Capítulo 10.- You're gonna lose that girl.
Era una de esas tardes que la casa de Yuuki estaba completamente vacía y silenciosa, excepto por el cuarto de ella, donde el ruido era algo sensual.
La pareja de novios hacía el amor en aquella tarde calurosa. Llevaban un mes de novios pero las veces en que se habían unido de cuerpo y alma ya no se podían contar con los dedos de las manos.
Las mariposas amarillas volaban a su alrededor mientras éstos se amaban con locura, casi como si fuera el fin del mundo. Cuando finalizaron, Eugeo tiró el condón a una bolsa de papel para después depositarla en la basura. Era mejor ser prevenidos en todos los aspectos.
-Te amo... -Susurró Yuuki, tomando a Eugeo de la espalda y de la nuca para besarlo con mimo.
-¿Falta mucho para que lleguen tus padres? –Preguntó el muchacho.
-Media hora...creo que ya es momento. –La tristeza se hizo notoria en el comentario.
Ambos se vistieron una vez más, acomodando todo en su sitio para que diera la impresión de que nada había pasado allí. Incluso Yuuki se limpiaba el sudor con una toalla de mano para no levantar sospechas, abriendo la ventana para que el calor se escapara.
Al tener puesta la camisa, Eugeo fue abrazado por Yuuki, quien comenzó a besarlo y a quitarle la misma. Él se resistió.
-Nos descubrirían. Yo no quiero irme todavía, pero las cosas son así.
-Chi... -Respondió ella haciendo un puchero. –Mañana tampoco habrá nadie en mi casa. De hecho, nunca nadie está en mi casa.
-Pero mis padres comenzarían a sospechar que estoy saliendo con alguien, y eso complicaría mucho las cosas.
-Sigh. Entiendo. –Un nuevo abrazó fue recibido por ambos. –Te amo...
Marchándose por la puerta de la casa, ambos se dieron un último beso para que después Eugeo se fuera como si nada. Yuuki se llevó las manos al corazón, melancólica.
Había casi una rutina. Los lunes y jueves ambos hacían el amor ya que era un día que no levantaría sospechas. Él se había inventado que esos días iba a algún pequeño taller académico ya que le había gustado mucho la temática.
Siempre que le preguntaban cuál era la dichosa temática, decía que era "Algo de literatura".
La ciudad de Tokyo es enorme y con mucha gente en sus calles. Sin embargo, eso no importo mucho ya que Jun visualizó a Eugeo mientras caminaba a la estación del tren.
Nunca fueron muy cercanos, pero ahora Jun lo consideraba un enemigo, y uno que era imperdonable.
Definitivamente, no le cayó muy bien el saber que Yuuki y él eran novios.
Ese día, Jun iba caminando con toda la actitud del mundo para poder "empezar de nuevo" con Yuuki tras tantos descalabros y tanto todo que sufrió en su muy leve relación de amistad que llevaron tras la obra de teatro.
Él platicaba con Eiji y otros compañeros de la clase cuando vieron que Yuuki y Eugeo iban entrando en la academia tomados de la mano. Ninguno de ellos se lo podía creer, mucho menos Jun.
Se recargó contra su casillero, de inmediato se le cristalizaron los ojos y la sensación de una puñalada al corazón se hizo presente, convirtiéndose en varias más conforme pasaban los segundos.
-Dime que no es cierto lo que estoy viendo, Eiji. –Pidió Jun, con un nudo en la garganta.
-Sigh. Lamentablemente no puedo hacer lo que me pides...eso que tú ves es la realidad.
-Mierda. –La mirada de Jun ensombreció. –Sabía que las cosas iban a acabar mal.
Ese día no hubo lágrimas, tampoco el siguiente ni cuando se empezó a dar cuenta que el cuerpo de Yuuki empezaba a cambiar de forma drástica. Eso evidenciaba que ella se había entregado a Eugeo.
No tenía en mente llevarse bien con aquella persona que le dio su primer beso, fue el primer novio y le quitó la virginidad a la chica que le gustaba, eso era de todo menos perdonable u olvidable.
Viendo que Yuuki se la pasaba muy bien con él en los recesos, la verdad es que Jun se sentía muy triste. El futuro construido con ella se caía a pedazos ¿Pero que se le podía hacer?
