorita Tomo! ¿Están bien?- Dijo ella, algo preocupada .
-¡¿Sensei?! ¿Está usted por aquí?- Reaccionó Kazuto, sorprendido de verla -S~Sabía que esa voz me sonaba conocida...- Sonrió apenado.
La señora Quinella respondió con una sonrisa divertida ante las palabras del joven. Claramente tal gesto de bondad no podía venir de parte de otra persona que no fuera ella, la mejor amiga de los estudiantes de la Academia Schuberg.
Pero no hubo tiempo de charla amistosa, ya que la dama se asustó al escuchar el rugido y estrépito de una motocicleta muy cerca. Eso se debe a algo que Hosaka le pidió a Asuna antes de que se fuera. La castaña se iba a esconder cerca del lugar y con su moto haría rugir el motor, y así el cuento de que están siendo perseguidos sería más creíble.
-¡Vaya! Parece ser que por ahí fuera hay problemas. Vamos, pasen chicos- Dijo levemente nerviosa, sin perder la compostura.
-S~Sí, gracias por ayudarnos- Dijo Hosaka, ansiosa de por fin entrar para que su plan salga bien.
Quinella los llevó dentro y los dejó en una sala de estar que estaba vacía. Allí no interferirían en la cena y podrían esperar lo necesario.
-Más tarde podré llevarlos a la estación. Así que tómense su tiempo, por favor- Dijo la señora, amablemente.
-Muchas gracias. Por cierto, ¿me permitiría usar un teléfono?- Preguntó la bigotuda, fingiendo una actitud mansa
-Veré que puedo hacer, señorita Tomo. Aunque, que los estudiantes de la academia estén siendo atacados es preocupante. Debo hablarlo con el personal de la escuela- Respondió pensativa.
-¡Muchas gracias, sensei! Eso sería bueno- Sonrió tierna y agradecida, Hosaka.
Kirito mantenía una expresión incrédula en su rostro, ante la obviedad que él sabía que su amiga fingía su actitud.
De todas formas, su atención pronto fue enfocada en cómo vestía Quinella. Y es que la secretaria de la academia iba vestida con un kimono, lo cual es raro teniendo en cuenta quienes están reunidos aquí; dos familias ricas, y ella vistiendo como si estuviera en su casa.
Sin más, la pelimorado se dio media vuelta y se iría entre los pasillos de la mansión.
-Escucha, Kiri-chan. Voy a distraer a la sensei, tú debes ir a buscar a Alice- Le dijo con voz actitud seria, explicando su poco riguroso plan.
-De... ¡de acuerdo!-
-Estás solo. No sé hasta dónde estás dispuesto a llegar, pero no puedo continuar de aquí en adelante-
Hosaka puso su puño en el pecho del azabache, en signo de apoyo para él. Ya ella había hecho todo lo que podía, de aquí en adelante era su turno de terminar el camino.
-No estoy solo, Hosaka-chan- Respondió, sonriendo contento.
-¿Eh? Como sea... Parece que has encontrado la manera de ganar. ¡Buena suerte, entonces!- Sonrió con astucia, la ojidorados.
Sin más, Hosaka se fue rápido por el camino tomado por la secretaria para procurar que no encontrara a Kirito. Por otro lado, él se quitó los zapatos, se dio media vuelta y empezó a correr por la dirección opuesta.
-Alice, he pensado mucho en cómo no podía entenderte, en cómo nunca podría separarme de ti, ser felices juntos...- Decía en su mente.
Entró a distintos lugares donde se encontró con empleadas del lugar, sin rastro de su amada. Por lo que rápido salía corriendo, para seguir en búsqueda de ella.
-Pero me equivoqué... No podemos ser felices juntos, si escoges tu futuro sola. Antes de que nos diéramos cuenta, todo el mundo nos estaba apoyando- Seguía pensando -¡Alice...!-
Al entrar a la sala principal, la encontró ahí. Estaba al lado de Eugeo, quien le traía un vaso con agua. Al parecer, la cena oficial no comienza, pues ambos visten normal.
Ella lo vio, aunque para su mala suerte, las empleadas que encontró por error salieron tras él y lo atraparon al llegar con su amada. Él, a pesar de que entró una vez a esa casa, no sabía absolutamente nada de ese lugar. Estaba totalmente perdido ahí dentro.
Las empleadas lo derribaron y ya estaban por sacarlo de ahí, todo estaba por llegar a su fin...
-¡Alice! ¡Alice!- Exclamó, mientras sus ojos se humedecían.
-¿K~Kirito?-
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Continuará.
El siguiente cap, es el capítulo final de esta historia.
Publicado: 27 de febrero, 2022.
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