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03. Tal Vez Eras Tú


Mi día era una maldita locura, todos me miraban por como actuaba Liam con Brittany, estaban tan acaramelados que nadie podría no notar su presencia en la cafetería «ni en mi receso puedo estar tranquila» nadie sabía que lo que teníamos había terminado y así como hablaron de mi cercanía con Tyler lo mismo hacen con él. ¿Cómo hizo para mentirme tan bien? ¿Cómo no me dí cuenta de esa cercanía mucho antes? De verdad estaba tan ciega como para no fijarme que estaban esperando el momento exacto para que pudieran dejar de estar escondidos. Maldita sea, fue una completa estúpida. Me quedé allí cuando él ya estaba buscando mi reemplazo desde antes. 

Compré un jugo y me retiré de allí tan pronto me fijé que estaba allí; pude retirarme sin que se diera cuenta que había estado allí, tenía tanto coraje por todo lo que me hizo sentir ayer y al parecer él no siente ni un poco de empatía para hacerme ver tan mal en estos momentos.

—Hola te estaba buscando — estoy loca, como me puedo tranquilizar al escuchar su voz — ¿Qué haces escondida aquí la mia bella principessa? —Vi que sacaba un pañuelo de su mochila y la tendió a mi.

—Todos me miran como si fuese mi culpa, me señalan y solo hablan como si supieran lo que ocurre. Detesto esto, odio que él esté con ella cuando terminamos recién, ¿De verdad no le importa el tiempo que estuvimos juntos? —No soporto y las lágrimas siguen cayendo como cascadas, no puedo parar.

—Mi dulce Kate, no te diré que lo olvides, sé que es muy pronto pero debes tratar de dejar todo atrás para que lo que resta de escuela no te destruyas de esta manera. Ya me habías dicho que sentías que él había cambiado totalmente contigo, tal vez era por esa razón que aún no quieres aceptar y era que no te amaba.

—No me amo, ya lo entendí, sin embargo debo actuar como lo hace él para que todos piensen que estoy bien, Tyler eso no es tan sencillo.

—Yo no he dicho que actúes como él, no te das cuenta que es un idiota. Tú eres demasiado para él, no supo valorar lo fuerte y tenaz que eres, no valoro tu amor, no valoro el tiempo que pasaste a su lado, no valoro ni le importo nada, solo vela por el mismo. 

—Yo sé, pero no sé porqué estoy así, yo … 

—Tranquila, comprendo muy bien lo que estás pasando. Ahora demuéstrale quien es Kate Jones. 

—Y para tí ¿Quién soy? — La curiosidad invadió todo mi cuerpo como si sintiera un hilo de esperanza, algo que se quería enredar en él pero había temor.

—Para mí. Eres encantadora, dulce, fuerte, hermosa, eres todo lo que un verdadero hombre desea en su vida. Te dije que estabas hecha para muchas cosas, y que eras capaz de cumplir todo lo que quisieras. Por ti iría a la luna y aún sin mis cinco sentidos regresaría a ti, porque eres lo mejor que he conocido en mi vida. Yo… la verdad es que eres muy fuerte para dejarte caer y sé que encontrarás la forma de salir de este profundo y oscuro hoyo en el que crees encontrarte.

—Tyler — salió su nombre en un suspiro, es como haber dicho todo y a la vez nada ¿Que me quiere dar a entender con esto? No puede ser, que el mundo me meta en este tipo de cosas 

—Fue mucho ¿Cierto? — sonrió apenado de haber soltado todo de esa manera, pero su sonrisa era tan hermosa que no me había fijado en lo hermoso que él era.

—Gracias por siempre estar en mis peores momentos.

—¿Qué dices? Esto no es nada.

—Disculpa debes ir a clase y yo también —me levanté del piso con mi mochila en mano para ir a mi clase cuando siento que él me toma de la mano. 

—No te olvides de nuestro helado de chocolate.

—Pasas por mi.

—Está bien.

—Gracias Tyler —grité alejándome de él por el simple hecho de haber acelerado mi corazón, no puedo creer cuánto puede crear en mi. Creí que era una locura pero es imposible.

Caminé al salón de clases, y pude sentir las miradas de todos era innegable pero no puedo mostrarme culpable cuando Liam fue quien causó todo esto. Él fue quien se alejó y daño la relación con cada una de sus palabras y ni hablar de sus hechos, Liam es el culpable.

Escuché a lo lejos como la profesora explicaba que estábamos en el último año que debíamos dar todo de nosotros para poder entrar a una buena universidad, para mí es demás decir eso todos saben qué futuro quieren seguir. Que fin tiene repetirlo siempre.

Por más que una vez intenté que aquello funcionará sentí desde hace mucho que eso estaba mucho más que quebrado, estaba sumido en la piedras rocosas incapaces de salir de allí en busca de un salto de luz, no había manera de que se mejorara y saliéramos como fuimos al inicio de todo esto, ya no había que hacer.

Cada vez que una vez sus palabras salían con desagrado hacia mí sentía que clavos se enterraban en mi pecho lastimando cada parte de mi ser, era un dolor indescriptible no hay forma de que lo aliviará.  Pero todas esas veces estaba él, Tyler me reconfortaba, me hacía volver a sonreír y confiar de nuevo en mi; en lo que soy capaz de hacer porque es cierto no puedo dejarme derrumbarme de esa manera. 

Tyler, tal vez debías ser tú mi chico.

Él es todo lo que una mujer quisiera y aunque suele decir que no es la gran cosa no logra imaginarse cuántas quisieran estar con él. Es un romántico hasta el borde, por más que le digo que no es necesario exagerar dice que su corazón le dice que es así como debe tratar a las mujeres y mucho más a la que le gusta. 

No entiendo cómo puede estar solo, se ha dedicado a ser mi amigo y estar para cuando dice él, lo necesito. Esas tardes en el jardín siempre han sido como si un arcoiris estuviera justo en nuestros ojos iluminando y haciendo una increíble escena como si de verdad fuéramos una pareja, una amistad que nos ha hecho tan bien a los dos.

Ya estaba con los nervios de punta, era la primera vez que me invitaba sin que yo estuviera con Liam cerca, él decía que no le gustaba la cercanía que teníamos y siempre se encontraba cerca, aunque una que otra vez nos escapamos cuando salíamos de clases sin que él se diera cuenta, era motivo para reírnos muchas veces. Estábamos para muchas cosas y estar encerrados no era nuestro mejor hobbie; pero hoy puede que se tome como algo diferente sé de sus sentimientos tan confusos pero no puedo ceder a esto, uno de la misma familia me tacharan toda la vida.

Me miró al espejo tratando de ver si estoy bien, no sé porque tengo la sensación de querer verme bien pero solo quiero hacerlo, me he puesto blanco corto, un poco más arriba de mis rodillas y una chaqueta por si hace más frío, dejó mi cabello suelto porque hay mucha brisa y no me sentiré con calor de traerlo suelto. Ya solo me quedo a la espera de Tyler pero él es tan puntual que terminó y logré escuchar el timbre sonar. 

—Cariño, ha llegado Tyler. 

—Ya bajo —respondí tratando de aliviar mi acelerado corazón.

No pude decir nada más, me eche una última mirada al espejo y aprovecho a retocar mi labial, estoy nerviosa más de lo que quisiera admitir pero como hago para calmarlos siento que mi rostro lo dirá todo incluso cuando quiero ocultar el latir que me empieza a invadir cada que está junto a mi. 

Salgo de mi habitación y cuando bajé las escaleras escaleras lo pude ver allí esperándome y lucía increíble en aquellos pantalones negros y una camisa azul que le hacía resaltar demasiado su tono de piel, y veía un dulce brillo en sus ojos, algo había en ellos que no podía describir, no entendía que sucedía y porqué los dos estábamos en silencio sin perder nuestras miradas.

El chico debías haber sido tú, no tengo dudas. El clip, ese que hablan en la película de Hotel Transilvania que solo llegan una vez en la vida, eso mismo estoy sintiendo justo ahora.

—Hola — dije intentando romper el silencio que estaba acumulándose en medio.

—Hola —su voz se pudo notar algo ronca, al parecer no podía ni hablar, me habré arreglado demasiado — estás preciosa, la mia bellissima Kate.

—Sin duda voy a tener que aprender Italiano porque andas hablándome mucho en ese idioma, pero gracias está si la entendí.

—Me alegra que sí, ¿Estás lista? 

—Si, ya podemos irnos.

—Está bien — digo acercándome a él tratando de aliviar mis nervios — ¿A qué heladería iremos? — pregunté.

—Primero haremos una pequeña parada, tengo algo muy importante que hacer.

—No te preocupes.

Caminamos por las calles como si estuviese el mundo congelado y solo estuviéramos los dos, éramos los dueños de ese momento y de lo bello que era caminar juntos sin preocupaciones.

—Hemos llegado — quedé viendo el lugar con muchísima curiosidad ¿Que hacíamos aquí? 

—¿Y esto? — Vi como estaban unas canastas afuera con muchos tipos de flores, era una floristería y no entendía nada.

—Esto es muy importante, estamos aquí porque quiero hacerte feliz. — Sonríe con tal inocencia que me sorprende que haya dicho eso.

—¿Hacerme feliz? 

—Sí, sé que te gustaba mucho el jardín de la casa y estar cerca de las flores.

—Eso es cierto pero…

—Así que quise traerte aquí, para que te sientas mejor estando entre las flores y poder regalarte tus favoritas.

—¿Mis favoritas? — seguia haciendo preguntas parecía que me había golpeado la cabeza, actuaba como idiota.

—Claro que no sé cuales son tus flores favoritas — se rasca la cabeza con una sonrisa que denota que está nervioso — si no te molesta ¿Podrías decirme cuáles son? — sus ojos brillan tanto que se me es imposible no enloquecer al verlos.

—Los girasoles — respondí — son mis favoritos.

—Muy buena elección, ahora entremos para comprar tus girasoles.

Entramos al local con una sonrisa nerviosa, al parecer ambos sentimos que algo ocurre pero no hablamos de ello para no arruinar nada, o más bien él se toma el tiempo solo tengo poco de haber terminado una relación de algunos años, comprendo que necesite darme el espacio.

—Ahora si podemos ir por el helado — se acerca a mí con un pequeño ramo de girasoles.

—Creí que solo comprarías uno — estoy tan sorprendida.

—Uno, Dios si tengo para comprar todos los que quieras, solo no quería ser tan extravagante para no enojarte.

—Ya veo, están hermosos — miraba el ramo con un sentimiento que quemaba mi piel.

—Tu eres mucho más hermosa con ese ramo en tus manos, te ilumina el rostro.

—Tyler, me harás sonrojar. Mejor vámonos.

Continuamos nuestro camino hasta una heladería que está cerca, al llegar tuvimos la suerte de encontrar una mesa vacía, caminamos hasta allí y tomamos asiento. Veía cada una de sus atenciones y me empecé a preguntar cuánto no me sentía de esta manera, hace mucho que Liam dejó este tipo de atenciones conmigo.

—Buenas tardes, bienvenido a Ice Cool.

—Gracias —respondimos.

—Mi nombre es Gaby y estoy para tomar su orden.

—A mi puedes traerme un helado de Vainilla mezclado con el de fresa.

—A mi uno de chocolate y vainilla. —Al terminar mi orden la chica se fue y volvimos a quedar solos.

—Kate, dime la verdad ¿Estás bien con todo esto que está pasando con Liam? 

—Estoy bien, no te preocupes. Tu más que nadie sabes que esto se le veía el fin desde hace mucho.

—Yo no digo que no, pero yo digo de tu sentir, fueron tres años que estuvieron juntos.

—Lo sé, pero al parecer ese amor de mi hacía él se había acabado, no siento nada más que irá por haberme querido echar el agua sucia, quiso que me sintiera culpable de que eso haya acabado cuando él dañó todo.

—Bueno, en eso tienes razón hasta yo sentiría irá por algo así. 

—Ves, yo dejé de estar enamorada de él, desde cuándo no lo sé pero así lo siento ahora.

En ese momento los helados llegan. Y la chica se marcha con una sonrisa y noto algo debajo de la copa de helado de Tyler.

—¿Qué es eso? — Pregunté con demasiada curiosidad.

—¿Qué cosa? —Responde.

—Eso debajo de tu helado —lo mira y levanta para ver qué es.

—Un papel — dice como si nada.

—Abrelo — dije tratando de por fin saber.

—Es su número de teléfono — sonríe como si yo no estuviera allí y no comprendía pero sentía que la sangre hervía dentro de mi.

—¿Y esa que se cree? 

—Tranquila, no es nada. 

—No son nada mis estados de WhatsApp, y todos lo ven. Además de eso le sonríes, ¿estás bobo o qué?

—Vamos Kate relájate, tu sabes que no ando en busca de nada.

—Como sea, comamos antes que se derritan.

—Pareces chica celosa — se ríe.

—Celosa ¿Qué te pasa? — metí la pata hasta el fondo.

—Nada, nada. Comamos. — Cómo si nada olvidamos el tema, pero no podía dejar eso así por lo que le quite el papel de las manos y al pagar me acerque a la caja en la que estaba la ofrecida de Gaby, y cuándo llegó mi turno de pagar solo le dije algo para sentirme mejor.

—Toma, él no necesita tu número porque me tiene a mi. Deja de ser tan ofrecida con tus clientes, vas a perder tu dignidad de esa manera  chaíto Gaby gracias por los helados — le lancé un besito y me fui hasta donde Tyler me esperaba para tomarlo de la mano y salir de allí como si no hubiese hecho nada.

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Hoy les dejo este capítulo primero que nada les pido disculpas por la demora en publicar pero no crean que me olvido de esto, solo que me estoy tomando mucho tiempo para escribir varias cosas a la vez.

Espero que les guste mucho y recuerden buscarme en mis redes como @guzmanyare_24

También quería pedirle lo mismo de siempre comentar, vota, y compartir este libro con sus amigos. Y también ¿Que canción me recomiendan para este capítulo? Recuerden que es para la playlist en Spotify.

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