Días después el joven Ryoga, quiso hacerle una pequeña visita, a los Tendo. Pues Ranma le había dicho qué fuera a visitarlos. Cuando entraba a la casa, vio qué Ranma  iba persiguiendo, al viejo Hapossai. Estaba sin polo, con los pechos al aire; Ryoga al ver sus pechos, tuvo una terrible hemorragia nasal.

– ¡devuélveme mi polo, viejo degenerado! –gritó Ranma disgustada –. Ranma se había sacado, su polo por causa del calor. Esto lo aprovecho él viejo Hapossai y le hecho agua fría.

–¡yo solo quería ver tus hermosas oppais! –dijo Hapossai, con una mirada pervertida.

El viejo iba saltando como una pulga, cuando de pronto alguien, lo golpea en la cabeza. Haciéndolo caer de bruces contra el piso.

–gracias Ryoga –dijo Ranma agradecida –. Le arrebató su polo de las manos al anciano.

– de nada –contestó Ryoga.

– cómo te atreviste a golpearme muchacho –le increpó Happosai.

El anciano muy molesto, por el golpe de Ryoga, mete su mano dentro de su  ropa.

–ahora probaras mi técnica especial –dijo Hapossai, enseñándole una bomba en su mano.

– no le tengo miedo viejo -–dijo Ryoga con seguridad.

Pero antes de qué Happosai le aventara la bomba, la pelirroja lo mandó de una patada, hacia el cielo azul.

– me las pagarán –gritó Hapossai, a lo lejos.

– se lo merece viejo libidinoso  –le gritó Ranma.

– espero qué no regresé en mucho tiempo –dijo Soun esperanzado.

– ojalá se fuera para siempre –añadió Genma.

–ojalá alguien tuviera los pantalones, para botarlo para siempre –dijo Nabiki, mirando fijamente a su padre.

Al oírla ambos amigos rieron nerviosamente, alejándose disimuladamente.
Como era la hora del almuerzo, todos se sentaron a comer la deliciosa comida, preparada por Kasumi.

–me alegra qué hayas venido a visitarnos Ryoga –dijo Akane sonriendo amablemente.

– supongo qué trajiste más regalos para Akane –dijo Nabiki guiñando un ojo.

– por supuesto –contestó Ryoga apenado.

–qué bueno qué viniste, ya me hacía falta tener una buena pelea –dijo  Ranma.

–cuéntanos qué lugares visitaste esta vez Ryoga –le dijo Kasumi.

–claro –contestó Ryoga.

Y les empezó a contar de sus aventuras durante sus viajes. Después del almuerzo, Ranma y Ryoga se fueron al dojo, para un pequeño duelo.

–¿no te vas hechar agua caliente Ranma? –le preguntó Ryoga.

–no es necesario, también puedo vencerte en mi forma de chica –dijo sonriendo con seguridad.

–como quieras –dijo Ryoga, restándole importancia.

– bueno comencemos –dijo Ranma, llamándolo con la mano.

–prepárate Ranma, para tu derrota –rugió Ryoga.

–inténtalo –dijo Ranma con ironía.

La pelirroja saltaba en su sitio emocionada, por el duelo. Ryoga se acercó a ella, queriendo darle un puñetazo, pero no llegó a golpearla, pues Ranma saltó sobre la cabeza de Ryoga.

–aquí estoy p-chan –dijo Ranma, dándole una patada en la cabeza.

Él lost boy cayó al piso, pero se levantó rápidamente. Y empezó a darle patadas, pero Ranma se movía ágilmente esquivándolas. Entonces Ryoga quiso jalarla de la camiseta, pero Ranma le dobló el brazo y lo tiró hacia el piso.

–cómo siempre te ganó –dijo Ranma con engreimiento.

–todavía no termina esto –replicó Ryoga.

Y rápidamente la derribó de una patada, esto tomó de sorpresa a la pelirroja. Le empezó a doler el trasero, por la precipitosa caída. Se levantó rápidamente, como un resorte. Corrió hacia Ryoga, dándole fuertes patadas, pero él la detuvo con su brazo, la agarró de la pierna y la giró, tirándole hacia el piso. Le empezó a dar puñetazos, la pelirroja se cubría la cara, con sus brazos.

–ríndete Ranma –exclamó Ryoga, apoyando su rodilla en las piernas de Ranma.

–nunca –gritó Ranma.

–reconoce qué te vencí –dijo mirándola victorioso.

– ¿Akane qué haces aquí? –dijo para salvarse.

El inocente de Ryoga, voltea su cabeza rápidamente. Pensando qué su amada, había presenciado su victoria.

–jajaja, caíste tonto–dijo Ranma levantándose.

Saltó para darle una patada voladora, en la espalda. Pero Ryoga ni se movió un poco, estaba muy molesto.

–eres un mentiroso Ranma –le acusó Ryoga.

–jejeje –dijo Ranma, riéndose de él.

–ya estoy cansado de tus mentiras –le dijo, alzandola de la camiseta.

– no es para tanto Ryoga –dijo Ranma, poniendo cara de niña dulce e inocente.

Al verla tan cerca de su rostro, su corazón empezó a latir violentamente. Por unos instantes, se perdió en el bello de rostro de Ranma, qué se olvidó de quien ella era en verdad. Reaccionando la soltó rápidamente y se voltea avergonzado.

–tú nunca cambias –dijo colorado.

Salió del dojo, seguido de Ranma. Tratando de comprender qué le sucedía con Ranma. La pelirroja caminaba tranquila a su lado, sin darse cuenta del estado de Ryoga.

–supongo qué gane –dijo Ranma sonriendo.

–por supuesto qué no, dejaremos está pelea para otro día –dijo Ryoga suspirando.

– está bien –aceptó Ranma.

En el baño:

Estaba Ryoga sentado en la ducha, pensando en la pelea qué tuvo con la pelirroja.

–«¿por qué me puse tan nervioso mirándo a Ranma?», – «¿qué demonios me está pasando?» –pensaba Ryoga muy inquieto.

–¿ya terminaste de bañarte p-chan? –le preguntó Ranma impaciente.

La pelirroja, sólo llevaba una toalla en la cintura, con los pechos expuestos, sin pudor alguno. Él adolescente, se quedó mirando fijamente, sus pechos  sin poder evitarlo.

–¿por qué entras así? –le gritó Ryoga nervioso.

Se tapaba la nariz, pues le salía abundante sangre de la nariz. Sus mejillas enrojecieron, al verla tan expuesta.

–qué tiene los dos somos hombres –dijo Ranma, encogíendose de hombros.

–pero ahora no eres uno –le dijo señalando su cuerpo.

–vaya estas muy nervioso –le dijo sonriendo con malicia.

Él solo la observaba avergonzado, entonces ella agarró sus senos, con ambas manos, haciéndolas rebotar en  sus manos.

–¿te gusta ver mis pechos Ryoga? –le preguntó Ranma coquetamente.

– claro qué no –dijo balbuceando Ryoga.

La pelirroja disfrutaba siempre, molestándolo con su cuerpo. El pobre de Ryoga era un manojo de nervios. Se levantó furioso, para poder golpearla. Salió de la ducha, pero se quedó helado, cuando Ranma lo abrazo, sin  previó aviso. Sentía el  pecho desnudo, contra su fuerte pecho. Una cosa era verlos y otra cosa era poder sentirlos, el pobre trago saliva pesadamente. Sentía su cuerpo erizarse, al tenerla pegada, contra su  cuerpo desnudo. La pelirroja lo miraba burlona, pues lo ponía muy nervioso.

–¿por qué estás temblando Ryoga? –le preguntó para molestarlo.

–suéltame Ran..ma –dijo Ryoga con voz temblorosa, desviando la mirada.

– ¿por qué hablas así? –dijo Ranma, mirándolo con astucia.

Le empezó a restregar los pechos apropósito. El pobre muchacho gimió suavemente. La pelirroja para empeorar la situación, le acarició los labios con suavidad. Esto era mucho estímulo para Ryoga, qué empezó subirle la temperatura de su cuerpo.

– ¿Akane? –dijo Ryoga, para qué lo soltara.

– ¿eh? –dijo Ranma asustada –. Dejó de abrazarlo inmediatamente.

Volteó muy nerviosa, pensado qué Akane los había visto y qué podría interpretar mal la situación. El avergonzado de Ryoga, empezó a vestirse rápidamente. Al ver qué no estaba Akane en el baño, la pelirroja suspiró aliviada.

–vaya susto qué me diste Ryoga –le reprochó.

–¡fuck you! –dijo Ryoga molesto.

–no es para tanto, solo bromeaba –dijo Ranma, restando importancia a sus travesuras.

Él no le contestó, la empujó bruscamente, al salir del baño. Su corazón aún latía fuerte, y se sentía muy avergonzado, por sentirse tan vulnerable, contra su rival. Pero sonrió tontamente, al recordar la mano de Ranma, acariciando sus labios. Pero rápidamente sacudió la cabeza, para ignorar los sentimientos, qué empezaba a sentir en su corazón.

–será mejor qué me vaya por un tiempo –dijo en voz alta.

– ¿por qué Ryoga? –le preguntó Akane.

Él giró sobresaltado, se puso más nervioso al verla. Como siempre, empezó a jugar con sus manos nerviosamente. Akane lo miraba expectante, esperando su respuesta.

– verás yo necesito ser más fuerte, para derrotar a Ranma –contestó Ryoga.

–deberías olvidar esa tonta rivalidad con Ranma –dijo Akane suspirando.

– lo siento, pero no puedo Akane –dijo Ryoga con sinceridad.

–está bien, pero deberías quedarte un poco más –le sugirió Akane.

–¿enserio quieres qué me quedé? –preguntó Ryoga eufórico.

–sí –contestó Akane, sonriéndole cálidamente.

–siendo así me quedaré –dijo muy contento Ryoga.

–después de todo eres el amigo de Ranma y el mío  – Akane.

Al escucharla Ryoga entró rápidamente, en estado depresivo. Le dolía sentir qué Akane, solo lo viera como un amigo.

–si claro amigos –dijo Ryoga con decepción.

–bueno te dejó, iré a hacer mis tareas –dijo Akane lléndosea su habitación.

–ok – Ryoga.

Él adolescente se fue a descansar, al cuarto de Ranma. Pará reponer energías. Después de dormir un buen rato, fue despertado por los gritos de Ranma y salió del cuarto para ver la causa de los gritos.

–no pienso probarme más vestidos –gritaba Ranma molesta.

Salía del cuarto de Nabiki hechando chispas, pues Nabiki la había obligado a qué pusiera lindos vestidos, por medio de chantajes y así poder fotografiarla. Al verla con su vestuario de animadora, se le quedó mirando embobado por su belleza.

–¿cierto qué a Ranma se le ve muy linda con el vestuario de animadora, Ryoga? –le preguntó Nabiki, al notar como miraba a Ranma.

–pues si –dijo Ryoga saliendo de su estupor.

Cuando se dio cuenta de lo qué dijo, ya era muy tarde. La pelirroja se quedó sorprendida por su respuesta. Ryoga al instante se ruborizo, por lo qué dijo sin pensar. Qué diría su rival al escuchar, qué la consideraba linda.

–lo ves Ranma, hasta Ryoga te considera linda –dijo Nabiki riéndose de ella.

–¡no digas tonterías Nabiki! –gritó molesta Ranma.

Y jaló del brazo a Ryoga, llevándoselo a su habitación.

–no debiste decir eso, ahora Nabiki me molestará siempre con eso –le regaño molesta.

–lo siento –dijo Ryoga, sintiéndose humillado.

–bueno, ahora ayúdame a desvestirme  –le ordenó Ranma.

–¿quéeee? –exclamó Ryoga estupefacto –. El corazón de Ryoga empezó a hacer : tum, tum,tum fuertemente.

–vamos apúrate, quiero sacarme esto de una vez –dijo Ranma impaciente.

Su rostro nuevamente se ruborizo, las manos le sudaban. No quería verla desnuda, otra vez por ningún motivo. Quería salir huyendo, pero tampoco quería quedar como un cobarde, delante de su rival.

–está bien, te ayudaré –dijo Ryoga, no muy convencido de hacerlo.

La pelirroja levantó su trenza, para qué pudiera bajarle el cierre. Se acercó muy nervioso y con manos temblorosas, le bajó lentamente el cierre. Por unos instantes apreció su blanca espalda.

–gracias, al fin podré sacarme esto –dijo Ranma suspirando.

Él no le contestó, dio la vuelta para irse de la habitación.

–espera no te vayas, el viejo pervertido podría regresar y no quiero qué venga a espiarme –dijo Ranma un poco fastidiada.

–¿y yo qué tengo qué ver? –preguntó Ryoga extrañado.

–pues podrías golpearlo, mientras me cambió –contestó Ranma.

–está bien –aceptó Ryoga a regañadientes.

Ella solo le sonrió y se volteó para desvestirse. Ryoga la miraba con los brazos cruzados. Podía ver la espalda desnuda de Ranma y sin poder resistirse, también la miró mientras se sacaba la falda. Muchas veces la había visto desnuda, pero está vez reconoció dentro de sí, qué Ranma tenía un hermoso cuerpo. La miraba de distinta manera, sintiendo desconocidas emociones por ella. Miraba embobado sus curvas, sus piernas y firme trasero, mordiéndose los labios ligeramente.

–gracias amigo –dijo Ranma sonriéndole.

–de nada –dijo Ryoga, desviando la mirada sonrojado.

–«me parece qué Ryoga me miraba de forma muy extraña» –pensó Ranma –. Pero rápidamente desechó ese pensamiento fugaz.

–bueno me iré al cuarto de Akane, para qué me ayude con mi tarea –dijo Ranma.

Ryoga la vio irse, hacia el cuarto de Akane, sin sentir celos. Pues sus pensamientos estaban en otro lado.

–¿qué rayos me está pasando con Ranma? –dijo Ryoga preocupado –. Mientras cargaba su mochila en su espalda para irse a la calle.

No se dio cuenta de qué alguien lo escuchaba atentamente. Y ese alguien podría meterlo en muchos problemas.

¿Por qué el corazón de Ryoga late con fuerza por la pelirroja?, ¿Quién será la persona qué escucho a Ryoga?.

Bueno este es un nuevo capítulo,espero les guste. Muchas gracias por sus votos y por leer esta historia. Cuídense mucho. Atte : Conejo. 😉