capítulo 1.-La primera clase con ella
Las vacaciones habían acabado, era lunes 20 de agosto, un día que Kirito jamás olvidaría. Era el día en que conocería a la nueva profesora de letras en su escuela.
Kirito estaba recién poniéndose la corbata, su madre y su hermana lo esperaban bajando la escalera. Ese iba a ser su último año en la preparatoria.
Lo primero que hizo su madre al verlo bajar, fue reprenderlo por no tener bien puesta la cortaba, su hermana la arreglo. Ella no usaba corbata en su uniforme de mujer, pero sabía hacerlo por una comisión de diez pesos a sus demás compañeros de clase, quienes no sabían arreglarse la corbata estando casi en universidad.
Él no tenía ganas de nada, estaba desanimado, claramente volver a clases le daba una enorme pereza, algo que simplemente no quería. No tenía de otra.
-Al menos finge tener algo de ganas. –Le pidió su madre.
-Siendo así, "vaya emoción siento por regresar a esa cárcel, por estar sentado todo el día sin apenas poner atención". –Dijo él sin mucho ánimo.
-Es tu último año, esfuérzate un poco por lo menos.
-Si...eso intento.
Kirito no era el típico chico que todo le daba igual, no era el más guapo de su clase, él era una cosa normal. Lo que si es que tenía ese defecto: no solo decía lo que pensaba, no podía ocultarlo. Pero eso le daba un poco lo mismo ya que no eran cosas malas.
Era lo clásico en un chico que no sabe hacer con su vida: no prestar atención a la escuela, no hacer nada productivo en todo el día, pasar el tiempo con sus amigos haciendo cualquier cosa menos algo que sea de provecho.
Esa era una de las causas por las cuales sus profesores lo tenían "fichado". No era un vago, pero no le faltaba mucho para serlo.
Se había quedado de ver en el tren con su viejo amigo Eugeo. Ambos compartían el buen oficio de ser bastantes cabezas huecas en muchos sentidos, bastante amplios, por cierto.
-¿Qué hay de nuevo, colega? –Preguntó Eugeo mientras estrechaba la mano de Kirito.
-Nada nuevo, salvo que no quiero ir a la maldita escuela. –Contestó.
-¿No sabias que hoy entra una nueva profesora?, ¡nos va a dar clase de letras!
-¿Y? No es como que eso me entusiasme demasiado.
-Dicen que es casi de nuestra edad, el director nos advirtió a los chicos que no estemos como lobos sarnosos detrás de ella.
-¿No te mencione ya que las chicas no me interesan por ahora? –Kirito era muy indiferente ante los comentarios de su amigo. –Además ella no va a querer a unos mocosos como nosotros, las mujeres prefieren chicos más grandes.
-No te creas, tengo un conocido que es casi dos años menor que su novia.
-Me da lo mismo, solo entra al vagón.
Durante todo el trayecto que el tren hizo de una estación a otra solo se podía escuchar a Eugeo alabando a la nueva profesora que ni siquiera habían conocido, no sabían cómo era salvo el detalle de que ella era una mujer muy joven, con una edad algo cercana a la de los dos chicos que iban tomados de los tubos del tren expreso.
A Kirito le pesaban mucho los ojos, se sentía cansado por tener que madrugar. Durante las vacaciones solía dormirse a las dos de la mañana y despertar a las diez o casi once del día. El cambio de horario de sueño no le había venido muy bien en realidad.
Eugeo era un año mayor que su amigo, solo que él había reprobado un año, teniendo que recusar primero de preparatoria. De no ser por ello los dos muchachos nunca se hubiera conocido, Kirito no tendría a su único amigo.
En si las personas solían alejarse mucho de Kirito por su tendencia a parecer no muy sociable, casi no le hablaba a nadie, prefería estar solo ya que así era como se sentía verdaderamente bien. De ahí en fuera, salía de su escuela y se marchaba a su casa de inmediato, sin decir nada a nadie. Solo tomaba sus cosas y "vámonos de aquí".
Incomprensiblemente Eugeo era un buen amigo para Kirito. Nadie sabía la razón por la cual se habían caído bien. A lo mejor era el hecho de que ambos eran de espíritu aventurero. En pocas palabras eran dos pequeños hijos de puta que no se quedaban quietos por ningún motivo.
Se suele pensar que las personas calladas son siempre tranquilas. Kirito era todo lo contrario a tranquilo, pero podía llegar a ser callado y solitario.
Ya en la escuela se sentían dos tipos de ambientes: aquellos que estaban felices de regresar para poder ver a sus amigos...y los que ya estaban preguntando por cuantos días faltaban para salir nuevamente de vacaciones.
