Capítulo 15: ¿Una rival? 2
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-Pero, ¡¿se puede saber qué haces?!- Preguntó al instante de separarse del beso.
-Compensar la interrupción de antes, Kirito-oniichan- Respondió, hablándole con voz tierna.
-¡¿Y si llega a vernos alguien?! ¡Yo no soy tu pareja!- Replicó conmocionado.
Mientras ella se reía tiernamente, Kirito palidecía. Alice se iba sintiendo cómo sus sentimientos se echaban de menos. A pesar de que en el fondo Hosaka no es malvada, ni es mala persona, Kazuto no se daba cuenta de que, aun así, había picardía dentro de ella.
Una manera muy peculiar de empezar el invierno, y la cercanía de la Navidad...
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-¡Quiero estar contigo para siempre...!-
-¡Te quiero, cariño!-
-Yo también, amor... ¡Casémonos!-
En la televisión estaban pasando una novela, y por lo visto la pareja principal de la historia se estaba declarando el uno al otro.
Realmente ni Kirito, ni Alice, le estaban prestando atención a lo que estaba en la TV, por alguna razón en el ambiente había un silencio incómodo desde que llegó a su casa.
Mientras Kazuto cocinaba, su hermanastra se había cambiado de ropa. Se había puesto su pijama, y estaba sentada en el sofá abrazando su oso de peluche. Ella tenía la mirada baja, aún pensaba bastante en lo que había visto hace unos minutos, y se preguntaba a sí misma por qué le tenía tan mal haberlo observado.
Kazuto desde la cocina, echó un vistazo a su hermana y más allá de su típica expresión, aun así se le hacía bastante tierna. Al mismo tiempo ambos escuchaban la confesión de la pareja en la televisión, lo que hizo que Kirito se sonrojara un poco mientras miraba incrédulo a la nada. Alice no le prestó mucha atención a eso, y seguía hundida en sus pensamientos.
-Somos hermanos, así que estaremos juntos, aunque no seamos pareja...- Pensó el pelinegro, un poco triste.
"¡Vaya romance entre hermanos!" "¿De verdad se ven futuro?"
Los recuerdos de Hosaka diciendo esas cosas le llegaban a la mente, y le ponían a dar vueltas a su cabeza sin parar. Era realmente algo que le ponía a pensar bastante, pero por ahora trataría de dejar eso de lado.
-Alice, la cena ya está lista- Dijo sonriendo, mientras llevaba los platos a la mesa.
Ella no respondió. Simplemente se levantó del sofá, se fue hacia la mesa, sentó a su oso de peluche en una silla, y ayudó a acomodar los manteles y traer los cubiertos.
-Incluso si empezáramos a salir juntos, no podríamos casarnos. Así que supongo que lo mejor es dejar las cosas como están ahora...- Pensó.
-Kirito...-
-¿Eh? ¿S-Sí, Alice?-
-En los resultados del examen, estás en el puesto 97- Dijo mansamente.
-¡¿Eh?! ¿En serio?- Reaccionó sorprendido -¡Espera! ¡Alice ha empezado una conversación conmigo...! Qué raro...- Pensó -¿De verdad? ¡Ahora el abuelo no puede quejarse!-
-Lo has hecho realmente bien- Dijo ella, tratando de ser seria como siempre.
-¡Todo es gracias a que me ayudaste, Alice! ¡Gracias!-
Ante la emoción de Kirito, ella no respondió. Simplemente se sentó en la mesa y procedió a comer su cena al lado de su hermanito.
Los minutos pasaron y ya ambos habían acabado. Mientras Kazuto iba a la cocina para lavar todos los platos y utensilios usados, Alice volvía al sofá a seguir encerrándose en su mundo.
-La cena de hoy estaba deliciosa- Comentó seria.
-¿Eh...? ¡Aaah! La he hecho con las recetas de mamá ¡Te enseñaré la próxima vez si quieres!- Respondió torpemente -¿Qué es esto? ¿Una nueva forma de tortura?- Pensó.
Kirito andaba respondiendo a lo tonto y al azar, sin pensar muy bien lo que decía. Todo porque era muy raro que ella esté hablando con él en una conversación más larga de lo usual.
-Alice quiere hablar conmigo, ¡tengo que mantener la conversación...!- Pensó -¡Ya sabes, Alice...!-
-¿Por qué has llegado tarde hoy a casa...?- Preguntó seria, interrumpiéndolo.
-¿Eh? Aaah, lo siento. Me encontré con una conocida, alguien a quien cuidaba hace unos años. Era algo así como mi hermana pequeña- Respondió un poco nostálgico.
Alice al escuchar eso, apretó una de las patas de su oso de peluche con sus manos. Ahora resultaba que esa niña, ante sus ojos, también era como una hermana para Kirito.
-Así que, aunque haya crecido la sigo viendo como una niña. Antes de darme cuenta estaba intentando protegerla otra vez- Comentó, riéndose un poco.
En eso, la rubia se levanta y se acerca a Kirito, solo se estaba fastidiando cada vez más, y estaba totalmente segura de que esa chica no le caería bien. Para la sorpresa del ojinegro, mientras él lavaba los platos, Alice lo abrazó por la espalda, rodeando su abdomen con sus brazos.
-¿Alice...?- Dijo desconcertado -¡¿Por qué me está abrazando?!- Pensó sonrojado.
Eso sí fue realmente raro, mucho más cuando Alice le había dicho que ya no deberían tener este tipo de acercamientos.
Muy contradictorio de su parte y extraño, ya que no es normal que ella cambie de opinión así nomás. Algo muy grande debe estarle haciendo cuestionarse a sí misma, y eso eran los celos que estaban surgiendo en ella.
-¿No íbamos a... dejar de hacer este tipo de cosas?- Preguntó, sintiendo el latir fuerte de su corazón.
Alice no respondió, más bien parece que lo ignoró, porque mientras Kirito con un trapo secaba un plato, ella lo abrazó un poco más fuerte y llevó sus labios a su cuello, para empezar a besarlo por su nuca.
Al momento el azabache se estremeció un poco, pero no habría tiempo para que tuviera un respiro y asimilara lo que está sucediendo. Alice estaba empezando a meter su mano por debajo de su camisa, deslizándola hacia adentro, y comenzando a tocar su abdomen con la yema de sus dedos.
-¡Hey! ¡Estate quieta...!- Reclamó al ponerse nervioso -¡Estoy sujetando un plato! ¡Esto es peligroso! ¡¿Qué pasa si se rompe?!-
Para su suerte, Kirito tuvo una chance de darse la vuelta y salirse de esa situación. Estaba muy nervioso con su cara sonrojada. Este comportamiento realmente no era nada normal en su hermana, quien se quedó callada un momento después de escuchar a su hermanito.
-Entre hermanos... Esto es algo normal, ¿verdad?-
-¿Eh...? P~Pues no lo sé- Respondió nervioso -No... ¡Definitivamente, no es algo normal!- Pensó.
Alice después de esa respuesta decidió dejarlo tranquilo. Realmente ya habían hecho cosas más subidas de tono, como cuando se bañaron los dos juntos, y esto no se le hacía muy raro.
Quería tratarlo con cariño a su manera de verlo, para que no fuera a dejarla de lado por esa chica. Lo mismo que hacía con ella; cuidarla, protegerla, darle cariño, y atención, lo hacía con esa supuesta hermanita suya, y no le gustaba para nada.
-¿Le ha pasado algo a Alice...?- Pensó confundido, viendo a su hermana irse a la habitación.
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-¡Kirito-chi! ¡Perdóname por dejarte ayer!- Dijo Yuuki, abalanzándose hacia Kirito.
Kazuto, para su sorpresa, apenas entró a la escuela y ya tenía una chica de cabello morado hablando innecesariamente alto, mientras le daba un fuerte abrazo.
-¿Estás bien? ¿Estás herido?- Preguntó, un poco desesperada.
-¡Est~Estoy bien!- Respondió incómodo, tratando de zafarse de Yuuki -¿Por qué estás tan preocupada? Andas muy rara desde ayer-
-Esa chica, Hosaka, no hizo nada raro contigo, ¿verdad?-
-¿Hosaka...? Me dio un beso cuando nos despedimos. Pero nada aparte eso- Respondió así nomás.
-¿Quéeeee?- Contestó palideciendo -Aaah... Kirito-chi ha perdido su pureza- Dijo Yuuki, entristecida -Ahora entre los dos yo soy la única que es un pan de Dios-
Tal vez y exageraba un poco, ya que Yuuki cayó de rodillas mientras hablaba muy dramática, como si hubiera fallado la misión de su vida. Si tan solo supiera que su supuesta pureza ya la había perdido hace mucho. Mientras tanto, Kirito la miraba incrédulo y algo incómodo.
-Hosaka siempre ha sido muy pegajosa conmigo- Dijo mientras recordaba ciertos momentos.
A la cabeza le venían unos cuantos sucesos de su infancia, de cuando Hosaka actuaba muy melosa con él. Como cuando sin razón alguna, ella logró meterse a su casa y dormirse junto a Kirito en su cama, quien no notó nada hasta el despertar de la mañana siguiente.
-Eres muy suavecito, Kirito-oniichan- Dijo ella en sueños, tiernamente acurrucándose en él.
-¡¿Cómo has llegado hasta aquí?!- Dijo el pelinegro, asustado y sorprendido.
O como cuando Kirito se estaba bañando, y a la ducha se metió Hosaka.
-¡Kiri-chan! ¡Me bañaré contigo!- Celebraba la ojos de ámbar, abrazando a su hermano.
-No vas a esperar ni a que termine, ¿verdad?- Preguntó conmocionado.
Para su suerte, esa vez sus genitales y los de su hermanita eran cubiertos por grandes cantidades de espuma.
-Ser besada por alguien que es prácticamente mi hermana pequeña, no es gran cosa...- Dijo algo incómodo después de recordar eso. De niño no le vio nada de malo como ahora.
-Entonces si tu hermana la presidenta... ¿te besara todos los días, no pasaría nada?- Preguntó sollozando tontamente.
-¡E~Es imposible que algo así pase!-
-Cierto... La presi no es del tipo de chicas que hacen eso- Respondió algo más seria.
-¡E~Exacto, Yuuki!- Contestó algo sonrojado y desconcertado -Alice y Hosaka... aunque las dos son mis hermanas, mis sentimientos por ellas son totalmente diferentes- Dijo en su mente, mientras pensaba en ellas dos.
-Bueno, ya en serio. No te estoy diciendo que te alejes de ella, pero no dejes que te meta en problemas- Habló Yuuki poniéndose seria.
-¿Problemas...? ¿Qué quieres decir?-
-Es que tú eres demasiado amable y bueno Kirito-chi- Respondió Yuuki incrédula y nerviosa.
Al momento, a sus espaldas se escucha un pequeño alboroto. Varios murmullos de personas hablando al mismo tiempo, reunidas en un solo lugar.
-¿Eh...? ¿Qué está ocurriendo?- Dijo Kirito, mirando a ver qué pasaba.
-¡Ah! ¡Estás aquí! Te he estado buscando, Kiri-chan- Dijo Hosaka, sonriendo y acercándose a ellos.
El pequeño escándalo se debía a esa rubia. Estando en esa escuela todo estaba mal con ella, desde su ropa, los auriculares que nunca se quitaba, su maquillaje para hacerse sus típicos bigotes de roedor, y que andaba masticando chicle, entre otras cosas.
-¡Hosaka! ¿Qué haces aquí? ¡¿No deberías estar en clase?!- Preguntó Kirito, sorprendido.
-No me respondías al teléfono, Kiri-chan. Así que he venido a verte- Respondió sonriendo -¡Quedemos esta tarde!-
Yuuki más que llegar a enfadarse o sentirse celosa, se sentía incómoda e irritada. Arrugaba los labios y achinaba la mirada con pesadez en su semblante. Ella por lo general es buena con todos, pero había algo en Hosaka que le ponía los pelos de gallina, y le desagradaba.
Son algo opuestas entre ellas, un ángel como Yuuki no se siente bien con un demonio como Hosaka a sus alrededores.
-Vale, vale. Ahora date prisa y vete- Respondió nervioso.
-¡Muy bien, Kiri-chan!-
-¡Hey, tú...!-
Kazuto palideció cuando escuchó esa voz. De eso mismo tenía miedo, que llegara Alice y viera a Hosaka allí dentro. Para que su mala suerte quede bien resaltada, justo se apareció la ojiazul estando ella sola, cosa rara, ya que siempre Ronye o Rika la acompañaban.
