Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 5.-La obra de teatro.

Siendo ya los ensayos un poco avanzados, las cosas marchaban bastante bien, ya casi no había equivocaciones, las actuaciones se profundizaban más, etc.

Las escenas que Jun tenía con Yuuki eran muy de su agrado, siempre invitándola a algún lugar, a pasar el receso con ella...aunque ella siempre lo rechazaba.

No era por mala fe, en verdad rechazaba a Jun sin apenas darse cuenta, pensando que la preocupación de éste por la obra era bastante...pero ella siempre se encontraba estudiando para los exámenes o en alguna salida que tendría con Yuna.

Y justamente esa era la clave: Yuna. Por lo que, y a pesar de ser un poco de mala educación ya que Eiji y ella se la pasaban ese receso juntos, tendría que intervenir.

Eiji se encontraba molesto ya que Yuna le había dado un golpe en el estómago a Kirito en un arranque de celos...como era ya era normal.

Él exigía que Yuna debiera pedirle perdón a Kirito por su mal comportamiento, ella se negaba.

-¡Tienes que hacerlo! ¡No deberías ponerte así, no tienes autoridad para hacerlo!

-Hum...claro que tengo autoridad, ¿Quién es Kirito como para meterse con mi chica?

-¿Y qué hay de mí? Yo soy tu novio y deberías respetarme. –Eiji le jaló la oreja a Yuna. Jun llegó soltando una risita de incomodidad.

-Hola, quería preguntarles algo...es respecto a la música.

-Claro, ¿Qué necesitas? –Cuestionó Yuna con emoción, al conocer a Jun por la obra de teatro, no sentía pena al hablarle, no le era un desconocido. Cualquier cosa que tuviera que ver con música la tranquilizaba, por lo que Eiji dio un suspiro de alivio.

-Es respecto a la guitarra, tengo algunas dificultades en aprender una canción que quiero tocar. –El sueño de Jun era declarársele a Yuuki con una canción romántica tocada y cantada por él mismo. Sí que tenía buena voz para cantar.

-¿Cuál es esa canción? –Cuestionó Eiji.

-No se vayan a burlar, pero es una canción de anime.

-¿Te gustan esas cosas? Quien lo pensaría, la verdad es que no lo parece. –Confesó Yuna.

-La escuché una vez mientras iba caminando por la calle, me gustó mucho y por eso quiero aprender a tocarla, cantarla ya más o menos sé.

-Serás nuestro pupilo, joven Jun. –Eiji se levantó y tomo de los hombros a Jun. –Aprenderás mucho con nosotros.

-Eso espero.

La primera fase del plan de Jun ya se encontraba en marcha...ahora debía empezar a sacar la artillería pesada, buscando información vital en cuanto a Yuuki se refería.

Justamente ese día Kirito no se encontraba en la mesa del famoso cuarteto. Solo eran Yuuki y Eugeo, quienes comían y platicaban de la obra.

-¿Me pasas la ensalada de huevo? –Pidió Yuuki. Eugeo se la entregó de inmediato. -¿Y cómo va tu relación con Alice?

-He tenido ligeros avances...pero nada de lo que pueda jactarme. Creo que no he hecho nada sorprende que pueda contarte.

-¿Y cómo la has visto a ella? ¿Muestra interés en ti?

-Yuuki, me da pena hablar de eso...¿podemos cambiar de tema?

-No. Dime...y te ayudaré. –Para no levantar sospechas de sus sentimientos, Yuuki tenía que fingir que ella no se encontraba interesada en el muchacho, sino en su relación. Además ya lo había ayudado un par de veces en el pasado, una más era como si todo estuviera igual.

-¿M-me ayudarás? Bueno...la verdad es que la he visto interesada en algunas ocasiones y en otras no tanto...depende de la situación.

Conforme pasaba la plática con Eugeo, el corazón de Yuuki se llenaba de dolor. Naturalmente, el amor trae dolor, por lo que le molestaba sentirlo de forma tan rápida, dejando atrás el campo de rosas que era el enamoramiento de su joven corazón, que era la primera vez que experimentaba una cosa así.