Kirito y Eugeo eran pertenecientes a segundo grupo. Eugeo todavía podía estar todavía entre los dos, ya que él tenía otros amigos aparte Kirito.
Ya todos estaban en el salón, Kirito había seleccionado la primera banca de la penúltima fila, la fila que estaba pegada a la pared. Eugeo estaba a su lado, en la última fila pero también en la primera banca.
Ambos solían platicar bastante, no lo demasiado para que les llamaran la atención pero si lo suficiente para poder no tan aburridos en todo el día.
La primera clase justamente era letras, los chicos estaban ansiosos por saber quién era la nueva profesora que se rumoraba era muy linda y muy joven.
Kirito miraba el reloj en espera de que el timbre sonara para el comienzo de las clases. Se sentía muy ajeno a la ansiedad de todos, tanto chicas como chicos, de conocer a la nueva profesora. El chico estaba, no sentado, desparramado en su lugar como siempre solía estarlo.
En eso, se escucharon unos tacones sonar en los pasillos del salón, Kirito no volteó y siguió atento en lo suyo, sin prestar atención verdaderamente a lo que estaba sucediendo.
Una chica se puso en frente de él, se notaba que era la nueva profesora pero no decidió ponerle atención a ese detalle.
-Siéntese bien. –Ordenó ella, a lo que Kirito de inmediato corrigió. –Buenos días alumnos, como ya sabrán, yo soy su nueva profesora de letras, la verdad esta es la primera clase que doy así que espero no ser tan mala.
-¿Creerías en un amor a primera vista? –Preguntó Kirito.
-No soy muy creyente de eso pero no dudo que pueda llegar a pasar. –Respondió Eugeo.
Desde ese momento, Kirito comenzó a creer en el amor a primera vista, por más que le costaba trabajo aceptar que ese tipo de cosas suceden muy a menudo.
-¿Cuál es su nombre, profesora? –Preguntó Yuuki, una chica que siempre era muy animada.
-A eso voy, señorita. –La profesora buscó en su bolso durante algunos segundos. –Bien, mi primera clase y ya estoy cometiendo un error...olvide mis plumones en casa.
Algunos alumnos rieron sin mala intención, pensaron que era un juego de la profesora con largo cabello castaño y ojos del mismo color.
-Tengo uno por si lo necesita. –Ofreció Kirito sacando un plumón negro de su mochila.
-Oye no. –Masculló Eugeo.
-¿Qué tiene?
-Gracias...¿Cuál es tu nombre? –Preguntó la profesora.
-Me llamó Kirito, me gusta que me digan Kirito. –Contestó en un tono cortante.
-Bien, ahora que ya tengo un plumón para poder escribir perfectamente, mi nombre es. –Balbuceaba la profesora al tiempo en que anotaba su nombre.
-¿Asuna...Yuuki?
-Sí, justamente ese es mi nombre. Lindo, ¿no? –Sonrió Asuna provocando una sonrisa más en el alumnado masculino.
La letra estaba medio mal hecha, se notaba que era la de un profesor no muy diestro en la escritura en el pizarrón. Algo completamente normal para una chica joven que inicia con su primera clase.
Asuna anotó todo lo necesario, la materia, lo que se vería durante el semestre, pequeños detalles como los criterios de evaluación. En fin, todo lo que los estudiantes ya saben, y saben muy de sobra.
-Y eso es todo lo que deben de saber. Hay una cosa que me molesta muy en particular y son las mentiras, ¡si alguno de ustedes me miente me va a conocer de verdad!
-Cielos, que carácter.
-Ahora a borrar todo esto. –Dijo Asuna.
-Ay dios... -Susurró Eugeo. Cuando Asuna trató de borrar el pizarrón, se dio cuenta que por más que lo intentaba no podía.
-¿Pero qué?... –Asuna revisó el plumón y se vio que éste era permanente. -¡Tu, a la dirección!
-¡¿Pero por qué?! –Se quejó Kirito.
-¿En verdad creíste que era gracioso jugarme una broma por ser nueva? ¡A dirección, pequeño malandro!
-¡Pe-pero yo no sabía que era permanente, en verdad no fue intencional!
-¿Qué dije acerca de las mentiras? –Asuna puso sus manos en la banca de Kirito, mirándolo furiosamente.
Ya en dirección, Kirito esperaba su castigo, aunque él en verdad no había hecho lo del plumón a posta.
-A ver si lo entendí...¿le jugaste una broma a tu nueva profesora con un marcador permanente? –Preguntó un hombre de unos 22 años.
-¡Profesor Klein, yo en verdad no lo hice con intención! –Se defendió Kirito.
