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Al toque, él percibió algo en el ambiente, al igual que Alice, solo que la rubia no sabía bien de que se trataba. Esas malas corazonadas volvían a ella, mientras que él sentía esa presencia algo fúnebre a su alrededor. A diferencia de su amante, el pelinegro sabía que Llenn estaba muy cerca.

-¡Re~Regresaré primero!- Tartamudeó asustado.

Se zafó del agarre de Alice y empezó a correr lejos de ella, devuelta con el resto del grupo. No había tiempo para explicar nada, cuando sabe que esa mirada fantasmagórica se iba posicionando sobre ellos.

Por otro lado, la pelidorado se quedó ahí sola. Esta era una de las primeras veces que se abría y se expresaba con él, pero Kirito seguía pasando de ello. Llevó su mano a su pecho en el lugar donde tenía el anillo, y bajó la mirada bastante desilusionada. Al mismo tiempo, lentamente una silueta negra tomaba forma detrás de ella.

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Al alejarse el azabache, Alice dejó salir un suspiro de decepción. Realmente no fue la noche que estuvo esperando. Fue bastante triste, y de todas las cosas que hizo; no pudo hacer lo único que de verdad quería, que era estar con Kirito.

-Schuberg Alice...-

Se asustó cuando pronunciaron su nombre, pues ella obvio no sabía que había alguien cerca. Cuando se voltea, se encuentra con la silueta de Llenn, viéndola con la mirada fija.

-¿Karen-senpai?-

-Hay algo que quiero preguntarte, sin sentirme avergonzada- Dijo seriamente -Desde el día que te vi, siempre me has parecido bastante intrigante-

Las dos, completamente solas, mientras los fuegos artificiales aún se siguen disparando y explotando en el cielo...

-Este sentimiento de necesitar conocerte creció cada vez más. No podía asimilar que eras la única que no podía comprender. Cada día fue extremadamente confuso. Eres una persona muy extraña para mí-

Recordando en el pasado, desde el primer día que vio a Alice, siempre le pareció bastante misteriosa y oculta. Le era intrigante para una persona como ella, que por más que lo intentara, jamás podía entenderla.

-Pero entonces conocí a Kazuto, y conseguí la oportunidad de acercarme a ti. Pensé que esto finalmente terminaría con mis días de estar cautivada por ti... No fue así, me equivoqué-

Estar en el mismo ambiente que Alice solo la hizo obsesionarse más con la idea comprenderla. No creía que fuera imposible entender la personalidad de alguien, para Llenn jamás lo fue, pero por más que intentara, la presidenta era muy confusa.

-Por alguna razón, mientras más te veo, más confusión siento... Por favor, dime, Schuberg Alice, ¿qué es esto que me intriga de ti?- Preguntó, ya un poco desconcertada.

Escuchar esas palabras, y ver esa leve desesperación en una persona tan serena y calmada como Llenn, le sorprendió bastante. Pensando lo que ella decía, ya como que entendía por dónde iba la cosa.

-Durante mucho tiempo mi corazón también fue cautivado por algo que no podía entender, pero gracias a tus palabras sé qué es. Karen-senpai... creo que puedes sentir cosas por mí-

Es simplemente lo que Alice relaciona con lo que a ella le ha pasado. Como dijo, Llenn está obsesionada con ella, pero no le gusta del todo. Como mucho podía admitir que, sí era bastante linda e interesante, pero nada hasta al punto de tenerle algún afecto romántico.

-Eso es interesante. Lo que has dicho podría ser acertado, Schuberg Alice. Pero, ¿cómo lo dices con tanta confianza? Siempre pensé que no eras humana. ¿Podrías ser una Diosa?- Dijo, mientras parecía estarlo pensando en serio.

-Solo soy una chica...- Respondió seria, aunque algo avergonzada.

-Tal vez podría ser eso lo que me gustó de ti-

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-¡¡¡Demonios!!! ¡¿Por qué justo ahora?!-

Caminando a la deriva por un sendero estaba Kirito, muy abstraído en sus pensamientos. Desde que dejó a Alice atrás, sus mejillas no han dejado de arder, y no paraba de sentirse extraño.

