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[05]

05; Me estoy equivocando al estar equivocado.

—¿Te empezó a gustar Taehyung después de besarlo, o ya te gustaba antes? —preguntó Seokjin, con una sonrisa socarrona en su rostro.

Al concluir sus clases, Hoseok, Yoongi, Namjoon y Jin bajaron a la cafetería para comer algo antes de que Hoseok y Seokjin se dirigieran a su clase de teatro.

Conversaban causalmente. Y una conversación que se había vuelto casual entre ellos era bromear acerca del enamoramiento de Hoseok.

Sin embargo, la duda de Jin era sincera. ¿Qué decir? A Seokjin le gustaba enterarse de las motivaciones de otras personas, decía que eso fomenta su creatividad.

La pregunta de Jin tomó por sorpresa a Yoongi, quien dejó caer su caja de jugo sobre la mesa.

—¿Ya se besaron?

Yoongi no podía creer lo rápido que Hoseok había avanzado en su relación, o que siquiera tuviera una con aquel castaño de aspecto arrogante.

Jin tuvo que explicarle a Yoongi que se trataba de una actividad de teatro, algo más en línea con la personalidad de su amigo. Sin embargo, se preguntaba qué tipo de cosas extrañas sucedían en el mundo del teatro.

Yoongi no podía creer lo rápido que Hoseok había avanzado en su relación. Jin tuvo que explicarle a Yoongi que se trataba de una actividad de teatro, lo que reparó su visión acerca de él. Sin embargo, se preguntaba qué tipo de cosas extrañas sucedían en el mundo del teatro.

—Enamorarse de alguien por un beso es un tanto infantil—comentó Namjoon, disgustado.

Jin le reprochó, se molestó severamente, tanto así que su rostro se puso rojo.

—¿Y qué se necesita para que sea un problema más maduro? ¿Fiesta, alcohol? Si en vez de un beso, fuera sexo ¿también sería demasiado inmaduro?

—Sí —contestó tajante.  Y antes de que Seokjin dijera algo, aclaró—: Uno debería enamorarse de la persona y el tipo de persona que te vuelve.

«Una persona vulnerable, ansiosa e insegura», según la perspectiva de Hoseok, ¿y a quién le gustaría ser así?

—No me enamoré de Taehyung por el beso —protestó Hoseok; esto no estaría pasado si Jungkook no hubiera hecho aquel comentario de que Taehyung era su enamorado.

¡Ahora no lo dejan en paz con el mismo tema!

—Pero, ¿sí estás enamorado de él? —cuestionó Yoongi, y los otros dos dejaron su discusión para unirse a la broma.

Solo que, el comentario de Yoongi no fue una broma, si no que fue una pregunta sincera. Quería cuidar de los sentimientos de su amigo, de quién parecía un chico arrogante y superficial. Sinceramente, no creía que Taehyung fuera a corresponder los sentimientos de Hoseok.

De repente, Jungkook apareció en la cafetería. Lleno de emoción y acompañado de un terrible resfriado, se plantó frente a ellos, mostrando una gran sonrisa.

—¡Felicidades, Hoseok-hyung! Admiró lo valiente que ha sido al declarar sus sentimientos a Taehyung —exclamó alegre y ronco.

Hoseok lo interrumpió, enfadado.

—Dejen de decir que estoy enamorado de Taehyung. Es cierto que admiro su talento como actor y artista, y que deseo conocerlo más a fondo. También estoy agradecido de aquella vez que quiso consolarme de la misma tristeza que él me provocó —Le pareció un gesto amable, aunque Taehyung no supiera que su presencia lo lastimaba aún más en ese momento—. Sin embargo, eso no significa que esté enamorado de él.

El ambiente se llenó de un silencio incómodo, mientras las expresiones en la mesa se volvían extrañas. Jungkook parece estar profundamente confundido, por lo que Hoseok se propuso a explicarle con más calma.

Sin embargo, antes de que Hoseok pueda hablar, Jungkook se le adelantó.

—Entonces, ¿tú no le enviaste esa carta a Taehyung? —preguntó Jungkook, mirando fijamente a Hoseok.

Hoseok se tomó un momento para asimilar las palabras de Jungkook. Su mente se llenó de preguntas y el desconcierto se reflejó en su voz temblorosa.

—¿Qué carta? —inquirió Hoseok, mientras luchaba por comprender la situación que se desenvuelve frente a él.

Jungkook se mostró apenado. Esto había sido su culpa por haberse adelantado a los hechos. Y ahora, se veía en la penosa tarea de explicar lo sucedido, lo que probablemente sería doloroso para Hoseok.