En eso, y casi en un acto de Eureka, Jun tuvo una idea. Una idea no muy correcta ¿O sí? Para Sócrates, el objetivo de la vida es ser feliz...y si Jun quería ser feliz, debía de joder a Eugeo para conseguirlo.
Y tenía alguna ligera forma para hacerlo. Cuando una chica tiene novio, existen ciertos límites que los terceros no deben cruzar por respeto al novio, pero eso no le importaba mucho.
Era uno de esos días en que Yuuki pasaría el día con Yuna. No obstante, usando un buen plan, Jun engañó a Eiji para que platicara con ella de un "asuntillo". Era algo trivial, algo que sabía que los pescaría de inmediato.
Se acercaba el aniversario escolar, por lo que un concierto de guitarras fue propuesto por el profesor Klein...¿y qué mejor dueto que esos dos músicos? Jun le avisó de inmediato a Eiji, quien, a su vez, le avisó a Yuna.
Ya el camino era libre. Yuuki iba caminando hacía la mesa donde Eugeo y Kirito platicaban mientras reían, pero Jun la logró detener cuando ella apenas iniciaba su tramo.
-Oye Yuuki ¿Ya supiste que se va a preparar algo grande para lo del aniversario escolar? Dicen que este año será especial.
-¿Por qué lo dices? –Aprovechando que una de las varias bancas de la cafetería se encontraban vacías, ambos se sentaron en ellas. De manera específica, Yuuki fue la que llevó la batuta de esa acción.
Mientras Jun explicaba la razón del por qué ese aniversario sería el mejor de todos, Yuuki lo miró por encima de su hombro, observando como Kirito se reía bastante. Luego se imaginó a sí misma en la situación tan parecía que tendría él si es que se llevaba a Eugeo.
No quería que Kirito se quedara solo, y si tenía a Jun para platicar durante receso ¿Qué mejor?
-¿Me lo puedes explicar otra vez? Me perdí un poquito y no entendí lo que dijiste. –La risa de Yuuki fue completamente natural.
-Claro, no tengo problemas con ello. –Jun le sonrió de forma afable. La conversación pasó rápida para ambos ya que la disfrutaron bastante, en especial él.
Cuando se terminaron los detalles del aniversario, Jun empezó a hablar de algo que Yuna le recomendó en su momento.
Las "Dos Y" eran buenas adeptas al cine, así que Eiji tuvo mucho tiempo para investigar. Se hizo cinéfilo gracias a esa recomendación, siendo ahora un gusto que no se podía quitar.
Esa sería su arma de ofensiva, por lo que restaba la mejor parte.
-¿Y cuáles son tus películas favoritas? He visto bastante cine, pero me gustaría saber tu opinión.
-Hum...¿Conoces Manhattan? –Preguntó Yuuki.
-Claro que sí. Mi director favorito es Woody Allen. –La realidad era que su director favorito era Martin Scorsese...no obstante, ese detalle era mejor ocultarlo.
-¡¿En verdad?! ¡A mí me encantan las películas de Allen! Una vez vi casi todas sus películas estando en casa de una amiga. Fue un maratón muy genial. –Esa amiga era Asuna. En uno de los días en que ella seguía enferma, Yuuki fue a ver películas con ella.
Si en algo era bueno Jun, era precisamente en actuar. Las películas favoritas de Yuuki le parecían buenas, pero no tanto. Su actuación fue tan magistral, que ella se creyó por completó que ambos estaban completamente de acuerdo. La plática siguió un poco más.
-Yuna mencionó que tú quieres tocar guitarra ¿Por eso te interesa tanto la banda sonora?
-Algo así. Si quieres puedo tocar alguna canción que me pidas para que veas que puedo ser tan bueno como Yuna ¿Qué dices?
-Un día de estos. ¿Por qué no tocas con Yuna y Eiji para el aniversario?
-Nunca he tocado en público...no sería tan mala idea que tú seas la primera persona en escucharme para saber si apesto o soy más o menos bueno.
Tras una última sonrisa, Eugeo llegó para tomar del hombro a Yuuki.
En ese momento, Jun sintió como si le apretaran el corazón. Se la pasó tan bien, que olvidó por completo el hecho de que Yuuki ya tenía novio. Se concentró tanto en su hermoso rostro, que el tiempo pareció ir volando.
El hecho de mirar a Eugeo, los ojos le brillaron a Yuuki, indicando que se sentía muy alegre al verlo de nuevo.
De pasar a ser un chico que no podía pasársela mejor, a Jun le amargaron el resto de la tarde.
-¿Platicando juntos? ¿De qué lo hacían? –Cuestionó Eugeo con bastante júbilo, sonriendo a ambos chicos, ofreciéndole la mano a Jun.
Él la aceptó más por obligación que por sus meras ganas. Yuuki estaba presente, sería una pésima idea el evidenciar que el novio de la chica que trataba de conquistar le cayera mal.
Aquello podía ser un error fatal, tirando a la basura todo su plan. Así que debía contenerse, de lo contrario, le iría mal.
-Películas. –Respondió Yuuki con bastante ánimo. -¿Conoces a Woody Allen?
-¿A Woody quién? Sinceramente no sé mucho de cine. Soy más de libros, siendo honesto.
Desde aquella vez en que él vio los libreros de Quinella, Eugeo se contagió bastante del vicio por los libros, así que era muy conocedor de la literatura.
-No sería mala idea de que comenzaras a ver alguna. Las películas siempre son buen tema de conversación. –Propuso Jun, tratando de parecer lo más neutral posible a algún tipo de sentimientos.
-Lamentablemente no tengo tiempo...quizá el fin de semana. ¿Cuál me recomendarías, Jun? Si platicaste con Yuuki sobre eso durante todo el receso, entonces debes de saber bastante.
-No te equivocas. Jun sabe bastante de cine...no que tú. –Yuuki hizo un puchero. Eugeo gesticuló un "Ah" de forma exagerada, fingiendo dolor. Tras eso, ambos comenzaron a reír.
-Media noche en París es buena para comenzar ¿No crees, Yuuki?
-Muy buena.
Tras anotar el título de la película en la libreta de Letras, los tres muchachos se dirigieron al salón, ya que tenía clases con la profesora Asuna.
Siguiendo el trayecto que normalmente sería, Jun vio a Kirito y a Asuna caminando juntos, hablando acerca de quien sabe que cosas ya que era en un tono muy bajo, como que tratando de que, efectivamente, nadie los escuchara.
Simplemente, no le dio importancia a tal cosa.
Llegando al aula, Jun se encontró con que Eugeo y Yuuki platicaban muy alegremente, soltando algunas carcajaditas en el proceso, hasta que fueron acallados por Asuna. La clase iba a empezar.
El primer paso ya lo tenía completo, que era crear un recuerdo positivo, así que esa debía ser su absoluta prioridad si él quería comenzar con el pie derecho. Ya no podía tener de confidente a Yuna. Quizá moverse usando a Eiji era algo arriesgado, debiendo buscar una segunda opción para tener algo más asegurado.
Solamente era cuestión de ser lo más discreto que se pudiera ser. Jun no tenía aliados, ni siquiera Tieze, ella sí se resignó a tener alguna relación con su senpai al saber la verdad.
La tarde de aquel día tenía pocos rayos de sol, se había nublado de forma repentina. Tieze caminaba decidida, ya sabía que le habían roto el corazón a Eugeo, algo que la tenía ligeramente molesta.
El beso que Yuuki le dio esa vez no fue visto por ella. Era el día siguiente en el receso. Así que, aún, era ignorante de ése detalle que parecería insignificante, salvo por la razón de que eso mortifica al chico de forma profunda.
Se notaba que Eugeo se encontraba deprimido. Lo habían rechazado sin apelación y perdía a su mejor amiga por un beso y por unos sentimientos que no parecían correspondidos.
Viéndolo en ese estado, Tieze se decidió, sin importarle que él estuviera con sus amigos: Kirito, Yuna y Eiji.
Ya estando frente a él, Tieze dijo, con algo de nerviosismo:
-E-Eugeo-senpai...¿puede acompañarme a desayunar en este receso? Quisiera platicar de algo con usted. –Curiosamente, Tieze no tenía nada de desayunar en esa ocasión. Él se sentía tan triste, que ni hambre tenía.
-Claro... -Respondió, desganado. No le molestaba pasar tiempo con Tieze, mas su corazón no tenía los mejores sentimientos en ese preciso instante.
Algo que era para tener una situación más cómoda y donde no hubiera mucha gente, ya que esos asuntos eran mejor tratarlos con cuidado.
Donde se situaban era en uno de los rincones del patio, donde sí que había personas, pero en un lugar donde nadie los escucharía.