-¡¿Quién te ha dado permiso para entrar aquí?!- Dijo Alice muy fría y severa.
-¡¡A~Alice!!-
Hosaka más que sentirse intimidada al ver esa mirada de águila asesina de Alice; veía carne fresca delante de ella. La ojos de ámbar soltó una pequeña risilla y caminó para pararse enfrente de la presidenta, mientras esa sonrisa engreída no salía de ella.
-Aaah, tú eres la chica de la foto. La nueva hermana de Kiri-chan, ¿no es así?- Preguntó ella, sonriendo con total confianza -Es un placer conocerte, Alice-san-
La ojiazul tranquilizó su semblante, con ver cómo se comportaba esa niña entendía que ella era del tipo de personas que jamás podría reducir con su personalidad, o autoridad. Alguien que sin importar qué, si no eres su amigo, siempre te verá de igual a igual o incluso por debajo de ella.
-¡P~Perdóname, Alice! ¡Se va ahora mismo!-
El pelinegro le tapó la boca a su amiga, mientras se disculpaba nerviosamente con su hermana. Ambas quedaron incrédulas, Alice por ser otro caso más que involucraba a Kirito, y Hosaka por arruinarle su diversión.
-¡¡Siento darte tanto trabajo apenas comenzando el día!!- Se disculpó, para luego llevarse a su hermanita hasta la entrada.
-Eeh, aún tenemos que aclarar nuestros planes- Chilló Hosaka, mientras se ponía su capucha.
-Lo haremos luego. No podemos ser una carga para los demás-
Mientras ellos caminaban hacia la salida de la escuela, Alice logró escuchar eso, y no le gustaba para nada ese plan. Entonces los siguió para llamarle la atención a su hermanito.
-Kirito... Debo habértelo dicho cientos de veces ya, pero, está prohibido desviarse de camino a casa- Cuestionó Alice, seria.
-¡Ah, sí! ¡Y~Ya lo sé! Iré a casa y me cambiaré de ropa- Respondió, sonriendo nervioso.
Hosaka se aburría en exceso escuchando a esos dos hablar. Se puso sus auriculares para distraerse un poco, pero la pelidorado al notar eso, se paró enfrente de ella para verla frente a frente. Le deslizó la capucha y le bajó los auriculares, para la sorpresa de la rubia menor.
-Te estás pasando. Si tienes asuntos que atender aquí, pide permiso primero- Si las miradas mataran, ya estarían enterrando a Hosaka.
Luego de eso, Alice se pegó media vuelta y se fue de ahí, mientras que la chica de los bigotes la veía como si nada. Aunque le fastidió bastante que le quitara los auriculares para decirle esa tontería.
-¡Vamos! ¡Tienes que irte, Hosaka!- Dijo Kirito, nervioso -Nuestra presidenta es estricta incluso con los alumnos de secundaria-
Una vez Hosaka salió del instituto se volvió a poner sus auriculares, y se fue caminando de allí molesta por dentro, y seria por fuera. El tipo de personas como Alice le caían bastante mal, no le gustaba que alguien cualquiera como ella le dijera qué hacer o qué no puede hacer.
-Esa presidenta es una magnate de las reglas. Aburrida y vacía por dentro, no soporto a esas personas. Mucho menos que ella acapare a mi oniichan- Dijo seria, hablando con ella misma mientras seguía su camino.
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Ya una vez pasó el día de clases, Kirito fue a su casa a cambiarse la ropa. Hosaka y él fueron hacia un centro comercial, a ver qué se les ocurría hacer durante su salida como amigos; según Kirito, porque la ojos de ámbar lo veía como una oportunidad para seguir siendo melosa con su hermano.
-¡Kirito-oniichan!- Decía ella, tiernamente mientras lo abrazaba con fuerza.
-¡Hosaka! ¡No te me pegues tanto, que así no puedo caminar!- Se quejó algo incómodo.
-Pero es que estás muy calentito-
Ellos dos entraron a una tienda de variedades, mientras que la invitada de Kirito esperaba afuera sentada en una banca. Sí, Alice estaba con ellos, aunque no se involucraba en nada de lo que hacían, y solo iba leyendo un libro.
-Ah, qué lindo, ¿verdad?- Dijo Kirito, sonriendo mientras sostenía un pequeño dragoncito de peluche.
La presencia apática de Alice era algo a lo que Kirito estaba acostumbrado, pero Hosaka no, y realmente le irritaba.
-Dime, Kiri-chan, ¿por qué la has traído?- Preguntó seria al ver a la pelidorado sentada allá afuera.
-Uhm, hay una buena razón...-
-Como imaginaba- Dijo, interrumpiéndolo -Estás enamorado de ella-
-¡No! ¡Ya te he dicho que no es eso!- Negó, algo avergonzado y nervioso.
-Deja de negarlo...-
En eso, Hosaka toma de la mano a Kirito y la lleva hasta su pecho, para que con la palma de la misma le toque los senos por encima de su camisa.
-Lo que realmente quieres, Kiri-chan, es hacer cosas como esta con ella, ¿verdad?- Dijo mientras le sonreía maliciosa.
-¡No! ¡No! ¡Y no! ¡No quiero eso para nada!- Respondió sobresaltándose, y quitando su mano de ahí.
-Oh, vaya...- Comentó sorprendida -Si eso es verdad, entonces no es amor real. Porque el amor sin deseo sexual no se diferencia de nada a la amistad-
Esa idea le dio un fuerte golpe en la cabeza a Kirito. Él está totalmente seguro que ama a su hermana, pero en cuanto a su deseo sexual no se encuentra seguro. Más que no desearlo, no se siente listo, ni es lo que está buscando con Alice.
-¡Ah! Cierto. Desde que son hermanos no se les puede considerar "Amigos"- Dijo empezando a sonreír tiernamente -Pero no te preocupes, Kiri-chan...-
Al momento, Hosaka abraza a Kirito por el cuello y pega bastante su cuerpo hacia él, lo que llama bastante la atención de las personas que van pasando y lo ven muy obsceno, aunque Hosaka pasaba de todo eso y seguía sonriendo.
-Yo te quiero de verdad, Kirito-oniichan. También me acostaré contigo-
-¡Hosaka! ¡No digas esas cosas en público!- Respondió avergonzando.
-¿Eh? ¡Lo digo en serio!- Le replicó con ojos brillantes, y su sonrisa adorable -Desde que era pequeña he estado pensando en que...-
En eso, Hosaka nota algo. Kirito por el nerviosismo se sonroja y voltea a ver para otro lado, donde está mirando es justo hacia Alice.
Él la veía asustado de que pudiera pensar mal de lo que estaba pasando. No quería que ella malinterpretara esa escena y tanto era su temor, que el hecho de que Hosaka estuviera por besarlo de nuevo quedó de lado.
Alice, al ver cómo la chica de los bigotes abrazaba a su hermanito y se apegaba tanto a él, se enfadó, pero no podía ir allá a reclamar nada. No son pareja y ese no sería un comportamiento propio de ella, lo que solo dejaría más en claro que se está poniendo celosa.
Así que no le quedaba de otra que bajar la mirada, y simular seriedad mientras leía su libro, haciendo su mayor esfuerzo por ignorarlos.
Esto no pasaba debajo de la mesa para Hosaka, quien se sentía plato de segunda mesa. Quería ser cariñosa y amorosa con su hermano, pero él hacía la vista a un lado y se ponía a mirar a la chica que realmente le gustaba, ignorándola a ella.
-Kirito-chan... ¡Eres muy cruel!- Chilló la rubia menor, hablando decaída.
-¿Eh? ¿Hosaka...?-
La ojos de ámbar no dijo nada más, simplemente soltó a su hermano, y se pegó media vuelta para salir corriendo lejos de él. Ya era muy estúpido de su parte haber traído a Alice en primer lugar, mirarla a ella dejándola de lado era insoportable para Hosaka.
-¡Hosaka!-
Alice nota que la bigotuda se aleja de Kirito corriendo, y él quedó ahí parado, perdido viéndola irse.
-¿Qué ha pasado, Kirito?-
-Hosaka se enojó, creo...- Respondió confundido -Perdona, voy a ir a buscarla-
-Entonces te ayudaré. Será más fácil así-
-Lo siento... Déjame hacer esto solo- Pidió Kirito, sonriéndole -¡Espera aquí! ¡¡Ahora vengo!!-
Luego de la breve charla, Kirito empieza a correr por los pasillos del centro comercial, para averiguar hacia dónde se fue su hermanita, mientras su hermanastra se quedaba ahí parada, un poco perdida.
(...)
-¡Vete a la mierda, Kirito-chan!- Decía Hosaka, molesta y frustrada.
Ella había entrado a un pequeño arcade de videojuegos, y para tratar de bajar el enfurecimiento se puso a jugar con el juego perfecto para ello, el típico juego de aplastar la cabeza de topos con un mazo.
-¡Dije que quería que quedáramos nosotros dos! ¡¿Por qué has tenido que traerla?!- Se quejó, sumamente enojada.
-¡Oye, sí está molesta!- Dijo un chico cualquiera, riendo mientras la veía jugar.
-¡¡Apártate de mi vista!!-
En eso, la rubia le pega un golpe muy fuerte y desmedido a uno de los topos del juego, dejándolo bastante golpeado y abollado.
-¿Estás viendo eso? Ha pagado por el juego y ahora quiere que los enemigos desaparezcan- Dijo el amigo de ese chico cualquiera, incrédulo al ver eso.
-¡Esa desgraciada me molesta mucho de verdad!- Decía Hosaka, hablando consigo misma -Si lo que quieres es jugar, jugaremos las dos...-
Entonces, la de ojos ámbar voltea a ver a esos dos chicos que la estaban observando. Obvio ella muy bien sabía que estaban ahí.
-¡Hey! ¡Ustedes dos!-
-¡¡Oh, mierda!!- Dijeron ambos nerviosos.
Ambos chicos se asustaron, pero la rubia les sonrió coqueta y se acercó a ellos, con total calma para que no huyeran. Los abrazó a los dos por el cuello, pero ellos aún se sentían incómodos con esto.
-¿Puedo pedirles que me acompañen un momento? Les recompensaré por esto- Dijo Hosaka, hablándoles de forma algo seductora -Estaban mirándome las bragas, ¿no?-
Ambos palidecían cada vez más. En parte sí fue lo que les llamó la atención, ya que cuando Hosaka abanicaba golpes con bastante fuerza, alzaba las caderas y su falda dejaba ver sus bragas, aunque no fue a lo que más le prestaron atención.
Ya una vez con su plan en mente, ella volvió y como intuía, Kirito no estaba por los alrededores, solo estaba Alice, sentada leyendo su libro. Entonces se acercó a la rubia.
-Kiri-chan ha ido a buscarme, ¿verdad?-
Alice cuando alza la vista, se encuentra con ella, y mira esa sonrisa tan desmedidamente confiada y algo maliciosa. Le irritaba, pero no había nada que hacer.
-Me alegra ver que le importo más que tú, Alice-san-
-¿Has hablado con Kirito?- Preguntó ella, indiferente.
-Le he enviado un mensaje. Los hermanos necesitan hablar, ¿sabes?- Respondió Hosaka, sonriendo con aparente burla hacia ella -Así que le he dicho que podía dejar de buscar-
(...)
Kirito, volviendo al lugar de donde había partido la búsqueda de Hosaka, le llega justamente ese mensaje del que su hermanita hablaba.
"Lo siento Kiri-chan, voy a tardar un poco" Decía el mensaje de Hosaka, todo en buena onda.
-¿Dónde se habrá metido?- Dijo para sí mismo, confundido -Alice, Hosaka me ha mandado un mensaje, así que vamos a esperarla en...-
En eso, Kirito nota que Alice no está sentada donde la dejó esperándolo. Tampoco estaba por los alrededores.
-¿Eh...? ¿Alice? ¿A dónde fuiste?- Preguntó para sí mismo.
Hosaka le había pedido a Alice que se fueran a un lugar más privado para hablar a solas. Así que se fueron hacia el área de estacionamiento del centro comercial, donde no había prácticamente nadie.
-Aquí nadie nos interrumpirá- Sonrió la ojos de ámbar.
-¿Para qué querías que viniera aquí?- Preguntó seria.
-Dime Alice, ¿así que te haces la amable para atraer a Kiri-chan? Eres una zorra- Cuestionó ella, sonriéndole tierna.
Alice quedó algo boquiabierta y abrió los ojos desmesuradamente. Primero que todo, nadie en la faz de la tierra se había atrevido a insultarla en toda su vida. Segundo, lo que ella decía no era cualquier cosa, aunque quería seguir escuchando a ver qué tenía para decir.
-Ya me parecía raro... Kiri-chan nunca ha estado interesado en las chicas, nunca le importó tener pareja. Pero ahora, de repente, está perdidamente enamorado y encima es de su hermanastra-
Mientras ellos hablaban, Kirito empezaba a buscar a su hermana por el centro comercial. La estrategia de Hosaka es sencilla; si no puede hacer que Kazuto se rinda con Alice, hará que la ojiazul se rinda con él, ya que ella es más realista y sentimentalmente más débil que su hermanito.
-Kirito-oniichan es buena persona, y tú conseguiste que te aceptara totalmente, ¿verdad?- Dijo Hosaka, sonriéndole en la cara, cada vez siendo más perversa.
Alice la verdad estaba quedando conmocionada, y reducida por las palabras de la rubia, dudando en qué decir o cómo reaccionar.
-Pobre. La hermana trabajadora que solo busca resolver sus pequeñas dudas sexuales, pero todo lo que buscas es tu propia zona de confort. Lo cierto, es que crees que nadie haría nada por ti, ¿verdad?-
Alice por un momento apretó los puños, lo que dibuja una sonrisa en el rostro de Hosaka.
-¿Sabes? Te agradecería mucho que mantuvieras tus sucias manos lejos de mi oniichan- Concluyó, actuando más seria, aunque sin perder la sonrisa.
-¿Es todo lo que tenías para decirme...?-
-Así es, princesita. ¿O quieres que te siga diciendo tus verdades?- Respondió ella, sonriendo maliciosa.
En eso, Alice la agarra del cuello de la camisa, lo que hace que Hosaka solo sonría más. Aunque para su sorpresa, lo que la rubia mayor hizo no fue lo que esperaba. Le dio un casto y frío beso en los labios, sin sentir ningún tipo de gusto o placer ninguna de las dos.
-Con esto, los labios de Kirito vuelven a ser míos- Dijo seria, mientras la soltaba -Kirito debe estar preocupado. Así que me voy ya. Tú también deberías volver-
Y así, Alice se fue de ahí a buscar a su hermanito. Le valió totalmente todo lo que le dijo Hosaka y el beso no fue más que una advertencia, y declaración de que ella; nervios, envidia, o miedo, no le tenía.
La bigotuda cayó sobre su trasero después de eso. Al irse Alice, ella se acomodó sobre sus rodillas, mientras se tocaba los labios.
-Me ha besado...- Dijo, para luego soltar unas risas -Es más interesante de lo que pensaba...-
Luego de lo dicho, Hosaka se reincorporó y caminó hacia unos autos, donde detrás de estos había ciertos inútiles escondidos.
-Entonces, ¿y bien? ¿La tienen?- Les preguntó.
-Hemos hecho solo una... Porque no te ha golpeado como dijiste. ¿Está bien así?- Preguntó uno de ellos.
-¿Están practicando para alguna obra?- Preguntó el otro.
Estos dos chicos de antes, fueron convencidos por Hosaka para esconderse y tomar una foto de Alice golpeándola, aunque eso no fue lo que ocurrió. Su plan original era provocar que la rubia la golpeara, pero a cambio de ello, obtuvo un beso que fue capturado en cámara.
-Esta foto es perfecta...- Les respondió sonriendo maliciosa -Esto va a ser mucho más divertido de lo que esperaba. Buen trabajo, chicos. Muchas gracias-
Esperaba un golpe y obtuvo un beso, no fue lo que planeaba, pero resultaba mucho mejor. Esos chicos obtienen las fotos provocativas de Hosaka, y ella tiene la mayor arma para acabar con una relación que de por sí es muy frágil.
Con la bigotuda sonriendo para sí misma, este capítulo...
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Continuará.
Publicado: 10 de octubre, 2021.
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