—Ayer, alguien le entregó una carta a Taehyung, confesándole sus sentimientos. No sé qué decía exactamente, pero pude oír que Taehyung se debatió con Jimin acerca de si ir o no al lugar al que lo citaban.

La revelación golpeó a Hoseok como una marea arrolladora. Se sentía abrumado por la incertidumbre, la decepción y la inseguridad que lo envolvían.

Jin, observando la angustia de Hoseok, intentó obtener más detalles para aclarar la situación.

—¿Qué decidió al final?

Jungkook sintió un nudo en el estómago mientras pronunciaba sus siguientes palabras.

—Creo que sí fue. Lo siento mucho, Hoseok-hyung, pensé que tú eras quien había escrito la carta.

Hoseok sintió cómo las palabras de Jungkook penetraban en lo más profundo de su ser. La frustración y el enojo lo invadieron, ¿por qué insistían en decir que estaba enamorado de Taehyung? No entendían el peso de esa palabra, todo lo que conllevaba y el dolor que le provocaba.

El enamoramiento era un terreno peligroso, un camino hacia el amor y, en sí mismo, hacia la decepción.

—No tienes que disculparte —respondió Hoseok a Jungkook, tratando de ocultar su propia angustia bajo una máscara de indiferencia—. No fuiste tú quien me hizo daño.

Las palabras de Hoseok resonaron en el aire, llenas de una tristeza que ninguno de los presentes podía ignorar. Quisieron brindarle apoyo y consuelo, pero Hoseok se negó a ello.

—Hay que irnos. La maestra Soo se enfadara si llegamos tarde.

La excusa de la clase de teatro se convirtió en un escape para evitar profundizar en el dolor y la incomodidad del momento. Aunque los demás aún llevaban consigo la preocupación por Hoseok, respetaron su decisión de alejarse del tema por el momento.

Los cinco se pusieron en marcha hacia el taller, envueltos en un ambiente tenso y silencioso. Hoseok se alejó de los demás, encerrado en su propia energía pesada y opresiva.

Yoongi, luchando contra su propia aprehensión, se armó de valor para acercarse a Hoseok.

—¿Estás seguro de qué quieres entrar? Él estará allí —susurró Yoongi, manteniendo la conversación entre ellos dos.

Hoseok soltó un suspiro de frustración, sintiendo cómo el tema incómodo resurgió una vez más. Estaba agotado de tener que enfrentarlo, así que prefirió guardar silencio.

Continuaron caminando en medio de la incertidumbre y la duda que invadía a Hoseok. ¿Realmente quería entrar al taller y verlo? ¿Sería capaz de hacerlo? Estas preguntas sin respuesta resonaban en su mente, amplificando su inseguridad y confusión.

No tuvo que esperar mucho para que la respuesta llegará por sí sola. Mientras observaba a Taehyung compartir sonrisas con otros, Hoseok se dio cuenta de que no era el único admirador de su belleza. Y que el posible autor de aquella carta tan solo uno más de sus muchos admiradores, al igual que él y otros tantos.

Si se hiciera una lista con los nombres de las personas que serían correspondidas por Taehyung, ¿en qué lugar se encontraría él? ¿Cómo podría competir si ni siquiera merecía una de sus sonrisas?

No pudo contestar a estas nuevas preguntas; pero halló respuesta a una de las anteriores: no quería estar en la clase de teatro en ese momento y no soportaba estar allí.

Al borde de la desesperación, Hoseok abandonó el salón y se dirigió apresuradamente hacia los baños más cercanos.  Una vez dentro, mojó su rostro que ardía y se permitió respirar tan pesada y ruidosamente como su cuerpo lo quisiera. Sintió que se ahogaba, atrapado entre el agua, la duda, la inseguridad y la incomodidad que le provocaba su propia piel.

Finalmente, cerró la llave y levantó la cabeza, encontrando su reflejo en el espejo, y detrás de él, una profunda mirada que lo observaba con preocupación.

—Luce mal, ¿te encuentras bien? —preguntó Taehyung, con voz suave pero llena de inquietud.

Hoseok se vio atrapado en medio de la contradicción de esa pregunta. Por un lado, anhelaba revelar la tormenta de emociones que lo consumía, pero por otro, se encontraba demasiado aturdido para decir algo.

Taehyung, percibiendo la angustia en Hoseok, sugirió llamar a alguien, tal vez al personal de enfermería, para que pudieran brindarle ayuda.

Sin embargo, Hoseok negó con la cabeza, consciente de que su dolor no podría ser aliviado con una simple pastilla o un medicamento.

Taehyung captó la negación de Hoseok y comprendió que su sufrimiento iba mucho más allá de lo físico. Su mirada se intensificó, como si tratara de adentrarse en el alma de Hoseok, buscando entender su verdadera aflicción.

Hoseok agachó la cabeza, oyendo a Taehyung acercarse y posicionarse al otro lado del lavabo.

—Quizás necesites a alguien que te escuche, que esté ahí para ti —susurró Taehyung, con voz aterciopelada siendo un ataque directo al afligido corazón de Hoseok.

Sin embargo, Hoseok se aferró a sus resistencias para no abrirse y mostrar su vulnerabilidad. El miedo a ser rechazado o a enfrentar una realidad que prefería ignorar lo mantenía en silencio.

Sin embargo, Taehyung se mantuvo allí, deslizándose por la pared hasta encontrar el rostro de Hoseok.

—Entonces, me quedaría aquí contigo —dijo Taehyung, ofreciendo una cálida sonrisa.

Hoseok se erguió de inmediato, negándose a caer bajo el encanto de ese encantador espécimen que despertaba tantas emociones en su interior.

En ese momento, a Hoseok se le ocurrió una idea para aclarar sus dudas de una vez por todas.

—¿No se pondrá celoso tu pareja si haces eso? —preguntó Hoseok con una mezcla de desafío y amargura.

Taehyung torció la boca, dejando en claro su posición.

—Si mi pareja se pone celoso por algo tan simple como esto, entonces no sería mi pareja.

Hoseok se llenó de amargura. Esa era la diferencia entre aquel que había conquistado el corazón de Taehyung y él mismo, ya que a Hoseok sí le afectarían los celos, aunque se negara a admitirlo abiertamente

—Tengo que llegar temprano a casa —murmuró Hoseok de repente, interrumpiendo la conversación. Sin más palabras, se marchó, dejando a Taehyung allí, balbuceando una despedida en vano.

Hoseok regresó al salón para recoger su mochila.
No dió una explicación a nadie y se alejó bajo las miradas atentas de los presentes. Jungkook se acercó a él antes de que saliera del salón y, al observar su rostro, supo que su estado de ánimo no era el mejor.

—Te veo mañana —dijo Jungkook, transmitiendo un gesto de apoyo.

Hoseok asintió y se marchó. Regresó a su casa, soportando la amargura que lo envolvía durante todo el camino. Intentó encontrar algo de paz en la música que resonaba en sus auriculares, pero sus pensamientos lo seguían atormentando sin tregua.

Lo primero que hizo al llegar a su departamento fue dirigirse a la cocina en búsqueda de algo de comida. Recordó las palabras de su madre, quien siempre le decía que avisara cuando llegara y se fuera. En un arrebato de frustración, gritó.

—¡Hayoung, ya llegué!

La respuesta llegó desde la otra habitación.

—Hay comida en la estufa. Caliéntala y come.

La madre de Hoseok apareció en la habitación, llevando a un bebé en brazos y colocándolo en su corral.

—Te dije que llegarías más temprano, se me hace tarde para ir con Seulgi —reprochó Hayoung.

Hoseok frunció el ceño, sintiéndose frustrado.

—Estabas en clase. Te dije que salía a las 6 —respondió Hoseok, defendiéndose.

La madre suspiró, mostrando señales de agotamiento.

—Lo lamento, casi terminas el semestre y yo no logró aprender tu horario —No obstante, di un vistazo al reloj y su ceño volvió a endurecerse—. Pero son las 5, ¿te saliste de clases? .

Hoseok, sintiendo una mezcla de culpa y frustración, lanzó una pregunta cargada de sarcasmo.

—Querías que estuviera aquí temprano, ¿no?

La madre, harta de la actitud desafiante de su hijo, decidió poner límites.

—No voy a tolerar que me hables en ese tono. Sea lo que sea que te haya sucedido afuera, no es motivo para que lo arrastres aquí adentro, ¿entendido?

Hoseok asintió, reconociendo la advertencia y guardando silencio.

Ahora, dime qué pasó con ese muchacho, el castañito ese del que siempre hablas —continuó la madre, buscando respuestas

Hoseok vaciló por un momento antes de responder.

—¿Por qué lo mencionas?

—Porque llevas 10 minutos aquí y no lo has mencionado, ni siquiera me has dicho lo que llevaba puesto hoy o lo que hizo en la clase, así que asumo que algo habrá sucedido con él.

Esto era el colmo, hasta su propia madre lo molestaba con su enamoramiento hacia Taehyung. Él no estaba enamorado de Taehyung, ni siquiera lo mencionaba tantas veces.

Sí, le contaba a su madre cómo iba vestido el castaño porque tenía un buen estilo, que sobresale del resto con una mezcla de prendas casuales y formales, además de que se veía muy bien. También le contaba lo que hacía en la clase de teatro porque era impresionante.

Hoseok sonrió al recordar la imagen del castaño.

—Hoy llevaba un pantalón de vestir y un saco que le quedaba grande. La maestra Soo lo hizo leer un fragmento de Hamlet y parecía todo un bohemio, recitando en algún lugar europeo. Se veía muy bien.

Su madre no lo veía, ya que estaba preparando sus cosas para salir, pero hizo un sonido para afirmar que estaba oyendo. La atención que le ofrecía y el espació para extender su discurso que pocas veces le permitía, hizo sentir a Hoseok cómodo para contar más acerca de su día.

—Hoy tuve una conversación con él en los baños de la escuela, creo que él me siguió hasta allí y...

Hayoung lo interrumpió, sintiéndose incómoda.

—Ya no me digas más —dijo, quejándose de un escalofrío que había recorrido su espalda. Al notar la decepción de Hoseok, Hayoung se acercó—. Cariño, por favor entiéndeme. Me dijiste que te gusta un chico y no me diste tiempo para procesarlo. No me malinterpretes, te acepto tal como eres, pero soy de otra generación y esto es nuevo para mí.

Que su hijo menor estuviera enamorado de otro varón, era impensable para Hayoung. Se supone que Hoseok traería una chica gentil y agradable a la familia, no que sufriera por otro varón.

Hayoung acercó a Hoseok y lo tomó de los hombros.

—Ya no le causes más confusiones innecesarias a mami, y ya no hablemos más del tema.

Hoseok aceptó, y apartó a su madre de manera brusca.

Dolida por el desprecio, Hayoung se alejó.

—Come bien, hijo. Y cuida a Nabi, tu hermana dijo que llegaría tarde. Yo intentaré no llegar tan tarde —dicho esto, desapareció detrás de la puerta.

El sonido despertó a la pequeña Nabi, quien comenzó a llorar intensamente al encontrarse sola. Hoseok acudió rápidamente en su ayuda, y cargó a su sobrina tratando de consolarla.

A pesar de oír el llanto, Hayoung no regresó.

(...)

Los dedos de Taehyung golpean inquietos el papel lustre, a la vez, mira de un lado a otro, buscando a su amigo. Encuentra a Jimin sentado en una de las mesas afuera de la cafetería y con una amplia sonrisa en los labios, se dirige hacia él.

Al llegar con él, lo vuelve a saludar y se sienta frente a él. Pone el regalo sobre la mesa tratando de llamar la atención de su amigo hacia este.

Sin embargo, Jimin mantiene la mirada sobre la pantalla de su laptop.

—¿Lograste hacer el modelo, o quieres que te ayude? —preguntó Jimin, y Taehyung asiente.

La ayuda que le brindó ayer a través de mensajes fue suficiente para que pudiera acabar su proyecto, una vez más agradece. En respuesta, Jimin hace un gesto con la cabeza, antes de volver a enfrascarse en su propia tarea.

El evidente desdén de su amigo pone de mal humor a Taehyung. ¿En serio solo le va a preguntar eso? ¿No le interesa saber qué le regalaron? Su corazón revolotea en el pecho y a su supuesto mejor amigo parece no importarle.

Para sorpresa de Taehyung, Jimin dejó a un lado la laptop y le preguntó acerca del regalo. «Es casi como si le leyera la mente», pensó Taehyung, pero en realidad su aflicción era tan evidente que logró ablandar a su muy estresado amigo.

—Bien, ¿qué tienes ahí? Enséñamelo de una vez —comentó Jimin, pasando de un tono resignado a una ligera risa. Le causa gracia la manera tan drástica en que la decepción se transforma en una enorme sonrisa.

Entusiasmado, Taehyung quitó el papel que solo estaba por encima y con gran orgullo mostró la carátula del libro.

—Es el libro de arte de "El Castillo Vagabundo", Bogum me lo regaló.

Jimin lo miró y aceptó sostener el libro. Está genuinamente sorprendido, era un libro grande con hermosas fotografías, además de ser de una de las películas favoritas de Taehyung.

Mientras tanto, Taehyung rebuscó en los bolsillos de su mochila —llenos de envoltorios vacíos — hasta encontrar el dulce que había reservado para Jimin.

—Supongo que con esto, ya habrás rechazado a Wooseok —comentó Jimin con un dejo de ironía, aceptando el dulce que Taehyung le ofreció y devolviéndole el libro.

Hace apenas unos días, Taehyung recibió una carta de Wooseok, en la que este confesaba abiertamente sus sentimientos y le solicitaba una oportunidad para conocerse mejor y, posiblemente, iniciar una relación romántica. Taehyung respondió que necesitaba tiempo para pensarlo, y hasta el día de hoy, sigue reflexionando al respecto.

O tal vez ni siquiera ha pensado en tomar una decisión, y eso es lo que le avergüenza, haciéndole sentir el rubor en sus mejillas.

Y el problema se complicaba todavía más al agregarse Bogum a la ecuación.

—No le intereso a Bogum de esa manera —confesó Taehyung, entre dientes. 

Jimin rodó los ojos, frustrado de lo terco que era su amigo para aceptar que alguien estaba atraído hacia él. Tendría que estar ciego para no darse cuenta de la forma en que Bogum lo mira, como si fuera lo más preciado en el mundo.

Bogum demostraba que gustaba de él por medio de sus acciones pero como nunca se lo ha dicho explícitamente, Taehyung mantiene sus dudas.

—Debo confesar que a veces me provocas envidia. Tienes pretendientes que te persiguen sin darles respuesta definitiva, ¿cómo lo logras? —preguntó Jimin, mostrando una curiosidad genuina. Sin embargo, su tono de voz era bajo y su boca se curvaba en un gesto torcido de desagrado.

Taehyung mostró una sonrisa arrogante; debía confesar que le gustaba como se había oído aquello. No obstante, a medida que su ego iba creciendo también lo hacía una sensación incómoda en su pecho.

—No quiero tener pareja en este momento —confesó Taehyung, mirando de un lado a otro, buscando una forma de escapar de ese sentimiento sofocante que seguía aumentando.

—Entonces deja de coquetear con todo el mundo —respondió Jimin con un tono de exasperación.

—¡No lo hago! —exclamó Taehyung indignado, pero luego soltó una risa nerviosa—. Es solo mi encanto natural.

Su mirada volvió a desviarse en ese instante, cuando un peculiar pelinegro pasó frente a ellos. Hoseok volteó y Taehyung sintió un vuelco en el corazón. Se quedó helado, incapaz de hacer algo más que observar mientras se alejaba.

—Por lo menos podrías ser más selectivo en cuanto a quién le coqueteas —prosiguió Jimin, su mirada acusadora se encontró con la de Taehyung, generando cierta indignación en él.

—¿De qué estás hablando? Hoseok es muy lindo —respondió Taehyung defendiéndose.

—Ese es el problema: Tu único criterio es que sea alguien lindo —insistió Jimin, aunque pareció arrepentirse y decidió guardar silencio.

—Por supuesto que no. De lo contrario, ya habría aceptado salir con el primero que se me acercara —respondió Taehyung, elevando la voz y tensando su cuerpo—. No volveré a cometer el mismo error que cometí con "ya sabes quién", así qué, si no veo un interés genuino, no quiero ilusionarme.

—Quizás Hoseok está esperando lo mismo, y tú actúas como un muerto a su lado. Al menos deberías sonreírle.

—¡No puedo, me pongo muy nervioso! —exclamó Taehyung, frustrado.

Jimin quedó perplejo por un momento antes de continuar.

—Vaya, sí que te gusta ese chico —hizo una pausa, pensando en sus siguientes palabras—. Siempre te ha gustado ese tipo de personas: reservados y con cierto aire arrogante. El misterio te da curiosidad y bajarles los humos se vuelve tu reto personal. Pero cuando ese tipo de chicos se guardan todo, es asfixiante. Y no solo siente que le hablas a una habitación vacía, si no que estás olvidado en medio de esa misma habitación. Esto te recuerda a alguien, ¿no?

Taehyung asintió, sintiéndose desanimado y abatido.

—Minjoon solía ser así conmigo.

Minjoon fue la única pareja que Taehyung había tenido hasta ahora. Desde el principio, su relación fue distante y fría, y se mantuvo así durante poco más de un año. Nunca tuvo un agradecimiento sincero por las acciones y los regalos que daba a Minjoon, y no es que diera por recibir algo a cambio, pero Minjoon ni siquiera fue a visitarlo a su casa durante todo ese tiempo, argumentado que vivía muy lejos y el transporte público se complicaba para llegar.

—Ya te lo he dicho, Jimin. No quiero estar con nadie —susurró Taehyung con suavidad. Y de repente, una pequeña sonrisa surcó sus labios—. Pero disfruto de los regalos, las cartas y la atención que me brindan. Ellos lo hacen voluntariamente, yo no les pido nada —hizo hincapié con cierta desesperación—. Deja de insinuar que estoy jugando con sus sentimientos.

Jimin se acercó con coquetería, capturando la atención de Taehyung.

—Sabes que no soy la persona adecuada para juzgarte si fuera cierto aquello. Es más, si quieres jugar, incluso puedo ofrecerme yo —propuso Jimin con un tono seductor. Luego se echó a reír por la expresión de Taehyung, que era una rara combinación de indignación y desconcierto —. Pero sé que tú no eres como yo ni como ninguna de las personas con las que salgo.

Taehyung contraataco, enfadado.

—Tú haces que las chicas tengan ilusiones, y eso es peor.

—No, ellas no buscan nada serio. Ninguna de las personas con las que salgo está buscando algo serio. Pero tú eres demasiado sensible para eso. Si te enganchas con un simple beso, no podrás soportar ver cómo tu cita se va al día siguiente sin decir nada.

Jimin estaba provocando demasiado a Taehyung, buscando una reflexión en él. Sin embargo, el castaño actuaba más por instinto que por lógica, dejándose llevar por sus emociones.

—No fue por un beso. Estábamos actuando, ya olvida ese tema —respondió Taehyung, intentando apartar el asunto.

Hoseok era un tema aparte, Taehyung ni siquiera quería darle cavidad en ese asunto. ¿Al menos podría considerarlo como parte de sus queredes? La única conversación que habían tenido, sin contar el momento en que practicaron la técnica del beso en la clase de teatro, fue en los baños de la escuela, y Hoseok lo apartó totalmente.

—Necesito a alguien que me dé mi lugar, que muestre que está interesado en mí —repitió sus pensamientos en voz alta, como una advertencia para sí mismo.

Jimin toqueteó la portada del libro, llamando la atención de Taehyung hacía este.

—Bogum es un buen chico. Debería darte la oportunidad de conocerlo más a fondo. Y si cumple con tu larga lista de criterios, podrían intentarlo.

«Larga lista de criterios», ¿acaso Taehyung realmente tenía algo así?

En realidad, había salido con Minjoon simplemente porque le causaba curiosidad estar en un noviazgo. Sin embargo, y tras experimentarlo, se dio cuenta de lo exigente y caótico que puede ser mantener una relación romántica.

Lo peor de todo es la ruptura, incluso en su caso, en el que puso fin a una relación que ya estaba rota, fue un proceso doloroso. Ya han pasado siete meses desde entonces, un mes más de lo que se consideraba un tiempo adecuado para superar el duelo, pero aún se sentía demasiado corto para él.

Aunque se enteró de que Minjoon ya está en otra relación, así que, ¿por qué él no podría estarlo también?

Lo único que tenía que hacer era ser más selectivo con la persona que aceptará como su pareja. Para eso necesitaba una lista de criterios, como Jimin había dicho.

Considerando los defectos de su relación anterior y los ideales de una relación que tenía, Taehyung estableció los siguientes puntos:

Lo más importante es que sea una persona que muestre un genuino interés en él.
Que lo valore y le dé su lugar en todas las situaciones.
Alguien sociable y con un grupo de amigos agradable, ya que creía que la verdadera personalidad de alguien se refleja en quienes la rodean.
Que pudieran disfrutar de actividades juntos, con ganas de explorar cosas nuevas, viajar y probar nuevos pasatiempos.
Que tuviera amigas mujeres y se llevará bien con su madre. Taehyung había crecido en un hogar rodeado de mujeres (además de su padre, aunque no lo consideraba relevante), por lo que no podría soportar actitudes machistas.

Se detuvo en el quinto punto, considerando que agregar más sería demasiado exigente. De todos modos, lo que tenía hasta ahora era bastante conveniente.

Teniendo sus cristeros ya establecidos, avanzó hacia el siguiente punto de su plan: pasar más tiempo con Bogum para comprobar que cumpliera con sus requisitos. Encontró la oportunidad idónea al ser invitado a una reunión que tendría el susodicho junto con sus amigos, y convenció a Jimin de que lo acompañará porque sus palabras lo habían llevado a crear este plan..

Horas antes de la reunión, Bogum le estuvo mandando mensajes, diciéndole que estaba realmente feliz de que haya aceptado. Se preocupó de que su amigo y él no tuvieran problema para llegar ni regresar a sus casas, ofreciendo un espacio en su departamento en caso de que tuvieran problemas para regresar.

Y ya en la reunión,  Bogum lo presentó con cada uno, diciendo que era un muy buen amigo de teatro. «Y si tengo suerte, quizás podríamos ser algo más, más adelante», las palabras de Bogum causaron un gran sonrojo en Taehyung, es era tan vergonzoso como satisfactorio.

Toda la noche, Bogum lo mantuvo a su lado en todo, integrándolo a la charla que mantenía con sus amigos. Taehyung supo más acerca de él, como el hecho de que estudio la universidad fuera de su ciudad natal para vivir la experiencia de ser estudiante foráneo y que tenía un gran deseo por conocer diferentes ciudades.

Además, Bogum era todo un caballero con sus amigas, e incluso lo oyó tener una llamada con su madre que, aunque inoportuna, fue bien recibida por el chico.

Bogum cumplía con cada uno de los criterios que Taehyung había establecido para aceptar a alguien como pareja. Pero, a pesar de eso, Taehyung no se sentía completamente seguro de querer comenzar una relación con él.

La llamada inoportuna de la madre de Bogum resultó ser una molestia para Taehyung. La mujer era agobiante y, a pesar de la situación, se negaba a colgar. Durante los veinte minutos que duró la llamada, Taehyung se quedó detrás de Bogum, completamente aburrido.

En ese momento, Jimin ya se había integrado con el resto de invitados, mientras que Taehyung ya se encontraba fastidiado por una chica que no dejaba de lanzarle comentarios pasivo-agresivos.

Y podría aportar, por la reacción que tuvo cuando Bogum lo presentó, que esa chica estaba enamorada de Bogum. El enfado de aquella chica fue la satisfacción de Taehyung al ser presentado como el querer de Bogum; lo único bueno que podría sacarle, en realidad.

Ante el afán de Bogum de presentarlo como su futuro algo, Taehyung se mantuvo toda la velada sintiéndose presionado por tener una respuesta esa misma noche, e incluso Bogum actuaba como si ya estuviera en el inicio de una relación, cuando Taehyung ni siquiera tenía en claro lo que sentía por él.

Finalmente, Taehyung tuvo que apartar a Bogum antes de que lo besara, aclarándole que no era un rechazo, pero tampoco un compromiso. Necesitaba tiempo para aclarar sus sentimientos.

Ese tiempo de reflexión ya había durado una semana, en la cual se habían encontrado en tres ocasiones en el taller de teatro, volviéndolo más incómodo. Taehyung quiso pasar del tema como hacía la mayoría de las veces, Bogum lo aceptaba, pero cada vez le era más difícil ocultar su decepción.

—Suerte en la audición. Espero que puedas quedarte con el papel que quieres —le dijo Bogum. Taehyung agradeció e igualmente le deseo suerte para el protagónico de la otra obra de teatro que se iba a llevar a la par.

Entonces, Bogum se marchó sin poder sostener su sonrisa. Taehyung asumió la responsabilidad de su desánimo, sintiéndose molesto consigo mismo. En ese momento, decidió que ya había esperado lo suficiente. Hoy mismo, al finalizar la clase, le daría una respuesta.

—Te ves terrible —dijo alguien frente a él, sacándolo de sus pensamientos.

Taehyung levantó la mirada y su corazón dio un vuelco al encontrarse con Hoseok. La mera presencia de Hoseok desencadenó una oleada de emociones en Taehyung, las cuales intentó ocultar al responder:

—Estoy bien, solo un poco nervioso por la audición.

Hoseok no le prestó mucha atención a la respuesta de Taehyung, ni siquiera lo estaba viendo. En su lugar, estaba más atento a la cámara entre sus manos, ya que iba a ayudar a la profesora Soo a grabar las audiciones.

La aparente indiferencia de Hoseok generó una serie de interrogantes en la mente de Taehyung. ¿Cuál era el motivo detrás de su acercamiento? ¿Qué significaba su presencia en ese momento?

De repente, Hoseok agregó:

—Lo harás bien, seguro que te darán el papel de Jihoo.

Taehyung parpadeó lentamente, confundido por las palabras de Hoseok.

—Pero voy a audicionar para el papel del profesor Hwan —aclaró Taehyung, recordando que Hoseok había estado presente cuando lo mencionó ante Jungkook.

Hoseok detuvo brevemente lo que estaba haciendo y le dirigió una mirada significativa a Taehyung.

—En ese caso, es probable que te quedes sin papel.

El comentario de Hoseok golpeó a Taehyung de manera contundente. No lograba entender por qué Hoseok parecía subestimar sus posibilidades y descartarlo tan fácilmente.

—Vaya, qué amable de tu parte ser tan alentador y optimista —dijo Taehyung con un tono cargado de sarcasmo.

A pesar de sus provocaciones, Hoseok se mantuvo inexpresivo, lo que solo aumentaba la frustración de Taehyung.

—Seojoon también va a audicionar para el papel del profesor Hwan, y él encaja mejor en la imagen en el personaje que tú. Tú eres más como Jihoo, harías una interpretación más que Jungkook.

Si cada una de las palabras de Hoseok fueron incorrectas para Taehyung, lo último le pareció la más grande muestra de su egoísmo.

—Pero Jungkook es tu amigo, ¿cómo puedes decir eso de él?

La confusión y el descontento llenaban la mente de Taehyung, mientras trataba de entender las motivaciones y comentarios contradictorios de Hoseok.

—¿Qué dije de él? —cuestionó Hoseok, mostrando algo de amargura finalmente. Sin embargo, pronto volvió a encogerse de hombros—. Jungkook solo quiere besarse con Seokjin, pero realmente no quiere actuar en la obra. El maestro Doyun le acaba de asignarle un solo y Jungkook ve imposible coordinarse en tantas cosas a la vez.

—¿Y tú tendrás un solo? —preguntó Taehyung con suspicacia—. ¿Me estás utilizando para una venganza o algo por el estilo?

Hoseok negó inmediatamente y miró a Taehyung como si sus palabras no tuvieran sentido. ¡Vaya ironía! Taehyung pensaba exactamente lo mismo de él.

—No quiero que te sientas triste si te quedas fuera de la obra —dijo Hoseok, con un atisbo de sinceridad en su voz.

Lo último que dijo Hoseok desconcertó a Taehyung lo suficiente como para disminuir su enfado. De repente, el mensaje de Hoseok adquirió un significado diferente en la mente de Taehyung. Comprendió que Hoseok estaba hablando desde su propia experiencia, que era un mensaje sincero y lleno de preocupación hacia él.

La mirada de Taehyung se suavizó mientras reflexionaba sobre las palabras de Hoseok. Quizás había juzgado mal sus intenciones y su actitud inicialmente. Tal vez, en medio de la confusión y los comentarios sarcásticos, Hoseok simplemente estaba tratando de evitar que Taehyung se sintiera decepcionado o triste si no conseguía un papel en la obra.

—Tomaré en cuenta lo que me dijiste y voy a audicionar para ambos papeles —afirmó Taehyung con algo de duda y agradeciendo a Hoseok con una cortés reverencia.

El trato cortés que Taehyung había impuesto levantó un muro invisible entre ambos, distanciándolos aún más.

Hoseok, al ver que no había mucho más que decir, se marchó sin pronunciar palabra, dejando detrás de sí un enigma que mantenía a Taehyung cautivado y con las emociones revueltas.

Jimin ya se lo había hecho notar: tenía la mala maña de considerar un desafío personal el romper las barreras de aquellos que se muestran tan inquebrantables. Lo intentó con Hoseok, logrando obtener una reacción fugaz de su parte, lo cual lo dejaba insatisfecho y anhelando más.

A medida que la fascinación crecía, también lo hacía el temor. Taehyung comenzó a asustarse por la intensidad de sus sentimientos hacia este desafío. Sabía, o al menos se suponía que lo sabía, que involucrarse con personas tan distantes solo le traía penas innecesarias. Hoseok no debería tener cabida en su lista de quederes.

—No puedes hacer dos audiciones, escoge un personaje —comentó la maestra Soo, mientras Taehyung estaba frente a la cortina gris y con la imponente lente de la cámara frente a él.

Taehyung asintió, y se tomó un segundo para decidir qué papel escoger. Su vista se desvío hacia Hoseok, que se mantenía expectante a su decisión.

Taehyung suspiró y sintió su cuerpo temblar.

—Audicionare para Jihoo. —Al final, no era lo que quería, pero era la elección que le permitiría tener al menos un papel en la obra, en lugar de quedarse sin nada.

Y una elección similar haría con Bogum.

Claro, si no fuera porque salió corriendo de la clase de teatro, dejándolo olvidado a él y su promesa de darle una respuesta ese mismo día.

Más tarde, trató de justificar su comportamiento con la excusa de que se había sentido terriblemente enfermo después de la audición. Aunque no era completamente falso, Taehyung sabía que evadir sus sentimientos y enfrentar la situación era lo que realmente le había causado malestar.

El miedo a equivocarse lo paraliza, y cada opción que consideraba parecía llevar consigo el riesgo de cometer un error. Taehyung deseaba encontrar la claridad en su corazón y en sus pensamientos, pero era difícil cuando las emociones parecían tirar en direcciones opuestas.

Por un lado existía el temor a repetir sucesos del pasado, y por el otro, estaba harto de tomar decisiones que no lo satisfacía.

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