-"No es suficiente" Es lo mismo que no estar satisfecha, ¿verdad? ¡¿Verdad?!- Pensó tambaleándose -Es como si el beso no fue realmente bueno, ¡¿cierto?! ¡Aah!-

En eso, Kirito cae sobre sus rodillas dejando salir pequeños gritos agónicos, ya sin saber cómo enmendar su error.

-Me estoy volviendo loco. ¡Solo porque ella lo pidió...!- Pensó, sintiendo su corazón latir más fuerte -Ese era mi momento para olvidarme de todo y abrazarla... Tengo que ir a decirle esto a Alice. ¡No puede terminar así!-

-¡Oh! ¡¡Kirito-chi!! ¿¡A dónde fuiste?!- Dijo Yuuki a lo lejos -¡Te estaba buscando!-

Kazuto, sin darse cuenta, se terminó encontrando con el resto del grupo, quienes parecían estar algo preocupadas, o por lo menos así dejaba ver Rika...

-Ali-shi desapareció... ¿Por qué la perdí de vista?- Dijo agonizando la ojirosados.

-Relájate, Lamebotas-chan. Ya aparecerá- Dijo Hosaka, así sin más.

-¡¿Cómo que Lamebotas?!-

-La presidenta y Karen-senpai tampoco están. ¿Sabes algo, Kirito-chi?- Preguntó tranquila la pelimorado.

-¡¿Llenn-senpai tampoco está?! ¡Entonces sí fue eso!- Pensó nervioso.

Con ello, pudo confirmar que sus sospechas de que la pelinegra se acercaba eran ciertas. En eso, su teléfono empieza a sonar, cuando se fija mira que quien la llama es la reina de Roma, Llenn.

-¡¿H~Hola?! ¿Llenn-senpai?-

-Kazu-dono, en este momento estoy con Schuberg Alice. Hay algo que quiero hablar a solas con ella. Por favor, dile a las demás que se vayan adelantando-

-¡Es~Espera!-

Pero no hubo chance, ya que luego de lo dicho, Llenn cortó la llamada y ahí acabó todo. Las demás escucharon ese tono nervioso de Kirito, y ya empezaban a sospechar que algo no andaba bien.

-¡¿Está a solas con Alice...?!- Pensó abrumado.

-Kirito-oniichan, ¿acaso tu senpai se llevó a Alice-chan a casa?- Preguntó Hosaka, riendo casta.

-¡¿Se la llevó a casa?! ¡Claro que no! ¡Ambas solo están hablando en privado!-

-Seguro... Yo noté que esa chica parecía estar algo obsesionada con Alice. Justo en este momento el cuerpo y alma de Alice deben estar siendo investigados- Sonrió pervertida la bigotuda.

-¡¿Llenn-senpai investigando el cuerpo de Alice?!- Pensó muy asustado.

Si lo que quería era meterle miedo a Kirito, pues lo estaba haciendo muy bien, ya que el azabache en su cabeza se imaginaba algo como esto:

"-Te he estado observando hace muchísimo tiempo. Por favor, permíteme conocerte más hasta quedar satisfecha- Pedía Llenn, dulcemente.

-Muy bien. Ya que Kirito es insuficiente- Respondía Alice, jadeando por lo bajo."

-¡¡Llenn-senpai jamás haría algo como eso!!- Dijo nervioso e intranquilo -¡¿Y qué dijo Alice?! ¡¿Qué soy insuficiente?!-

Mientras decía incoherencias, también se golpeaba la cabeza contra un árbol ante la vista de todas, quienes pensaban que por fin se volvió definitivamente loco.

-¿Qué le dijiste a Kirito-chi?- Preguntó Yuuki, mirando de forma acusadora a Hosaka.

-Le dije que sería más inteligente si besaba al árbol- Respondió ella, con risitas.

-Deja de decir estupideces- Incrédula, la ojirojos le pegó un suave golpe en la cabeza -Ya sabemos que están bien. Así que creo que deberíamos volver a casa-

Ni modo, le tocaría volver a casa sin Alice. Sería buen castigo, para que a base de nervios e intranquilidad pague lo que vivió de tristeza y aburrimiento, la rubia de ojos azules esta noche.

-Qué bueno que la presidenta está bien, ¿verdad, vicepresidenta?- Dijo Ronye, riendo un poco.

-¡¿Tú también te burlas de mí, Ronye?!-

-Tu vida acaba de acortarse cincuenta años, Lamebotas-chan-

-¡¡Qué no me llames así!!-

Mientras ellas iban hablando en grupo, Kirito iba unos pocos pasos más atrás, pensando bastante impaciente por volver a estar con Alice. Verdaderamente, no podría sentirse en paz hasta que hable con ella lo más pronto posible.

-Quería creer que era una idea loca... pero cuando dijo que no era suficiente, obvio se refería a mí- Pensaba preocupado -¡Tengo que hablar con ella cuando llegue a casa!-

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-Buenas noches. Ya llegué a casa- Anunció la ojiazul, con su típica seriedad.

Al entrar a casa no encontró a nadie, lo más normal, pues ya era un poco tarde y a lo mejor todos ya estaban dormidos. Aunque vio lo contrario cuando entró a la habitación, y notó a Kirito de rodillas en la cama, aparentemente esperándola.

-B~Bienvenida, Alice- Dijo, aún nervioso -Pensé en ir a buscarte, ya que se estaba haciendo tarde-

-Karen-senpai te dijo que íbamos a estar hablando a solas- Respondió algo cortante.

Al menos comprende rápido que ella no está para nada contenta con lo sucedido esta noche, aunque fuese algo tarde para ello.

-Durante los fuegos artificiales... me fui bastante apresurado mientras aún hablabas...- Dijo él jugando, con sus dedos.

-No hace falta que te disculpes, ya no me importa eso. Por otra parte, ¿Podrías ayudarme con mi cabello? Mamá ya está dormida y necesito ayuda-

-C~Claro, sin problemas-

Bajó la mirada después de su respuesta. Esta vez no se trata de un obstáculo, sino más bien una reverenda estupidez de su parte que no tiene ningún remedio.

-¿Alice no está ansiosa?... Por qué yo aún lo estoy- Pensó bastante intranquilo.

No sabía del todo qué es lo que tenía que hacer. Él entendía que debía desamarrar las coletas de su cabello y listo, ya peinarla era algo completamente más sencillo y que ella podía hacer sin complicaciones. Así que a eso se dedicó, a trabajar con el cabello de su hermana.

-Oye, Alice, durante los fuegos artificiales cuando dijiste que no era suficiente...-

-No pasa nada. Ya lo he resuelto- Interrumpió, siguiendo siendo seria.

Cada vez siente como esa pequeña cuerda en la que se estaba balanceando tiembla más, si la cosa sigue así, se va a caer y no podrá volver a subir. Así que de impulso va y la abraza por la espalda, para su sorpresa.

-Kirito, déjame de una vez- Dijo, algo molesta, pero también nerviosa.

-Hay algo que quiero aclarar. Cuando dijiste que no fue suficiente, pensaba tontamente que podrías referirte al beso. Entiendo que te refieres a mí, entonces realmente pienso que está bien hacer estas cosas- Dijo sonrojándose -¿Qué piensas tú?-

Ambos estuvieron un rato en silencio, uno esperando la respuesta y la otra pensando en qué decir. Por un momento, él pudo sentir un ligero estremecimiento en el cuerpo de su hermana, cosa que le alegraba y le impulsaba a apretarla un poco más fuerte.

-N~No, no en este momento...- Respondió avergonzada -Pero si me besas otra vez, e~estaría bien...-

Después de lo dicho, Kirito la volteó suavemente y con mucha lentitud pegó sus labios a los de Alice, y le empezó a dar un beso calmado que a su tiempo se iba acelerando.

Lo que le hizo ponerse nerviosa a la rubia, fue que cuando ella con su mano iba a tomarlo de la nuca, él le agarró la mano y seguido la abrazó para hacer que quedara acostada en la cama, con él encima de su cuerpo.

-¡E~Espera, Kirito...!-

Y así, poniéndose un poco atrevido, metió las manos por su ropa para empezar a acariciarle su abdomen, y a besarla frenéticamente por el cuello, consiguiendo que la rubia se pusiera a temblar un poco y comenzara a jadear.

-¡Kirito! ¡Y~Ya me besaste! ¡Pu~Puedes parar!-

-No es suficiente...- Respondió en suspenso -Yo también me he estado conteniendo todo el día ¡Así que no es suficiente!-

-S~Si solo vas a estar acariciando y besando, e~entonces está bien- Dijo desviando la mirada, con tímidez.

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Al otro día, en la escuela...

-Supongo que soy el primero en llegar... como siempre- Dijo el azabache, suspirando.

-Buenos días, Kazu-dono. ¿Te divertiste anoche?- Preguntó una voz sombría.

Saltando para voltearse y pegando un grito, se encuentra con su amiga, la observadora atrás suyo. Anda a saber cuánto tiempo lleva ella siguiéndolo desde que llegó a la escuela.

-¡¿Cómo lo supis...?! ¡Espera! ¿¡Que estoy diciendo?!- Se dijo a sí mismo, perdido.

-Eres muy predecible, Kazu-dono. De todas formas, predigo también que es muy inseguro que lo que yo sienta por Schuberg Alice sea amor-

-¡¿Huh?! ¿Qué quieres decir?- Preguntó confundido.

-No sabría decir si me rechazaron. Ya que nunca creí estar enamorada de ella. Su existencia no es algo que yo pueda amar, diría que es algo que puedo... ¿Adorar?- Dijo, también confundida.

-¡¿A~Adorar?!-

-Además, he encontrado un nuevo objetivo que analizar y observar. El camino que ustedes dos comparten estimulará aún más sus corazones con reacciones desconocidas-

-Oye, espera... ¡¿Entonces si nos viste ayer?!- Preguntó sonrojado.

-Ahora no hace falta hablar de eso. Como las vacaciones de verano son cortas para ustedes dos, deberíamos acabar rápido con estas clases-

-¿Realmente podemos terminar tan fácilmente...?- Preguntó cansado antes de empezar

-Por supuesto, antes de que lo notes. Sería un desperdicio detenerse- Respondió Llenn, sonriendo sinceramente.

La amenaza ahora es una aliada, fiel y sincera.

(...)

Por otro lado...

-Oh, ¿fuiste al festival con el joven Schuberg?-

-Sí, hacía mucho calor y fue exhausto. La lengua aún me duele- Respondió fatigada, Hosaka.

En Saitama, en ese local donde solía trabajar Kirito, andaban dos rubios, Eugeo y Hosaka. Uno andaba cargando cajas con productos, mientras la otra estaba sentada frente al mostrador, tratando de leer un manga, pero los recuerdos del chile habanero la estaban matando.

-Hablando del joven Schuberg, ¿pudo entregar su regalo?-

-Bueno... durante el festival no usó el anillo, y su pareja se fue contra chica- Respondió riendo.

Eugeo quedó boquiabierto, totalmente sorprendido, y con mil preguntas. ¿Su chica se fue con otra chica? ¿No usaron el anillo? ¿Su enamorada resultó ser lesbiana? ¿Cómo está ahora? Etc. Obvio esto era falso, solo era Hosaka jugando demás.

-Lo llamaré y así tal vez tú puedes consolarlo- Dijo, soltando unas risitas.

-¡¿Qué?! ¡Espera...!- Respondió espantado el ojiverde.

-¡¿Qué?! ¿Se lo diste? ¿Y te fue bien? ¿Hablas en serio?- Dijo sorprendida la rubia, hablando por teléfono -Entonces todos podremos celebrar juntos-

-¡Menos mal! Te conozco... Me preocupas mucho, niña- Comentó incrédulo y aliviado.

Realmente ella no estaba hablando con nadie, solo fingía hacerlo para acabar con su juego, y estaba totalmente segura de que todo lo que decía era verdad. Esos dos están más unidos que nunca.

"-¡Quiero crear recuerdos contigo este verano, Onii-san!- Decía emocionada, Leafa, en una página del manga que leía Hosaka.

-Eres todo un caso, Leafa- Respondió sonrojado y riendo, su hermano -Yo también lo deseo mucho."

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Continuará.

Publicado: 10 de enero, 2022.