Ella lo tomó de las manos, observándolo con preocupación.
-Eugeo-Senpai...necesitamos hablar.
-Tieze...si es respecto a lo que me pasó el...
-No digas más. Tiene que ver con eso, pero también por algo más. Por favor, escúchame. Seguramente esa chica te rompió el corazón, pero ella es una ciega por no ver lo que tenía en frente de sí. Eres una persona muy amable, encantadora, además de atractivo... -Tieze se comenzó a sonrojar. –S-siendo honesta, eres el mejor chico que conozco ¡no te pongas triste por alguien a quien no le importaste!
-Tieze...yo le llegué a importar a "esa chica" ahora mismo seríamos novios si uno de mis amigos no me hubiera detenido de declarármele cuando podía. Doce años de mi vida amé a esa chica...¿Cómo no puedo ponerme triste?
-Será duro, pero necesitas a alguien que te ayude a olvidar...con tu permiso. –Al tenerlo agarrado de las manos, Tieze se alzó de puntillas y le dio un pequeño beso a Eugeo, quien se quedó inexpresivo. Ya eso no le sorprendía tanto como lo que sucedió con Yuuki. Ahora lo entristecía más. -¡Por favor, Eugeo-senpai! ¡Estoy enamorada de ti! ¡Sal conmigo, por favor!
-Ay, Tieze. –Él abrazó a Tieze, sabiendo que seguramente no podría hacerlo otra vez. Se quedaba sin una amiga más. –No puedo...me siento conmovido por que me digas eso tan lindo, pero mis sentimientos ya pertenecen a alguien más.
Sorprendiéndose, algunas lágrimas comenzaron a bajar de las mejillas de Tieze. El sentimiento de cómo le rompían el corazón se hizo palpable en su pecho.
-Vamos...no seas cruel contigo mismo. Ella te rechazó.
-Y no solo me rechazó...también Alice se enamoró de mi mejor amigo. Tch, que suerte la mía ¿no crees? Y aun con esas, quiero permanecer toda mi vida con ella, con Alice.
-Eres...tan tonto. –Tieze se aferró al pecho de Eugeo, dándole un pequeño golpe. –Te haces daño al aferrarte a un sueño imposible. Y no sólo a ti...
-Lo sé. Ya van a tres amigas y a un amor de la vida que pierdo por no tener el suficiente valor de actuar como hombre. Soy tan patético. –A Eugeo también se le escaparon las lágrimas.
-Para mí nunca lo serás... -Tieze, de forma resignada, se marchó, secándose las lágrimas con su suéter escolar.
Era una lástima saber que el chico de quien se había enamorado...era muy inmaduro en los temas del amor. De hecho...todos pensaban lo mismo que Tieze.
Eso fue en un momento dado. Cuando Eugeo comenzó a salir con Yuuki, Tieze se sintió traicionada. Ella fue rechazada, ya que su senpai amaría a la misma chica a pesar de lo ocurrido...pero Yuuki, claramente, no era Alice.
No era un engaño, ni tampoco una mentira a medias. Podríamos decir que esa acción era algo así como un imprevisto y un impulso por dejar de sentirse mal del corazón.
Sin embargo, Tieze nunca se lo tomó a bien. Lo único que Eugeo se había propuesto era no arruinarlo como esa vez que sucedió algo similar con Quinella. Ahora su error fue mucho, mucho peor.
Ya no se saludaban y Tieze, a pesar de no tenerle rencor, aun se sentía dolida por la "mentira" de Eugeo hacía ella.
Regresando al presente, era un día jueves en la tarde. Yuuki se había acaballado sobre Eugeo, recargando las manos en el pecho del chico a la vez que él la tomaba de la cintura. El cabello de Yuuki le era, en algunas ocasiones, un pequeño impedimento para que ambos pudieran besarse.
Cuando acabaron de hacer el amor, ambos seguían abrazados y dándose un apasionado beso en los labios. No querían dejar de amarse ni un solo día de sus vidas, a pesar de que uno de ellos guardaba un secreto en lo más recóndito de su alma.
-Te amo, Yuuki.
-¿Mucho o poquito?
-No tienes idea de lo mucho que te amo.
El muchacho se levantó de la cama, poniéndose los pantalones de manera rápida. Yuuki lo veía con ojos de perrito regañado a la vez que se cubría con las sábanas.
-¿Ya te vas?... –El tono de voz de la chicas se notaba triste. –Hoy mi hermana llegará un poco más tarde, así que no deberías preocuparte, Eugeo.
-No es eso. –Eugeo salió de la habitación, no tenía puesta su playera. Quizá iría al baño, o ese era el pensamiento de Yuuki.
Pasados unos pocos segundos, Eugeo entró con un ramo de rosas, a la chica le brillaron los ojos por lo feliz que estaba.
-¿Alguien pidió unas rosas? –Sonrió él.
-Eugeo...que hermoso detalle.
El muchacho se arrodilló en el suelo, ofreciéndoles las rosas a Yuuki, quien tenía las manos en la boca, se le podía ver un poco el pecho, pero no importaba.
-Si tuviera el dinero, te compraría una rosa a diario. Espero no te moleste que sea de vez en cuando.
-Por supuesto que no me molesta, tonto. –Yuuki le dio un beso a Eugeo, recibiendo el ramo de rosas. –Ahora tendré que inventar un pretexto para decírselo a mis padres.
-Diles que alguien se te declaró, pero lo rechazaste.
-Si no eres tú...claro que lo rechazaría. –Ella lo besó de nuevo. –Regresa a la cama.
-Con gusto. –Dejando el ramo de rosas en la mesa de noche, Eugeo se volvió a quitar los pantalones, soltando una risita a la vez que hacía el amor una vez más con Yuuki.
Siendo ya viernes en la entrada, uno de los profesores no iría a clases ese día, por lo que esos 45 minutos de clase perdidos serían aprovechados por los dos tortolitos.
Ambos platicaban en el salón, siendo los únicos en el mismo, puesto que a todos les había dado por marcharse al patio o al gimnasio. Ellos se habían tomado de las manos.
-Sería bueno que al salir de la academia vayamos de vacaciones a la playa. Podríamos decir que nos quedamos en la casa de un familiar de Yuna, o algo así. –Decía Yuuki mientras meneaba la cabeza y movía los pies adelante y atrás.
-Sería muy lindo. Me lo imagino bastante, tú y yo caminando por la playa, viendo el atardecer a la vez que nos detenemos un segundo para darnos un beso.
Yuuki se ruborizó un poco, por lo que se cubrió con su mano.
-Eugeo, me avergüenzas. –Rió ella, nerviosa.
-¿Por qué? ¿No decías que el princeso era yo? –El muchacho se puso enfrente de Yuuki, estando a medio palmo de distancia.
-Me apena tan solo pensarlo. Suena tan romántico, ¡y claro que me gustaría!
-A mí también. –Eugeo le dio un beso en la mejilla a Yuuki. –Pero no sería algo común. Levántate.
-¿Hum? ¿Para qué?
-Sólo levántate, Yuuki. –El muchacho sonrió mostrando los dientes, soltando la mano de su contraria para pararse de la banca en la que se había sentado. –Vamos.
-¿Qué planeas, Eugeo? –Preguntó ella, enchinando los ojos con un poco de duda. Al final, se levantó.
-Oh, nada.
-¿Entonces por qué?... –Sin apenas esperárselo, Eugeo levantó a Yuuki como si fuera una princesa, ella se sorprendió, gritando un poco de la sorpresa que le causaba.
Sus rostros estaban a un palmo de distancia nuevamente. Ella enredó sus brazos en el cuello del muchacho para no caerse. Él seguía sonriendo.
-Quiero que nos besemos así... -Cerrando los ojos, Eugeo aprisionó sus labios contra los de Yuuki.
Ella abrió los ojos de sobremanera, claro que no se lo esperaba en lo absoluto. Aferrándose un poco más al muchacho, ella regresó el beso, sintiendo magia en el mismo.
La escena es la siguiente: Eugeo cargaba a Yuuki a la vez que ella se sujetaba de su cuello, ambos se besaban lentamente, escuchándose el ruido de sus labios al hacerlo, la luz de la ya casi tarde entraba por las ventanas, abrigándolos por completo. Se veían sus siluetas en aquella posición.
Separándose del beso, ambos se sonrieron de forma tierna y un poco tímida. Ambos tenían en mente la misma palabra, la cual se iban a decir.
-Te amo...
Ya casi en la salida, Yuuki platicaba con Yuna, Jun llegó de la manera menos repentina posible, saludando a ambas chicas.
-Yuuki, podrías acompañarme a "ya sabes qué". –Jun guiñó el ojo de forma muy evidente, sacándole una pequeña risa a la chica.
-Claro. Ya regreso. –Le dijo a Yuna. Ella simplemente infló un poco las mejillas, no sabiendo que era "ya sabes qué".
Ambos muchachos se dirigieron de forma silenciosa al gimnasio, abriendo de forma clandestina el lugar donde se guardaban los instrumentos musicales que eran de la academia. Al ver la guitarra, Yuuki supo de inmediato de que se trataban las cosas, por lo que se sentó en el asiento de una batería.
Afinando el instrumento, Jun hizo unos leves sonidos al pasar los dedos por las cuerdas, no revelando del todo que iba a tocar.
Pasando unos cuantos segundos, finalmente Jun dio con las notas que quería, tocando una canción de anime como había adelantado, en su momento, a Yuna y a Eiji. Yukki la escuchó de forma atenta, haciendo un gesto de aceptación ya que le parecías bastante buena.
Cuando la pieza fue finalizada, Yuuki aplaudió el espectáculo. Jun se ruborizó un poco ya que eso le causaba más de un sentimiento.
-Nada mal, Jun. Sigo insistiendo en que deberías ser parte del concierto musical por el aniversario de la academia.
-No me siento listo...me sentí un poco nervioso y eso que eres la única persona que está escuchándome.
-Para todo hay una primera vez. Si te pones nervioso en una presentación donde haya más gente, voltéame a ver y ya no tendrás tantos problemas. –Sonrió Yuuki.
Sin responder nada, Jun sospechó de algo ¿Eso era una señal? La realidad era que no. Como Yuuki siempre había sido de dar consejos y ayudar a los demás, esa era una solución que ella proponía...sin tener mayor sentimiento que el apoyo entre compañeros.
-Gracias por decírmelo...yo también estoy seguro que va a funcionar. Y, ahora, espero que no tengas planes ya que tengo esto. –Jun sacó de su bolsillo dos entradas para el cine. Ella las vio con una cara de confusión al no saber de qué iba la cosa.
Sin embargo, ya viendo detalladamente que eran esas entradas, la verdad es que Yuuki no pudo suprimir un grito de emoción y abalanzarse sobre Jun para darle un abrazo.
-¡¿Cómo las encontraste?! ¡Pensé que se habían agotado!
-Tuve suerte, más que nada. Sabía que te gustaría ir ¿A Eugeo no le dan celos?
-¡Ja! Él podrá ser la persona más tímida del mundo, pero no celoso. Lo era con Alice ya que le daba desconfianza que alguien se le adelantara, pero confía mucho en mí, así que no habrá mayor problema.
-Bien...pasaré a tu casa para ir al cine ¿Qué dices?
-No te molestes. Gracias por ser amable, pero prefiero que nos veamos en el cine para que no tengas que perder tanto tiempo en viajes. Sólo no vayas a llegar muy temprano ¿de acuerdo? –Yuuki guiñó un ojo y sacó la lengua, arrancándole un buen suspiro de amor a Jun.
-Claro, como tú pidas.
-Iré con Yuna antes de que se enoje. Ya sabes cómo es ella. –Tras eso, soltó una risita mientras se marchaba por la puerta del gimnasio.
Jun sonrió para sí mismo. Cada vez se iba colando más en la vida de Yuuki, tal vez no desplazando del todo a su odioso rival...pero si ocupando los espacios donde él debía de estar.
-Vas a perder a esa chica, Eugeo...
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Ahora entienden por que dije que odiarian a Jun 😂😂😂 por eso ME CAGA ME DEFECA ME SURRA ME EXCRETA ME LAXA que lo shippen junto con Yuuki que ya me di cuenta que varios hicieron lo mismo JAJA JA no se preocupen, me gusta que tomen mis ideas, me alegra mucho ser fuente de inspiración.
Que mejor regalo de 14 de febrero que una escena setzual de nuestros dos angelitos, ¡son hermosos! :3
El siguiente capítulo ya será el penúltimo :'c pero es de 6000 palabras, está muy largo e intenso D: van a odiar más a Jun y a eugeo lo amarán todavía más de lo que ya lo hacen. Hasta entonces.
Siempre tuyo:
-Arturo Reyes.
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