Trataba de que la moral no se cayera por los suelos, recordar los consejos y los apoyos que le dio el profesor Klein era lo que la ayudaba a seguir adelante.

-Y a grandes rasgos eso es lo que sucede. –Al ver el rostro de Yuuki, ésta tenía los ojos lagrimeantes. –Hum ¿Estás bien, Yuuki?

-Sí, estoy bien. Le puse demasiado Wasabi a mi comida. Pica mucho. –En parte eso era verdad. Justamente, Yuuki había puesto Wasabi en su comida para que si Eugeo la provocara, cayera en el engaño...aunque ella lloraba por su roto corazón.

-Por eso nunca no le pongo picante a mi comida. –Eugeo abrazó a una lagrimeante Yuuki, quien se sonaba la nariz con una servilleta.

Aprovechando el abrazo, ella se entregó de forma verdadera, cerrando los ojos, sintiendo una enorme paz al sentir junto a ella al chico que le gustaba.

Él sentía los latidos desesperados de Yuuki, preguntándose si en verdad ella era muy sensible al picante, por lo que una pequeña risa también escapó junto con el abrazo.

-Pareces uno de esos gatitos llorando, me dan gracia y ternura. –Comentó Eugeo, acariciando la cabeza de Yuuki como si ella fuera un gato...uno muy grande.

-No te rías de mi... -Ella se aferró más al abrazo, sintiendo como si su corazón fuera un tempestuoso santuario de agua agitada, relajándose al momento en que un dedo hacía que todo se calmara.

-No me rio de ti precisamente, simplemente me parece una casualidad. -Separándose del abrazo, unas lágrimas bajaron por las mejillas de Yuuki, siendo limpiadas por los pulgares de Eugeo, quien sonreía con diversión y comprensión de igual modo. –Ya no le pongas tanto picante a tu comida si sabes que no lo toleras.

-Yo pensé que sí lo aguantaría...que patética debí verme.

-Todos queremos ponernos aprueba, así que no eres patética, Yuuki.

Tieze sorbía de su jugo con ligera molestia. Le daba otro pequeño ataque de celos al ver a Eugeo con otra chica...y una que no era Alice. Viéndolos abrazados, eso no podía representar nada para bien, pero al ver que la contraría de su senpai lloraba, fue que se calmó.

Lo más probable es que esa chica tenía algún problema y Eugeo solo quería consolarla, por lo que se relajó.

Claramente, Tieze nunca pensaría que ese problema era debido a un corazón en problemas y a un pretexto que tenía que ver con wasabi.

Ella tendría su lugar en primera fila para la obra de teatro, un pequeño regalo de su senpai. Su chaqueta era lo que dejaría como "reservado" ese lugar.

Tieze conocía la chaqueta de Eugeo, ya que en una ocasión durante las temporadas de lluvia, él se la había prestado para que no se mojara y no tuviera frío.

-Y eso es todo lo que tienes que hacer. Es complicado de explicarlo ya que sería mucho más sencillo si tuviera una guitarra aquí, pero espero me hayas entendido. –Explicó Eiji, quien sonreía.

-Lo hice...entendí lo suficiente. –Respondió Jun.

-Cualquier cosa de la que tengas duda, nos dices. Podríamos hacer un concierto de tres guitarras, eso sería muy bonito. –Continuó Yuna.

-Gracias, les mandaré audio de la canción apenas logré tocarla más o menos bien.

-Bien, esfuérzate y lo lograras, Jun. –Eiji le dio una ligera palmada en el hombro.

-Aunque tengo una duda, en este momento...

Jun se acercó un poco más a los dos tortolitos, dando a entender que ellos debían hacer lo mismo. Y justamente, eso fue lo que hicieron, se acercaron a Jun.

Yuna era la que más curiosidad sentía ¿Por qué tanto secretismo en algo que debía ser de todos, como lo era la música?

-Dinos...

-¿Saben si a Yuuki le gusta alguien? –Un disco rayado sonó en la mente de Yuna y Eiji al mismo tiempo. Nunca se esperaron una pregunta así, por lo que fueron agarrados "en curva".

-Hem...como su mejor amiga por siempre y para siempre...no me ha comentado nada al respecto, así que creo que no.

-¿Podrías preguntarle, por favor? –Pidió Jun.

-¿Ella te gusta? –Interfirió Eiji, llevándose una mano a la barbilla.

-Quizá, aunque siempre que la invito a algún lado se niega. ¿Saben si no le agrado o algo así?

-Le preguntaré que piensa sobre ti ¿De acuerdo? Tu tranquilo, si le cayeras mal, yo sería la primera en saberlo ¿Quieres que te arregle algo con ella?

-¡Por favor! ¡Te debería un favor muy grande, no tienes idea de cuánto!

Viendo la desesperación de Jun, Yuna sonrió malévolamente, aceptando. Ella, al no saber los verdaderos sentimientos de Yuuki, no sabía el error que cometía en ese instante.

Y, justamente hablando de Yuuki, ella se encontraba caminando hacía su casillero, pensando en las cosas del amor.

Estar perdida en sus pensamientos la llevó a tropezar con Asuna, quien se sorprendió al estar de espaldas.

-Perdón, profesora Asuna. –Pidió Yuuki con una sonrisa medio torpe.

-No hay problema, pero deberías tener más cuidado, Yuuki.

Ella estaba más distraída de lo normal por esos días, siendo un logro absoluto que no se le olvidaran las líneas del guion ni el temario de algún examen.

Fuera de eso, hasta para las cosas más simplonas se equivocaba, como escribir con lapicero rojo en vez de usar negro, eso hasta que el profesor de matemáticas se lo hizo ver, algo que lo confundió bastante. Yuuki siempre se caracterizó por ser una alumna muy atenta.

Al acabarse la clase, Yuuki guardaba las cosas en donde no iban, algo que le causó muchos problemas al tratar de encontrarlas de nuevo. El amor la tenía distraída al pensar en esas cositas bobas.

Curiosamente, Yuna, Eiji y Jun organizaban lo de la cita con Yuuki. Usaban lema bastante famoso: si nos organizamos todos comemos...en este caso, Yuna se iba a comer a Eiji y Jun a Yuuki.

Preparaban el terreno para darle esa noticia, quizá una pequeña falacia era necesaria para que al fin la cita se pudiera dar, diciéndole a Yuuki que ella y Yuna saldrían el día de mañana a una cafetería, pero al final iría con Jun.

-¿Y por qué te gustó Yuuki? ¿Fue de repente? –Cuestionó Yuna.

-Me enamoré de ella ya que vi su belleza más a detalle. Eso fue lo que pasó...¿suena tonto?

-Claro que no ¿Enamorarse de una chica al ver su belleza más a detalle? Creo que a Eiji le pasó lo mismo conmigo ¿O no?

-Exactamente, así que no es tonto. –Eiji le dio un beso en la mejilla a Yuna, ella sonrió de forma victoriosa.

-Bien...necesito consejos para tratar de conquistar a Yuuki ¿Qué me recomiendan?

-Háblale de la obra, pregúntale que le intereso de la misma, incluso pregúntale porque quiso ser Frida Kahlo. No le digas nada que no pregunte, y si no cede, entonces hazlo. –Explicó Yuna con una libreta en sus manos y unos lentes.

-Entiendo...eso creo.

Del otro lado del salón, más precisamente en la puerta, Eugeo y Tieze platicaban a un lado del mismo, en espera a la llegada del profesor de ambos. Como Tieze tenía clase con el profesor Klein, pues podía llegar unos minutos tarde sin problema alguno.

Los dos discutían algo muy parecido a lo que Eiji, Yuna y Jun, salvo que no lo hacían en secreto, aunque tampoco de forma abierta.

-¿Entonces si podremos ir a la cafetería, Eugeo-senpai? –Preguntó ella con mucha esperanza, incluso le brillaban los ojos.

-Claro que sí...¿aunque por qué quieres ir a tomar un café cuando aquí podríamos hacerlo perfectamente?

-Porque si es aquí en la cafetería sería como cualquier ocasión, me gustaría que esta vez fuera un poco más especial.

-¿Con que te refieres a "especial"?

-No es nada en específico, ¡vamos, no seas malo, Eugeo-senpai!

-Sigh. Está bien, Tieze, me convenciste ¿Mañana en la cafetería del barrio?

-¡Sí! Nos vemos en la salida, ahora tengo que ir a clase. –Tieze se fue corriendo para alcanzar la primera pared que vio, emocionándose mucho al ya no estar a la vista de su enamorado. Le hacía mucha ilusión esa salida a la cafetería.

En pocas palabras, tanto Yuuki, Eugeo, Jun y Tieze irían a la misma cafetería...en un contexto parecido. Yuuki iría engañada de la mano de Yuna.

Yuuki se acercó a Eugeo, poniendo su mano en el hombro del muchacho.

-¿Y ella quién es? –Preguntó, alzando una ceja.

-Una amiga, jeje.

-¿Y es tu mejor amiga?

-Tú eres mi mejor amiga, Yuuki. –El muchacho la tomó de las manos, sonriendo. –No llevamos mucho de conocernos a fondo, pero en verdad eres mi mejor amiga.

-Y tú, princeso, eres también mi mejor amigo.

-¡¿Eh?! ¡¿Cómo que princeso?! –Se exaltó el muchacho, mirando feo a Yuuki a la vez que la soltaba de las manos. Era muy tierno verlo enojado.

-Porque eres como un pequeño gatito. –La chica acarició los cabellos de oro de Eugeo, sonriendo. –Eres tierno, penoso y causas mucha gracia.

-N-no me agrada que digas eso. –Eugeo se ruborizó, mirando al suelo.

-A eso me refiero. –Yuuki se rió un poco, ocultando un leve dolor por ser nada más que "la mejor amiga".

Una nueva escena de la obra de teatro era terminada, todos miraban atentamente el momento en que Kirito golpeaba con un cartón la cabeza de Eugeo, quien se miraba las manos, gritando.

A vista de todos era algo sumamente increíble, era espectacular ver actuar a Eugeo. Incluso Tieze se quedaba algunas veces durante unos pocos minutos para verlo actuar.

-Oh Natalia...Sólo Dios sabe cuánto te amé.

-Bien, tomemos un descanso de cinco minutos y después continuaremos cuando la profesora Asuna le pega una bofetada a Kirito ¿De acuerdo? –Cuestionó Yuna.

-¿No te cansas de estar sentada, Yuna? No haces más que gritar, ¡una buena directora se la pasa haciendo señas a sus actores, dándoles formas de moverse! –Observó Asuna, dándole un pequeño jalón de orejas a la chica.

-¡Profesora Asuna, no me regañe, yo la quiero mucho, mucho! –Yuna se abalanzó sobre Asuna. Entre Jun, Eiji, Eugeo y Kirito se la quitaron de su abrazo "de sanguijuela". (Hierva mala nunca muere 😂😂😂😂)

-¡Ya quisiera yo que me abrazaras así! –Farfulló Eiji, dándole un zape a Yuna.

-Hum...que poco tacto tienes conmigo, ni siquiera porque soy tu novia.

-¡¿Con que derecho lo dices tú?!

Sentándose en una de las gradas, debido a que el ensayo era en el gimnasio, Yuuki dio un pesado suspiro. Quizá su participación no era muy extensa en la obra, sin embargo, vaya que le era un poco laborioso memorizarse los diálogos...en especial ya que se sentía muy distraída en esos días.

Otra razón por la cual la obra de teatro le resultaba pesada a Yuuki, era que tenía que estar cerca de Eugeo, mirarlo, sentir sus manos en su cintura y sus besos llenos de timidez...no le era fácil a ella tener que disimular la pena que aquello le daba.

Lo bueno es que, con la tutoría de Klein, no importaba nada, ya que los consejos de un idiota pueden ser bastante sabios, en algunas ocasiones.

Jun se sentó a un lado de ella, sonriéndole. Yuuki hizo una muy leve sonrisa debido a ese cansancio que tenía, no por ser forzada.

-¿Y qué tal te va con el papel de Frida Kahlo? –Preguntó él.

-Bastante bien. Mañana iremos a buscar mi disfraz en el centro de la ciudad. El profesor Klein nos advirtió que será un poco complicado encontrarlo.

-¿Por qué te interesó el papel de Frida? ¿Hay algo en especial?

-Me dio mucha curiosidad, además leí un poco del guion antes de decidirme si participaría o no...y pues ese papel me gustó bastante, ya conocía un poco de la obra de Frida Kahlo.

La muy pequeña plática que los dos tuvieron fue algo incomoda ya que era pregunta y respuesta por parte de Jun. Yuuki casi no se soltó durante la plática por lo exhausta que se sentía...además no tenía muchas ganas de hablar a Jun viendo como Eugeo reía con Alice, cosa que también la hizo sentir un poco triste.

Lo peor del asunto es que ella le ayudaría en esa relación, casi como guiando a otra persona al tesoro al que ella quería llegar, pero debía de ser así...no existía otra forma.

Ella debía ocultar lo que sentía, ni siquiera podía darse el lujo de contárselo a Yuna, que era su mayor y más confiable confidenta.

-Yuuki, Jun, vamos a continuar. –Eugeo le extendió la mano a Yuuki, por lo que le brillaron ligeramente los ojos de ver al chico que le gustaba tenderle la mano.

Al momento de tomarla y de levantarse de la grada, Yuuki nuevamente se deslindaría de dar sospechas, apretándole fuerte la mano a Eugeo, lastimándolo.

-¡Oye, me duele! –Se quejó él.

-Te aguantas. –Rió Yuuki, ahora dándole un leve jalón de oreja.

La escena de la bofetada que Asuna le daría a Kirito tras el papel de Silvia y Ramón, respectivamente, se repitió diez veces...en las cuales Kirito recibía una bofetada de verdad.

Asuna trataba de no dársela fuerte para que no se doliera mucho, aunque Yuna la presionaba en que debía ser ejemplar para que se pudieran acabar los ensayos.

En la décimo quinta bofetada, Kirito se hartó.

-¡¿Podemos acabar ya de una vez?! ¡Mi mejilla está roja de tanto golpe!

-No. Profesora Asuna, dele otra bofetada a Kirito, por favor.

-Lo haces a propósito ¿Verdad? –Intervino Alice, quien se rió ligeramente.

-¡No! ¿Cómo crees? –Respondió Yuna de forma sarcástica.

-¡Pasamos a la siguiente escena! –Farfulló Kirito, tallándose la mejilla enrojecida de tanto ser abofeteada.

Siendo por insistencia de Asuna, el ensayo continuó como sería de forma regular, fingiendo estar molesta con Yuna para que se pudiera proseguir...claro que ella aceptó al instante.

Todos estaban ya cansados, queriéndose irse a sus casas a descansar, aunque Yuna nunca se cansaría de ver a Kirito ser abofeteado, sufriendo.

Cuando Yuuki iba a retirarse tras despedirse de Yuna, Alice, Asuna...y Eugeo, Jun llegó con ella para despedirse de igual manera.

-Hasta mañana, Yuuki. Descansa. –Pidió él, tratando de crear alguna simpatía.

-Gracias Jun, nos vemos mañana. –Jun le dio un beso en la mejilla a Yuuki para despedirse, cosa que ella no respondió, sintiéndose ligeramente triste por sus asuntos del corazón.

Confundida y cansada ¿Qué podría ser peor que eso? Pues no tener a alguien con quien hablar, seguramente. Ella tenía la fortuna de que sí tenía a alguien, Eugeo la alcanzaba.

-¿Vamos juntos a la estación de tren? Kirito hoy se fue pronto ya que dijo que tendría algunos asuntos extra. –En realidad, Kirito se había ido con Asuna en su auto.

-Claro. Eugeo, ¿te puedo preguntar algo?

-Por supuesto.

-¿Sólo te vienes conmigo ya que no tienes a nadie con ir?

-¿Hum? La pregunta es un poco extraña, pero la respuesta es no. Hoy te dije que eres mi mejor amiga, me gusta pasar tiempo contigo, no lo hago por que no tenga a nadie más con quien hablar.

El alma se le encendió a Yuuki, comenzando a latir rápidamente su corazón. Aquellas palabras la hicieron sentir muy feliz, pero existía un detalle.

-Cuando Alice sea mi novia, no te dejaré como lo hace Yuna. Imagínate, ella pasará el receso con Eiji, Kirito se puede ocupar en otra cosa, ¿y tú te quedarás sola? No me agrada mucho la idea...eres mi mejor amiga, Yuuki, y los amigos no se dejan solos.

-Eugeo... -Ella comenzó a llorar, lanzándose para darle un muy fuerte al muchacho, el cual casi se cayó por la fuerza del impacto.

-¿Pero por qué lloras? –Cuestionó el muchacho, riendo por su confusión.

-Es muy lindo lo que dices...¿sabes lo que es contar con una persona incondicionalmente? ¿No te alegra saber que, pase lo te pase, alguien siempre estará ahí contigo? ¿Qué es lo que sientes de saber eso?

-Bu-bueno...siento muy lindo, es algo que tranquiliza mi corazón y me hace sentir infinitamente feliz.

-Eso es lo que yo siento con lo que me acabas de decir...gracias, tú también siempre podrás contar conmigo, pase lo que pase. Sólo esperemos que Alice no sea celosa y le disguste que los tres comamos juntos.

-Es-esperemos que no. ¿Me puedes soltar? Estamos muy...ju-juntos.

Como lo decía Eugeo, ambos quedaban frente a frente, abrazados, casi a un palmo de distancia entre nariz y nariz. La chica pegaba sus pechos al tórax de Juro, y él la tenía que tomar de la espalda para no hacerla caer.

-¡Lo siento! –Yuuki se separó del abrazo, ocultando su sonrojo al limpiarse las lágrimas y secarse los ojos. Quien de plano si tenía un rubor visible era Eugeo. Ella aprovecharía. -¿Te da pena que te abrace, rubio princeso?

-¡N-no me digas así! Me molesta mucho.

-¡Princeso, princeso!

-¡No soy princeso! –El muchacho engrosó la voz para verse amenazante, ella volvió a reír. Las cosas volvían a ser como antes.

Muy seguramente el mantener ese secreto amoroso oculto era algo malo, deseando recibir mejores consejos en lo que debía de hacer y cómo actuar, aunque no sabía cómo aterrizar algo así.

Klein, para suerte de Yuuki, era un muy buen confidente, no rebelando absolutamente nada a nadie...ya que la mayoría de veces olvidaba esa información, teniendo ella que recordarle sus problemas, en algunas ocasiones.

Eso claramente la molestaba, hasta que recordaba que no tenía a quien más contarle su secreto.

Siempre que Yuuki llegaba a su casa, lo primero que hacía tras comer y cambiarse el uniforme, era ponerse a leer las escenas donde actuaba junto con Eugeo, medio lamentándose de que no pudiera suceder esa escena donde ella se tenía que acostar encima de él para dar ese momento tan romántico.

Para su buena suerte, existía ese contacto de beso en la mejilla y la parte en donde se dejaba a entender que Trotsky y Kahlo habían hecho el amor, dándole risa la timidez de Eugeo al no querer gemir.

-Ay con ese chico...supongo que cada día me gusta más, quien sabe. –Pensó Yuuki abrazando el guion en la parte donde ambos se despedirían.

Curiosamente, pasaba más escenas con Eugeo que con Jun, quien actuaba como Diego Rivera. Existían dos ironías en ese aspecto, el primero de ellos era que Kahlo y Rivera eran esposos...y el segundo era que Rivera tenía sobrepeso y Jun era incluso más delgado que Eugeo.
______________________________________

Aquí es donde mataron a León Trotsky, ahora imagínense a yuyio sentado en la silla y a Kirito con un piolet detrás de él :v

NO MAMES GANÓ EL NORTE 😨😨😨

Esto me perturba un poco

Que bonita estuvo la ultima escena, sobre todo cuando Yuuki le dice su verdad a Eugeo, ese men es un princeso :v ya estoy corrigiendo el libro por que, a pesar de que me quedó bueno, casi no se hace énfasis en el yuukigeo, y eso de ¿what? No tiene mucho sentido :u
Nos vemos en una semana.

Siempre tuyo:

-Arturo Reyes.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro