Capítulo 11.-No por un simple amor...
Lo que eran Yuuki y Jun fueron a ver la película, lo cual emocionó bastante al segundo de ellos. Durante toda la película, Jun se la pasó perfectamente.
Ya al salir de la función, ambos iban platicando del tema. A pesar de que la conversación debía ser el menester de sus asuntos, Jun no dejaba de ver esa sonrisa y en ese arreglar de cabello, que era algo que simplemente no podía describir por lo hermoso que era.
-¿Y a dónde vas? –Preguntó Yuuki, sacando de sus pensamientos a Jun.
-¿Eh?
-Te pregunté a dónde vas. Como aún es temprano, iré con Eugeo ya que mañana es nuestro aniversario pero no puede salir mañana.
-Y-ya veo...¿Quieres que te acompañe para que no vayas sola?
-Si no tienes problemas. No queda muy lejos de aquí, por eso accedí a ir al lugar donde nos íbamos a ver, de lo contrario me hubiera dado un poco de flojera y le pediría que pasara por mi. –Yuuki finalizó con una risita.
En los primeros minutos de trayecto, jun pensaba si era buena idea preguntarle a Yuuki como iban las cosas con Eugeo. Temía en recibir una respuesta que le destrozara el corazón al escuchar de los labios de la chica que todo iba perfectamente.
No obstante, eso resultaba muy arriesgado ya que ambas probabilidades eran latentes, más una que la otra.
La mitad faltante del camino fue algo más relajada, Yuuki sacó plática referente al aniversario escolar. A ellos dos, y a casi toda la academia, les tocaba decorar ésta para el festejo. Ella seguía insistiendo en que era buena que Jun participara aprovechando el pequeño concierto que darían Yuna y Eiji, ya que todavía estaba a tiempo.
-No lo sé. Sigo sin estar totalmente convencido de que sea buena idea. –Declinó Jun, entonando un poco la voz para hacer más notorio el hecho de que no se sentía seguro.
-No seas miedoso. Me gustó como tocaste esa vez, sonó muy bonito. Igualmente, ya te había dicho que solamente debías verme a mí para no ponerte nervioso, ese es un truco psicológico muy bueno. –Yuuki golpeó suavemente con su codo el hombro de Jun para tratar de convencerlo.
-Me lo pensaré...
Al llegar al lugar donde Eugeo citó a Yuuki, los novios se abrazaron. El muchacho saludó a Jun con el saludo militar.
-No me dijiste que Jun iba a venir. –Sonrió Eugeo, estrechando la mano del susodicho.
-Pidió acompañarme. Ambos fuimos al cine a ver una película de estreno ¡estuvo genial! –Exclamó Yuuki mientras agitaba a Eugeo de los hombros.
-Ah, ¿es de la que platicaban en el receso? –Cuestionó Eugeo, con los ojos revueltos.
-Dejaré sola a la pareja. –Jun se despidió de mano de Yumei. –Hasta el lunes. –Al despedirse de Yuuki, esta vez fue de beso en la mejilla, algo que hizo que Eugeo enchinara los ojos.
Cuando el chico se retiró, él de lo dio un pellizco a Yuuki, quien le reclamó de inmediato.
-¿Por qué vas al cine con alguien a quien no le hablas muy a menudo y no con tu novio?
-Es que él me invito. Además tenía pensado en que fuéramos a ver la misma película...pero Jun te ganó. –Rió Yuuki. A Eugeo eso no le hizo mucha gracia.
-Sigh, si te gustó mucho la película, quizá podríamos ir la próxima semana. –Él se llevó del brazo a Yuuki, sonriéndole. Era hora de la cita personal de esos dos.
Quizá no hayan sido las grandes horas las que Jun disfrutó junto con Yuuki...sin embargo, las que tuvieron, fueron muy bien aprovechadas. Si conseguía, a pesar de no poder saberlo, que Yuuki recordara esos momentos durante la noche, antes de irse a dormir, para él no existiría una mejor victoria.
Victoria que no era tan victoria, en realidad. Los dos tortolitos comían un helado, sentados en un parque público mientras miraban el atardecer. Se tomaban de la mano.
-Me recuerda a algo...¿a ti no? –Preguntó Yuuki.
-¿Nuestro primer helado juntos? Si te soy sincero, comprarte ese bollo de crema y ese helado me dejó sin dinero y me tuve que ir caminando a mi casa.
-¿Por qué hiciste eso? –Ella se notaba muy asombrada, pero para mal. –No me hubiera molestado si me pedías dinero para el tren.
-Yo quería...hacerte pasar un buen rato. Aun no me enamoraba de ti, pero siempre fuiste tan buena amiga. Ahora ya sé por qué eras así conmigo. –Eugeo le sonrió a Yuuki para acercarse y darle un beso en los labios, uno que duró tres segundos. –Sabes a rosas.
-Y tú a chocolate. –Rió la chica.
En sí, ella se compró un helado sabor a "rosas" y él, uno sabor a chocolate. De ahí que se dijeran eso.
-¡Eres un princeso de chocolate! –Se burló la chica, en un tono un poco infantil.
-Oye...ya no soy tan "princeso". No soy tan tímido como antes.
-Y eso me dice...¿Cómo me prefieres? ¿Cómo amiga o como novia? –La chica le dio un beso de patito a Eugeo.
-Como ambas. Seas mi novia o mi amiga...siempre... te amaré.
-Cariño... -Yuuki le dio un beso, pero uno bien dado. Ambos se concentraron en esa acción...que el helado se le cayó a Eugeo.
-¡No! ¡Mi helado! –Gritó él. Yuuki se partió de la risa, llegando hasta el punto de llorar por esa razón.
-Compartamos el helado, ¿o te dan asquito mis babas? –Ella soltó una pequeña risita tierna. El muchacho torció los ojos.
-Si me dieran asco, no te besaría. –Eugeo se desquitó de Yuuki comiéndose de un solo bocado el helado de rosa. –Hum, sabe muy bien nuestro helado.
-¡Oye! Pero tenías que parecerte al profesor Klein.
La cita continuó tras el helado. Ambos paseaban por el parque, tomados de las manos, admirando el bello paisaje que tenía por delante.
Los rayos anaranjados del sol se mezclaban con los grandes edificios de Tokyo, incluso con los grandes árboles del parque, lo que causaba la impresión de que eran uno solo.
Con ambos tortolitos viéndose a los ojos, se sonrieron, dándose un beso más.
De regreso en casa, Yuuki entraba anunciando su llegada. Su hermana la miró, desde las escaleras.
-¿Dónde estabas, hermana? –Preguntó Aiko.
-Por ahí, con una amiga.
-Hum...
Pronto fue que los mensajes de su celular comenzaron a llegar. Eugeo le preguntaba si ya había llegado a casa. Cuando mando el mensaje, él seguía en el metro, faltándole poco para llegar.
Kirito también le había mandado mensaje contándole una linda anécdota con la profesora Asuna, la cual a ella le encantó.
Ni hablar de Yuna, le mandó varios mensajes, preguntándole como le fue en su cita de aniversario. Y por último quedaba Jun, quien le preguntaba algunos detalles de la película.
La chica sonrió...le gustaba la idea de tener alguien con quien compartir su opinión de la película.
Ya era el día siguiente a primera hora de la mañana, la hermana de Yuuki la despertaba, agitándola violentamente del hombro. Ya se le hacía tarde.
-Vamos, Aiko...déjame dormir un rato más. –Se quejó Yuuki al haberse desvelado mensajeando con Jun respecto a la película, existían muchos detalles interesantes.
-¡Pareces un oso invernando, así que ya levántate de una vez!
-Hum...
Ya para el lunes, la profesora Asuna se notaba muy apurada. Kirito iba detrás de ella, ayudándola en todo lo que le fuera posible. Era como su secretario...no obstante, los más cercanos a esos dos sabían a que se debía tal acercamiento.
Para sorpresa de nadie, esas prisas se debían a algo relacionado con el aniversario escolar. No se sabía de forma exacta que podía ser, ya que habían tantas cosas que se debían organizar, que podía ser cualquiera de las mismas.
-¡Vamos Kirito, date prisa! ¡Aún tenemos que llevar algunos oficios al director! –Apuró Asuna, quien hacía sonar sus tacones al caminar.
-No es tan fácil cuando cargas toda una pila de papeles en tus brazos. –Efectivamente, Kirito llevaba en brazos muchos documentos y papeles que requerían aprobaciones y ser leídos por Klein y por el director.
Mientras el director sí se haya preocupado y también muy atareado con las cosas del aniversario...Klein dormía en su oficina con una dona en su escritorio y el café a medio tomar. Según él se había servido el café para no quedarse dormido.
Cuando Asuna y Kirito entraron a la oficina, claramente a ambos les dieron ganas de reventar a golpes a Klein por no hacer nada y por quedarse dormido.
-¡¡¡Profesor Klein!!! –Gritó Asuna.
-¡Dime donde carajos está la cuarta parte de El Capital, Friedrich! –Tanto Asuna como Kirito, se le quedaron viendo raro a Klein. –Ah, son ustedes.
-¿Qué estaba soñando, profesor Klein? –Cuestionó Asuna con un tono de no querer saber.
-Ham...prefiero no ondear en el tema, jeje.
-Tch. Necesitamos su ayuda, profesor inútil para que se autorice un baile como parte del aniversario escolar ¡a ver si no se le quema la oficina por hacer eso, demonios! –Farfulló Kirito, quien se encontraba más molesto.
-Sí, ya, ya, ya. Dame eso. –Klein firmó el papel sin haberlo leído. –Ahora debo regresar al trabajo. –Klein se sentó de nuevo, comenzando a roncar.
Asuna y Kirito lo vieron nuevamente...con ganas de ahorcarlo hasta matarlo.
-Sigo insistiendo como es que no lo han despedido. –Se quejó él al tiempo en que se daba una palmada en la frente.
-Yo tampoco, pero no me quejo. –Confesó Klein.
Ya con la firma de Klein, solo faltaba la del director, quien atendía a Tieze. Ella le contaba de una pequeña propuesta que tenía su salón, era respecto a la decoración de éste.
Cuando acabó de hablar con él, fue caminando por los pasillos, caminando amargamente por el lugar donde Eugeo sostenía la mano de Yuuki al tiempo en que ambos iban a la máquina expendedora a comprar algún jugo.
Se toparon frente a frente, él la vio con algo de melancolía y tristeza. Nunca se explicó por qué Tieze comenzó a evitarlo y a apartarse de forma tan repentina. Sospechaba más o menos la razón...sin embargo, nunca estaría seguro.
Y, en cuanto a ella, simplemente desvió la mirada hacía el suelo, tratando de que su tristeza no se hiciera tan obvia.
-Dame un momento. –Pidió él, soltando la mano de Yuuki y yendo para caminar a la par de Tieze.
Al notarlo, Tieze aceleró el paso para tratar de dejar atrás a Eugeo, pero no pudo.
-¿Hice algo que te haya molestado? –Cuestionó él, rebasando a Tieze y poniéndose frente a ella.
-¿En verdad me lo preguntas? No sé si te estás burlando de mi o que te pasa.
-¿Es por qué rechacé tus sentimientos? Me sentía destrozado por dentro...siempre te vi como una amiga, Tieze, no como algo más. Yuuki...a ella la amaba sin darme cuenta hasta ese día.
-¿Te costaba tanto decírmelo?
-No me diste oportunidad...y no sabía que fuera por eso. No te desprecié, me sentí muy halagado de que me dijeras lo que me dijiste...y de que me hayas, bueno ya sabes... -El sonrojó de Eugeo sólo hizo evidente que sus palabras eran verdaderas.
-Sigh. Está bien, Eugeo-senpai...te perdono. La verdad es que me sentí muy dolida porque me hayas mentido. Dijiste que querías pasar toda tu vida con ella, y llegaste con una nueva novia al día siguiente.
-En eso te equivocas, Tieze. –Eugeo se acercó un poco su oído, susurrándole algo. –Aun quiero pasar el resto de mi vida con Alice...
Ella se sorprendió bastante, Eugeo miraba apenado ya que esa verdad lo hacía sentir como un farsante y un imbécil. Ya no se podía echar para atrás, no cuando era tan feliz, salvo esa espina en el corazón que no se había logrado sacar.
Para el baile las cosas eran buenas, ya se tenía el permiso y sería al acabar la ceremonia del aniversario. Ese momento podría resultar idóneo para los planes de Jun...
Siendo ligeramente observador, Jun se pudo percatar de que Eugeo siempre suspiraba y su rostro se ruborizaba de forma muy ligera siempre que miraba a Alice...¿No había superado ese amor?
En el transcurso de la semana, Yuuki y Jun se juntaban un poco más, algo que incomodaba un poco a Eugeo. No sentía celos, pero no podía pasar eso por alto, como si nada estuviera pasando.
Y no se hubiera atrevido a poner un alto hasta el momento en que vio a Jun tocar el hombro de Yuuki de forma un poco comprometedora, recorriendo sus dedos hasta la mano de ella.
De entre todos los "gestitos" ese sí ya no le pareció normal, aunque no se lo iba a reprochar en el momento ni tampoco se iba a quejar con Yuuki. Ella también era muy extrovertida, tocándole el pecho a Kirito o, a veces, de la mano para llevarlo a un sitio si tenían prisa.
No obstante, una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. Kirito era amante de Asuna, y él era muy buen amigo de Yuuki...y Jun era alguien relativamente cercano.
Era una de esas tardes en que acababan de hacer el amor. Eugeo aun besaba a Yuuki estando sobre ella. Su contraria soltó una pequeña risa.
-Ya acabaste ¿Por qué insistir?
-Hoy quiero amarte un poco más de la cuenta, eso es todo.
-¿Qué habrás estado viendo estos días? ¿Una de tus revistitas? –Yuuki ahora sí que se soltó a reír. Él se quitó de encima, sentándose en la cama.
Notando que Eugeo se notaba muy pensativo, ella detuvo sus risas, preocupándose de forma ligera al tiempo en que se tapaba la desnudez con la colcha de la cama.
Ambos se vieron a los ojos. Se sentían preocupados, por igual.
-Oye Yuuki...¿tú me amas? –Preguntó Eugeo con un tono que lo hacía parecer pedir piedad en vez de una respuesta.
-Claro que sí. Te amo con toda el alma ¿Por qué preguntas?
-Es por Jun. No tengo celos, confío en ti lo suficiente para saber que no me engañarías con él...pero me siento incómodo.
-Vamos, cariño. –Yuuki se acercó y le dio un beso en la mejilla. –Hasta para mí fue algo repentino que se acercara así de la nada, pero yo solo lo veo como un amigo.
-¿Solo con un amigo?
-Claro que sí. Me cae muy bien, sin duda es un buen amigo. Siempre tenemos temas para conversar, películas que nos recomendamos, en fin.
Ante la para nada buena explicación de Yuuki, Eugeo la miró con cara de ¿Wtf? Teniendo que soportar una risa de ella y que además le jalara la mejilla.
-No le encuentro la gracia a todo este asunto.
-Yo sí. Y esa es que solo te amo a ti y a nadie más, por más cosas que tenga en común con otro chico.
-Sigh. Eso me hará dormir tranquilo esta noche.
Aquel baile sería en parejas, siendo seleccionadas al azar por la profesora Asuna. Ella quería que salieran Yuna y Eiji y Yuuki y Eugeo.
No obstante, solo una de sus cuatro esperanzas salió de ese azar...
Yuuki iba a ser parte del baile, que sería en honor al fundador de la Academia de Adachi. De cualquier forma, como un evento cultural que no era mala idea.
Lo que le fastidió un poco a Eugeo, fue el hecho de que su pareja de baile era Jun. De entre los diez hombres que eran, tenía que tocar él.
Se tomarían de las manos, él la tomaría de la cintura, estarían bastante juntos...eso provocaba que Eugeo se sintiera muy enojado con la vida y con la suerte.
Que si de por sí, no le tenía un muy gran aprecio a Jun...ahora menos. Sin embargo, no debía enojarse ya que eso lo haría ver como un inmaduro y que no tenía confianza en Yuuki cuando, claramente, sí que la tenía.
Trataba de verse maduro cuando la realidad es que no era. Habían pasado ya tres años desde lo de Quinella y, aun así, Eugeo era mismo chico inmaduro en el amor de aquel entonces. Su único avance era quitarse la pena de ver a una mujer desnuda...y eso no es mucho de lo que jactarse, la realidad.
Los ensayos eran a puerta cerrada en el gimnasio académico, siendo instruidos por el profesor de educación física. Asuna quería participar...aunque eso le quitaría tiempo con su joven amorío, por lo que prefirió desistir y dejar el asunto en manos de otra persona.
Como eran "a puerta cerrada" nadie podía entrar. Eugeo se comías las uñas y rasguñaba la puerta ya que él quería ver cómo era el maldito baile para tranquilizarse si no había mucho "toqueteo" por parte de Jun hacía Yuuki.
Cómo un íntimo secreto, Yuuki y Jun se la pasaban muy bien ya que el baile era bastante movido y alegre, algo que los hacía reír a ambos.
La situación seguía siendo demasiado temprana para poder robarle el beso a Yuuki ¿Cuándo sería el momento? No era muy fácil de definir.
Pese a lo que Eugeo le comentó aquella tarde donde ambos terminaban de hacer el amor, Yuuki tenía su confianza ya bastante desarrollada con Jun. Tajantemente no era lo mismo que con Kirito, ya que a él sí que le tenía muchísima más confianza al ser un amigo de ya hacía un año. Jun apenas se había colado de forma convincente unas pocas semanas atrás.
Yuuki sonreía de forma amplia y sincera mientras observaba a los ojos a Jun. A su vez, él la tomaba de la mano, teniendo su brazo pegado a la espalda y un poco la nuca de ella. Se la pasaba tan bien, que cerraba los ojos al a vez que sonreía.
La pieza era un jazz rítmico, jazz "de negros" dirían antiguamente los estereotipos raciales. Pero "de negros" o no, aquello era degustable para cualquier color de piel, haya quien lo haya compuesto.
Acabando el pequeño ensayo, los dos respiraban profundamente ya que ese baile era cansado, requiriendo de su esfuerzo.
-Divertido ¿No es así? –Cuestionó Jun, sonriendo y jalando aire por la nariz.
-Así es. –Confirmó ella a la vez que recargaba sus manos en sus rodillas. -¿No te sientes cansado?
-No mucho. Podría continuar un rato más.
-Yo no. –Suspiró ella, caminando hacía las gradas para desparramarse en las mismas. –Me siento tan exhausta.
-¿En verdad? ¿Haces muchas cosas entre semana?
-En realidad no hago mucho. Aun así me agota bailar, pese a que me gusta hacerlo.
Lo que Yuuki no contó fue que ese cansancio se debía a que llevaba toda la semana haciendo el amor con Eugeo. Con todas las tardes de la semana disponibles y la casa de Yuuki más sola de lo normal, amarse un poquito de más no sería molestia alguna para ambos.
Siempre lo hacían durante dos horas, que era lo justo antes de que llegaran sus padres. Ya era jueves, por lo que ocho horas de ese "ejercicio" ya tenían más agotada de lo normal a Yuuki, quien, justamente, haría el amor con Eugeo esa misma tarde.
Era curioso, casi lamentable, como es que mientras Jun planeaba su siguiente jugada para conquistar el corazón de Yuuki, Eugeo le hacía el amor a ella.
Saliendo del gimnasio, todavía quedaba la mitad de las clases y unos quince minutos del receso, así que el tiempo era contado.
Eugeo platicaba con Kirito. Alice pasó por la mesa de ambos y el primero de ellos suspiró como lo haría en quinto semestre: de puro amor y nada más.
Como Kirito se encontraba tan ocupado comiendo fideos, no se percató en lo más remoto de ese detalle, obviándolo por completo. Llegando Yuuki, Kirito se apresuró a comer, finalizando con una pequeña menta.
-Los dejo solos. Yo tengo mis "asuntillos". –Sonrió él de forma campante.
-Suerte con eso, matrononfíco. –Se burló Yuuki.
-¡Oye! ¡Sabes perfectamente que su edad no es tan exagerada! Son unos pocos años de diferencia.
-Sí, sí. Lo que diga el señorito. –Ella soltó una última risita.
-Hum...
Quedaron ellos dos solos, observándose mutuamente. Ella seguía sonriendo. Él se callaba de forma ensordecedora, notándose un poco melancólico. Era claro que esa tristeza se debía en parte a que acababa de ver a su antiguo amor, y ahora veía a su novia, a quien amaba con locura...pero no tanta como ésa primera vez.
Notándolo muy callado, Yuuki dejó de sonreír, mirando sosegadamente a Eugeo.
-¿Qué tienes? –Preguntó ella.
-No dormí bien la noche de ayer.
-¿Por qué no seguiste mensajeando conmigo? Desvelarnos juntos sería romántico. Seríamos tú y yo nada más.
-¿Yuna no se pondría celosa? –Eugeo rió de forma desganada.
-Un poco, jeje. Hay que hacerlo un día de estos, por favor. –Pidió Yuuki, poniendo ojos de perrito.
-¿Y de que platicaríamos? Llega un punto en donde la conversación se corta. –Eugeo fingió un bostezo para que la mentira siguiera.
-Del pasado, por supuesto. Aún recuerdo la primera vez que nos vimos...te notabas muy apenado.
-Una desconocida me agarró de la mano ¿Quién no se pondría nervioso?
-Sobre todo tú. –Yuuki sonrió mostrando los dientes. Eugeo le tomó la mano y comenzó a acariciarla.
Era ya el gran día, tantos ensayos, esfuerzo y cansancio se veían reflejados en la última toma. Todo salía perfectamente, estaba todo listo y solo era cuestión de esperar.
Jun caminaba de un lado a otro con un nerviosismo notorio, bastante notorio. Yuuki no se quedaba atrás en ese sentimiento, tampoco era ajena a la importancia de ese baile.
Ella era más tranquila. Simplemente respiraba de la forma más profunda posible, y, al exhalar, se tranquilizaba.
Quien de igual forma se sentía con nervios era Klein...ya que su trabajo dependía de que tan bien fuera ese maldito evento.
Su terapia de relajación conllevaba algo muy curioso...muy curioso, exageradamente curioso. Tenía los audífonos puestos, sentando en el escritorio de su oficina, escuchando música del Ejército Rojo. De alguna forma extraña, eso lo calmaba en las situaciones de mayor intranquilidad.
Fumaba, ya de paso, un cigarro, mirando al infinito de una forma tan dramática que podría ser la pintura o fotografía de alguien famoso. El título: "Buscando la tranquilidad y la razón de la vida".
Su música era escuchada a un volumen considerable ...así que cuando Asuna tocaba a su puerta, él ni en cuenta.
-No me dijo que saldría...y no está dando clase en algún salón ¿Estará en el baño? –Pensó ella mientras se retiraba.
Lo que pasaba con Eugeo era algo menos tranquilizador. Kirito le había contado lo ocurrido con Alice, así que se sentía muy desesperado. Medio tenía ganas de darle un golpe a Kirito por hacerle eso a Alice, aunque desistió por razones obvias.
A él ya no le debía importar que sucediera en la vida amorosa de Alice. Y sí le importaba, no demostrarlo públicamente.
Viendo que Yuuki ya se había cambiado a su atuendo de baile, a él se le cayó el corazón al suelo. Se enamoraba de ella cada vez que la veía, y siempre que la veía con algo diferente al uniforme, las cosas eran más impresionantes todavía.
-¿Cómo me veo? –Preguntó ella. Al ver que Eugeo quedaba boquiabierto, simplemente se rió y supo cuál era la respuesta. –No me contestes, pero cierra la boquita.
Y, ayudando a su amigo, Kirito le cerró la mandíbula a Eugeo, quien se ponía blanco como un papel. La sorpresa era muchísima.
-Que linda te ves con ese atuendo ¿Quién lo eligió? –Preguntó él.
-Tú musa. –Se burló Yuuki.
-¡Shh! No lo digas tan alto. Igual se te ve bien, no hicieron mal en escoger ropa de esa época.
Yuuki se había puesto ropa estilo de los años 30's ya que el baile era algo similar. Era estilo occidental, ya ni modo.
-Te ves hermosa así vestida, amor. Me dan ganas de... -Eugeo cargó a Yuuki, sacándole una risa de sorpresa. En eso, le dio un beso en los labios.
-Podríamos bailar al acabar las clases, el uniforme escolar le combina a mi ropa.
-¿Bailar? Ahora que lo pienso...nunca hemos bailado.
-Lo haremos el día de hoy. –Sonrió ella, dándole un beso en la mejilla.
Jun caminaba con su traje puesto, las chicas lo miraban con hipérbole ya que ese traje lo hacía lucir con una madurez bastante mayor a la que tenía. En caso de tener un poco de barba, no se vería nada mal.
La única persona que no lo veía de esa forma era Eugeo, justamente. Siempre se encontraba con que él le coqueteaba a Yuuki, escuchando sus conversaciones a propósito.
Confiaba mucho en Yuuki...en Jun, no. Esas agarraditas de mano, tocar un poquito de más la cintura de ella al bailar...eso le hacía hervir la sangre.
Viendo que Eugeo se notaba muy molesto, Eiji lo observó de sobremanera, levantando una ceja en el proceso. Era evidente que no se la pasaba muy bien en su cabeza.
-¿Te sientes bien? –Le preguntó.
-Perfectamente...
-Sí tú lo dices...
Ya solo faltaban cinco minutos para empezar el baile. Alice ya había declamado Versos Sencillos, por lo que ése sería el gran final, lo que daría paso a la celebración plena del aniversario.
Yuuki y Jun estaban tomados del brazo, esperando a que dieran la indicación de salida para comenzar con el dichoso baile. Ambos se veían a los ojos, compartiendo un mismo nerviosismo...aunque más Jun.
Tras haber allanado el terreno de forma "suficiente" en su relación con Yuuki, ese día, casi para irse, le robaría un beso a Yuuki declarándole lo que sentía y esperaba de ella.
Su ilusión no tan metafórica era un "dame unos días y cortaré con Eugeo". Al decir "no tan metafórica" se debía al hecho de que Yuuki siempre lo trataba con cariño...así como lo haría con Kirito y un poco con Eiji. Quizá no tanto con Eiji, pero por ahí va la idea.
Esos ligeros tratos eran lo que hacían que Jun estuviera bastante emocionado en la respuesta, solo faltaba actuar para saber si sus anhelos se harían realidad.
-¿Crees que salga bien? –Cuestionó Jun.
-No sólo lo creo. Estoy convencida de que saldrá bien.
Entrando a escena, los bailarines se posicionaron en sus lugares. Todos aplaudieron, incluso Eugeo... haciéndolo forzosamente si no quería que Yuuki se molestara por ser celoso.
Terminando de aplaudir, Eugeo hizo un puchero y se cruzó de brazos, mirando el evento, enojado.
-Tch. Desearía que no le hubiera tocado con ese baboso. –Se quejó.
El ánimo no se le fue a mejor al ver cada que ambos se tomaban de las manos, como se sonreían estando tan juntos, el baile era bueno, eso sí. Los alumnos y profesores se asombraban al ver cada segundo del mismo baile.
Los dos seguían el uno, dos y tres, dando alguna que otra vuelta, teniendo Jun que tomar la cintura de Yuuki, lo que incomodó bastante más a Eugeo.
Para finalizar, Yuuki y Jun quedaban de frente, tomados de ambas manos, observándose directamente a los ojos. Dándose cuenta de la sonrisa de ella y de las pequeñas gotas de sudor que corrían de su frente, Jun sintió el deseo de besarla ahí mismo, conteniéndose de forma inmediata.
No era buena idea hacerlo en ese momento. Las demás parejas ya se soltaban para hacer una reverencia, aunque ellos dos seguían en esa posición, mirándose.
-Ya me imagino a Eugeo...pobrecito, le van a dar muchos celos. No estaría mal molestarlo con eso. –Era lo que pensaba Yuuki.
-Desearía...hacerlo. Sus labios se ven tan hermosos, quisiera darles un beso, pero Eugeo se daría cuenta y las cosas se vendrían abajo. Debo desistir, por ahora. –Eso pensó Jun.
-¿Qué estará esperando ese desgraciado para soltar a Yuuki? Ella no lo hace para no ser mala leche. ¡¿Qué estás esperando, Jun?! –Pensaba Eugeo, desesperadamente.
Al fin separándose por iniciativa forzada de Jun, ambos se miraron una última vez, sonriéndose, para al final hacer una reverencia al público.
Saliendo del escenario, Yuuki soltó una pequeña risa al no poder soportar más sus pensamientos del cómo reaccionaría Eugeo. Ya se lo imaginaba: echando humo de las orejas, agitando los brazos, levemente ruborizado por la pena y por el enojo. Sería todo un espectáculo.
Como no se habían soltado del brazo, Jun decidió que era un buen momento para actuar.
-Yuuki...quisiera decirte algo. Espero no te vayas a molestar. –Susurró, prefiriendo no ser escuchado por nadie más que ella.
-Claro ¿Es respecto a lo de hace un?... –Algo fue robado tras bambalinas...un beso terminó en labios de Yuuki, a la vez que ella se sonrojaba y abría los ojos al no esperar ni un solo segundo algo así.
Jun había cerrado los suyos, tranquilizándose su corazón al haber hecho eso. No obstante, su pulso se disparó cuando se separó del beso, llevándose una bofetada de Yuuki.
-¡¿Pero qué?! ¡¿Por qué hiciste eso, Jun?! ¡¿Acaso olvidaste que soy novia de Eugeo?!
-Lo que pasa es que me gustas...Yuuki. Y pensé que tú...
-¡No! –Ella se llevó las manos al frente, tratando de procesar lo ocurrido. –No puedo creer que Eugeo haya tenido razón de tener celos, no creí que tú tuvieras intenciones ocultas cuando te acercaste a platicar conmigo ese día. Ahora entiendo por qué Eugeo se empezaba a sentir incomodo contigo.
-Es que yo...yo creí que también te gustaba por la forma en que me tratabas. Siempre fuiste muy linda conmigo.
-Ay Jun. Siempre soy así con todos, no te di un trato especial. Pregúntale a cualquiera como he tratado a Kirito, incluso lo he tomado de la mano pero nunca me gustó.
-Bien. Ya entiendo. –Jun se dio media vuelta, acomodándose un poco la corbata. –Discúlpame ...por favor.
Y así, Yuuki quedó ahí parada, notoriamente confundida de lo que acababa de suceder. No se terminaba de explicar en lo más absoluto como es que nunca se había dado cuenta de las intenciones amorosas de Jun, incluso cuando Eugeo siempre le advirtió sobre lo mismo.
Para no quedarse como tonta, mejor se fue a un lugar que era muy bien conocido para ella durante sus problemas existenciales y amorosos: la oficina del profesor Klein.
Ella había tomado un camino alterno para no ser vista por Eugeo, no quería verlo ya que debía consultar una cosa primero antes de estar con él.
Y, justamente, Klein iba poniendo la llave en el picaporte de la puerta para abrirla. Yukki lo jaló del brazo, poniéndole ojitos de perrito.
-¿Sucedió algo con Eugeo?
-No precisamente con él.
-¿Lo que me vayas a platicar se debe hacer con una taza de café?
-Seguramente.
-Entremos de una vez...
Ambos pasaron a la oficina, por lo que empezaron la plática mientras Klein servía café en dos tazas para que la misma fuera más a mena. Yuuki mencionó todo lo ocurrido en las semanas anteriores de eso, las advertencias de Eugeo, los acercamientos de Jun.
Klein siempre escuchó de forma atenta y sincera, asentando con la cabeza de vez en cuando.
-Y eso fue todo, profesor Klein... -Finalizó ella.
-De acuerdo. –Klein le pegó en la cabeza a Yuuki con un periódico.
-¡Oiga! ¡¿Y eso por qué?!
-Por no darte cuenta de cuando un chico ama a una chica. ¡Eso siempre será lo más obvio del mundo! Ni siquiera teniendo el ejemplo de Kirito y Eugeo lo pudiste hacer, eso es algo que hasta a mí me desespera un poco.
-Pero Jun me besó ¡¿Cómo debo sentirme respecto a eso?!
Tras la puerta, y justamente tratando de abrirla al escuchar la voz de Yuuki...Eugeo logró escuchar perfectamente lo que ella dijo "Pero Jun me besó".
Eso bastó para que la sangre le hirviera una vez más, soltando la mano del picaporte para irse corriendo a buscar a Jun a pedirle explicaciones. No lo iba a golpear ni a insultar, quería solamente explicaciones de sus acciones.
Malamente, no pudo encontrarlo, ya que era hora de la salida. Yuuki se había pasado un buen rato charlando con Klein, que el tiempo había pasado bastante rápido para ellos.
-Evita hablar de ese tema. Pregúntale porque lo hizo, y ya, solo díselo calmadamente...ya que hoy se lo gritaste en la cara.
-Que podía hacer...no es como si usted se sintiera muy cómodo si yo le robara un beso ¿verdad?
-Sería raro y no me gustaría que lo hicieras...ya que no lo piensas hacer ¿o sí?
-¡Profesor, no sea payaso! –Rió ella casi burlándose de sí misma al no ser tomada enserio.
-Vamos, vamos. Quería romper la tensión. Relájate, Yuuki, no hay nada mejor que el dialogo para arreglar las cosas. Habla con él, eso es lo más indicado.
-Gracias por el consejo, sinceramente me hacía muchísima falta.
-No hay de qué. Ve con cuidado, y no le digas a Eugeo ya que seguramente se va a enojar. –Irónicamente...él ya sabía del asunto.
En la entrada de la academia, él esperaba a Yuuki. ocultando su molestia de no poder encontrar a Jun y pedirle explicaciones de lo que hizo.
-Estuviste maravillosa en el bailable. –Sonrió él, tomando de la cintura a Yuuki. Iba a besarla, pero no lo hizo al recordar el por qué estaba tan enojado con Jun.
-Gracias. –Respondió ella, un poco incomoda por la situación. -¿Entonces me veo bien? –Soltándose del abrazo, Yuuki dio una vuelta de bailadora de valet, presumiendo su ropa.
-Apostaría por ello, en verdad te ves divina. –El muchacho la tomó de una mano, tratando de encaminarla a la salida.
Sorpresivamente, Yuuki se ancló al suelo, sacando su celular de la mochila para quitarse ésta. Música de jazz empezó a sonar en su celular.
Tomó de la otra mano a Eugeo, empezando a menearlo de un lado a otro, riendo de forma alegre a la vez que mostraba los dientes en esa sonrisa tan autentica.
-¿Un primer baile en la entrada de la academia? ¿Y por qué no? –Eugeo se quitó la mochila, haciéndola a un lado.
La música era jazz romántico, por lo que ambos bailaban juntos, ella escondía la cabeza en el pecho de su contrario, a la vez que él la tomaba de la cintura, abrazándola.
Era un baile muy simplón y un poco infantil. Movían sus pies sin dirección, pero la tomaron en cuanto ella lo agarró de la mano, alzándola.
Su baile era a la antigua, muy romántico. Paso a la izquierda, paso a la derecha. Uno, dos y repetir, era eso lo que ellos hacían. Sentía sus respiraciones al estar abrazados.
Subiendo su mirada, Yuuki vio los ojos verdes de Eugeo, notando que tenía "algo". Se notaba intranquilo, preocupado. Y ¿Cómo no? ¿Yuuki lo dejaría de amar tras descubrir algo en ese beso robado por Jun? Él esperaba con toda su alma que eso no sucediera. No importando nada, él siempre amaría a Yuuki.
-Te amo, Eugeo. En verdad nunca se te olvide.
-¿Me amarás siempre?
-Siempre, Eugeo. No importa que suceda.
-Yo también te amaré durante toda mi vida y después de ella, Yuuki. –El enamorado le dio un beso a su amada. Esas palabras las cumpliría de forma definitiva.
Aunque, ya en su casa, él llegaba tratando de ocultar lo enojado que se sentía, tranquilizándose al pensar en que Yuuki no tenía la culpa y que siempre lo amaría a pesar de todo. Buscaba alguna razón del por qué Jun la besó.
Pudo ser un simple beso en la mejilla. Sin embargo, preguntarle a Yuuki sería algo no muy inteligente ¿Cómo decirle la manera en la que se enteró? Era algo así como traicionar su confianza.
El enojo hizo que Eugeo casi no pudiera dormir, sintiendo en su corazón el rápido latir de furia que daba cada que se acordaba de esas palabras dichas de los labios de Yuuki.
"Pero Jun me besó". Eso le arrebató el sueño toda la noche.
Quien tampoco pudo dormir muy a gusto que digamos, fue Yuuki, pero ella más por preocupación que por otra cosa. ¿Eugeo se molestaría? ¿Se lo tomaría con calma? Eso no lo podía saber hasta mañana, incluso era mejor que no se enterara de eso, aunque sería muy difícil guardar aquel obscuro secreto.
Para la mañana siguiente, Kirito caminaba bostezando por las calles del barrio, notando que Eugeo no se encontraba parado en el poste donde siempre lo hacía ¿Se habría quedado dormido? Cinco minutos de espera no le harían daño a nadie. Ya si para ese tiempo él no llegaba, Kirito se marcharía a la estación del tren.
Y sí, Eugeo no llegó a los cinco minutos.
-Qué raro que sea impuntual...nunca había pasado esto antes, solo cuando se enfermó y eso que me avisó que no iría a la academia.
Pero no era por impuntualidad. Eugeo se había montado en el tren de diez minutos antes. Quería encontrarse con Jun antes de encontrarse con Yuuki. Era menester platicar lo sucedido y sus razones.
Finalmente, y ya en la academia, Eugeo comenzó a buscar a Jun, dejando tras de sí un aura de enojo. Le hervía la sangre, no obstante, trataría de controlarse para no cometer una estupidez.
Y ahí estaba él, sacando algunas cosas de su casillero.
-¡Jun! ¡Tenemos que hablar seriamente! –Farfulló él. Jun ni siquiera se inmutó.
-Ya sé por dónde van las cosas. ¿Qué fue lo que Yuuki te dijo?
-¡Ella no me dijo nada! ¡Lo escuché sin querer! Ahora dame una explicación de por qué te besaste con mi novia.
- La verdad es que, a pesar de lo que ocurrió, no me daré por vencido. Me di cuenta que aun suspiras por Alice, así que no me besé con tu novia, si no con nuestra novia.
Ante tal afirmación, Eugeo le pegó una fuerte bofetada a Jun.
-¡Esos comunismos guárdalos para el profesor Klein, debes respetar a la novia de otro hombre! –Masculló Eugeo, bastante enojado. –Y estás completamente equivocado con lo de Alice ya que... -Sin dejarlo terminar, Jun le dio un puñetazo en el ojo a Eugeo, dejándoselo morado y haciéndolo unos pasos para atrás.
Tras recuperarse, ambos se lanzaron el uno contra el otro, Jun se le aventó a Eugeo para derribarlo, lográndolo, efectivamente. Tras pegarle otros dos puñetazos, Eugeo se defendió quitándose de encima a Jun, ya que él era más fuerte.
Ya sin estar sometido a sus golpes, Eugeo, de un sólo puñetazo bien dado en la mejilla, dejó mareado a Jun, rematándolo con un upper en el mentón, derribándolo al suelo.
-¡Maldito desgraciado! –Eugeo se agarró los nudillos derechos ya que se los había lastimado por tan duro golpe. Éstos se empezaban a magullar con el transcurrir de los segundos. -¡Y no vuelvas a intentar nada con Yuuki o te irá mucho peor!
Las miradas se posaban en ambos. Jun se comenzaba a mover, estando muy mareado por los fulminantes golpes. Eugeo, retirándose, fue caminando mientras las personas le abrían paso. Se notaba muy colérico, así que lo mejor era no molestarlo en lo más remoto.
Algunos compañeros de Jun fueron a ayudar a levantarlo, interrogando porque carajos había llegado a los golpes con Eugeo. Escuchando la respuesta, uno de ellos dijo.
-Eso te sacas por tratar de quitarle la felicidad a un hombre...
______________________________________
Pero que buen chingadazo le acomodaron a este pendejo
Eugeo caballero de la integridad? No era el princeso de siempre D:
lo bueno es que le partió la madre a Jun como el macho que es 😎😎 nadie besa a mi Yuuki pechocha, solo el princeso >:v
Ya la próxima semana es el último capítulo :'v extrañaré la historia, sobre todo por los dos angelitos :c
Nos vemos Hasta entonces
Siempre tuyo:
-Arturo Reyes.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro