—Hola Jonathan

—Buenos días, Dami.

Jonathan lo saludo con un pequeño choque de puños como solía hacerlo todos los días, ahora las cosas habían cambiado entre ellos dos y Damián se dió cuenta de ello. Jonathan ya no tartamudeaba frente a él.

¿Y desde cuándo Jonathan ya no tartamudeaba frente a su gran amor? Fácil: Desde que Damián ya no era su gran amor.

Al igual que Robin, el menor había comenzado a sentir sentimientos especiales por alguien muy especial para él.

Por su compañero de equipo.

Damián había notado a Jonathan muy sonriente y demasiado distraído de lo normal, sí, sabía que el menor era demasiado risueño, pero sus facetas decían otra cosa.

—Veo que últimamente estás muy sonriente —comento Damián mientras tomaba a Jonathan de los hombros para empezar a caminar.

—¿Soy muy obvio? —Jonathan preguntó mientras reía.

—Algo ¿A qué se debe el cambio de humor? —pregunto con cierta curiosidad, espero algunos segundos al no obtener respuesta decidió intentar con otra cosa — ¿Se debe a alguien? —volvio a preguntar, la curiosidad lo estaba matando.

La curiosidad era mala.

—Si, se debe a alguien —respondió con simpleza.

Damián lo miro sorprendido, algo dentro de él se sentía mal, sintió una opresión en su pecho, la respuesta le había dolido.

Antes de que le pudiera decir algo el timbre sonó dando inicio a las clases.

...

La noche había caído y ahora se encontraban vigilando un pequeño dúo de superhéroes: SuperSons, el equipo conformado por Robin y Superboy.

La luz de la luna alumbraba un poco a los héroes, dejando ver sus siluetas.

—Ro-Robin —tartamudeo el joven héroe quien portaba una sudadera azul y roja dejando ver una "S" en su pecho al igual que en su capa, tenía unos pantalones de mezclilla rotos y un par de tenis rojos.

—¿Qué quieres? —contesto molesto el de antifaz verdoso, tenía un chaleco rojo con algunos detalles dorados alrededor, en su lado izquierdo tenía un logo de una  "R" bordada en dorado, tenía unas mallas negras, botas verdes, rodilleras y coderas del mismo color que su antifaz y una capa negra y larga.

Superboy ladeó su cabeza hacia un lado buscando los ojos blancos del mayor. —¿Estás molesto?

—Eso a ti que te importa.

Un incómodo silencio de apoderó del momento, Superboy miraba las estrellas mientras que Robin tenía su mirada perdida aún pensando en las palabras de su compañero.

Necesitaba respuestas sobre ese "alguien" que Jonathan le había dicho.

Suspirando bajo su capucha y giro su cabeza buscado los ojos azules de Superboy, miraba que le daba tranquilidad y a la vez molestia.

—¿Qué ibas a decirme? —. Preguntó con su tono de exigencia mientras ponía su pie cerca del menor.

Superboy dió un salto al escuchar la fuerza del pie de Robin, en la posición que estaba no le era de mucha ayuda así que no tuvo más que elevar su mirada, observó por algunos momentos los ojos blancos del antifaz, aquellos ojos que no mostraban vida o expresión alguna.

—Nada, nada —respondió mientras retrocedía, no lo iba a admitir delante del mayor pero Robin a veces le daba miedo.

Aún así se enamoró de él.

Pudo sentir la mirada del mayor en él, eso le provocó un pequeño escalofrío.

Robin tomó su cancho y se fué, dejando a Superboy confundido. Se elevó un poco mientras le daba un último vistazo a la cuidad, luego de eso decidió que lo mejor era irse a su casa.

Sin percatarse que era seguido.

Ando de buen humor y por eso ando actualizado además ya voy a entrar a la universidad y estoy aprovechando mis vacaciones para escribir.

Así que aprovechen. Además estén atentos pro que muy pronto estaré abriendo comisiones.

Nos vemos pronto.