-Sigh. Te creo, muchacho. No tendrías por qué jugarle una broma a tu nueva profesora aunque puedas llegar a ser un poco inquieto. Te pondré el reporte de todos modos, aunque no lo guardaré en el archivo. –Klein le guiñó el ojo a Kirito.
-¡Se lo agradez!...
-¡Shh, baja la voz! –Masculló Klein. -¡Lamento no poder ayudarte Kirito, estuvo muy mal lo que hiciste!
-¿Qué está haciendo? –Kirito miraba a su profesor con una cara de confusión.
-Sígueme la corriente si no quieres levantar sospechas, tonto. ¡Ya te dije que en verdad no puedo hacer nada!
-¡Por favor, en verdad se lo pido, profesor Klein!
-¡Esa es mi última palabra, ahora lárgate de mi oficina, pequeño demonio! –Klein sacó la lengua, guiñó un ojo e hizo su pulgar arriba.
Kirito fingió estar molesto, dando patadas al suelo mientras regresaba a su salón, en donde Asuna estaba terminando de anotar el mapa conceptual del día.
Al notar que el muchacho estaba en la puerta, Asuna solo lo miró furiosamente. No le dijo nada, simplemente le hizo un gesto para que pasara para que ella le firmara el "reporte".
Para ser el primer día de clases...las cosas comenzaban mejor de lo que Kirito pensaba. Tenía en mente que lo putearan los desgraciados de siempre o que Eugeo no llegara a tiempo a la estación de tren.
-¿Les queda alguna duda? –Preguntó Asuna con una sonrisa en sus labios.
-¡Sí!, ¿Por qué nos imparten esta materia si la hemos estado viendo desde primaria? –Preguntó Yuuki.
-¿Eso es una queja o?...
-¡No, para nada!...es una simple duda, creo yo.
-Puede que crean que saben todo, que pueden ya escribir y redactar perfectamente para ser chicos de dieciséis o diecisiete años, pero aún les falta mucho por aprender. Ahí es cuando entró yo a guiarlos por el poco camino que les falta.
-Gracias a Dios. –Dijeron los chicos.
-Oh, entiendo. Muchas gracias, profesora Asuna. –Yuuki se inclinó un poco para agradecer.
-Nos vemos en unas clases. Resulta ser que también soy profesora de historia. –Asuna vio nuevamente a Kirito desparramado en su lugar. –Y en cuanto a usted... ¡siéntese bien!
Kirito se enderezó de inmediato y acomodó las piernas para darle paso a Asuna, quien se notaba muy irritada con él, se le notaba hasta en los mismos ojos.
-Vaya que tienes encantos con los profesores, amigo. –Se burló Eugeo.
-¡Ah, cállate!
Cuando Asuna caminaba entre los pasillos se encontró a Klein, quien la saludó con la mano.
-¿Qué tal su primera clase? –Preguntó él.
-Hubiera estado bien de no ser por un niño desastroso. –Confesó ella.
-¿Kirito? Él es un buen muchacho, nunca llegué a llamarle la atención, creo que le estaba diciendo la verdad, profesora Asuna.
-No se notó en esa clase.
Quien diría que a pesar de tener una mala impresión de él, Asuna terminaría bastante contenta con aquel muchacho tan serio, que podía llegar a ser un poco juguetón de vez en cuando.
__________________________
Ok...para los que ya llevan un tiempo siguiéndome dirán "¿Un kiriasu? wtf man, ¿do you like a morirte" Bueno tal vez no tanto, pero si que sabrán que es algo raro de mi, puesto que en casi todas mis historias Asuna es una villana bastante desgraciada. En si solo hay un motivo para esta decisión: mayor audiencia. En pocas palabras me vendí a wattpad haciendo las historias que ellos quieren leer :v (ok a lo mejor exagero) pero la pareja más famosa de SAO es Kirito y Asuna, lo que me da la esperanza de tener una mayor audiencia, y si tu eres nuevo en mis historias: bienvenido, llegaste aquí para quedarte. En si las nuevas personas pueden leer los demás fics que estan publicados aquí, aunque no les guste mucho el ship protagonista déjenme decirles que les va a encantar. Y, para los que ya han leído mis fics, ¡vuelve a leerlos, ¿que esperas?, te gustaron tanto como a mi!
Bueno, en pocas palabras, sean bienvenidos los nuevos y los que ya me conocen pues ya saben cuales son los estándares de calidad, así que no quedaran decepcionados, (espero :v). La historia se estará actualizando todos los jueves sin falta.
Siempre tuyo:
-Arturo Reyes.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro