“¿Protagonista? ¿Yo?”

Pregunto un tanto sorprendida la de cabellos azabaches, la mejor amiga de su novio, y casi amiga suya la miro con picardía.

Entre todos los personajes de la obra, ella había sido seleccionada, para la personaje principal, y él chico no era su Goku, era uno del cual de los que ya había rechazado. Anteriormente.

Para su mala suerte, constando de diecisiete años, Milk subió de promedio a quinto de secundaria, y Goku, por motivos de ira reprobó un año.

Era su culpa, indirectamente.
Tal vez. Goku era todo una bestia cuando se enojaba, peor que ella. Aquella vez le dio terror.

Soltó un suspiro, Lazuli, su mejor amiga y Suno, la amiga de Goku, no apartaban la mirada en ella.

Aceptó ser la protagonista, Suno le entrego los papeles para que memorizará, en un mes sería la dicha obra.

— ¡Milk! —La puerta del salón fue abierta de una patada, no habiendo un profesor ahí, todos habían un total bullicio. La nombrada giro la mirada y cuando menos se lo espero ya estaba siendo cargada como un saco de papas.

Ya afuera del salón él la bajo, se cruzo de brazos con la mirada sería en ella.

— No partícipes...Milk...en la obra —Le dijo. Vaya que los chismes vuelan en un dos por tres— tengo un mal presentimiento.

En ese momento ella no estaba relajada, ni mucho menos calmada como para soportar a Goku, su noviazgo entre ellos estaba poco atendido puesto que ambos se veían castamente a causa de muchos motivos.

— No tengo que hacer lo que tu dices, esto es puntaje y para ello tengo que participar —Exhalo, giro sobre sus tobillos dándole la espalda— no te metas Son —Y entró a su salón.

Él no la detuvo, siendo honestos ella cada vez se alejaba, con cada minuto, la distancia se presenciaban y tenia miedo de perderla, pero al parecer ella no, nisiquiera podían conversar sin que el otro termine de molestarse. Joder.

Desempuño su mano, cumplían nueve años de estar juntos, ese día, había planeado aquello, miro él anillo de compromiso en su mano, amaba a Milk, demasiado.

Llegando la hora de volver a sus casas y estando ya en sus hogares, miro su celular, luego a la ventana que daba al frente de la habitación de su amada, estaba cerrada y con las luces apagadas luego la vio salir de su casa. Para irse con aquel chico. De nuevo.

Últimamente salían juntos, mucho.

Y Milk ya le había advertido, que si volvia a golpearlo, lo suyo terminaría.

Se recostó en su cama, miro de nuevo su celular esperanzado que ella se hubiese acordado de su aniversario y le hubiese escrito, pero nada.

— Milk —Susurro, con un nudo en la garganta— soy un idiota —Cubrio sus ojos con su antebrazo mientras una lágrima resbalaba por su mejilla.

Aquella obra. Los separaría más de lo que ya estaban.

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